Ruta Canchos de Ramiro y Ladronera. Valle del Alagón

P5010142

Tanto el río Tajo como su afluente el Alagón viajan por Extremadura encajonados en muchos tramos y dejan imágenes fantásticas y rincones para guardar en la retina. Si Peña Falcón, o el Salto del Gitano, en el Parque Nacional de Monfragüe es el más conocido, no es menos sorprendente este de Los Canchos de Ramiro en el Valle del Alagón, muy cerca del pequeño pueblo de Cachorrilla. Llegar a esta impresionante portilla es fácil porque la ruta está señalizada y es sencilla. Apenas 10 kms ida y vuelta por una excelente dehesa que tiene como recompensa este lugar mágico. Si os gustan las aves, recomiendo llevar prismáticos.

Os dejo el track oficial de la ruta para GPS, ya os digo que no tiene pérdida.

Cachorrilla es una pequeña localidad de menos de cien habitantes, cuando llegues a ella sigue la carretera que lleva hasta la plaza, atraviésala y sigue de frente por una pequeña calle que te saca del pueblo en apenas unos metros. Veréis una pequeña carretera y a unos metros una ermita donde podréis dejar el coche porque ahí mismo arranca la ruta. Nada mas salir de Cachorrilla los roquedos por donde navega el Alagón son visibles.

P5010001

 

Junto a la ermita del Cristo está la charca del mismo nombre donde nace el arroyo del Calvario.

P5010003

 

Como os digo la ruta está bien señalizada, aunque en sí no tiene mucha pérdida, porque el ayuntamiento de Cachorrilla nos da la bienvenida junto a un panel explicativo. Es una amplia pista de tierra la que lleva hasta los Canchos, el pero, que como en este país tenemos que meter el coche hasta dentro, no es raro cruzarse con vehículos de gente que no va andando, depende del día no son muchos.

P5010005

 

Entramos en la dehesa de los Tres Carrascos, donde suele haber mucho ganado, pero se nota que están acostumbrados a la presencia de gente y ni se inmutan

P5010006

 

Es una bonita dehesa sobre todo en otoño e invierno, época en la que os aconsejo hacer la ruta. O bien primavera, eso sí, en un año en el que haya llovido, no como nos pasó a nosotros, mes de mayo y ya está todo seco.

P5010009

 

Aún así la dehesa es de una belleza singular, hasta las encinas parece que bailan.

P5010014fb

 

La Sierra de la Garrapata es visible muchos metros antes.

P5010016

 

Esta es la casa del Canchito, aquí el trajín ganadero es constante, pero nadie molesta a nadie.

P5010018

 

Nos acercamos a la portilla de los Canchos de Ramiro, detrás la Sierra de la Garrapata

P5010020

 

A esta pista la conocen como Camino del Chorrillo, es muy plano con apenas algunas subidas y bajadas muy suaves.

P5010022

 

A medida que dejamos atrás la dehesa el paisaje se transforma en bosque mediterráneo, el terreno se cierra entre encinas, jaras y retamas.

P5010024

 

El paisaje tiene dos partes diferencias, la primera es pura dehesa y según bajas hacia la cuenca del río, desaparece la mano del hombre y el terreno es más abrupto y más virgen.

P5010025

 

A esta ladera en la Sierra de la Garrapata la conocen como la Madre del Agua, es un terreno lleno de hueco donde aves y mamíferos campan a sus anchas

P5010028

 

Y pegado a los Canchos de Ramiro, el Boquerón que crea el acantilado sobre el río Alagón, destino de nuestra ruta

P5010035

 

El Alagón en esta zona está en la cola del Embalse de Alcántara, además de anegar metros y metros de tierra, sufre los vaivenes del uso eléctrico del pantano; hoy se nota la herida del agua. Ahí están los Canchos de Ramiro.

P5010038

 

Nos hemos adentrado en el corazón del Espacio Natural Protegido de los Canchos de Ramiro. Corazón natural de la comarca del Valle del Alagón. Este entorno natural atesora uno de los complejos ambientales más interesantes de Extremadura, declarado en Noviembre del año 2.000 como Zona ZEPA (Zona de Especial Protección para Aves) forma parte del conjunto de Espacios Naturales Protegidos de la Red Natura 2.000 de Extremadura con una superficie de 6.200 hectáreas.

P5010042

 

La zona se sitúa justo donde el río Árrago vierte sus aguas al Alagón, dos ríos en uno en este rincón

P5010044

 

El sendero de los Canchos de Ramiro nos ha conducido hasta uno de los parajes más interesantes de la geografía extremeña. El abrupto acantilado sobre el río Alagón, las laderas umbrosas tapizadas por la selva mediterránea, el majestuoso vuelo de las aves y el silencio, nos adentran de lleno en este paraíso de la naturaleza.

P5010045fb

 

Este abrupto espacio cuenta con varias cadenas montañosas, los Canchos de Ramiro, el pico de Ladronera, la sierra de la Garrapata, sierra de la Solana, sierra Grande, sierra Pequeña, sierra de Valdecocos, y sierra del Arco. El espacio está atravesado por varios cursos de agua, como el regato del Castillo de las Moreras, el río Arrago, río Alagón, ribera de Fresnedosa, arroyo de los Herreros, arroyo de Valdecoco, arroyo del Acim, arroyo de Sardinero y arroyo del Listero.

P5010056

 

Los Canchos de Ramiro, junto con la Aceña del tío Jeromo, forma parte de la Cordillera Central de San Pablo, siendo toda la Cordillera una de las 170 zonas ZEPA de España y 650 de toda Europa. Aquí juntan sus aguas dos de los ríos que forman el Tajo, su afluente el Alagón, y el Arrago. En este punto el río Alagón casi ha finalizado su andadura dentro del Valle del Alagón, desembocando más arriba en el mismo Tajo ya en el embalse de Alcántara.

P5010058

 

El paraje nos ofrece los abruptos acantilados sobre los que anidan buitres leonados y rapaces, con laderas de bosque mediterráneo.

P5010066

 

Constituye el lugar idóneo para la vida de bogas, calandinos, barbos comizos, galápagos leproso y europeo, águila imperial ibérica, águila real, cernícalos primilla y vulgar, halcón peregrino, águila perdicera, buitres leonados y negros, alimoche o cigüeña negra, entre muchas otras especies.

P5010090

 

Los buitres, ajenos a nuestra presencia, continúan atareados con sus nidos, trasteando con ramas y otros elementos.

P5010114

 

El buitre leonado ha estado estrechamente ligado a las actividades pastoriles del hombre, realizando una eficaz, aunque a veces incomprendida, labor sanitaria. Neciamente perseguido durante décadas, este carroñero entró en un peligroso declive del que, relajada la presión, se recuperó de forma espectacular.

P5010120

 

Fue a principio de los años 60 cuando el embalse de Alcántara le privó a este río de su fuerza y caudal constante, modificando a partir de entonces el ecosistema de la zona y la forma de vida de los pobladores. Se perdieron los bosques de la Rivera, el salto de agua llamado «El Salto del Caballo» en los mismos Canchos de Ramiro, la pesca fluvial y los antiguos molinos de agua, destinados a moler grano y aceituna aprovechándose de la fuerza de las aguas y cuyos restos aún se pueden visitar con cierta nostalgia en la Aceña del tío Jeromo.

P5010128

 

Trato de imaginar este paisaje, cuando el río era río, y la mano del hombre no anegaba estas tierras para beneficio propio, al fin y al cabo, el embalse de Alcántara es una de las mayores heridas de nuestra tierra y una vergüenza.

P5010140

 

Una última mirada a pie de agua de esta portilla natural que parece mágica aquí tan cerca. Los aficionados a la ornitología y la fotografía de aves pasan aquí horas y horas.

P5010145

 

Volvemos sobre nuestros pasos, el camino es de vuelta por el mismo trazado. A esta hora, más cercana al mediodía, la presencia de coches es más frecuente. También gente andando. Menos mal que Antonio Luna y yo salimos temprano.

P5010150

Paisaje escarpado convertido en reserva natural, cauce fluvial que cumple una interesante función como corredor ecológico; Los Canchos de Ramiro es un lugar que enamora, no tiene la suerte de que nadie lo defienda como Reserva de la Biosfera, o Parque Natural, pero por sus recursos lo merece. Es el hermano menor del Salto del Gitano, como lo es el Alagón del Tajo, pero si venís comprobaréis que en belleza van de la mano. El Valle del Alagón pierde su valle y su vega en rincones tan especiales como este.-

                                                                                                                                                 ©vicentepozas2017

Ruta Ribera de Alferreireira. Portugal

IMG_20160423_161645

Extremadura y Alentejo (España y Portugal) comparten las aguas del río Tajo y hace años que optaron por trabajar conjuntamente en el Parque Natural del Tajo/Tejo Internacional. En sus riberas las acciones de ocio son variadas, las de senderismo también. Hoy os invito a conocer la Ruta de las Riberas de Alferreireira y Barrocas en la localidad de Atalaia, freguesía perteneciente al municipio de Gaviao, un corredor ecológico impresionante. Son 21 kms en total, aunque hay variantes que la hacen más corta, aunque aconsejo no perderse ni un detalle. Molinos, cascadas, riberos, pasarelas, y agua mucha agua. Deliciosa. El atractivo de la ruta no son solo los paisajes, sino la historia que esconden. Esta pequeña aldea tuvo su esplendor en los siglos XIX y XX cuando en sus riberas nacieron decenas de molinos, aceñas y lagares que convirtieron a Atalaia en unos de los grandes centros de molienda de la región. Hoy son visibles muchos de aquellos molinos, unos cuarenta, aunque ya en ruinas que son parte del atractivo de este recorrido.

Os dejo toda la información sobre la ruta que publican en la web de Gaviao

Y el track para GPS

Este es el mapa de la ruta, que son tres, nosotros hicimos la ruta entera, es decir el PR2, y el 2.1 y 2.2 que son variantes que completan el recorrido aunque, como os contaré, hay opciones para hacerla más corta y muy bien señalizadas. De la señalización ya os contaré en adelante: ¡impresionante!

mapa ruta

 

Atalaia, pequeña freguesía (entidad menor, alquería, pedanía, llamaríamos en España) perteneciente al municipio de Gaviao, tiene apenas un centenar de habitantes pero es portuguesa, portuguesa. Hasta aquí nos trajo el bus ( si venís en él no os metáis muy dentro del pueblo, quedaos en las afueras sino queréis sorpresas). El día arranca nublado y amenaza lluvia.

P4230005

 

Una de las cosas que más me sorprendieron es el exquisito cuidado en la señalización de la ruta en todo momento y los muchos elementos que facilitan el tránsito por caminos, a ratos, escarpados. Un ejemplo de cómo invertir el dinero que Europa destina al desarrollo rural, porque en el mismo pueblo me contaban que son muchas las personas que realizan la ruta desde que está señalizada y promocionada, siguiendo las normas de la Federación de Campismo y Montañismo de Portugal. En este caso dos colores nos acompañarán en la ruta: el amarillo y el rojo

P4230010

 

Comenzamos recorriendo caminos tradicionales, usados para viajar entre pueblos, senderos conservados perfectamente, en los que las labores agrícolas son evidentes. La señalización es constante y clara, perderse es más que difícil, esto tranquiliza mucho a quien no conozca el camino

P4230013

 

Al dejar Atalaia la ruta arranca en este pequeño camino en el que la vegetación es muy parecida a la española, prados, plantaciones, y, aún, pequeños bosques de eucaliptos que se extienden hasta el río Tajo y que los portugueses también están sustituyendo por especies autóctonas.

P4230017

 

Detalles de una ruralidad y un uso de materiales naturales que Portugal conserva y que te encuentras en el camino.

P4230020

 

Llegamos enseguida a la pequeña localidad de Degracia Fundeira que atravesamos sin problema, son apenas tres calles puesto que la aldea es muy pequeña, no tiene siquiera la categoría de freguesía.

P4230025

 

Tomamos una pequeña carretera, apenas 200 metros, y enseguida veremos un desvío a la izquierda que nos llevará hasta el primer lugar que visitaremos.

P4230028

 

Se trata de esta preciosidad que llaman Fuente Vieja, de 1919, dicen que su agua tiene propiedades medicinales, viendo el edificio que la cobija no es extraño. Estamos en Portugal no hay duda.

P4230029

 

Esta construcción alberga una fuente, tratada como una pequeña capilla a la que no le falta detalle.

P4230030

 

Visto el lugar y la cantidad de polletes que hay para sentarse, debe, o debía, congregar a mucha gente.

P4230031

 

Justo enfrente este precioso lavadero es otro de los hitos del camino que recibe el agua de la Fuente de Bica, situada un poco más arriba.

P4230034

 

Junto al lavadero sale un camino a la derecha que nos lleva hasta otra pequeña localidad Deogracia Cimeira y ya desde aquí comenzaremos a descender hasta el río Tajo.

P4230037

 

El paisaje se abre y cambia completamente, a partir de ahora se suceden los cerros, arroyos que nos llevan a un encajonado río Tajo que deja paisajes espectaculares.

P4230044

 

El Tajo se encajona entre cerros y sierras, vaivenes de un terreno que siempre sirvieron de frontera y que hoy disfrutamos. Reconocido título el de Parque Natural que se reivindica en sus paisajes.

P4230053

 

La señalización, como vengo contando, exquisita y cuidada, una garantía de tranquilidad para el caminante.

P4230054

 

Entramos en el Valle de Cabril que nos llevará hasta las aguas del río, puro bosque mediterráneo.

P4230060

 

El descenso hay que hacerlo con precaución, pero están cuidados todos los detalles para facilitar el tránsito, barandillas, escaleras y hasta cadenas cuando se necesita, todo sin deteriorar el paisaje.

P4230063

 

El río Tajo corre hacía Lisboa aunque antes podemos disfrutarlo en Extremadura y el Alentejo.

P4230064

 

Parada técnica junto al río para reponer fuerzas y continuamos por un tramo escarpado que sortea las irregularidades del terreno y que nos obliga caminar con cuidado y con continuas subidas y bajadas.

P4230075

 

Ello no significa que no puedas pararte, echar la vista atrás, y sonrojarte por tamaño paisaje.

P4230081

 

Lo dicho no falta detalle, lugar con alguna dificultad, lugar que cuenta con pequeñas ayudas como esta.

P4230087

 

Es un zig zag constante, con ascensos y descensos aunque tengas donde agarrarte. Ayuda a que se minimicen los peligros de andar por esta zona complicada que conocen como el Vale de las Cerejeiras o Valle de las Cerezas.

P4230088

 

El agua es una constante en la ruta, no lo muestro continuamente pero son decenas de arroyos con los que te cruzas o ves de cerca desde que entramos en el Valle de Cabril.

P4230094

 

Y de regalo, el tren nos saluda, no falta de nada, ya veis.

P3120187

 

Dejamos la ribera del Tajo y entramos en la ribera que da nombre a la ruta, quedan todavía muchas sorpresas y lugares de ensueño. Justo en la orilla una pequeña construcción recuerda que existió un pequeño embarcadero para cruzar el río, Batel lo llaman aquí.

P4230109

 

Esto le he visto más veces en España, colocar una pequeña plataforma alrededor del olivo para impedir que las aceitunas rueden colina abajo.

P4230111

 

Entramos, por fin, en la Ribera de Alferreireira, durante algunos kilómetros seguiremos el curso del agua; es la parte más espectacular de la ruta y la que le da nombre, empezamos donde la ribera se deja caer en brazos del Tajo.

P4230114

 

El sendero discurre paralelo al cauce del arroyo, está bien preparado lo que facilita su disfrute.

P4230120

 

Caminamos por una zona con abundante vegetación de ribera que nos protege de un sol que ya cae a plomo, a pesar de que el día amaneció lluvioso.

P4230124

 

Las aguas están llenas de pequeñas presas y represas para conducir el agua a los muchos molinos que copaban las orillas, quedan restos de muchos, aunque muy abandonados.

P4230133

 

 

Vengo contando que la ruta está muy ciudada, con detalles que aumentan su belleza; me sorprende además que todo los elementos estén bien cuidados, nada deteriorados, algo a lo que, desafortunadamente, no estamos acostumbrados al otro lado de la frontera.

P4230143

 

La ribera es de cuento, el sonido del agua te acompaña continuamente, dan ganas de pararse y quedarse aquí.

P4230149

 

La vereda sortea los vericuetos del terreno, un falso llano, una ascensión suave hacia la zona más escarpada. La señalización constante, es una ayuda.

P4230150

 

Se despeja el terreno y esto nos permite ver algunos restos de viejos molinos.

P4230154

 

La ruta se separa por algunos momentos de la ribera, mientras atraviesa otros pequeños arroyos que sorteamos con oportunos puentes.

P4230155

 

Llegamos a los restos de una antigua ‘fábrica de luz’.

P4230159

 

Esta parte de la ruta es algo más complicada pues discurre entre rocas que te obligan a subir y bajar continuamente, cuando necesitas un apoyo encuentras cadenas colocadas a modo de pasamanos, otro detalle más.

P4230163

 

Escogemos este pequeño rincón para reponer fuerzas, la sombra y el agua mitigan el calor.

P4230167

 

Alguno aprovecha para refrescar los pies mientras comemos algo.

P4230168

 

Abandonamos la ribera de Alferreireira antes de llegar a la de las Barrocas, esta zona es más escarpada con pendientes pronunciadas de subida y bajada.

P4230175

 

Primavera cuando hicimos la ruta, las peonías o rosas de monte (rosa de Alejandría le dicen en algunos lugares) están en flor.

P4230177

 

Constantes subidas y bajadas que exigen algo más de esfuerzo, la barandilla de madera ayuda.

P4230181

 

Una sucesión de pequeños arroyos, como la Ribera de Vale Covo, nos lleva a caminar por este zig zag de pequeños montes y cerros, con el sol encima la marcha se ralentiza.

P4230188

 

El paisaje embelesa, este corredor ecológico es de enorme belleza, nos dirijimos a la siguiente ribera, otra sorpresa.

P4230189

 

Cuando creías haber abandonado el agua, te sorprende otro puñado de molinos con saltos de agua aún más impresionantes que los anteriores.

P4230196

 

La vegetación y el abandono se dejan notar en estos viejos molinos, aún conservan las piedras de moler.

P4230198

 

Otros se conservan algo mejor y han sido preparados para ser visitados, testigos de esa actividad frenética que hubo a finales del siglo XIX y principios del XX en la zona.

P4230203

 

Se suceden los saltos de agua que se construyeron para aquellos molinos de trigo.

P4230205

 

Molinos que se suceden uno tras otro, como los puentes y pasarelas que nos conducen por la ribera de las Barrocas, seguimos subiendo.

P4230206

 

Después de disfrutar de saltos de agua y viejas construcciones dejamos la ribera cruzándola al otro lado

P4230209

 

El paisaje se suaviza a medida que nos alejamos del agua y volvemos a ver praderas y bosques de eucaliptos. Estamos en el Valle de Aceña.

P4230218

 

Aunque aún quedan restos de viejos molinos. La ruta ofrece, en varias ocasiones, desvíos señalizados por si queremos ir directamente hacia el punto de inicio, no hay problemas porque ya habéis visto que te informan de la distancia en uno y otro caso. El último de ellos es el que nos lleva a los Olhos d’Agua (ojos de agua) y a un viejo lagar, es un desvío de unos tres kilómetros que merece la pena, es el último de los espectáculos que ofrece el agua en este recorrido inolvidable.

P4230001 1 (3)

 

Nosotros no hicimos ese último tramo, el calor no esperado nos venció, no era cuestión de forzar una ruta que se hizo complicada y muy bella, es un terreno difícil, pero mereció la pena, completamos la ruta siguiendo hacia Atalaia.

IMG_20160423_181841

 

Terminamos la jornada disfrutando de una Sagres fresquita en esta freguesía portuguesa. Ha merecido la pena. Nosotros hicimos 21 kilómetros, si optáis por conocer los Olhos d’Agua os saldrán unos 24 en total.

IMG_20160423_175659

 

Hasta el regreso por carreteras portuguesas nos deja imágenes que son muy reconocibles para quienes visitamos este país con frecuencia, nos os preocupéis caben dos coches, y el nuestro es un autobús.

IMG_20160423_191206

Cuando te encuentras con rutas como esta, que son una sorpresa, vienes satisfecho. El Tajo y su cuenca guardan sendas deliciosas a un lado y otro de la raya; algunas con historia, como las dedicadas al contrabando, otras con viejos oficios como el de los molineros y sus molinos, las hay que atraviesan puentes romanos con 2000 años de historia, que cruzan la frontera, incluso se hacen conjuntamente entre España y Portugal. Pero vengo más sorprendido, si cabe, por la exquisitez de quienes han diseñado la señalización de la ruta y por ver como se conserva intacta, sin que nadie la maltrate, la rompa, la tire o, en el peor de los casos, se la lleve. A Extremadura y Alentejo nos unen muchas cosas, la afición por el senderismo es una de ellas, aquí somo iguales, aunque en civismo nos lleven mucha ventaja.-

                                                                                                                                              ©vicentepozas2016

La Ermita del Salor y las Corralás. Torrequemada

PC130448

Torrequemada, como Torreorgaz y Torremocha eran antiguas aldeas de Cáceres. Hoy estos pequeños pueblos sobreviven por su cercanía con la capital cacereña pero aún guardan un legado patrimonial más que interesante. Es el caso de la ruta de la ermita del Salor y Las Corralás en Torrequemada, dos señas de identidad del pasado. 10 kilómetros de paseo por la dehesa extremeña en el que disfrutaremos de la ermita gótico-mudéjar de Nuestra Señora del Salor, un antiguo puente medieval sobre el río Salor y las antiguas cochiqueras comunales, Las Corralás, en la dehesa boyal del pueblo.

Se trata de 10 kms muy llanos pero singulares, cargados de sorpresas. Este es el track para GPS

Nos remontamos al siglo XVI en el que la tierra de Cáceres comprendía un extenso territorio, bajo jurisdicción real creado por la corona Leonesa, en él se ubicaban la Villa de Cáceres y un conjunto de aldeas, dependientes de su jurisdicción entre las que se encontraba la aldea de Torrequemada. El núcleo de los primeros pobladores, se formó con los soldados de las huestes conquistadoras, entre las cuales se hizo el primer reparto de tierras, con el carácter de propiedad plena, para ello se dividió el territorio en sexmos, y al frente de cada uno se nombró un sexmero, que se erigía en portavoz de los intereses ante el Concejo.

PC130449      

 

Para comenzar la ruta, lo mejor es ir al final del pueblo, si venís de Cáceres, al comienzo si es al revés; a la izquierda hay dos bares pegados a la carretera de Medellín y a la derecha hay como una plaza y una carretera/calle que señala el camino de la ermita. Hay que dejar el coche allí y comenzar la ruta continuando la calle adelante donde encontraréis esta pequeña charca. Sólo hay que seguir el camino que lleva fuera del pueblo. No tiene pérdida.

P2010039FB  

 

La calle por la que transitamos, desde donde dejamos el coche, está llena de elementos arquitectónicos singulares, predomina el granito muy abundante en toda la zona, de hecho en la localidad existe una antigua cantera de granito ya abandonada. Pero no dejéis pasar algunos esgrafiados y fachadas muy peculiares (si empiezo a poner fotos no paro).

P2010041FB

Nada más salir del pueblo, a unos 200 metros, encontraréis un camino a la izquierda con un cartel de hierro que nos indica la dirección a la ermita del Salor. Es el antiguo camino de Montánchez el que recorreremos en este primer tramo de la ruta.

PC130454

 

El camino transita por una dehesa boyal que es casi de libro en otoño y primavera, su uso ganadero la mantiene viva. Ganado porcino y vacuno abundan sobre todo.

PC130459    

 

Dehesa llena de sorpresas, ejemplo de supervivencia: del tronco caido de un árbol nace una rama que se convierte en otro ejemplar majestuoso, cayó y volvió a levantarse.  A este paraje le llaman Tierra Colorada.

P9260012  

 

Muros de piedra que delimitan fincas y hacen camino. Callejas que han guiado, desde hace siglos, a generaciones de viajeros. Lindes levantadas a mano. Cordeles, callejas, cañadas…

PC130469

 

  …Paredes que la ciencia de la experiencia levanta con esa aparente fragilidad que da miedo tocar, al verlas parece que un aire fuerte las pudiese echar abajo. Nada más alejado de la realidad, llevan cientos de años en pie a pesar de ese incomprensible equilibrio. La belleza y durabilidad de las cosas hechas a conciencia, sin prisas. En todo hay una ciencia, un porqué, viendo los kilómetros de estos muros, en estos lo hay sin duda; lo que ignoro es si todavía alguien guarda esa memoria para hacerlas con este arte.

P2010061

A lo lejos ya se apunta esa joyita que está en medio de la dehesa. La ermita del Salor. Debió de comenzarse en el s. XIII, después de la reconquista del territorio y se relaciona con una fundación templaría. Se trata de un edificio de mampostería, sillería y ladrillo. Lo más interesante sus magníficos arcos apuntados y sus pinturas murales al fresco. Por cierto para visitarla por dentro, y lo aconsejo de verdad, puedes pedir la llave en el pueblo, las guarda Maria Jesús que tiene una multitienda y un despacho bancario cerca del ayuntamiento, vete a la plaza del pueblo y pregunta por ella, es fácil, todo el mundo se conoce aquí. Te contestarán con una pregunta ¿la sobrina del cura? Di que sí.

PC130470  

 

El camino desciende hacia el río Salor y ya nos muestra el arco principal del puente medieval que nos llevará hasta la ermita. Más piedra, más arte.

P2010066

El puente es una joya magnificamente conservada del que hay varias teorías sobre su origen, he encontrado algunas que comparto con vosotros.

P2010083fb  

Mi amigo Rubén Núñez cuenta en su blog lo siguiente: «Se trata de un puente de planta recta con tres bóvedas y perfil alomando, con tres desagües en la margen derecha y dos en la izquierda. Se encuentra en una zona rica en restos romanos y muy cerca de asentamientos de época imperial, y además, muy cercano a la vía 24 del Itinerario de Antonino. Se sitúa en una vía romana que conducía a las colonias militares de Norba Caeserina y Castra Caecilis. Por todo ello los expertos consideran que en este lugar debió de existir otro puente en época romana, aunque el que vemos actualmente es de factura medieval, concretamente bajo medieval por su bóveda segmental, es decir, una bóveda circular con menor abertura angular que el arco de medio punto, típica de este periodo histórico.»

P2010086

Los restos de un antiguo molino medieval que quiere esconderse entre la vegetación, dan idea del aprovechamiento del agua en toda época y lugar.

PC130483  

 

El puente es majestuoso, a pesar de su tamaño. Da paso a un río irregular, domado por el pantano de Valdesalor, pero que en otoños e inviernos húmedos convierten su cuenca en caudalosa y todo un espectáculo.

PC130484

Continúa Rubén contando que «A partir del último siglo de la Edad Media se extendió el reaprovechamiento de este tipo de arco (como ocurre en este caso) en contraposición al uso de arco de medio punto típico de época romana y alto medieval. Por todo ello se concluye que el puente fue construido en época bajo medieval y reconstruido a finales de esta época, pudiéndonos aventurar a que sea contemporáneo a la ermita a la que da acceso, de cuya presencia ya existe documentación en 1230 como templo original de pequeñas dimensiones o del tiempo de su ampliación y consolidación alrededor del año 1345.» Y como de todo hay que saber yo lo comparto con vosotros (y os invito a visitar el blog lleno de curiosidades y pequeñas joyas)

PC130490fb  

 

Asciendes mínimamente hacia la ermita después de cruzar el puente y la dehesa se muestra orgullosa, esta, pintada de otoño, es la Dehesa del Gallo.

PC130501fb

Y llegas a este pequeño santuario, sobrio, humilde, ni siquiera parece un templo si no es por la entrada, monumento de interés cultural de reminiscencias templarias. Una sencilla cáscara de mampostería, ladrillo y sillería que guarda en su interior un verdadero tesoro.

PC130504fb  

 

Como relatan algunas crónicas, a finales del siglo XVIII se reedificó la capilla mayor realizándose una obra donde dominan los elementos barrocos, que es este añadido que, una vez en el interior se ve que no corresponde con la construcción original.

PC130506fb

Fuera se descubren elementos de granito, no se si tumbas o abrevaderos, pues era zona de paso de carruajes y expediciones, siempre a caballo. Tumbas que responderían a la teoría que señala que el lugar tuvo ocupación, al menos, desde época romana. Es más que posible, que allí se edificara una iglesia de época visigoda o mozárabe, a la que bien podrían estar vinculadas estas tumbas.

PC130509  

 

Su altura, sobre una pequeña loma, nos deja ver la localidad de Torrequemada desde la distancia.

P2010109

 

Y más al fondo el risco de Sierra de Fuentes y su ermita.

P2010110  

 

Acceder a su interior, como dice el historiador Víctor Gibello «es mágico, la escasez de luz y el diseño arquitectónico crean una atmósfera particular que favorece el recogimiento y la introspección, un espacio sagrado en un lugar venerado desde la antigüedad».

PC130655fb

«La nave está dividida en seis tramos generados gracias a cinco galerías de tres arcos cada una paralelas a la cabecera. Los arcos, apoyados en pilares graníticos y en los muros norte y sur, son apuntados, aunque ofrecen una tímida pero clara tendencia a la herradura. Su traza y el material con el que están edificados, el ladrillo, lo vinculan claramente con el estilo mudéjar.»Sigue contando Víctor.

PC130666fb  

 

«Los dos primeros tramos están cubiertos por bóvedas de arista propias del barroco, una reforma tardía que también conllevó el reforzamiento de los pilares». «La cabecera es muy tardía, obra de fines del siglo XVIII, sustituta del testero original cuya disposición se desconoce. La estructura tiene planta cuadrangular y se cierra mediante cúpula rematada en linterna, reforzada exteriormente con dos grandes contrafuertes hacia el este».

PC130668fb

  «Los cuatro restantes ofrecen una cubierta de madera a dos aguas, fruto de una acertada restauración realizada en la década de los 80’». Otro blog que os recomiendo, Paraísos Olvidados, conocer Extremadura a través de los ojos de este viajero, fotógrafo, historiador y arqueólogo que es Víctor Gibello (además de un paseo os ofrezco lectura).

PC130678fb  

 

El conjunto se encuentra muy restaurado y algunos de sus frescos algo deteriorados pero, en general, es un lugar de recogimiento que guarda, en toda su sobriedad, la belleza de las cosas exquisitas, de la presencia y potencia de una iglesia onmipresente que moldeaba la vida, en la guerra y en la paz, en lo humano y en lo divino y que deja, extrapolando su dictadura moral, excelentes construcciones como esta.

PC130680fb

Fuera en sus muros, quedan restos de esgrafiados muy presentes en Extremadura, y sobre todo en la comarca cacereña.

PC130695fb

 

  Un detalle de la pared que ya deja claro que el concepto de reciclaje no es contemporáneo, que las generaciones anteriores practicaban el aprovechamiento de lo que tenían a mano. Seguimos. Andando.

PC130523

Volvemos sobre nuestros pasos hasta llegar al puente, esta vez no hay que cruzarlo; justo al lado izquierdo hay una cancela que atravesaremos, ya sabes en el campo déjalas cerradas como las encontraste, y continuamos por la ribera del Salor, bordeando el río. Esta es la segunda parte del camino, sólo hay que seguir el curso del río hasta que nos salga por la izquierda el Arroyo del Acebuche, casi siempre seco.

P2010121

 

  Justo donde encontramos estas ‘pasaeras’ de piedra que sortean el curso del agua. Nosotros no tenemos que cruzarlas, pero sí admirarlas, porque el camino que seguimos está unos metros más a la izquierda. Se ve al fondo de la foto, donde está la casa.

PC130537fb

 

Siempre es bueno hacer amigos, este estaba encantado con nuestra visita.

PC130546  

 

Continuamos este ancho trayecto de tierra, rodeados desde que salimos por la actividad ganadera que caracteriza los llanos de Cáceres y Sierra de Fuentes. Ajenos a nuestra presencia, y apariencia urbanita con ropas de diseño para aventura y nuestros mil colores, la rutina es la clave que mantiene el equilibrio de la vida aquí. Cada hora tiene un porqué, o una tarea inexcusable, no importa el día, ni si el calendario lo señala en rojo, a los animales hay que atenderlos todos los días, eso lo aprendí hace años en tierras ceclavineras.

P2010128

Dejemos este tramo entrevías para incorporarnos al camino de los Rosales, o de la Presa de Zorita, ahora llamado Embalse de las Tres Torres, excelente zona grullera por cierto. Seguimos en la dehesa boyal del pueblo. Y esta es la tercera parte del camino, el que nos lleva de regreso a Torrequemada y a visitar sus cientos de cochiqueras, Las Corralás.

PC130555  

 

Volvemos a cruzar el Salor, por el puente nuevo, el viejo no resistió los envites del agua y se quedó pequeño para las grandes máquinas de ahora.

PC130557

En la dehesa la vida se abre paso,  asistimos al nacimiento de este pequeño ternerillo que en horas andará correteando por el prado.

P2010135  

 

A nuestra derecha nos espera la Charca del Prado. Zona de baño hasta los años 90.

P2010140

La dehesa boyal está en uso, como os he comentado; sus moradores, acostumbrados a la presencia humana, no descuidan sus quehaceres porque nosotros andemos pululando por allí, ni siquiera levantan la cabeza.

PC130575  

 

Unos metros más adelante de la charca han colocado esta señal que nos indica el camino a Las Corralás, penúltima de las sorpresas de la ruta

P9260053

Tengo que decirlo, porque es así, que mi amigo Teófilo Amores y yo hemos contribuido, y bastante, a que hoy esta zona esté señalizada y puesta en valor. Cuando la alcaldesa de Torrequemada, entonces en 2014, Paquita Cruz, cuando pisamos por primera vez la zona, nos enseñó orgullosa Las Corralás y nos pidió alguna idea para ponerlas en valor; nos pusimos a trabajar, primero diseñando una ruta senderista que es esta y sugiriendo que se señalizase el lugar y se hiciera un estudio del mismo. Fruto de aquel encuentro, meses más tarde comprobamos ilusionados que muchos de aquellos deseos se habían cumplido y hoy este lugar adquiere el valor de conjunto etnográfico que, esperemos, con el tiempo sea declarado Bien de Interés Cultural. Está perfectamente señalizado, sus varias entradas, y paneles informativos como este, ayudan a comprender la diferencia de cada una de las construcciones.

P9260059  

 

Este paraje entre dos zonas que llaman Los Picotes y Las Limosas está plagado de Corralás, os sugiero que no os quedéis solo en el camino y que pateéis la zona para descubrir las cientos de ellas esparcidas por doquier.

PC130578

Estas cochiqueras destinadas al ganado porcino dejaron de usarse, según me cuentan en el pueblo, porque debido al tamaño y gordura de los cerdos actuales, estos no caben por los huecos y puertas. Hay una cochiquera comunal nada más entrar al recinto, esta es individual o sencilla.

PC130580  

Esta sencilla transformada en chozo.

PC130582fb

 

Algunas mejor conservadas que otras, esperemos que se protejan porque esta piedra es muy valiosa.

PC130604

 

Las hay dobles…

PC130618

Como veis está todo lleno de ellas, unas junto a las otras, aunque de muchas sólo quedan restos.

PC130620  

 

Y esta es la Corralá del Tío Miguel en la que Teo y yo nos echamos una fotino.

PC130638

Y los bichos, desahuciados, como no caben dentro se quedan fuera. Volvemos al camino y continuamos por él hacia el pueblo. Apenas queda un kilometro para llegar, ahora entraremos por la parte de abajo.

PC130645

 

  Y nos topamos con este edificio histórico, el Palacio de los Duques de Abrantes, de los siglos XV y XVI. Es un antiguo edificio cuadrangular.

PC130647

 

Muy cerca de allí, y bien visible, la iglesia de San Esteban. De estilos renacentista y barroco de los siglos XVI y XVII, y que fue restaurada en el s. XVI.

PC130651 

En primavera sus apartamentos están al 100% de ocupación. Turismo rural.

P2010158fb

Y cerca, subiendo a la zona alta en la parte sur del pueblo, está lo que llaman la Torre. Otro edificio histórico situado en la parte más alta de la localidad, en la actualidad se encuentra en ruinas, conservándose únicamente los muros. En su entrada se puede observar el escudo de los Duques de Abrantes y aparece la fecha de 1704. Junto a él hay una excavación que dio con unas ruinas de lo que parece ser un asentamiento romano.

P2010167

 

  Y pegadito a ella, desde allí se ve un lateral del edificio, lo que llaman aquí La Atalaya, es un punto geodésico desde el que se divisa toda la dehesa, la ermita del Salor y el pueblo entero.

P2010170

 

Y al fondo la Sierra de la Mosca y Sierra de Fuentes a la derecha, y la proliferación de cosntrucciones en todos los llanos.

P2010175

 

  Regresamos al lugar de comienzo, disfrutando de la arquitectura tradicional, del uso generalizado de la piedra en todo tipo de construcciones, y de lo bellas que nos parecen ahora.

P2010185

Torrequemada, tan cerca de Cáceres, es algo más que su excelente cochinillo, en su dehesa hay vestigios de una riqueza natural y patrimonial; aquí he reflejado algunas de ellas, pero habría que sumarle sus innumerables fuentes como la de La Bomba, la de Los Montanchegos, la de Las Mujeres, la de la Zapatera o el Pozo Canelo o el puente de Los Coches, el río Guadiloba que nace aquí cerquita. Y en el pueblo calles que parecen descolocadas y guardan edificios y pequeñas casas con mucho encanto. A veces hay que dejar la carretera y pararse en los sitios.

teofb Como en cada ruta me llevo muchos recuerdos, esta vez sin duda el pisar suelo templario, donde caballeros, jinetes y caballos venían a pedir el favor de la Señora del Salor antes de cada batalla o cada viaje, el tesoro medieval con reminiscencias romanas que cuida una dehesa dibujada con los años. La dureza de lo rural en Corralás levantadas piedra a piedra para proteger unos valiosos cochinos que eran el sustento de toda una familia, o de varias. El de los señoríos, como el de Abrantes, que obtuvieron el favor del rey tras la reconquista de Cáceres y se asentaron en grandes tierras, como verdaderos señores feudales, amos de lo que alcanzaba la vista. La dehesa es bella en sí misma, si además la salpicas de ermitas, caminos, puentes medievales, molinos o cochineras, se convierte en un museo etnográfico vivo, palpable, que demuestra que a veces no hay que mirar tan lejos, ni admirar tanto lo de otros, porque lo que nosotros tenemos debe ser motivo de orgullo. Reivindiquemos lo nuestro, y luchemos por su protección y conservación para que generaciones venideras no olviden cómo comenzó todo, en una pequeña esquina de una dehesa, en Torrequemada, a la que debes llegar Andando Extremadura.-  

                                                                                                                                                ©vicentepozas2015

 

 

 

Ruta del Cubo y el Castillejo. Santiago del Campo

PA250120fb

 La comarca de los Cuatro Lugares, lo conforman los municipios de Talaván, Monroy, Hinojal y Santiago del Campo; cuatro localidades que se asientan sobre la penillanura cacereña y que limitan al norte con el río Tajo y al sur con el río Almonte, justo antes de que este último vierta sus aguas en el largo e ibérico Tajo y ambos duerman obligados por el pantano de Alcántara antes de volver a chocar con la presa de Cedillo y luego pasar a Portugal. Los cuatros pueblos forman un cuadrado  geográfico que alberga, justo en el centro, el pantano de Talaván y que es atravesado por la carretera EX-390 que une la ciudad de Cáceres con Torrejón el Rubio, es decir, con el Parque Nacional de Monfragüe. Dehesas, grullas, tierra de dientes de lobos de pizarra, riscos, riberos, antiguos caminos medievales como dejan testimonio algunas joyas que aparecen cuando la sequía baja la cota del pantano: los Puentes de Don Francisco de Carvajal y Sande que cruzan los ríos Almonte y Tamuja, construcciones de 1.530 que facilitaban el tránsito entre Cáceres y Plasencia.

Este es el marco en el que el Ayuntamiento de Santiago del Campo organizó la I Ruta Senderista El Cubo y el Castillejo, que hace referencia a un antiguo molino y un castro prerromano por donde discurre el paseo. Los senderistas fuimos recibidos con un desayuno y terminamos disfrutando de un día magnífico en la I Feria Agroalimentaria. La ruta circular de 10 kms es una delicia, con paisajes y restos de la vida agrícola y ganadera de la comarca.

Aquí tenéis el track para GPS

Era una prueba de fuego para el ayuntamiento, cuando llamó para pedirnos consejo no esperaba reunir a 800 personas, pero fue un éxio. Las primeras luces sirvieron para recibirnos con una café y unas migas extremeñas en la Plaza de la Torre del Reloj, el comienzo de un día espléndido.

PA250002

 

 Santiago del Campo, algo menos de 300 habitantes, es uno de los pequeños pueblos de la provincia de Cáceres; en su renovada página web me topo con este texto que comparto con vosotros y que resume en pocas palabras lo que experimentas cuando vienes aquí: «Nos saluda un pueblo pequeño, sosegado, de los que dan sana envidia a ciudadanos cosmopolitas. Sus gentes hablan de casas cerradas, esperando al estío para que vuelvan a abrirse las puertas por quienes las cerraron para partir a otros lares; un buen hombre se apresura a decir que ya sólo quedan unos cuantos viejos, de esos que han trabajado toda su vida el campo, que casi octogenarios toman un hacha y marchan a desmochar su lote de olivos en la Dehesa Boyal, árboles centenarios que han sido mimados generación tras generación.»

PA250009

 

Salimos por la Era vigilados por la iglesia de Santiago Apóstol en las primeras luces de la mañana.

PA250013

 

 Por el camino de la Venta del Moro por el que vamos, las primeras luces se posan en la dehesa, un contraste de tonos que parece pintado para recibir a los senderistas que disfrutamos de esta hora mágica.

PA250023FB

 

 El núcleo está situado en una llanura quebrada. La mayor parte del término es ondulado, propio de la penillanura trujillano-cacereña, con pequeñas elevaciones entre las que destacan los cerros de las Vacas, Pajarero y Castillejo, y la loma de la Dehesa.

PA250027

 

El ayuntamiento sabe que es la primera vez que invita a tanta gente a conocer su pueblo y su entorno y cuida cada detalle, nos llevamos un pequeño recuerdo que dentro de unos años no servirá para decir que estuvimos en la primera ruta.

PA250031

 

Formamos una larga fila, que deja los llanos de los alrededores y se adentra en la dehesa, cerquita de lo que los santiagueños llaman Fuentesanta.

PA250034

 

El otoño regala estas cosas, en esta tierra pizarrosa, rica, las setas y hongos crecen por doquier. Y queda inmortalizada esta pareja

PA250037FB

 

En toda la penillanura cacereño-trujillana son habituales estas formaciones rocosas de pizarra que llaman dientes de perro o dientes de lobo y que aparecen siempre entre las encinas.

PA250046FB

 

 La dehesa es la magia de la simbiosis entre el hombre y la tierra, una admiración sostenible y sostenida con paciencia; estamos en el paraje que se conoce como el Ruedo. La rutina del ciclo de la vida continúa a pesar de la presencia de tanto extraño.

PA250048FB

 

 Dejamos la zona más llana y entramos en las estribaciones de los ríos, donde pequeñas ondulaciones del terreno, suaves lomas, nos obligan a un sube y baja constante pero cómodo.

PA250050

 

 Debe ser por esto, digo yo, que encontramos en nuestro camino muchos árboles ayudados a mantenerse erguidos. Bastones fabricados con pizarra, curiosas columnas de piedra sobre las que descansan los troncos; no lo había visto nunca, construido así.

PA250055

 

La ruta no tiene pérdida, sólo hay que seguir el camino, aunque hay que decir que algunas señales nos indican hacia dónde encaminar los pasos. Hacia el Molino del Cubo nos dirigimos.

PA250064

 

 Y así atravesamos el Arroyo de Gamones a Fuente Blanca, nada caudaloso pero aprovechado como todo en la dehesa.

PA250068

 

 El ayuntamiento ha restaurado este casa antigua de porquero con más de 200 años, el Chozo de las Corralás. La han recuperado con un taller de empleo y recuerda el oficio de porquero y las cochiqueras o corralás donde se cuidaba a las piaras de cerdos en la dehesa, un oficio bastante más suave y menos duro hoy en día.

PA250071

 

Desde el cerro donde se asienta esta choza descubrimos la razón obvia de por qué se construyó aquí, en el reino de la bellota, la dehesa extremeña.

PA250072FB

 

 Junto a la choza, las corralás, cochiqueras o pocilgas de los cerdos; el ayuntamiento quiere recuperar también estas viejas construcciones de pizarra en desuso.

PA250080

 

 Ya comento que el ayuntamiento de Santiago del Campo era consciente de que íbamos 800 personas, que era su primera ruta pública y no descuidó detalle, apoyo y avituallamientos, no faltaron.

PA250089

 

 En una de estas elevaciones, de algo más de 300 metros, la dehesa se muestra inmensa, se pierde a la vista en la penillanura cacereña, delante está encajonado y guiado el río Almonte en sus últimos coletazos, todavía no lo vemos.

PA250091

 

Cerca la autovía A-66 o de la Vía de la Plata atraviesa el Almonte gracias a uno de esos monstruos de la ingeniería, uno de los grandes puentes, y hay varios, que se han construido en esta zona para autovías, AVE, carreteras cnvencionales o conducciones de agua, un espectáculo.

PA250095

 

Otro punto de apoyo para los muchos olivos que se mezclan con encinas y robles en toda la dehesa, son harto curiosos… y bien pensados ¡qué mimo! ¿verdad?

PA250097

 

Termina el camino, perdido por lo años, hay que bajar al molino campo a través. Quedan apenas 800 metros.

PA250099

 

Otro aprovechamiento sostenible de lo que hay alrededor, usar la piedra de pizarra para fabricar un pequeño comedero para los animales, tiene un nombre pero no lo recuerdo.

PA250101

 

 Dehesa y dehesa, uso del bosque mediterráneo durante generaciones han moldeado este paisaje hasta hacerlo exclusivo. Santiago del Campo esconde estos rincones, pero tienes que venir andando.

PA250102

 

Mientras descendemos hasta el molino el Almonte asoma un poquito. Nos espera.

PA250111

 

 Este el Molino del Cubo, molino harinero con más de doscientos años de vida, que da fe de los antiguos oficios, el uso y aprovechamiento que se hacía de las caídas de agua. El molinero cobraba a quien necesitaba moler en especias, lo que se conoce como la maquila. Aprovecha un pequeño meandro del Arroyo del Lugar o de Santiago. Dicen los lugareños que hubo más molinos en este arroyo y en el Almonte que se perdieron con la construcción del pantano.

PA250119FB

 

Llegamos al molino, pero como la física no falla, todo lo que se baja, se sube…

PA250126

 

 Que me gustan los apoyos de los olivos, curioso también que en algunos de ellos, se construyese una pequeña pared, de pizarra por supuesto, que impedía que las aceitunas al caer del árbol saliesen rodando colina abajo. Es pura adaptación al medio, antropología, las cosas que aprende uno cuando caminas con la gente de aquí.

PA250127FB

 

 Seguimos remontando el arroyo hacia arriba para descubrir otra de las sorpresas que nos tienen preparadas, acabará siendo una ruta muy didáctica y completa.

 

 

PA250129

 

 LLegamos, se trata de la Charca del Tío Mendo, servía para asegurar que el Molino del Cubo, ribera abajo, tuviese agua para la molienda siempre, por lo que esta pequeña presa la almacenaba para soltarla sólo en los momentos de hacer funcionar el molino. No se descuida detalle el en campo, todo tiene un porqué.

PA250136

 

 Las sucesivas crecidas del arroyo han acabado con parte de la presa. Se llama Charca del Tío Mendo por la persona que lo cuidaba. arriba en el cerro la Choza del tío Milano, que sembraba productos en la vega de la charca.

PA250142

 

 Atravesamos las tranquilas aguas del arroyo sin mucha dificultad y seguimos el camino por una pequeña ladera de un lugar de nombre curioso: Pasil de la Centenosa. Pasil, un término casi perdido que hace referencia a la parte por donde puede atravesarse a pie una corriente de agua, o también y seguramente más apropiado para la zona que transitamos, es un vocablo que también se utiliza para designar el lugar de paso, estrecho necesariamente, entre dos fincas colindantes.

PA250152

 

 Tierra de encinas y setas, un tesoro buscado en otoño que hace las delicias de las mejores cocinas, la dehesa está llena de ellas.

PA250154FB

 

Siguiente parada, el castro prerromano del Castillejo, que da nombre a la ruta.

PA250167

 

Llegamos a la loma de otro pequeño cerro, desde donde observamos el lugar en el que acaba el Arroyo del Lugar anegado por el embalse de Alcántara.

PA250173

 

 Es sabido que las antiguas tribus buscaban asentamientos con fácil acceso al agua, este es el caso del Castro del Castillejo, de época prerromana, es uno de los muchos que se han datado en toda la cuenca del Tajo, estamos hablando del III al I mileno antes de Cristo. Se han encontrado estancias, restos de elementos como vasijas o fundición, se sabe que eran tribus dedicadas la pastoreo y la recogida de frutos silvetres.

PA250176

 

 Desde este promontorio el Almonte ofrece esta imagen que nos vuelve a mostrar el puente de la Autovía de la Plata.

PA250184B

 

Regresamos de nuevo hacia Santiago del Campo por el camino del Molino del Cubo, dejamos atrás la zona más escarpada y volvemos al llano.

PA250192

 

 Ganadería en el paraje que llaman Pie de Sancha, se despeja la dehesa en los usos mas intensivos cerca del pueblo.

PA250199

 

 Así despacito y encantados con lo visto vamos llegando al pueblo, termina el paseo por los cuatro lugares.

PA250205

 

 La dehesa que nos ha acompñado en apenas diez kilómetros nos ha mostrado muchos de los antiguos oficios que mantuvieron a la gente pegada a su tierra natal, hoy ha cambiado bastante aquel mundo rural y duro; en Extremadura muchos pueblos envejecen, y miran ahora a nuevos yacimientos como el turismo para intentar fijar la poca población que va quedando.

PA250213

 

Para terminar un jinete nos regala esta imagen, buen final. es un privilegio vivir en este entorno, hoy afortunadamente cuents con servicios suficientes, esperemos que por mucho tiempo más.

PA250215FB

 

 La Iglesia de Santiago nos recibe en el lado sur del pueblo, paredes de pizarra delimitando fincas, dibujan un entorno rural muy habitual en Extremadura.

PA250217

 

 De cerca se ve así, la iglesia de Santiago Apóstol, ubicada en el Sur del pueblo, en lo que se conoce como Barrio Nuevo, es el principal patrimonio de Santiago del Campo. Su obra comenzó a edificarse en el primer cuarto del siglo XVI y se concluyó en el XVIII.

PA250230

 

 Como comentaba al principio en el pueblo se celebraba la I Feria Agroalimentaria y se ofreció caldereta de cordero a todo el mundo. Un remate final perfecto poder comprar productos de calidad, artesanía pura de la gastronomía: cerveza artesana, quesos, dulces,embutidos… así habrá que volver seguro.

PA250231

 

Santiago del Campo nos recibió con las primeras luces del alba y nos despide con esta luz de mediodía. Un día redondo para un paseo fantástico.

PA250223FB

 Venir a la dehesa es como cocinar paisajes: encinas, alcornoques y olivos, sobre una alfombra de hierbas silvestres, jara y romero. Un paisaje, humanizado pero sostenible,  es el resultado de una larga historia, que se remonta a la Reconquista, por ello es habitual que en él nos encontremos con árboles centenarios, encinas y alcornoques, aunque también pueden aparecer en zonas más húmedas fresnos y robles. En estas tierras que rodean el Parque Nacional de Monfragüe la belleza es la misma, seguramente no tan nombrada pero igual de apetecible. Enhorabuena a los organizadores, lo mejor, que te reciban con un sonrisa de oreja a oreja y que estén ellos más agradecidos porque hayas venido que tú por haber sido agasajado de principio a fin. Haced la ruta sin prisas y disfrutad de cada pausa, en Extremadura, el tiempo lo dan ‘dao’.-

                                                                                                                                                ©vicentepozas2015

Ruta por la Ribera. Brozas

PC260091fb

 Brozas es una localidad cacereña perteneciente a la mancomunidad Tajo-Salor, vinculada a la Orden de Alcántara, aun son visibles sus construcciones palaciegas y eclesiásticas que muestran la importancia de este enclave. Hoy visitar Brozas es contemplar las muestras de su pasado histórico; el balneario, los restos de sus fábricas denotan la actividad de un pequeño pueblo en territorio de frontera y de grandes dehesas. De estas últimas disfrutarás en la Ruta de la Ribera, de 20 kms, muy bien señalizada y salpicada de hitos que adornan y enriquecen el camino. os recomiendo el otoño-invierno para realizarla porque añadiréis a la belleza del entorno, la presencia de las grullas que os acompañarán durante todo el paseo.

Os dejo el track para GPS del amigo Teófilo  Amores

Estamos en una zona ZEPA -Zona de Especial Portección de Aves- la de los LLanos de Brozas y Alcántara. Una de los espacios más importantes de Extremadura para la conservación de aves esteparias como la avutarda, el sisón, la cigüeña negra, el aguilucho cenizo, el cernícalo primilla, el milano real y el milano negro. Y en los meses de noviembre a marzo, las grullas, cientos y cientos en toda la comarca. Hoy disfrutaremos de ellas.

Vamos con la ruta; antes de entrar en Brozas, si venimos de Cáceres, hay una carretera que lleva al Balneario de San Gregorio, en el cruce un pequeño hostal nos servirá de aparcamiento para dejar el coche, y tomar un refrigerio a la salida y a la llegada. Tomamos la carretera y a unos quinientos metros encontramos el inicio de la ruta, nosotros disfrutando de las primeras luces de la dehesa, comenzamos.

PC260004

 

Enseguida nos topamos a la izquierda con el que llaman Camino del Tajo por la Charca, un panel informativo nos anuncia la ruta, nos señala los sitios más interantes y el trazado a seguir. El camino arranca ancho y cómodo.

PC260006

 

 No andamos mucho cuando las primeras grullas se asoman al camino, buscan semillas con las primeras horas del día, vienen a Extremadura huyendo de los fríos del norte, aquí se alimentan antes de regresar a a tierras alemanas.

PC260009

 

En cuanto se percatan de nuestra presencia remontan el vuelo. Si la ruta la hacéis en febrero, dice un amigo naturalista y fotógrafo, que apenas se mueven, lo achaca a que las grullas se han alimentado bastante y reservan fuerzas para el largo viaje de vuelta.

PC260014fb

 

Los primeros tramos del recorrido discurren por estos llanos, pastizales que dibujan una hermosa paleta de colores en cuanto asoma el sol por el este.

PC260027fb

 

La ruta, como comentaba al principio, está muy bien señalizada, tantos cruces como hitos y es difícil perderse. Este poste, con señal amarilla, lo veremos a lo largo del recorrido muchas veces.

PC260028

 

Esta es la otra señal que encontraremos en el camino, la que marca los lugares de interés, aquí viene el primero, las Casas de Fuente Madero. Detrás, habréis visto que el paisaje cambia y nos adentramos en la dehesa.

PC260029

 

Y llegamos al primero de estos lugares interesantes, las casas de Fuente Madero, un conjunto de construcciones del que destaca este bohío, una cabaña circular, en este caso de piedra, veremos más en la ruta. Los bohíos o bujíos, como se les conoce popularmente, son unas construcciones pastoriles características de los llanos de Brozas y Alcántara.

PC090339

 

El otoño, o el invierno, tienen la magia de los distintos momentos de luz que te regala la visita, en un momento baja la niebla…

PC260033

 

…instantes después toda la luz cae sobre dehesa y pastizales. Un festival de colores.

PC260038

 

 

Tras las casas primeras retomamos al camino original que nos llevará entre dehesas y ganado hasta el primero de los desvíos, señalizado, ya digo, hasta otro de los lugares a visitar: la Fuente de la Colada, casi oculta por la vegetación. Aquí tomamos, por momentos el Camino de Alcántara a Navas del Madroño. Es una sorpresa la cantidad de caminos, veredas y senderos que se reparten por toda la zona.

PC260044

 

De nuevo un cruce, de nuevo una señal, y entramos en una de las partes más bonitas de la ruta, el Camino de la Charca de Cueto, donde haremos algunas paradas para disfrutar de la invitación que nos hacen algunas de las construcciones que nos encontraremos.

PC260049

 

La siguiente parada es la Casa del Alcornocal, ya en ruinas como casi todo lo que nos rodea que deja testimonio de la actividad rural de la zona, hoy se limita a cabañas ganaderas repartidas por grandes fincas. He encontrado algunas referencias que la llaman la Casa del Tobal.

PC260053

 

 Parada especial merece la antigua Ermita del Alcornocal, una pequeña construcción que se mantiene en perfecto estado pero abandonada. Brozas tuvo muchas ermitas, algunas de ellas en los caminos, ya que  la amplitud de su término, idóneo para la agricultura y para la ganadería trashumante y su carácter de nudo de comunicaciones en el oeste extremeño convirtió a Brozas en una de las villas más importantes de la Extremadura moderna, siendo dominado su gobierno por una poderosa nobleza con lazos familiares con las aristocracias de Alcántara, Cáceres o Trujillo.

PC260058

 

 La ermita es visible desde el camino y aunque está dentro de una finca es muy fácil acceder a ella; junto a la construcción hay restos de actividad ganadera. O de usos posteriores y más modernos, es complicado encontrar referencias.

PC260077

 

Volvemos al camino. Algún claro en la dehesa es aprovechado por el ganado para disfrutar de los rayos de sol de la mañana. Seguimos el sendero, fácil, no tiene pérdida.

PC260085

 

 Siguiendo un camino rodeado de muros de piedra y con algunas casas singulares llegamos a la Ribera de la Mata y al Puente de las Tenderas que salva el camino. Esta es la zona que da nombre a la ruta y será la que más disfrutemos por su bellaza y su equilibrio. Las imágenes siguientes darán fe de ello. Como indica el cartel hay que dejar el camino y seguir la ribera, nos os preocupéis porque continuando por el curso del agua nos toparemos con un camino y una señalización que nos guiará de nuevo. Sin miedo

PC260092

 

El agua y la ganadería han convertido el paraje en un sitio fantástico, idílico, como dibujado en mitad de una dehesa más brava, aunque domada en muchos rincones. Alcornoques rodean la ribera, ahora sin hojas por el frío invierno.

PC260087

 

Atravesamos un pequeño puente de piedra, singular, a pesar de su simpleza resiste el paso de los años sin mayor problema.

PC260105fb

 

 Parece un pequeño parque cuidado con esmero, pero es natural, por eso sorprende más. Un lugar que transmite paz, el ruido lo hacemos nosotros, y el agua. Los oriundos de Brozas lo conocen como la Ribera de Cueto, porque corriente arriba hay una charca que se se llama así Charca de Cueto.

PC260109

 

 

El agua ha ido dibujando la zona, el invierno y la luz del día hacen el resto.

PC260115

 

 

Cerca se ven restos de antiguas cochiqueras, que aprovechaban la propia piedra. La actividad ganadera, pasada o presente, está por todos lados. De hecho en una ruta anterior nos topamos con los restos de una gran finca utilizada para el regadío hace algunas décadas, que conservaba algunas muestras de lo que debió ser una impresionante infraestructura.

PC260121

 

 

Restos de contrucciones rurales repartidas por todos sitios, en una zona rica, transitada, que dejan ver la arquitectura rural de la época, muros de piedras, arcos de ladrillo en las bóvedas. Han caído las techumbres de madera, pero el adobe y la piedra aguantan el paso de los años y el abandono.

PC260124

 

 

Hemos disfrutado de toda la Ribera de la Mata, o Ribera de Cueto, continuamos;  siguiendo el curso del agua, veréis algunas flechas amarillas pintadas en la piedra, no dejando el pequeño riachuelo llegaremos a toparnos con el camino a seguir.

PC260128

 

 

Enseguida encontramos este badén y un camino que deberemos seguir. Si os fijáis hacia la mitad de la imagen, a la derecha del camino está la señal que nos señala la ruta. Vamos bien.

PC260139

 

 

Toda la zona es una gran dehesa ganadera, en uso, y eso se nota, la presencia de animales es constante, fincas cuidadas donde cualquier cosa tiene uso, los muelles de las antiguas camas también, y bañeras, y palés… Hemos tomado el Camino de la Charca de Cueto que llaman y, como la ruta hace un ocho, iremos a uno de los cruces por los que pasamos antes pero siguiendo un recorrido distinto

PC260146

 

 

El camino esta marcado continuamente y eso te relaja mucho a la hora de caminar porque vas con la seguridad de seguir la ruta y te entretienes con un paisaje demoledor. Pasaremos por la Dehesa del Orillal donde unas antiguas cochineras son otro hito del recorrido, debéis estar atentos porque os las podéis pasar, de hecho nosotros no las vimos. Fijáos en el mapa del comienzo de la ruta que marca dónde está  cada cosa.

PC260148

 

 

Nos vienen acompañando casi todo el camino, las oyes, otra veces las ves volar. Pero en cuanto se despeja la dehesa aparecen los primeros grupos de grullas.

PC260164

 

 

Como son un escándalo es fácil verlas a no muchos metros de donde estamos, si estás en silencio no alzan el vuelo y puedes admirarlas. Hablando con algunos ganaderos, estos no las ven con tan buenos ojos pues se comen la bellota de la montanera.

PC260170

 

 

Hay grupos de grullas por todas partes, a media mañana no paran de alimentarse; lo harán hasta el ocaso, momento en el que regresan a los dormideros, situados siempre en la cola de los pantanos, o en zonas anegadas, así se protegen del ataque de depredarores nocturnos, ya que en el agua los oyen llegar sin problema.

PC260184

 

 

Grullas, grullas y grullas, es el mejor añadido para una ruta que, de por sí, es una belleza, pero que se hace más apetecible para los que somos amantes de la ornitología, los que disfrutamos fotografiando a estos grandes pájaros de colores que destacan en el verde de la dehesa en invierno.

PC260187

 

 

Cerca de Brozas la foto de los grandes pastizales nos regala una imagen magnífica. Tierra agrícola, ganadera, trabajada a diario para hacerla rentable. Somos la gran despensa de España y aquí, a pié de campo, es donde se nota.

PC090356

 

 

No hay tregua, giras la cabeza, y las ves de nuevo, parece que forman parte del paisaje. Qué regalo.

PC090362

 

 

La estampa ganadera cerca ya de la población, mientras, en los últimos dos kilómetros el camino es el mismo que la ida, afortunadamente la luz es otra y parece diferente.

PC090368

 

 

Al terminar el camino, el panel informativo nos recuerda el recorrido y los hitos más importantes, aunque hay muchos más en todo el sendero. Enhorabuena al Ayuntamiento de Brozas por la señalización y por la propuesta.

PC090376

 

 

Los últimos metros, regresando al lugar donde dejamos el coche, aún hemos de pasar el Embalse del Noque y más restos de construcciones que denotan la enorme vida rural que siempre ha tenido la zona.

PC090380

 

 

Brozas, tierra de Francisco Sánchez de las Brozas, conocido como El Brocense, humanista y gramático español del siglo XVI, rebelde, enfrentado a la Inquisición y que dijo aquello de “No prestéis crédito a nadie, ni a mí mismo, a no ser que las enseñanzas estén corroboradas por razones y argumentos sólidos.” . Tierra de historia que hoy nos ha regalado parte de ella. Un placer compartirla aquí.

PC090245fb

Brozas es una localidad de algo más de 2000 habitantes que guarda mucha historia, se ve en palacios, castillos y casas solariegas. Tierra de frontera, de paso. Brozas es parte de la Comarca Tajo-Salor-Almonte, y constituye el referente rural de Cáceres capital, aportando su riqueza natural y cultural a los innumerables atractivos que posee la ciudad. Basta con alejarse diez kilómetros para sumergirse en un espacio diferente, con una naturaleza, un patrimonio histórico-artístico y una cultura popular sorprendentes. Pasear por sus tierras, empaparse de las dehesas e intentar retrotaerse a años del medioevo cuando por estos caminos transitaban carros y caravanas, viajeros, artesanos, soldados o ganaderos trashumantes es un ejercicio de imaginación al que ayudan los restos de lo que fue. Tierra de frontera, obligada a batallar en muchas guerras, no estuvo exenta de la sangría de la emigración y la huída hacía lugares más prósperos, como ocurrió en toda Extremadura. Afortunadamente Extremadura se convirtió en región con identidad y frenó aquel éxodo, no recuperamos viejos éxitos de antaño pero contuvimos la destrucción y el ovido y hoy, pasear por Brozas, es un placer y una sorpresa. Valorando lo nuestro surge entonces la pregunta ¿cómo traspasar esa necesidad real que existe, por conservar y cambiar nuestra forma de relacionarnos con el entorno, como transmitir que no todo se mide en función de su valor económico inmediato, como transmitir que no solamente lo que es empacable, medible y vendible tiene importancia, como crear conciencia? y valorar lo que tenemos. Hacerlo Andando Extremadura es una buena manera de empezar.-

                                                                                                                                            ©vicentepozas2014

Ruta Chorro de La Meancera. Las Hurdes

P4070326FB

 Las Hurdes es un paraíso para el senderista. Sus accidentes geográficos, sus ríos y arroyos, sierras montañas y pueblos -con sus alquerías- convierten a esta comarca extremeña, tan estigmatizada, en un lugar perfecto para caminar. Consciente de ello, la Mancomunidad de Las Hurdes ha editado varias guías de rutas senderistas, perfectamente señalizadas, hay más de 20, algunas con espectaculares miradores y con pueblos y rincones que, si no los conoces, quedarás enamorado de ellos. El Gasco es un ejemplo. Esta alquería tiene dos hitos especiales: el Volcán del Gasco, lugar de interés científico, y el Chorro de la Meancera, o Miacera, a donde nos dirijimos en esta ocasión.

Os dejo el track para GPS de Escaladores de Extremadura, aunque no hace falta pues está muy bien señalizada y no tiene pérdida

Es una ruta corta, con algo de subida y alguna dificultad, sobre todo en la parte del arroyo de la Meancera puesto que hay que caminar entre piedras y cruzar el cauce varias veces.  Apenas cinco kilómetros pero muy intensos. Un caramelo para completar un día en el que se puede hacer más de una ruta, y hay muchas en Las Hurdes.

 Las Hurdes tiene 43 localidades, de ellas, sólo seis son municipios, el resto, 37, son alquerías. Uno de estos municipios es Nuñomoral del que dependen 10 alquerías, una de ellas El Gasco. En la zona donde se asienta la alquería se encuentran multitud de restos y grabados de la edad de bronce.Incluso hay varias cuevas en las proximidades en las cuales se supone que vivió alguna población en la edad de bronce.

P4131576

 

 El Gasco tiene apenas 150 habitantes, la carretera que nos lleva termina allí. Os aconsejo visitar el Centro de Interpretación de la Casa Hurdana, una reconstrucción tanto por fuera como por dentro de la vivienda típica de Hurdes.

P4131580

 

 En la alquería de El Gasco hay varios artesanos que trabajan la piedra y la madera. Fáciles de encontrar. Construyen casitas pequeñas con la estructura de las viviendas hurdanas, y muy típicas, utilizando roca volcánica,  y cachimbas, una especie de pipas de fumar. También realizan trabajos con la madera, como pequeños bancos y adornos diversos. Os podéis quedar a comer en el bar restaurante El Bodegón, os aconsejo una delicia de la comarca: el limón de Hurdes, una especie de ensalada que mezcla sabores magnificamente.

P4071498

 

 Para llegar al chorro sólo hay que bajar hasta el final  de la carretera y  seguir la señal, recorremos un par de calles de la localidad y descendemos hasta la piscina natural de río Malvellido que seguiremos durante un rato entre bancales, huertas y pizarra.

P4071496

 

Junto al cauce del río, un sendero que bordea la piscina natural nos facilita el camino, rodeados de pequeñas elevaciones de nombres tan sonoros como: El Hontano, el Pimpollar o el Lombo de la Pina.

P4071501

 

 Las aguas del río Malvellido, a las que saluda el pequeño enclave de El Gasco, descienden entre meandros y pizarras desde lo alto de la Sierra de la Corredera, en el Pico Solombrero; para visitar, entre mil curvas y recovecos, La Fragosa, Martilandrán, El Collado y Cerezal antes de fundirse con las aguas del río Hurdano, y así, seguir juntos recorriendo Las Hurdes, pueblo a pueblo, alquería tras alquería, hasta su zona más baja y descansar en las mansas aguas del Embalse de Gabriel y Galán que alimenta el río Alagón.

P4071504

 

 En este punto, podemos optar por visitar el Volcán del Gasco, lugar de interés científico; curioso por que los habitantes de El Gasco han vendido siempre las piedras del cráter para el lavado de vaqueros y para diversos artículos de artesanía, como las pipas de fumar. Dicen los geólogos que sus piedras, su cráter de unos 50 metros de diámetro, son de un meteorito que cayó hace más de un millón de años.

P4071505

 

Pero seguimos nuestro camino, fascinados con un paisaje duro pero enternecedor, bello y fuerte. A El Gasco hay que venir expresamente y eso se deja notar. Cualquier pequeño hueco es aprovechado para sembrar, huertos de formas imposibles que se retuercen con el río y viven de este.

P4131593

 

Por mucho que nos hayan contado en Las Hurdes el agua está por todas partes, las montañas la devuelven, una y otra vez, al cauce de ríos y arroyos.

P4071506

 

 Este primer tramo tiene un trazado muy arreglado, sencillo, es parte de la senda que recorre todos los pueblos de la zona en el corazón de las Hurdes, caminos que se han recuperado para hacerlos transitables, que ponen en valor los senderos, caminos y veredas que han utilizado los hurdanos durante años y que  estaban  abocados a la desaparición por el abandono.

P4071510

 

Caminos de pizarra, como los suelos, como las paredes, como las lindes, como los bancales… que dibujan Las Hurdes así: duradera, resistente, práctica. Esto hay, esto cojo.

P4071511

 

 Los cerezos se han hecho fuertes en esta tierra, el Valle del Jerte es su lugar más conocido en Extremadura, pero ya es habitual verlos en cualquiera de los valles del norte de Cáceres. Aquí lo que más sorprende es observar cómo se gana cada palmo de tierra a golpe de piedra, como se aprovecha cada rinconcito por inservible que parezca para hacerlo productivo.

P4071514

 

 Dejamos el cauce del río Malvellido, e iniciamos el ascenso hacia el chorro de la Meancera, por el arroyo del mismo nombre aunque, es cierto, en muchos lugares aparece como Miacera y no Meancera. Este es el tramo más complicado porque hay que andar entre piedras y cruzar el cauce del agua en varias ocasiones.

P4071523

 

 

No es complicado si se va con cuidado, lo sinuoso del terreno nos obliga a ir siguiendo un pequeño sendero que discurre buscando el hueco que dejan las piedras, el tiempo y las muchas pisadas ha hecho un trazado básico que hay que recorrer atentos.

P4071525

 

 

En algún tramo nos ayuda la infraestructura que la Mancomunidad ha colocado a lo largo del camino y que aumentan la belleza del recorrido.

P4131618

 

Sigues subiendo y, de repente, echas la vista atrás y contemplas sorprendio la belleza, la magia hurdana, lomos y sierras que se suceden soportando valles, escondiendo gentes. Aquí el senderismo es una delicia.

P4071539

 

Y entonces llegas. El Chorro de la Meancera, casi un lugar de culto, una caída de agua de unos 100 metros de altura que salva la montaña lanzándose al vacío.
P4071538

 

El ruido del agua no llega a las imágenes pero sorprende la caída constante, y sorprende más ver que la piedra resiste el embite del chorro y parece no inmutarse; ni siquiera redondea sus aristas.

P4131605

 

El agua salta por encima de las rocas, busca los huecos necesarios para seguir su curso, desaparece a la vista y reaparece dibujando, salpicando en una roca gris que el agua azulea.

P4131607fb

 

 

La imagen de un entorno escondido al que hay que acercarse para comtemplarlo con detalle, justo donde la montaña se hace más inaccesible, el agua encontró un hueco para seguir su curso buscando el río que lo arrope, abajo, de nombre Malvellido.

P4131612

 

Tras disfrutar de la belleza de la cascada, del entorno, hay que iniciar la bajada, desandar el camino, no hay otra manera que no sea volver sobre nuestros pies.

P4071548

 

La senda que nos devuelve al corazón de río es como un camino de cuentos que zigzagea como el río. No falta detalle.

P4131619

 

Las Hurdes es eso, un cuento y un encuentro, con la tierra, con la destreza y la habilidad del hombre para adaptarse a ella, para dibujar entre ariscos pizarrales bancales de tierra de los que sacar el fruto necesario; colores de un triunfo que logra la constancia y el tesón. Es una simbiosis entre hombre y tierra y el resultado no es baladí. Lo dijo Unamuno: «. . . Si en todas partes del mundo el hombre es hijo de la tierra, en Las Hurdes la tierra es hija de los hombres».

P4131624

 

 

Dicen los hurdanos que esta es una tierra donde ha existido y aún existe “…un permanente abrazo entre el hombre y la naturaleza…”, donde el hombre se ha adaptado a la tierra, y ésta a las necesidades del hombre; cada roca ha servido de cimiento para toda una cultura tanto arquitectónica y gastronómica como tradicional.

P4071493

 

 

Hasta el agua dibuja instantes, resultado de años de trabajo, esquinas imposibles donde el hombre deja su huella. Sierras y picachos agrestes y ásperos, en un abigarrado paisaje entrelazado de escarpadas montañas; ríos, arroyos que parecen llamados a reunirse en las aguas del Alagón , en el Valle del Alagón donde estas inmensas formas por fin se suavizan.

P4131557fb

Las Hurdes. Siempre vuelves, siempre nueva; hay un paisaje, una luz, un rincón, un olor, un instante en el que no habías caído. De repente paras, tú y el tiempo; te bajas del coche y del mundo, y te pones a andar, puedes hacerlo durante horas porque Las Hurdes es un paraje enorme, de corazón y alma, un lugar regalado a los hombres, robado a la imagen de la miseria para convertirlo en un lujo. » Largos y espesos son los silencios que se extienden por la historia de esta comarca» dicen los hurdanos. Para el senderista Las Hurdes es un rito iniciático, un verso, una ensoñación, el camino perfecto, una vereda al corazón de un mundo propio en el que leyendas y tradiciones saldrán a la vera del camino para acompañarte en el viaje; una andanza que es mejor que descubras Andando Extremadura.-

                                                                                                                                             ©vicentepozas2014

Ruta La Chorrera. Hervás

PC060328FB

La ruta de La Chorrera en Hervás -Cáceres- es uno de esos senderos que repites más de una vez. Un camino que parte del barrio judío hervasense y nos lleva, siguiendo el curso del río Ambroz, hasta las estribaciones del pico Pinajarro en la Sierra de Gredos. La Chorrera es un salto de agua de casi 30 metros de altura que salva el desnivel de la montaña. Es una ruta muy popular, de hecho no es raro cruzarse con bastante gente en el camino. La belleza del paisaje, pequeños hitos de la historia de Hervás y la comarca jalonan el recorrido; bosques de robles y castaños, pozas de agua, puentes y excelentes vistas del Valle del Ambroz completan la lista de razones para no dejar de hacerla. Es de dificultad media, con unos 600 metros de desnivel de subida y otros tantos de bajada y de casi 14 kms, es de ida y vuelta.

Track para GPS de mi compañero de ruta Teófilo Amores Mendoza.

 La ruta arranca en la Plaza del Convento de Hervás, junto a la judería y la hospedería, enseguida sales del pueblo y te topas con la imagen del barrio judío y la omnipresente iglesia dde Santa María, mirador de la localidad, las primeras luces de la mañana nos descubren la villa. La ruta está bien señalizada, como PR, blanco y amarillo.

PC060178

 

La siguiente imagen es la del puente de hierro, perteneciente a la línea férrea de la Ruta de la Plata que dejó de funcionar en 1985. La vía sigue en pie, en desuso, reivindicada por sus vecinos que quedaron aislados del norte de España, castigados por el eterno latiguillo de la rentabilidad.

PC060177

 

Salimos del pueblo, dejamos las últimas casas, el matadero y tomamos por la zona de Los Corrales el camino ascendente durante algunos kilómetros, es de cemento, eso sí, flanqueado de castaños.

PC060191

 

El Valle del Ambroz vende su otoño mágico, protegido y rodeado de estos colores, es fácil entender esa afirmación. Un bosque elevado a pintura. Sólo hay que seguir el camino.

PC060194

 

Un poco más arriba aparece el albergue juvenil, ahora dormido, pero que en verano se convierte en un lugar bullicioso donde los campamentos se suceden. Aquí arriba es fácil huir del calor extremeño.

PC060197

 

El sol de la mañana por fin sortea el sistema central y asoman las primeras luces en las crestas de las sierras. En primer término Las Retuertas, arriba, solemne, el Pinajarro, 2099 metros de altura.

PC060202

 

El río Ambroz, alma de la comarca, baja al valle en un entorno idílico. Es un paisaje de cuento que parece pintado a conciencia para templar almas. En años de nieves baja bravo y valiente.

PC060204

 

Atravesamos el arroyo del Posturillo en la zona de Horcajo, dejando a la derecha el camino que conduce a la presa de Hervás, a nuestra derecha el cerro de Majallana por el que discurre otro arroyo. En la sierra el agua es generosa.

PC060208

 

Llegamos a Marinejo donde, a duras penas, se mantienen las antiguas viviendas de los trabajadores de la minicentral de luz que veremos más arriba

PC060212

 

El puente de Marinejo, que cruza el Ambroz, lleva a la Pista Heidi, otro camino magnífico para recorrer. El puente, de piedra, se mantiene firme. Robusto aguanta los embates del agua, ahora mansa porque el otoño es seco.

PC060214

 

 Esta imagen no es de la calidad que quisiese, pero es importante porque marca el punto donde debemos dejar el camino y desviarnos por un sendero que arranca a la derecha y que nos lleva a coronar la sierra. Está indicado. Podéis andar unos metros antes de tomar el sendero y acercaros a la central hidroeléctrica, La Casa de la Luz, le decíamos de chicos, cuando veníamos a bañarnos aquí.

PC060232

 

Paisajes del Ambroz, estampas de Gredos, rincones de sierra que se dejan ver por momentos a medida que el ascenso se hace más pronunciado y la altura nos da esa ventaja.

PC060240

 

La Casa de la Luz la dejamos a un lado, mientras se distancia de nosotros el cauce del Ambroz para comenzar la parte más complicada, aunque antes tendremos un regalo extra en la ruta.

PC060242

 

En este punto, indicado como véis, se puede optar por seguir la ruta o hacer el pequeño desvío que nos lleva a las Charcas Verdes. Son apenas 500 metros, y merece la pena, lo aseguro, luego retornaremos aquí para continuar el ascenso.

PC060243

 

Un pequeño camino rodeado de robles nos lleva hasta un lugar muy visitado en verano. Hay agua.

PC060246

 

Las charcas verdes son dos pequeñas pozas de agua que son un reclamo para el baño de los más jóvenes que vienen a pasar el día aquí, sombra y baño son la clave. Esta es la charca de abajo…

PC060248

 

…y esta la de arriba.

PC060254

 

 Retomamos al camino original, volviendo sobre nuestros pasos hasta el cruce donde estaba el cartel y comenzamos el ascenso, un sendero en zig zag que, me cuenta el amigo Teo, le llaman las 33 vueltas; yo no las conté pero no lo pongo en duda. Es la parte más dura del camino por la fuerte pendiente.

PC060266

 

 Ya vemos el final del ascenso, estaremos a unos mil metros de altura y disfrutaremos del paisaje en cuanto abandonemos este bosque de robles melojos. Primero, a tomar aire, la subida ha sido pronunciada.

PC060270

 

Al llegar arriba nos recibe un pequeño depósito que lanza al agua por una fuerte pendiente que producirá la luz abajo en la central hiroeléctrica. Hay que bordearlo y seguir el sendero.

PC060273

 

Pero desde aquí se dibuja el Sistema Central de esta forma. La Hoya de los Castaños, el Cerro del Moro y el Canchal de la Gallina se muestran así de tremendos. Los grandes castañares de Hervás quedan a nuestros pies.

PC060274

 

Hervás, el embalse de Baños, y al fondo Las Hurdes se dibujan ante nosotros. La perspectiva desde la altura del Valle del Ambroz es así de hermosa.

PC060280

 

Enfilando, que dice Teo, para adentrarnos en la parte más bonita del camino

PC060288

 

Ya con más horas de sol el Pinajarro está en todo su esplendor, el piquito de la derecha que aparece estilizado es el Tejerón.

PC060291fb

 

Comenzamos a caminar pararelos al canal que lleva el agua al depósito que hemos dejado atrás y que alimenta la Casa de la Luz.

PC060292

 

Sólo hay que seguirlo, rodeados de robles de nuevo, el lugar es fantástico

PC060303fb

 

Decía antes que es la parte más bonita de la ruta por el efecto que crea la acequia de agua, escondida en este bosque serrano.

PC060307

 

Gredos, el Ambroz, es un festival de colores. Otoño Mágico en el Valle del Ambroz, que por cierto, es Fiesta de Interés Turístico Regional

PC060311fb

 

Termina el canal y cruzamos el arroyo Forero o de Las Costeras, de las dos maneras lo he encontrado para afrontar el último ascenso antes de llegar a nuestro destino.

PC060318

 

 Quedan pocos metros para alcanzar La Chorrera, una pequeña vereda nos lleva hasta ella bajo el bosque que cogimos muchos metros más abajo. Aunque el roble melojo es el ejemplar más abundante, nos venimos cruzando con castaños, abetos, alisos y chopos, hasta un acebo que veremos ahora.

PC060320fb

 

 Y llegamos a La Chorrera, algunos metros más arriba nace el río Ambroz, en su descenso al valle sortea los accidentes de la montaña y crea este salto de agua, lugar de peregrinación de caminantes y senderistas

PC060337FB

 

No me resisto a fotografiarme delante de la cascada. Este pequeño río, afluente del Alagón, deja esta imagen al sortear las sierras de Cerro Pinajarro, hermano pequeño del Canchal, y Las Retuertas, seguirá hasta las dos charcas verdes, atravesará Hervás, donde visita su barrio judío y descansará en el valle.

PC060346

 

Dejamos La Chorrera contemplando el paisaje que lo esconde, es dificilmente visible si no llegas hasta aquí pero reconforta hacerlo; la sierra siempre ha sido un refugio pero hay que pisarla.

PC060352

 

Iniciamos el descenso, camino de vuelta, pudiera parecer aburrido desandar los pasos, pero ahora la luz es más alta y nos brinda otro espectáculo de colores y sombras.

PC060354

 

El bosque gris y meloso de la ida se ha llenado de matices, y el camino se llena de gente.

PC060358

 

Los colores del otoño en uno de los más grandes castañares de toda la península, el de Hervás son así de impresionantes. Lo dijo Unamuno:  “Hervás, con sus castañares recoletos en la falda de la sierra que hace espalda de Castilla”. El monte Castañar Gallego es uno de los montes de castaño más importantes de Europa.

PC060362fb

 

El Valle del Ambroz es un lugar de contrastes, paisaje y paisanaje, un rincón que siempre ha sido de paso entre el sur y el norte, de ese trasiego de gentes y culturas han quedado rastros repartidos por toda la comarca.

PC060363fb

 

Restos de la vida en la sierra, estos en el camino de Marinejo, mientras tomamos el tramo de cemento que nos lleva al pueblo.

PC060375

 

Las luces hacen magia en la espesura, se llena de colores: ocres, rojos, verdes, amarillos, verdes…

PC060381fb

 

Las aguas que dejamos más arriba ahora se cruzan en el camino, bañadas por el sol.

PC060385

 

Parecía un bosque en letargo, dormido, cuando iniciamos el ascenso, pero el sol nos enseña otra cara

PC060391

 

Es el mismo trayecto pero distinto camino. Estamos cerca de Hervás.

PC060396

 

Antes del final del trayecto, un momento para echar la vista atrás y observar el paisaje desde lejos, el entorno que nos ha embelesado, es igual de magnífico en la distancia

PC060401fb

 

Hervás, vuelta al inicio. Esta imagen sintetiza todo lo visto. Ahora toca pasear por sus calles en busca de un refrigerio. Su barrio judío, declarado Conjunto Histórico- Artístico en 1969, se halla excelentemente conservado y pertenece a la Red de Juderías de España.

PC060402fb

 

 Esta la única herida que rodea el pueblo, la Vía de la Plata, abandonada. Un canto a la desidia, al olvido de los lugares pequeños; ese estigma que tenemos las tierras rurales: que no compensa. Alguien, en 1985, desde un despacho en Madrid decidió que nosotros no necesitábamos un tren ¿para qué? ¿para ir a dónde?

PC060411

 Excelente viaje y mejores sensaciones. La cordillera de Gredos alberga rincones mágicos, bosques de hadas y duendes con colores de cuento.  A los humanos siempre nos han fascinado los bosques, ese misterio que envuelve a los árboles cuando están muy juntos. Sí, así es el Valle del Ambroz, abrigo de Gredos, leyenda, rito. Cada civilización, y hay más de una, dejó aquí una historia para que se escondiese en la arboleda y pudiera ser transmitida de generación y generación. Hoy hemos venido nosotros, a recorrer el camino de La Chorrera, buscando nuestra propia historia, arriba hemos dejado parte del alma para que la protejan los dioses de la montaña; volveremos a recogerla, lo haremos como siempre,  Andando Extremadura.-

                                                                                                                                            ©vicentepozas2013

Ruta de Alfonso Onceno

P4211803fb

 El Geoparque Villuercas-Ibores es un paraíso para el senderista: los caminos de peregrinos a Guadalupe, los senderos de la comarca, las rutas con historia como la Isabel la Católica o esta de Alfonso Onceno, que hoy comentamos, dan idea de la belleza de un entorno en el que se suceden valles y sierras tan importantes que, por su alto valor geológico, han sido reconocidos por la UNESCO como Geoparque. Esto significa, además, que Guadalupe y su entorno son hoy destino turístico emergente y sus ofertas para viajeros son cada vez más variadas.

Nosotros hemos hecho el camino que separa la localidad de Navezuelas, junto al Anticlinal del Almonte, hasta la puebla de Guadalupe, lugar de peregrinos; camino que recibe el nombre de Alfonso Onceno debido al rey Alfonso XI, que frecuentaba estos parajes para la caza del oso. Se trata de un camino de herradura que atraviesa el valle del río Viejas con sus huertos y majadas de pintoresca arquitectura popular. 16,4 kms de dificultad media alta por las dos subidas que contiene la ruta.

 El track de la ruta para GPS

 La ruta la organiza la asociación de senderismo Maragatos de las Villuercas que nos recibe en Navezuelas con dulces y consejos. Foto de familia y andando…

P4211761

Nada más dejar Navezuelas comienza el ascenso que nos llevará hasta el primer alto, ante nosotros se descubre el valle donde nace el río Almonte, de frente la que aquí llaman Sierra del Local, ahora en lenguaje de Geoparque, el Anticlinal del Almonte.
P4211769

 

Pararse un momento y echar la vista atrás nos da idea del terreno que pisamos, este es el Geoparque un sitio singular, el valle del Almonte y la sierra de la Ortijuela. Seguimos subiendo.
P4211774

 

 

 

La ruta discurre por caminos pedregosos, incómodos porque la piedras están sueltas y te obligan a extremar las precauciones.
P4211778

Al llegar al Collado de la Pariera, el primer alto de la ruta, la formación geológica que tanto ha llamado la atención de la UNESCO se observa mucho mejor. Según información del geoparque, el Anticlinal del río Almonte se extiende desde la cuenca del Tajo hasta la base septentrional del Risco de La Villuerca. Por su núcleo y en parte de su largo recorrido fluye el propio río Almonte desde su nacimiento en La Villuerca hasta abandonarlo hacia el sinclinal de Santa Lucía buscando las Apreturas del Almonte.

P4211788

 

 

 

A 1.212 metros de altura. Impresiona contemplar desde arriba los plegamientos de la tierra ocurridos hace 300 millones de años ¿cuántas generaciones habrán pasado por aquí?
P4211790

 

 

 

Desde el Collado de la Pariera ya se nos muestra el Valle del Viejas, toma nombre del río, al fondo el Sistema Central y las sierras de Gredos todavía nevadas.
P4211794FB

 

 

 

Descendemos por la loma de la Sierra de las Acebadillas por un paraje conocido como el Horcajo.
P4211799

 

 

 

Así es el Valle del Viejas desde el Collado de los Ajos, la orografía de las Villuercas es un espectáculo a la vista.
P4211806

 

 

 

El valle es atravesado por el río Viejas que hace fértiles las tierras más bajas, huertos que son visibles desde la altura.
P4211811

 

 

 

Descendemos aprovechando los riscos para contemplar mejor el valle. Encararmarse en lo alto, ofrece esta singular imagen.
P4211813

Otra de las sorpresas del Geoparque es que existen importantes yacimientos donde se localizan los fósiles de los primeros metazoos  con esqueleto externo  del género Cloudina y cuyos registros ilustran uno de los principales eventos en la evolución de la vida: el origen y radiación de los primeros animales. Están a los lados del camino y son perfectamente visibles.

P4211814

 

 

Descendiendo ya hacia el Valle del Viejas por una parte de camino que te obliga a mirar dónde pisas, son las pedreras, lo que en geología conocen como ‘derrubios de ladera’, para andar son bastante incómodos.

P4211820

Bosques de robles de formas caprichosas nos acompañan, de repente sorprenden también sotos de castaños.

P4211825

 

 

 

Ir acompañado de expertos en botánica y biología aumenta el atractivo del camino, ellos te descubren cosas que, a simple vista, pasan desapercibidas para un lego, nos paramos a admirar un ejemplar de loro que se alza más arriba. Las conversaciones son de nota.

P4211829;

 

 

El río Viejas, estamos en el valle.

P4211832

 

 

En esta zonas algunos ejemplares de árboles son impresionantes, tanto que caen por su propio peso y por la edad.

P4211835

 

 

Comienza el ascenso que nos llevará al tercero de los valles que pisaremos en la ruta, un sube y baja que templa las piernas y obliga reservar fuerzas. El camino está señalizado. Estamos el el GR 117. La antigua vía romana denominada VIA XVII, mandada construir por el emperador Augusto, que unía la ciudad portuguesa de BRAGA (Bracara Augusta) con ASTORGA (Asturica Augusta), está reconocida hoy en día como «sendero de Gran Recorrido» con el número común a los dos países (España y Portugal) de «GR 117. Vía Romana XVII»

P4211839

A medida que ascendemos dejamos atrás el valle del Viejas y sin saberlo entramos en el Valle del Pozo.

P4211848

Coronamos el alto para situarnos en el Collado de la Arena, donde nos espera un pequeño tentempié antes de afrontar la definitiva bajada a Guadalupe, allí nos aguardan algunas sorpresas.

P4210385

Aquí está el tercero de los valles, el del río Ibor, en lenguaje Geoparque el Anticlinal del Ibor- Guadalupe. Al fondo el Sinclinal del Guadarranque. Geología en estado puro.

P4211853fb

La fotografía de Villuercas es así, unas tras otra hileras de cerros y sierras en paralelo que confieren a este lugar esa belleza tan particular y la riqueza que ahora se reconoce.

P4211856

Descendemos por el que conocen por el Llanillo Hueco entre otro bosque de robles, desnudo de hojas.

P4211866

De repente, al llegar a un paraje llamado Arcas de Noé, la vegetación cambia y nos rodea un bosque de pinos.

P4211874

Un tramo de la ruta, hasta la ermita del Humilladero, discurre por la carretera que lleva a la base militar, ya abandonada.

P4211878

Al llegar a la ermita, el propio rey Alfonso XI sale a recibirnos. Un detalle real.

P4211883

Por el Barranco del Barquillo acometemos la última parte de la ruta, queda poco para llegar a la Puebla, fin del camino.

P4211893

Guadalupe es inmensa, su Monasterio y la imagen de la patrona de la Hispanidad, también de Extremadura, hace que sea un lugar muy visitado y tremendamente bello. Su arquitectura popular es digna de disfrutar.

P4211901

En el barrio de San José Obrero nos espera el rey y su séquito, y con él, recorremos las calles de Guadalupe camino del Monasterio.

P4210390

Allí, junto al pórtico, un coro local nos da la bienvenida y hace los honores reales, somo recibidos como peregrinos, y agasajados con dulces típicos.

P4211914

Así finalizamos, extasiados ante esta maravilla arquitectónica, plagada de leyendas, y venerada por los creyentes. El Real Monasterio de Santa María de Guadalupe. Monasterio fue declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 1993. En su interior se aprecia el estilo gótico, mudéjar, renacentista, barroco y neoclásico, es decir, desde los siglos XIII al XVIII.

P4210396

Había ganas de recorrer el camino de Alfonso Onceno, este sendero de peregrinos que, desde hace años, es pisado, primero por soldados y comerciantes, luego por reyes y aldeanos y ahora por peregrinos y senderistas. La Ruta del Alfonso Onceno no ha decepcionado, ya me habían avisado que era de las más bonitas rutas de las Villuercas, lo corroboro. El Geoparque gana mucho más cuando te decides a recorrerlo… Andando Extremadura.

                                                                                                                                             ©vicentepozas2013

Ruta del Contrabando (Cedillo-Montalvão)

P3230162fb

 La Ruta del Contrabando se celebra cada año, desde hace catorce, entre las localidades de Cedillo, en España, y Montalvao, en Portugal. Son 20 kms que transcurren por la raya fronteriza, entre los ríos Tajo y Sever, en pleno corazón del Parque Natural del Tajo Internacional, una zona de creciente interés turístico con hoteles. La ruta la organiza INIJOVEM, el instituto de la Juventud de Nisa, localidad a la que pertenece administrativamente Montalvao, con la colaboración de los Ayuntamientos de Cedillo y Montalvao. Una actividad muy organizada que comienza en España y termina en Portugal con una fiesta.

El track para GPS de la Ruta del Contrabando por gentileza de mi amigo Teófilo Amores

 

Cedillo, es el punto de partida, la salida se ha marcado en el edificio El Casón, un centro de interpretación del parque del Tajo Internacional que guarda sorpresas, muy, muy gratas. A la ruta asistimos cerca de 500 personas, muchos de ellos portugueses.

P3230851

 

 

 

Es curiosa la historia de Cedillo, todo un pueblo de frontera situado en esa hendidura tan característica que Extremadura clava en Portugal; de hecho su nombre, otorgado a principios del XIX, Cedillo,  procede de “Cedido”, por la cesión que hizo Portugal a España de esta zona para regularizar la frontera. Los primeros asentamientos tienen que ver con el río, un pequeño grupo de pescadores que, con una barca, ayudaban a cruzar el Tajo; más tarde se unieron al poblado numerosos portugueses que huían del reclutamiento militar portugués, muy frecuente por las continuas guerras. Viendo el paisaje que rodea la localidad se entiende perfectamente.

P3230853

 

 

Cedillo es hoy una pequeña localidad de apenas 500 habitantes que conecta con Portugal a través de la Presa de Cedillo; curiosamente sólo se puede atravesar los fines de semana porque Hidroeléctrica Española, dueña del embalse, la mantiene cerrada los días de diario, ello obliga a sus habitantes, con frecuentes contactos con Portugal, a dar un rodeo de más de 100 kms, cuando entre los dos pueblos hay apenas 20 kms. Es una vieja reivindicación de los pueblos de la frontera, un puente sobre el Tajo, siempre prometida y nunca ejecutada.

P3230860

 

 

 

Nosotros dejamos las blancas calles de Cedillo, y a sus habitantes despidiéndonos, para tomar por el Camino de la Carrasquera, buscando acercarnos a las aguas del Tajo.

P3230864

 

 

El camino es ahora más llano, flanqueados por lo que aquí conocen como Huerto de La Señorita y Huerto de las Parreras, la concentración pone un poquito de color en el paisaje.

P3230869

 

 

 

 Entre estos pequeños valles, que forman la sucesión de lomas y sierras, se encajona el Tajo camino de Portugal. Una foto fija del bosque mediterráneo y de la vida agrícola de frontera. Un rincón alejado de todo y muy apetecible.
P3230876

 

 

 

La frontera administrativa no afecta a la vista, frente a nosotros está Portugal y el pueblo de Vila Velha de Rodao.

P3230880

 

 

Una de las mejoras visibles en el Parque Natural del Tajo Internacional es la señalización de las rutas, un trabajo que hace accesibles y cómodas muchas de ellas. Y no han olvidado detalle.
P3230883fb

 

 

Descendemos ya por la Carrasquera para atravesar el que llaman Regato del Pueblo.

79

 

 

Algunos de los tramos de la ruta son una delicia, este que nos eleva hasta la Loma de la Foz, cuenta con una cómoda pasarela en zig-zag.

P3230891fb

 

 

La aguas del arroyo evidencian un otoño e invierno generoso en aguas
P3230900

 

 

El pequeño sendero nos obliga a caminar en fila india, atentos a las indicaciones que enriquecen el camino. Y al barro que se pega a los pies a cada paso.
P3230907

 

 

Al ascender, el Tajo se muestra en todo su esplendor; frontera natural de Iberia: esta orilla es española, la de allá portuguesa, las aguas aquí, internacionales.
P3230919fb

 

 

Pasamos a tierras portuguesas navegando por las aguas del Tajo, desde el embarcadero que se ha construido para dar servicio al barco ‘Balcón del Tajo’ que recorre esta parte del río. Nosotros lo hacemos en pequeñas lanchas.

P3230927

 

 

La organización ha dispuesto varias barcas que traen y llevan a los senderistas por los apenas 800 metros que nos separan de Portugal, al fondo la presa de Cedillo que recoge las aguas del Tajo y el Sever.

P3230938fb

 

 

Superado el tramo navegado, iniciamos la marcha por tierras portuguesas, caminando paralelos al río Tajo, ya convertido en uno. Buscando el Camino del Forno.
P3230942

 

 

El Tajo estrena, justo aquí, su travesía por tierras portuguesas; después de regar cuatro regiones y seis provincias españolas. 47 kilómetros de frontera natural terminan aquí, ya sólo quedan 145 kilómetros antes de terminar en el Océano Atlántico. En este punto, el río más largo de España, se pasa al lado luso.
P3230949

Dejamos a un lado las aguas del Tajo y enfilamos hacia la zona del Monte do Pombo, un pequeño valle en fase de repoblación donde aún quedan muchos eucaliptos de antiguas plantaciones hidrográficas.
P3230961fb

 

 

 

Tras el ascenso al monte Remedios, muchos de los caminos aparecen anegados, hay que buscar pasos alternativos, imposible cruzar por ahí.
P3230970

 

 

 

Antes de acometer el último trayecto hacia Montalvao hay prevista una parada para reponer fuerzas
P3230979

 

 

 

Aprovechamos para refrescarnos, vino de pitarra de la Sierra de San Pedro para continuar el camino, hasta ahora llevamos 15 kilómetros, aún nos quedan 5 más.
90

 

 

 

Portugal, monte bajo en Salmieirinhas
P3230983fb

 

 

 

Última parte de la ruta por un camino vigilado por alcornoques junto al Monte Pombo
P3230989fb

 

 

 

La ruta pasa junto a la ermita de Nuestra Señora de los Remedios; Portugal se reconoce por sus colores y sus suelos adoquinados, conserva ese aire colonial que mantiene en toda su arquitectura.
P3230992

Por la Tapada de Cardeirinha nos vamos acercando a Montalvao, situado sobre el Monte de San Andrés.
P3230993

 

 

 

En Montalvao nos reciben a ritmo de tambores, nos espera una buena comida para terminar la ruta.
P3230164

 

 

 

La carpa en la que nos refugiamos de la lluvia que, ahora sí, ha hecho presencia, un quinteto de músicos  hace las delicias de todos, pasadobles y fados se mezclan para que los más atrevidos se marquen alguna pieza, después de repuestos con abundante comida, aún quedan fuerzas para bailar un poquito.
P3230181FB

 

 

 

A buscar el autobús de vuelta; debemos atravesar Montalvao, villa portuguesa, un pueblo alentejano de postal: la colina suave y verde, la aldea arriba en lo alto esparciéndose por las faldas del monte San Andrés, esta es la iglesia que le da nombre. Los españoles suelen acudir aquí atraídos por el marisco que se come en sus restaurantes, desde Cedillo se tardan apenas quince minutos, siempre que sea fin de semana.
P3230185

 

 

 

Termina la ruta 20 kilómetros después, el día daba agua, aunque la lluvia sólo hizo acto de presencia en un par de ocasiones, la más fuerte justo al terminar la caminata, por suerte. Las huellas de las abundantes precipitaciones quedan patentes en nuestra ropa. Caminos anegados y barro constante han dejado su firma; los pies también lo notan.
P3230174fb

 

Ha merecido la pena. La ruta prometía y no ha defraudado, el recorrido nos deja la sensación agradable de que La Raya, la frontera hispano-portuguesa, sólo existe en los mapas y que los caminos se comunican sin problemas, desayuno en España, comida en Portugal, un recorrido por el Parque Natural del Tajo Internacional, una esquinita europea que merece la pena ser visitada. La edición número XV, ya está en marcha, habrá que volver.

                                                                                                                                             ©vicentepozas2013

 

Ruta por el parque natural de Las Batuecas GR 10

 

PB241904fb

 El parque natural de Las Batuecas y la Sierra de Francia, Salamanca, ofrece un sinfín de posibilidades para el senderismo, son muchas las rutas que recorren esta fantástica comarca que, por otra parte, es un referente turístico por la variedad de lugares que visitar y por su extensa red de alojamientos. Nosotros hemos recorrido parte del GR 10 (gran recorrido, una de las grandes rutas que atraviesan la península incluido en la Red de Senderos Europeos de Gran Recorrido, el GR 10 comienza en la localidad valenciana de Puzol y termina en Lisboa) en este caso cubrimos la distancia entre Miranda de Castañar y La Alberca. 18 kms de dificultad media que hicimos con el club de senderismo La Vereína. Fue en otoño y el paisaje era toda una paleta de colores.

El track de la ruta es de Juan Antonio Mostazo, en dos partes: track 1 y track 2

Y aquí comenzamos la caminata, en Miranda del Castañar, un pequeño pueblo salmantino apoyado sobre una  loma que lo eleva por encima de valles y sierras del parque natural de Las Batuecas

PB241793

El Parque Natural de Las Batuecas forma parte de las estribaciones occidentales de la Cordillera Central. El Parque se establece en la divisoria de dos cuencas hidrográficas: los ríos Alagón, Francia y Batuecas vierten al Tajo, mientras que el Agadón pertenece al Duero. Es un lugar mágico, lo vais a comprobar.
PB241794fb

 

El pueblo conserva su belleza medieval. Las calles de Miranda del Castañar son de arquitectura tradicional de sierra y encontramos mas de 90 escudos nobiliarios en sus paredes, lo que nos da una idea de la importancia de este pueblo en los siglos XVI – XVIII.
PB241796

 

 

Salimos del pueblo por el camino de la ermita de la Virgen de la Cuesta, patrona local, por una calzada empedrada, antigua senda para subir a la villa.
PB241809

 

 

Descendemos por un pequeño bosque de robles y castaños, buscando el curso del río Francia y del arroyo de San Benito
PB241815

 

 

Algunos metros por una pequeña carretera local, nos indica la distancia y desvela nuestro destino intermedio, Mogarraz y nuestra meta, La Alberca. Frente a nosotros la sierra de Los Callejones
PB241823

 

 

La vegetación serrana de la zona nos acompaña durante todo el camino, mientras pasamos junto al arroyo de Nuñoperro. El otoño es visible.
PB241825

 

 

Dejamos la carretera y enfilamos por el Teso del Lego, una pista amplia y cómoda por la que transcurre esta primera parte del camino.
PB241832

 

 

El colorido que deja el otoño en el camino convierte el paseo en una sorpresa constante. Comenzamos a subir poco a poco.
PB241834

 

 

Ascendemos hacia el Juanillo, una pequeña sierra que se junta con el paraje de El Varino, un cruce  de caminos muy transitado
PB241841

 

 

Luego bajamos rápidamente hasta el arroyo Milanos de las Pisneras que cruza un pequeño puente medieval cubierto por las hojas, el Puente del Pontón, aquí el sendero coincide con el denominado Camino del Agua que terminaremos en Monforte de la Sierra
PB241852FB

 

 

El arroyo corre generoso y protege una vegetación frondosa que disfrutamos encantados. Justo antes de acometer un ascenso pronunciado y duro por la zona de Los Pontones
PB241855

 

 

Una subida que nos lleva hasta Mogarraz, justo cuando el bosque se abre, comido ya por pequeños huertos y algún mirador que nos permite coger aire.
PB241869

La villa de Mogarraz está declarada bien de interés cultural con categoría de conjunto histórico en 1998, presentando una estructura urbanística de trama típicamente medieval, con calles estrechas y trazado regular.

Aquí nos encontramos con una sorpresa añadida: la exposición Retrata2-388 Una singular muestra del artista Florencio Maíllo, son 388 retratos realizados en base a las fotografías que en los años 40 mando hacer el alcalde mogarreño a todos los habitantes mayores de edad para el carnet de identidad. Más de medio siglo después esos retratos, hoy cuadros, cuelgan de las fachadas donde viven, o vivieron cada uno de sus protagonistas. Preciosa idea que supone un valor añadido a la visita a la localidad.
PB241870fb

Dejamos Mogarraz, su fachadas y las miradas de sus habitantes inmortalizadas en las paredes del pueblo.

PB241878

 

 

Salimos de Mogarraz para retomar el Camino del Agua hacia las denominadas Pasaeras del Bocino, un lugar que se hunde, de nuevo, en la sombra de sus bosques.

PB241889

 

 

Una de las singularidades del Camino del Agua es que está salpicado de obras de arte de jóvenes artistas, esta que veis es de Virginia Calvo y recibe el nombre de Serena, está situada justo al lado del río Bocino

PB241893

 

 

Esta parte del camino es de las más bonitas de la ruta, transitamos por la zona de la Heredad, imersos en un paraje bellísimo que nos va a llevar hasta el pequeño pueblo de Monforte de la Sierra, al salir comenzará uno de los ascensos más duros de la ruta, son apenas 500 m pero de una pendiente muy elevada que nos conducirá hasta el alto de Los Caños

PB241899

 

 

Enfilamos por la zona de Las Suertes junto a una pequeña acequia que nos acompañará a lo largo de un par de kilómetros

PB241910

 

 

Enpequeñecidos por la magia de sus bosques caminamos con destino La Alberca, esperando que la lluvia, que ya amenaza, no haga acto de presencia mientras recorremos Matacabezas y Vaquero, dos parajes bien distintos, sierra y llano

PB241911fb

 

 

 

En la ermita de Majadas Viejas decidimos hacer una pequeña parada para reponer fuerzas, protegidos por su porche que la lluvia nos acompaña desde hace rato

PB241916

 

 

Por el robledal que aquí conocen como las dos carreteras, la que conduce a Mogarraz y la de Sotoserrano, nos acercamos a La Alberca

PB241917

 

 

Pasamos cerca del área recreativa de Fuente Castaño, la ruta termina.

PB241919

 

 

La Alberca nos recibió con una lluvia fuerte que nos obligaba a refugiarnos, esta imagen es de una ruta anterior, era imposible hacer fotos bajo la tromba de agua que se unió al grupo. La Alberca destaca por su arquitectura popular, la historia no aclara si fue una judería o el arrabal de Damasco, hoy es una feria  al servicio de los miles de visitantes que recorren sus calles.

P3241159

El parque natural de La Batuecas que comparte algunas esquinas con las Hurdes cacereñas, es un lugar ideal para el senderismo, hay infinidad de caminos muy cuidados. Si venid hasta aquí no dejéis de subir a la Peña de Francia, unos de los rincones más bonitos de la comarca y una de las sierras más altas en muchos kilómetros a la redonda. La ruta termina aquí, algunos, o muchos, seguirán por el GR 10 hasta la Sierra de Gata y Portugal para hacer un camino que acaba en la mágica Lisboa.

                                                                                                                                       ©vicentepozas2013

 

Ruta por Carmonita. Sierra de la Lombriz

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

(SI QUERÉIS VER BIEN LAS FOTOS, PINCHAD SOBRE ELLAS)

Track de la ruta

Esta vez nos trasladamos a la localidad pacense de Carmonita, la ruta de 22 kms, organizada por la Mancomunidad Lácara-Los Baldíos, recibe el nombre de Ruta de los Garbanzos porque termina con una deliciosa garbanzada que ofrece el equipo de Dinamización Deportiva de la Mancomunidad. Carmonita se sitúa en el triángulo entre Cáceres, Badajoz y Mérida, por tanto, es fácil encontrar alojamiento. El camino es precioso, transcurriendo entre dehesas agrestes de alcornoques y encinas, algunos ejemplares impresionantes. Pasamos junto al Dolmen de Carmonita, y seguimos ascendiendo para llegar al primer avituallamiento en la Sierra de la Lombriz, plagada de Jaras y eucaliptos, y disfrutaremos a lo largo de esta travesía de espectaculares vistas del Alcuéscar, Casas de Don Gomez, y todo el Valle del Lácara con los Embalses de Cordobilla de fondo. Así llegaremos al 2º punto de avituallamiento hasta el punto mas alto de la ruta, casi 800 metros, para seguir disfrutando de las vistas y descender finalmente por el balneario del Trampal.

 La ruta se inicia en la pequeña plaza de Carmonita, junto a una carpa instalada para la ocasión en la que somos agasajados con un café caliente y unas migas extremeñas para templar el cuerpo en una fría mañana de otoño.

PA200882

La niebla de la mañana quiere retirarse y deja, nada más salir, imágenes maravillosas de esta comarca extremeña, este es el Cerro de Quebrantahuesos, descubriéndose a nosotros.

PA200890

Partimos por el Camino de Aldea del Cano, junto al regato de San Blas. Una zona entre sembrados y dehesa; esta es la Dehesa de Carmonita, bellísima y bien conservada.

PA200891

Lo primero que nos encontramos en el camino es el Dolmen de Carmonita. Bien como sepulcro colectivo, o incluso posiblemente como marca del territorio donde habitaba un grupo indígena, si no mezcla de ambas funciones, el dolmen de Carmonita es un sencillo, bello y buen ejemplo de esta construcción de tipo megalítico elevada en medio del bosque mediterráneo.

PA200896

Junto al Arroyo de la Huerta y en las zonas más bajas, la lluvia caída los días antes ha dejado los caminos anegados y obliga al caminante a buscar el paso alternativo, aunque siempre hay valientes que desafían los charcos, protegidos por el calzado adecuado.

PA200899

Atravesando la Huerta del Cortijo del Corral la dehesa se despereza y se libra de la persistente niebla, dejando a nuestra paso una imagen deliciosa del bosque mediterráneo.

PA200216fb

Entre La Sierra y el Cerro de los Albercones persisten las nubes bajas y el frío de la mañana se pega a nosotros para alargar esta gélida mañana otoñal.

PA200911

La dehesa ha sido rota por las obras del futuro trazado del AVE que nos vemos obligados a cruzar, una herida en esta zona virgen que nos acompañará durante algunos kilómetros.

PA200212

Atravesamos el paraje de El Rosal donde encinas y alcornoques dan paso a algunos rayos de luz que dibujan el camino ancho, amplio y cómodo. No hemos comenzado el ascenso hacia la serranía de San Pedro

PA200918

Paseamos junto al Cerro de las Cañas por la Huerta del Rosal antes de iniciar un suave ascenso que se irán endureciendo poco a poco. A esta alturas las piernas ya están calientes y soportan los cambios del terreno. La lluvia de este otoño deja el campo listo para ser disfrutado.

PA200925

Estas mañanas de fuertes y sorprendentes contrastes son recomendables para que las fotografías dejen ese halo de misterio que siempre proporciona la niebla.

PA200932

El primer avituallamiento se realiza tras el primer ascenso, en la zona conocida como Puerto Viejo a 557 metros de altura, la niebla aquí es más densa, se agarra todavía.

PA200221

Ahora sí comienza el desnivel más duro de la ruta, la Sierra de La Lombriz. La organización ha previsto dos trazados, para los más preparados de casi 22 kms. y para quienes ya no quieran continuar la ascensión de 16, así evitarán las últimas pendientes a la zona más alta de la serranía.

PA200936

En este bosques de eucaliptos y jaras se cosecha miel, aunque el frío a esta hora mantenga a las obreras aletargadas, por suerte para nosotros.

PA200942

Más arriba en el Cerro del Canchal la densa nube nos impide disfrutar de las vistas de la dehesa y su entorno, pero esto tiene su magia, no hay mal que por bien no venga.

PA200946

Afortunadamente, y tras un par de kilómetros la niebla comienza a retirarse y nos descubre un paisaje regalado por la altura.

PA200958

A veces en el camino hay que sortear imprevistos, la caída de un árbol impide el paso y nos obliga, a los pocos que hemos decidido continuar el ascenso, a remontar el alud de tierra que bloquea el sendero. Nada que no se pueda hacer entre todos.

PA200985

Desde el Puerto del Trampal, se observa, o debería, la vecina comarca de Montánchez, hoy la niebla deja sólo esta imagen y entre las nubes sólo asoma la Sierra montanchega y  sus antenas.

PA200990

En frente, la niebla se ha retirado y la comarca de Lácara aparece así, a la izquierda el Balneario del Trampal, al fondo Carmonita, punto final de la ruta.

PA200995

Lo llaman el Valle Hondo, una zona que muere en las sierras de Aljucén y el Parque de Cornalvo a la izquierda. Extensas dehesas de uso ganadero mantienen el paisaje.

PA200998

Comenzamos el descenso por el llamado Puerto de Carmonita en una hondonada por donde corre, cuando hay agua, el río del Trampal de Carmonita.

PA201000

El descenso acusado por la ladera de Peña Parda nos adentra, de nuevo, en la dehesa que dejamos al encaramarnos a la sierra.

PA201004

De nuevo grandes alcornoques nos salen al paso, caminos anegados, tierra roja, en El Pajonal.

PA201007

Así llegamos a uno de los secretos de la zona, el Balneario Fuentes del Trampal, que aunque esté en tierras pacenses pertenece al término municipal de Montánchez, un lugar muy frecuentado por quienes buscan tranquilidad y un poco de reposo

PA201009

Por el camino de Alcuéscar, después de dejar pasar muchas fincas y pequeñas explotaciones agrícolas retornamos a Carmonita.

PA201014

Tiempo para volver la vista y observar la Sierra de la Lombriz, que ahora se antoja lejana pero que hemos disfrutado hace apenas una hora. Desandamos el camino con la vista.

PA201016

Entramos en Carmonita después de 22 kilómetros y cinco horas de camino, la ruta ha merecido la pena….

PA201017

… y el premio final también porque nos espera un exquisito plato de garbanzos del que damos cuenta sin demora. Termina la Ruta de los Garbanzos, ha sido la tercera edición. Los dinamizadores deportivos de la comarca Lácara- Los Baldíos trabajan para dar a conocer su territorio a base de rutas de senderismo en un programa que denominan 7 rutas 7 y que se extiende a lo largo del año.

PA200234phUna más, no van pocas pero quedan muchas. Esta vez hemos conocido una comarca, una localidad y sus sierras que siempre nos llaman desde la carretera cuando viajamos de Cáceres a Mérida, o viceversa. Merece la pena venir, otro lugar para recorrer, andando Extremadura.

©vicentepozas2012

Ruta por la Dehesa de Talaván. Río Tajo

              (SI QUERÉIS VER BIEN LAS FOTOS, PINCHAD SOBRE ELLAS)                        Descárgate el Track para GPS realizado por Jose Luis Cabrera

Con el Club de Senderismo Catelsa recorremos una de las dehesas más bonitas de Extremadura «La Dehesa de las Quebradas» en Talaván, un trayecto que nos llevará hasta las estribaciones del Tajo. Dice el refrán que «en Talaván, si barruntas bulla, o talavaniegos o grullas», pues son muchas las que eligen estas dehesas para alimentarse en otoño e invierno. Talaván es una de las cuatro localidades que forman parte de los denominados Cuatro Lugares, junto Monroy, Hinojal y Santiago del Campo. 16 kms de dificultad baja pero de paisajes amplios y singulares.
La ruta comienza con un desayuno en la casa de Dioni, la madre de nuestra compañera Alicia, que tuvo la deferencia de agasajarnos con los dulces que ella mismo prepara, un excelente tentempié para coger fuerzas.

Nuestro recorrido se inicia a dos kilómetros escasos de Talaván en el Cerro de Las Arenosas

Cruzamos la carretera para coger la llamada Colada de Torrejón el Rubio, un sendero amplio y muy transitado.

Tomamos a la izquierda el Camino de la Breña para bordear la finca en la que se plantan especies autóctonas, en una zona que llaman Quiebracántaros, una elevación desde donde las vistas de la enorme dehesa de Talavan son un regalo, al fondo Casas de Millán.

Desde esta pequeña elevación en la zona de Vajundillo se contempla toda la Dehesa de Las Quebradas, más humanizada al comienzo, bosque mediterráneo más allá donde oculta el río Tajo. Al fondo se dibujan Cañaveral, a la izquierda y Casas de Millán a la derecha.


Descendemos hacia la dehesa y nos disponemos a tomar el Camino de Torrejón

En este sendero, usado para acceder a fincas y parcelas, la mano humana está presente en los campos.

Un camino rural que conserva su estructura original flanqueado por paredes de piedra que le dan un regusto especial

La dehesa tiene vida propia, ajena a nuestra presencia.

Y llegamos a Talaván por la parte este para continuar camino sin entrar en el pueblo

Dejamos Talaván por el camino de la Barca que en la época medieval fue muy importante y está ligado a la antigua Ermita de Nuestra Señora del Río, patrona de Talaván, que quedó anegada por el pantano de Alcántara a finales de los 60. Su historia es singular pues al situarse en la margen derecha del Tajo y carecer de puentes, se estableció un pequeño embarcadero para cruzar el río; barcas y barqueros propiedad del Obispo de Plasencia. De ahí el nombre del camino, y era harto rentable pues hacía posible la ruta de la Vereda Real de Castilla, en el tramo Cáceres-Plasencia. La nueva ermita se construyó a orillas del Tajo en 1971.

Dejamos el Camino de la Barca para entrar en la Era del Campillo.

Cruzamos sin dificultad este pequeño arroyo dentro de la finca Gorrones Blancos

Y nos dirijimos por la dehesa a rozar el pueblo por su parte sur.

A nuestro lado la actividad ganadera continua con normalidad.

Nosotros seguimos camino, a mitad de la ruta la dehesa se va cerrando y su uso como coto de caza es evidente

Por los Cerros de La Pedrera nos vamos acercando al río Tajo.

Definitivamente la dehesa es ya bosque mediterráneo y las jaras y el sotobosque hacen de esta zona un lugar idóneo para jabalíes y ciervos

Esta dehesa fantástica e inmensa es la zona del preparque de Monfragüe, de hecho al fondo se sitúa el Salto del Gitano, en primer plano la cuenca del Tajo con el nivel de agua muy bajo

El Tajo embalsado por el Pantano de Alcántara llega hasta aquí, casi a noventa kilómetros de la presa.

Es una zona áspera, pizarrosa, nos llevará hasta el río recorriendo en parte el que llaman Camino de la Aceña

Así llegamos a las estribaciones del río, un Tajo manso y domado desde que, a finales de los sesenta, Jose María Oriol contruyese el Embalse de Alcántara para dar electricidad a ciudades como Madrid o parte de Portugal.

Tras un pequeño descanso y un refrigerio volvemos sobre nuestros pies buscando el pueblo de Talaván.

Tras de nosotros queda el Tajo que trae sus aguas de Monfragüe, oculto por jaras, brezos y retamas

Vuelta hacia la dehesa, paisaje extremeño al que se acostumbran nuestros ojos, encinas que hacen esquinas en caminos bien dibujados

Poco a poco nos acercamos a Talaván, la ruta está finalizando, aunque nosotros debemos volver a donde partimos

Encaramos la subida al Cerro del Calvario, donde está la Ermita de la Soledad

Es la parte más dura de la ruta, se hace más dificil a esta hora del mediodía y tras 14 kms en los pies, pero es corta… y no hay prisa

Desde arriba, en la parte alta del Cerro, el zoom de la cámara nos permite ver el Salto del Gitano en pleno Parque de Monfragüe

Abajo Talaván, guardián de la Dehesa, tranquilo y soleado

Nosotros salimos de la parte nueva de localidad hacia el Cerro de Las Arenosas, de nuevo.

El camino de la Lucía mos avisa del fin de la Ruta

Justo al dejarlo a la izquierda entramos en este cerro donde la casa de Dioni nos espera, ella ha hecho la ruta con nosotros…

Pero unos cuantos disfrutamos, de nuevo, de su hospitalidad y comentamos el camino en la comodidad de este porche y de su compañía. 16,5 kms marcaban los GPS. Un día que amaneció frío y terminó templado.
Ha sido una ruta fantástica que comenzó por la mañana observando bandadas de grullas que se apostaban en la dehesa, alrededor de charcas y encinas. Talaván guarda una dehesa que merece ser conocida, pero esto es sólo posible si se hace… Andando Extremadura

©vicentepozas.Marzo2012