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Track de la ruta
Esta vez nos trasladamos a la localidad pacense de Carmonita, la ruta de 22 kms, organizada por la Mancomunidad Lácara-Los Baldíos, recibe el nombre de Ruta de los Garbanzos porque termina con una deliciosa garbanzada que ofrece el equipo de Dinamización Deportiva de la Mancomunidad. Carmonita se sitúa en el triángulo entre Cáceres, Badajoz y Mérida, por tanto, es fácil encontrar alojamiento. El camino es precioso, transcurriendo entre dehesas agrestes de alcornoques y encinas, algunos ejemplares impresionantes. Pasamos junto al Dolmen de Carmonita, y seguimos ascendiendo para llegar al primer avituallamiento en la Sierra de la Lombriz, plagada de Jaras y eucaliptos, y disfrutaremos a lo largo de esta travesía de espectaculares vistas del Alcuéscar, Casas de Don Gomez, y todo el Valle del Lácara con los Embalses de Cordobilla de fondo. Así llegaremos al 2º punto de avituallamiento hasta el punto mas alto de la ruta, casi 800 metros, para seguir disfrutando de las vistas y descender finalmente por el balneario del Trampal.
La ruta se inicia en la pequeña plaza de Carmonita, junto a una carpa instalada para la ocasión en la que somos agasajados con un café caliente y unas migas extremeñas para templar el cuerpo en una fría mañana de otoño.
La niebla de la mañana quiere retirarse y deja, nada más salir, imágenes maravillosas de esta comarca extremeña, este es el Cerro de Quebrantahuesos, descubriéndose a nosotros.
Partimos por el Camino de Aldea del Cano, junto al regato de San Blas. Una zona entre sembrados y dehesa; esta es la Dehesa de Carmonita, bellísima y bien conservada.
Lo primero que nos encontramos en el camino es el Dolmen de Carmonita. Bien como sepulcro colectivo, o incluso posiblemente como marca del territorio donde habitaba un grupo indígena, si no mezcla de ambas funciones, el dolmen de Carmonita es un sencillo, bello y buen ejemplo de esta construcción de tipo megalítico elevada en medio del bosque mediterráneo.
Junto al Arroyo de la Huerta y en las zonas más bajas, la lluvia caída los días antes ha dejado los caminos anegados y obliga al caminante a buscar el paso alternativo, aunque siempre hay valientes que desafían los charcos, protegidos por el calzado adecuado.
Atravesando la Huerta del Cortijo del Corral la dehesa se despereza y se libra de la persistente niebla, dejando a nuestra paso una imagen deliciosa del bosque mediterráneo.
Entre La Sierra y el Cerro de los Albercones persisten las nubes bajas y el frío de la mañana se pega a nosotros para alargar esta gélida mañana otoñal.
La dehesa ha sido rota por las obras del futuro trazado del AVE que nos vemos obligados a cruzar, una herida en esta zona virgen que nos acompañará durante algunos kilómetros.
Atravesamos el paraje de El Rosal donde encinas y alcornoques dan paso a algunos rayos de luz que dibujan el camino ancho, amplio y cómodo. No hemos comenzado el ascenso hacia la serranía de San Pedro
Paseamos junto al Cerro de las Cañas por la Huerta del Rosal antes de iniciar un suave ascenso que se irán endureciendo poco a poco. A esta alturas las piernas ya están calientes y soportan los cambios del terreno. La lluvia de este otoño deja el campo listo para ser disfrutado.
Estas mañanas de fuertes y sorprendentes contrastes son recomendables para que las fotografías dejen ese halo de misterio que siempre proporciona la niebla.
El primer avituallamiento se realiza tras el primer ascenso, en la zona conocida como Puerto Viejo a 557 metros de altura, la niebla aquí es más densa, se agarra todavía.
Ahora sí comienza el desnivel más duro de la ruta, la Sierra de La Lombriz. La organización ha previsto dos trazados, para los más preparados de casi 22 kms. y para quienes ya no quieran continuar la ascensión de 16, así evitarán las últimas pendientes a la zona más alta de la serranía.
En este bosques de eucaliptos y jaras se cosecha miel, aunque el frío a esta hora mantenga a las obreras aletargadas, por suerte para nosotros.
Más arriba en el Cerro del Canchal la densa nube nos impide disfrutar de las vistas de la dehesa y su entorno, pero esto tiene su magia, no hay mal que por bien no venga.
Afortunadamente, y tras un par de kilómetros la niebla comienza a retirarse y nos descubre un paisaje regalado por la altura.
A veces en el camino hay que sortear imprevistos, la caída de un árbol impide el paso y nos obliga, a los pocos que hemos decidido continuar el ascenso, a remontar el alud de tierra que bloquea el sendero. Nada que no se pueda hacer entre todos.
Desde el Puerto del Trampal, se observa, o debería, la vecina comarca de Montánchez, hoy la niebla deja sólo esta imagen y entre las nubes sólo asoma la Sierra montanchega y sus antenas.
En frente, la niebla se ha retirado y la comarca de Lácara aparece así, a la izquierda el Balneario del Trampal, al fondo Carmonita, punto final de la ruta.
Lo llaman el Valle Hondo, una zona que muere en las sierras de Aljucén y el Parque de Cornalvo a la izquierda. Extensas dehesas de uso ganadero mantienen el paisaje.
Comenzamos el descenso por el llamado Puerto de Carmonita en una hondonada por donde corre, cuando hay agua, el río del Trampal de Carmonita.
El descenso acusado por la ladera de Peña Parda nos adentra, de nuevo, en la dehesa que dejamos al encaramarnos a la sierra.
De nuevo grandes alcornoques nos salen al paso, caminos anegados, tierra roja, en El Pajonal.
Así llegamos a uno de los secretos de la zona, el Balneario Fuentes del Trampal, que aunque esté en tierras pacenses pertenece al término municipal de Montánchez, un lugar muy frecuentado por quienes buscan tranquilidad y un poco de reposo
Por el camino de Alcuéscar, después de dejar pasar muchas fincas y pequeñas explotaciones agrícolas retornamos a Carmonita.
Tiempo para volver la vista y observar la Sierra de la Lombriz, que ahora se antoja lejana pero que hemos disfrutado hace apenas una hora. Desandamos el camino con la vista.
Entramos en Carmonita después de 22 kilómetros y cinco horas de camino, la ruta ha merecido la pena….
… y el premio final también porque nos espera un exquisito plato de garbanzos del que damos cuenta sin demora. Termina la Ruta de los Garbanzos, ha sido la tercera edición. Los dinamizadores deportivos de la comarca Lácara- Los Baldíos trabajan para dar a conocer su territorio a base de rutas de senderismo en un programa que denominan 7 rutas 7 y que se extiende a lo largo del año.
Una más, no van pocas pero quedan muchas. Esta vez hemos conocido una comarca, una localidad y sus sierras que siempre nos llaman desde la carretera cuando viajamos de Cáceres a Mérida, o viceversa. Merece la pena venir, otro lugar para recorrer, andando Extremadura.
©vicentepozas2012