Ángel Rodríguez, el alma de Monfragüe

Ángel Rodríguez Martín (Pescueza, 1955) se ha pasado 35 años en Monfragüe, 30 de ellos como director, primero del Parque Natural, más tarde del hoy Parque Nacional. Ángel Rodríguez es Monfragüe, y ahora mucho más porque su placa figura junto a otro de los culpables de que Monfragüe sea un paraíso, Jesús Garzón. El Ayuntamiento de Serradilla al que pertenece la pedanía de Villarreal de San Carlos, ha querido inmortalizar su trabajo con una placa en agradecimiento por su trabajo como director. El alcalde serraillano, Fran Sánchez Vega, alababa sus disposición constante, su compresión y una didáctica infinita para explicar a todo el mundo que Monfragüe debía ser así: protegido, único, cuidado y admirado. Pero con vida, con sus usos tradicionales como ha sido siempre. Borrando la huella de delitos anteriores que lo inundaron de eucaliptos tras arrasar con su bosque mediterráneo. Aún quedan heridas pero serán curadas.

Una placa en la casa de Serradilla en Villarreal de San Carlos es mucho más que una placa, es un homenaje y un gracias. El domingo 23 de febrero cuando se descubría esa placa no faltó nadie, o casi nadie. Su inseparable amigo Andrés Rodríguez, su mano derecha en los años de director, Casto Iglesias y quien lo nombró, el entonces director general de Medio Ambiente, Paco Castañares. Y su familia, y sus amigos, y sus trabajadores. Una placa es un abrazo enorme, de los que suenan, de castellano viejo.

Quienes hemos tenido la suerte de gozar de su compañía somos unos privilegiados porque Ángel es ese amigo con el que viajar al fin del mundo, preguntes a quien preguntes, sólo tiene palabras de agradecimiento. En mi retina quedan muchas imágenes juntos: en los programas de Gente Viajera en Onda Cero radio, en el viaje para traer el barco del Tajo hasta Monfragüe, en las visitas a Las Cansinas, en los caminos, roquedos, miradores donde asistías en silencio a esa sabiduría de quien habla con pasión de lo que sabe. Y de Monfragüe nadie sabe más que Ángel Rodríguez. Y yo me considero un afortunado por haber estado allí. FIO 2025 será siempre la del homenaje a Ángel Rodríguez en Villarreal de San Carlos.

Despierta el Valle del Jerte, comienza la magia

El Valle del Jerte se prepara para ser protagonista de miles de imágenes en los próximos meses. Miles de sensaciones, miles de vivencias repartidas en bancales que despiertan cuando asoma el mes de marzo. Comienza la Fiesta del Cerezo en Flor.

La programación de la Primavera y del Cerezo en Flor se extenderá del 15 de marzo al 3 de mayo, con diferentes momentos destacados:

  • Despertar del Valle: del 15 al 20 de marzo
  • Cerezo en Flor (Fiesta de Interés Turístico Nacional): del 21 de marzo al 13 de abril
  • Lluvia de Pétalos: del 14 de abril al 3 de mayo

Este año, los municipios encargados de acoger la Fiesta del Cerezo en Flor serán Rebollar y Cabrero. La inauguración oficial tendrá lugar en Rebollar los días 21, 22 y 23 de marzo, mientras que la clausura se celebrará en Cabrero los días 11, 12 y 13 de abril.

Seguimiento de la floración

A partir de finales de febrero, se podrá consultar la previsión del estado de la floración en la web oficial www.turismovalledeljerte.com y en nuestras redes sociales, permitiendo a quienes visiten el Valle del Jerte planificar mejor su experiencia durante este espectáculo natural.

No te pierdas el despertar del valle y la magia de la primavera.

Ruta Cascada del Calderón y los Llanos. Piornal. PR CC-12

IMG_20220130_143101-01

Siempre se dice que Piornal es el pueblo más alto de Extremadura, y es cierto. Cuando viajas al Valle del Jerte tienes que buscarlo arriba, coronando la Sierra de Tormantos y la de la Desesperada, allí encontrarás a Piornal, tierra de Jarramplas, de piornos que le dan nombre, un mirador natural que cautiva.

Nosotros nos hemos decidido por una ruta homologada, PR CC-12, de 16 kms, circular y de dificultad media. Que nos lleva por buena parte del término municipal piornalego y que nos va a mostrar muchos de sus tesoros escondidos, entre ellos la magnífica Cascasda del Calderón, menos masificada que la de Caozo pero igual de bonita.

Os dejo el Track para GPS oficial de la FEXME

Lo mejor es arrancar en la plaza de Piornal, junto a su fuente y si vais con tiempo, a la salida o la llegada, visitar el Museo del Jarramplas, hay que seguir la carretera o calle principal hasta salir del pueblo en dirección a la sierra y justo tomar el desvío a la izquierda que está indicado.

Piornal01

En este primera tramo aún es visible la cercanía al pueblo y las infraestructuras que la rodean como el depósito de agua, un camino bien definido y una señalización constante son la tónica de la ruta. El ascenso es suave en este paraje conocido como el Arenal de Nuestra Señora.

Piornal02

Vamos a caminar junto a la Hospedería de la Serrana, junto a la ermita de San Cristóbal lugar de romería en la localidad y al pasar junto a la fuente de los Helechares nos adentramos en un pequeño bosque de robles; desafortunadamente este tramos ha sido cementado para facilitar el acceso a las fincas, pero para la práctica del senderismo resulta molesto y afea el paisaje.

Piornal03

Robles y enormes castaños que en invierno presentan este aspecto idílico, bucólico. Un paraíso silencioso y en paz al que no le falta ni la bruma.

Piornal04

Cuando dejamos los Helechares entramos en el Collado de las Vacas y el paisaje se torna serrano, monte bajo, piornos y retamas que enseñan la flor a pesar de estar en invierno, desafortunadamente está siendo un invierno seco cuando hicimos la ruta; al fondo ya podemos ver Peña Negra. Estamos en invierno y la helada sí ha caído y hay resto de hielo en muchas zonas por las que aflora agua.

Piornal05

Desde lo alto de la Sierra de Tormantos el Valle del Jerte se ve de otra forma. El Torno y el pico Pitolero al fondo.

Piornal06

En este cruce caminaremos algo menos de un kilómetro por carretera. Cerca está la fuente de Oliva Martín y si tenéis tiempo podéis tomar el desvío a Peña Negra, 1.471 m de altitud, está apenas a 2 kms de distancia.

Piornal07

Peña Negra. Nosotros la dejamos arriba en esta ocasión. Hemos abandonado la pequeña carretera para tomar un camino a la izquierda que inicia el descenso Despacio nos sumergiremos en algunos de los bosques que aún perviven en las zonas más altas del Jerte.

Piornal08

Robledales que ahora en invierno nos ofrecen un bosque desnudo. El camino es amplio y cómodo en todo momento.. La ruta está bien señalizada pero no os confiéis.

Piornal09

Las fuentes que hay a lo largo del recorrido son muchas, alguna veréis en el camino como esta de Sanjuanista que, además, se utiliza como abrevadero para el ganado. La mayoría están muy reformadas.

Piornal10

La ruta discurre por un camino magnífico que en ocasiones es como precioso balcón hacia el valle, bordeando las oscilaciones de la montaña, El embalse de Plasencia al fondo.

Piornal11

A medida que descendemos los robles ha sucumbido a los bancales de cerezos, la magia del valle. Una montaña domada por dos millones de cerezos a un lado y otro del Jerte. Valdastillas delante de nosotros, el Torno enfrente, en los Montes de Traslasierra.

Piornal12

La luz es magia en el Jerte. Ahora que los cerezos descansan, los bancales son más que visibles. En apenas dos meses las ramas se cubrirán de botones que estallarán en flores y, gracias al trabajo de millones de abejas, terminarán tiñendo el Jerte de rojo. El Jerte vive para la cereza.

Piornal13

La ruta homologada, bien señalizada, te permite caminar tranquilo disfrutando de la variedad de paisajes que nos brindan las diferentes alturas, ahora estamos a unos 900 metros de altitud, algo más de 300 metros por debajo de donde partimos.

Piornal14

Así llegamos a la Cascada del Calderón, menos conocida que la de Caozo porque es menos accesible pero mucho más bonita, a pesar de que este seco invierno en el que hacemos la ruta no la muestre en sus mejores momentos. Esta cascada está situada en el Camino Real que une las localidades de Piornal y Navaconcejo

Piornal15

La Cascada del Calderón, similar a su vecina inferior del Caozo es una gran losa de roca pulida por la que el agua se precipita 30 m, dando lugar a una pequeña poza. Su entorno es rico en historia y ha visto el paso de generaciones de paisanos/as, recorriendo el Camino Real entre Navaconcejo y Piornal. Por bajo de este salto de agua es donde se instalaría la Fábrica de la Luz en 1924 para suministrar electricidad a Piornal y después, en 1930 a Barrado.

Piornal16

Iniciamos la ascensión  entre un espectacular robledal para adentrarnos en el camino empedrado de la Viña, tan frecuentado en otros tiempos, que nos llevará a la serrana localidad de Piornal, a 1160 m de altitud, final de la ruta.

Piornal17

Bancales de castaños tan abundantes en el Jerte, en algunas zonas son milenarios y de un porte majestuoso.

Piornal18

Afortunadamente se mantiene este viejo camino de la Viña en este tramo, Camino Real desde su inicio en el valle. Un camino con una historia magnífica que podéis leer junto a los paneles en la Cascada de Calderón.

Piornal19

Nos topamos con la última fuente del camino, Fuente de Matafrailes o de la Deo, una fuente con una leyenda curiosa un descanso para quienes subían o bajaban al valle y para los animales que servían para transportar productos. A punto de llegar a Piornal, el camino desemboca en la carretera donde un cuidado paseo y un mirador nos dan la bienvenida.

Piornal20

Como siempre disfrutamos en grupo de otra nueva ruta. Andando Extremadura con esta imagen de los participantes en la Cascada del Calderón.

IMG-20220131-WA0018-01

Piornal el pueblo más alto de Extremadura, a 1.125 metros de altitud, como dice su lema un pueblo a ras de cielo. El cielo del Valle del Jerte.

IMG_20220130_152954-01

Todos los caminos tiene un sentido, no están porque sí; los caminos unen y permiten llegar, los caminos siempre llegan a algún lugar. Cuando caminas por el campo te das cuenta de los muchos caminos que hemos construido a lo largo del tiempo. Caminos púbicos no siempre respetados. En el entorno rural son imprescindibles para mantener el trabajo, permitir el acceso a fincas y el tránsito de vehículos de servicio. Luego estamos nosotros, los que los recorremos en fin de semana admirando paisajes únicos; nosotros también necesitamos caminos. Queremos caminos, muchos caminos.-

@vicentepozas2022

Camino Francés de Santiago. Sarria-Santiago

FRA40

En un año normal, 2019 por ejemplo, hablo de antes de la pandemia y no afectado por restricciones, llegaron a Santiago 347.578 peregrinos visitando la Oficina de Acogida del Peregrino en Santiago de Compostela, todo un récord. De ellos, casi 190.000 realizaron el Camino Francés, un 54,6%. De esos 190.000, casi la mitad, 96.000 peregrinos hicieron el tramo Sarria-Santiago. Por no marear con cifras, 1 de cada 3 peregrinos que llega A Santiago lo hace desde Sarria (Lugo) las últimas 5-6 etapas (depende), los últimos 116 kms antes de conseguir la ‘Compostelana’.

Es el Camino por excelencia. El itinerario jacobeo con mayor tradición histórica y el más reconocido internacionalmente.

Aunque no hace falta, aquí os dejo el track para GPS por si queréis echarle un vistazo

FRA02

Y en Sarria he comenzado mi tercer camino jacobeo, después del Portugués y el Primitivo, con muchas ganas porque es una experiencia que engancha y que te ayuda a conocer una tierra, Galicia, que no para de sorprenderme. Y allá vamos, lo que empieza aquí, terminará asi…

IMG_20210725_093450

Y aquí empieza, sorteando el primer desnivel del camino, este urbano en forma de escaleras. Buscando los primeros pasos de un viaje de seis días hacia la Plaza del Obradoiro.

FRA01

Miles de peregrinos cada año, durante muchos años, convierten el camino en un museo de mucha gente, de muchos recuerdos, de muchos lugares.

Pero comencemos desde el principio. Hemos organizado el Camino con pequeño grupo, esto forja amistades que luego no se olvidan

FRA03

3 kms menos, algo es algo. ¡A caminar!

FRA04

Se sale de Sarria pasando por la iglesia parroquial de Santa Mariña, la del Salvador, la torre de la antigua muralla y el convento de A Madanela. Tras abandonar el casco urbano, una bajada muy pronunciada conduce hasta el puente de A Áspera.

FRA06

Árboles milenarios para caminos milenarios, bosques que resguardan.

FRA05

Al cruzar el puente se sigue el trayecto de la vía del tren a lo largo de 1 km aproximadamente.

FRA08

En este museo cada uno deja lo que quiere, simboliza sin duda, un anhelo, un sueño o una meta. Cada uno conoce las razones para emprender este viaje.

FRA09

Luego se cruza para subir la cuesta más dura de la etapa y llegar después por un camino llano hasta Barbadelo, donde se puede visitar su iglesia de Santiago.

FRA011

Caminos junto al agua mientras avanzamos en el trayecto. Verde, todo verde, es lo que más sorprende siempre a quienes venimos del sur.

FRA12

El camino es así, asfalto…

FRA013-1

…o piedra. Viejos caminos que se conservan y se usan, en esta tierra que vive mirando al cielo y al peregrino.

FRA13

Este hito es obligatorio. Un centenar y llegamos.

FRA14

Cruzando el puente sobre el embalse, el camino se adentra en el pueblo de Portomarín por unas escaleras que se encuentran justo enfrente de la carretera y que conducen al centro del lugar, donde se localiza el albergue, muy cercano a las iglesias de San Pedro y de San Nicolao, en la misma plaza del ayuntamiento y la zona de soportales.

FRA18

Portomarín es una villa de gran atractivo turístico. Aquí finaliza la primera etapa.

FRA20

Nuestra segunda etapa parte de Portomarín, de buena mañana y con niebla.

FRA021

La zona histórica está totalmente empedrada y ofrece todos los servicios. Aunque no tiene playa fluvial, la gente aprovecha el embalse para bañarse en los meses de calor.

FRA22

De hecho Portomarín es un nuevo pueblo, el antiguo quedó inundado por el pantano que le circunda y es visible cuando bajan mucho las aguas como ahora.

Se sale de Portomarín cruzando el embalse por el puente que lo salva, junto a un puente para viandantes ya en desuso.

FRA023

Esto es algo que veréis con frecuencia, caminos complementarios, suelen ser alternativas mejoradas, la mayoría, de hecho estas alternativas se convierten en las más usadas.

FRA24

A partir de ahí empieza una subida bastante intensa, siguiendo el curso de la carretera hasta llegar a Gonzar, con su iglesia y su albergue, situado al pie del Camino.

FRA25

En pleno verano la niebla nos regala imágenes de otoño, es Galicia, una tierra húmeda, rendida al agua.

FRA26

Paralelismos, flanqueados por majestuosos pinos y una paz interior que está en el camino. Casi da pena hablar alto.

FRA28

Hórreos, Es la lucha contra la humedad. Debe ser el símbolo mas característico de Galicia. Se conservan, se restauran, se fabrican. Tienen usos distintos, hoy son elementos decorativos con mucha identidad.

FRA30

El día abre y ahora hay que protegerse del sol. Así es esta tierra. y estamos en el mes de julio, aunque no lo parezca.

FRA33

Siguiendo hasta el casco urbano de Palas de Rei se pasa por la iglesia de San Tirso. El albergue está justo enfrente del ayuntamiento, en la calle principal, y pasa muy desapercibido. A nosotros nos espera el autobús… presumiendo de Cáceres.

FRA34

Tercera etapa, hoy salimos de Palas de Rei para llegar a Melide donde el Francés se une con el Primitivo.

FRA39

Palas de Rei, por pequeñas callejas dejamos esta localidad, el camino está bien señalizado, es una tranquilidad para quien lo realiza.

FRA40

Peregrinos, monumentos, zonas de descanso. El camino, espiritual, también es un reclamo y por tanto un negocio.

FRA41

El camino continúa recogido por la frondosidad de los bosques y abierto a la sorpresa de sus monumentos como el castillo de Pambre o el casco histórico de Melide.

FRA44

El Camino es un museo, lleno de pequeños monumentos que adornan el recorrido. Una vieja fuente se convierte en un altar de ofrendas que alimentan los peregrinos.

FRA48

Estamos en la comarca de A Ulloa, inmortalizada por la escritora Emilia Pardo Bazán en su célebre novela Los pazos de Ulloa.

FRA49

En Galicia las pequeñas aldeas, las pedanías, son parroquias. Cada una tiene la suya y su cementerio junto a ella. En muchas de estas un voluntario espera paciente a sellar el pasaporte y, de paso, recaudar algún donativo. Así funciona el camino.

FRA52

Lugares mágicos para inmortalizar el grupo, rincones sacados de un cuento. ¿Duendes o peregrinos?

FRA054

Así se suceden los bosques…

FRA56

Los grandes árboles, el olor a húmedo.

FRA57

Caminos hechos a base de miles de pisadas, se abren paso flanqueados por un muro vegetal que hace más mágica la magia.

FRA58

Hoy, siempre te ayudan a franquear un río, todo está preparado para el camino sea lo más transitable posible.

FRA59

A veces el suelo es de piedra, imitando antiguos trazados medievales

FRA61

Un viejo puente de un ojo lo hace aún más pintoresco; originarios del viejo camino y hoy restaurados.

FRA63

Se sigue el camino hasta cambiar de provincia, dejando la de Lugo atrás y adentrándonos en A Coruña por O Coto para ir bajando hasta O Leboreiro.

FRA65

Melide, de mayor población, está cerca y eso se nota. Flanqueados por pinos vamos a terminar nuestra tercera etapa, ecuador del Camino Francés en su recorrido más popular.

FRA66

Así llegamos al puente medieval de Furelos, por el que se alcanza Melide, una de las joyas de la arquitectura civil del Camino Francés.

FRA68

Nuestra cuarta etapa nos lleva desde la monumental Melide hasta la quesera Arzúa.

FRA70

El Camino se presenta en esta etapa dócil y en muy buen estado, a través de sendas de tierra y piedra, así como pequeñas carreteras o pistas asfaltadas entre pueblos, con suaves ascensos y descensos que se alternan con tramos llanos.

FRA73

Se han juntado en Melide el Camino Francés y el Primitivo y a partir de ahora se nota que hay más gente.

FRA75

Eso no quita para que hagamos hueco para inmortalizar al grupo en esta vieja pasaera de piedra.

FRA77

El camino zigzagea y a veces discurre junto a la carretera nacional que comunica Lugo y Santiago.

FRA79

Otras se adentra de nuevo en el bosque y nos devuelve la magia y el silencio del camino.

FRA80

Otras un pequeño oasis repone al viajero con fruta y agua. El camino es un singular reclamo turístico que los gallegos no dejan pasar. Miles de personas pasan por delante de este tenderete cada año.

FRA81

En los días que hacemos el camino, julio de 2021 con la pandemia aún acechando y sin vacuna, llegan a diario entre 800 y 1000 personas a Santiago. Muchos albergues están cerrados, otros limitan la ocupación a la mitad. No es fácil este verano pero hay muchas ganas.

FRA82

Arzúa es una villa con todos los servicios para los peregrinos. Arzúa, «la tierra del queso».

FRA84

Arzúa es una localidad coruñesa de algo más de 6.000 habitantes, situada dentro de la comarca de mismo nombre (limítrofe con Pontevedra a través del río Ulla) y última gran villa del Camino Francés antes de que los peregrinos lleguen a Santiago de Compostela.

FRA85

Penúltima etapa desde Arzúa hasta Arca. Huele a Santiago y se notan los kilómetros en las piernas. Pero el ánimo sube y la voluntad se mantiene.

FRA87

Arzúa es una localidad larga, muy popular, hay que atravesarla entera para continuar el camino. A esta hora se suceden peregrinos y cafés, desayunos para coger fuerzas.

FRA89

Monjas y voluntarias te esperan para sellar tu pasaporte, con tanta amabilidad el donativo está asegurado; muchas dádivas de peregrinos generosos. Todo el mundo lo sabe. La fe cuesta o se paga. Es curioso como te vas topando con el ritual de la limosna.

FRA90

En este tramo el Camino se interna entre prados, robles y eucaliptos que rodean pequeñas aldeas, algunas con topónimos de resonancia jacobea: A Calzada, A Calle, Ferreiros, A Salceda, A Brea, Santa Irene y A Rúa.

FRA91

Galicia sigue con su vida a pesar del trasiego constante de peregrinos. Los extraños aquí somos nosotros.

FRA94

Las aldeas se suceden. Las casas aisladas, esa forma de vida rural, agrícola y ganadera, donde tu casa está donde está tu terreno.

FRA96

Y terminamos en Arca, capital del municipio de O Pino, el último antes de Santiago. Mañana es un día grande.

FRA98

Sexta etapa, camino de Santiago, hemos llegado al final a pesar de las dudas de quienes afrontaban por primera vez el reto de caminar 116 kms seguidos.

FRA99

Sarria nos saludaba con un hito que marcaba 116 kms, ahora menos de 20 nos separan de la capital de peregrinos desde la edad media. Santiago al fin.

FRA100

Pero no todo iba a ser perfecto. Galicia nos despide con un día lluvioso, hasta ahora nos hemos librado, pero hoy el agua nos va a acompañar durante todo el día.

FRA0102

Y entramos en el municipio de Santiago tras rodear el aeropuerto. Nos queda un trozo más conocido y más tumultuoso.

FRA103

La capilla de Santa Lucía, el último templo en el camino antes de Santiago, sin contar la capilla de san Marcos en el Monte do Gozo.

FRA104

Último bosque antes de adentrarnos en los aledaños de Santiago capital: Lavacolla, toda la carretera hacie le centro de TVE y TVG, A Calzada. Un largo trayecto para un último esfuerzo, ya justos de fuerzas.

FRA105

Arriba en Monte do Gozo, el posado necesario junto a la estatua de los peregrinos con la catedral de Santiago al fondo, descendemos hasta la Plaza do Obradoiro.

FRA106

Santiago con sus recuerdos recibe al peregrino atravesando vías, barrios y parques, es un trozo largo y tedioso porque las ganas son muchas.

FRA107

Y por fin la catedral de Santiago, el fin por fin al fin. Bajo la lluvia hemos llegado a Compostela, delante del Pórtico de la Gloria llega el momento de poner punto y final.

FRA109

Es mi tercer camino y me gusta comprobar como todo el mundo tiene una razón, o muchas razones, un motivo, alguien de quien acordarse, a quien ofrecer una caminata de seis días y 116 kms. El llanto fácil, la emoción, la confianza recuperada; un recuerdo por quien se fue, por quien debió venir, por todo lo vivido que es lo más importante.

FRA108

Seguramente hoy es una moda hacer el Camino, un camino. Cuando recoges la compostelana siempre te preguntan por los motivos para haber hecho el camino: espirituales, deportivos. Habrá más, seguro, porque te apetece es uno de ellos. Cualquier motivo es válido, porque la emoción es la misma. Tengo metido en la cabeza el sonido del gaitero que te recibe cuando cruzas el arco que te adentra en la Plaza del Obradoiro donde se suceden los vítores, los cantos, los llantos y las emociones. Andar es un motivo, Galicia es un motivo, conseguirlo es el mejor motivo. Habrá un cuarto camino estoy seguro, y un quinto, es probable. ¡Buen camino peregrino!

©vicentepozas2021

Paisaje y paisanaje

Paisaje y paisanaje. Naturaleza y personas. La foto de la foto, el fotógrafo fotografiado. La imagen de la imagen. El instante del instante. El deseo de inmortalizarnos delante de lugares impresionantes nos convierte en parte de él. La obsesión por la fotografía, por compartir el sitio donde estamos deja estas estampas tan bellas. Porque las personas lo hacen todavía más bonito. La mirada del que mira. Costa Vicentina, Portugal. Trilho dos Pescadores. Semana Santa 2019.

El sendero de los pescadores (trilho dos pescadores), dentro de la Ruta Vicentina, transcurre siempre junto al mar por caminos de acceso a playas y embarcaciones, a lo largo de 125 km, entre Porto Covo y cabo de San Vicente. Es un recorrido exclusivamente pedestre, pero físicamente exigente, que se divide en cinco etapas y cuatro recorridos complementarios.

COSTA VICENTINA PAISANAJE 02 COSTA VICENTINA PAISANAJE 03 COSTA VICENTINA PAISANAJE 04 COSTA VICENTINA PAISANAJE 05 COSTA VICENTINA PAISANAJE 06 COSTA VICENTINA PAISANAJE 07 COSTA VICENTINA PAISANAJE 08 COSTA VICENTINA PAISANAJE 09 COSTA VICENTINA PAISANAJE 10 COSTA VICENTINA PAISANAJE 11 COSTA VICENTINA PAISANAJE 13 COSTA VICENTINA PAISANAJE 14 COSTA VICENTINA PAISANAJE 15 COSTA VICENTINA PAISANAJE 16 COSTA VICENTINA PAISANAJE 17 COSTA VICENTINA PAISANAJE 19 COSTA VICENTINA PAISANAJE 20 COSTA VICENTINA PAISANAJE 22 COSTA VICENTINA PAISANAJE 23 COSTA VICENTINA PAISANAJE 24 COSTA VICENTINA PAISANAJE 26 COSTA VICENTINA PAISANAJE 27 COSTA VICENTINA PAISANAJE 28 COSTA VICENTINA PAISANAJE 29 COSTA VICENTINA PAISANAJE 30

Ruta Portagem-Marvao (Portugal)

Marvao, es un pequeño pueblo medieval fortificado; se asienta a gran altura sobre un peñasco rodeado de un paisaje de campiña en la región portuguesa del Alentejo, en el Parque Natural de la Sierra de São Mamede, muy próximo a la frontera con España, muy cerquita de su vecina española Valencia de Alcántara. Desde el río Sever se asciende hasta la aldea por una calzada medieval de piedra rodeados de robles y paisajes. Esta es la ruta de hoy, sencilla, de apenas 9 kms, pero preciosa. Magníficamente señalizada, como acostumbran los portugueses, y muy recomendable.

Os dejo el track para GPS

Portagem, peaje en portugués, nació por la existencia de un puente y una torre, entre los siglos XII y XIV. El peaje se cobraba para pasar el río Sever y subir a Marvao. Hoy es un pequeño pueblo lleno de servicios de restauración, hoteles y dos piscinas, una natural y otra municipal. El puente y la torre aún se conservan, tras cruzarlo hay que girar a la derecha por la rua Nova, o Largo das Almas, entre casitas blancas y colores del país. Justo ahí hay un aparcamiento para dejar coches y autobuses.

PORTAGEM MARVAO

 

Enseguida nos topamos con la Capela das Almas (La capilla de las Almas) en este tramo que discurre por una pequeña carretera.

PORTAGEM MARVAO-3

 

Desde aquí la fortaleza de Marvao nos saluda. El Nido de las Águilas, sobrenombre que le acompaña desde hace siglos, conserva ese aire medieval, mezclado con la ‘saudade’ portuguesa. Es un lugar para vivir aunque los turistas inunden calles y plazas.

PORTAGEM MARVAO-2

 

Unos 500 metros más allá abandonamos la carretera y tomamos un camino a la izquierda, señalizado, que nos lleva a la calzada, comenzamos a subir.

PORTAGEM MARVAO-4

 

Nos saluda una fuente al inicio del camino antes de dejar atrás la aldea de Portagem. Rodeados aún de olivos, cerezos y castaños.

PORTAGEM MARVAO-5

 

Enseguida nos adentramos en un robledal donde la calzada se conserva intacta. La sombra en los primeros días de junio cuando hicimos la ruta, se agradece.

PORTAGEM MARVAO-6

 

La calzada es medieval, aunque hay fuentes que apuntan a que pudo ser en sus orígenes romana como el puente que cruza el río Sever. La ruta, percurso en portugués, está llena de sorpresas, este viejo bosque y su calzada son la primera de ellas.

PORTAGEM MARVAO-7

 

Marvão fue una importante plaza fuerte en la defensa de Portugal contra Castilla, especialmente durante la Guerra de la Restauración. De ahí su construcción en la cima de la sierra y su dificultad de acceso, fue uno de los grandes bastiones de las disputas entre españoles y portugueses.

PORTAGEM MARVAO-8

 

El ascenso nos deja ver la frontera, la raya/a raia luso española; frente a nosotros las Peñas Aguda, de San Blas y de la Hierba ( o las Penhas Aguda, do Sao Bras y do Relva, porque están en el lado portugués) de la Sierra de la Paja que separa ambos países.

PORTAGEM MARVAO-9

 

Así llegamos a Marvao, atravesando los últimos alcornoques, situado a 825 metros de altitud. Apenas cuatro kilómetros después de haber salido, entramos en la fortaleza.

PORTAGEM MARVAO-10

 

Como reza el panel informativo que nos encontramos a la entrada de Marvao, la calzada es parte de los caminos que se utilizaron durante siglos en este territorio, este que parte de la muralla de la fortaleza se comunicaba con la ciudad de Portalegre. En toda la zona se conservan, en muy buen estado, varios tramos de caminos medievales que unían aldeas y pueblos.

PORTAGEM MARVAO-11

 

En la actualidad este pueblo portugués se caracteriza por sus imponentes murallas, que se encuentran perfectamente integradas en el paisaje, llegando incluso a confundirse con la cresta del peñasco.

PORTAGEM MARVAO-12

 

Mãrvao es un pueblo agradable y tranquilo, que resulta un lugar ideal para desconectarse de la rutina diaria, especialmente al amanecer y a la puesta de sol, ya que ofrece excepcionales panorámicas de la llanura y de la Sierra de São Mamede, cuentan en la página de turismo de Portugal.

PORTAGEM MARVAO-14

 

La muralla de la ciudad se puede recorrer entera y visitar, en la parte más alta, su castillo. El nobel portugués José Saramago en su Viaje a Portugal, ya lo expresó de manera clara: «Desde Marvao se ve la tierra toda (…) No diríamos toda la tierra, pero es innegable la impresionante vista sobre las tierras de Portugal y como villa rayana, que es, de España. Se comprende que en este lugar, desde lo alto de la torre del homenaje del castillo de Marvao, el viajero murmure respetuosamente: ¡Qué grande es el mundo!».

PORTAGEM MARVAO-15

 

«Su estrecho recinto amurallado, salpicado de garitas, miradores y matacanes, cobija todo un entramado de callejuelas tortuosas y empinadas, donde se apiñan en hilera las fachadas encaladas de sus casas rematadas con ventanas manuelinas, chimeneas alentejanas y balcones de forja», afirma Pedro Retamar.

PORTAGEM MARVAO-16

 

Este viejo fortín fue mandado construir en 1299 para proteger la frontera del acoso de las tropas castellanas, pero en este privilegiado emplazamiento aéreo ya existía un pueblo fundado por los árabes mucho antes. Se cuenta que un caudillo moro, de nombre Ibn Marwan, fundador también de la ciudad de Badajoz, fue quien mandó crear el primer asentamiento defensivo, allá por el año 770, manteniendo su hegemonía musulmana hasta que don Alfonso Henriques lo conquistó al mando de sus tropas cristianas en 1160.

PORTAGEM MARVAO-18

 

Es una villa para pasear con calma; como la ruta es sencilla os recomiendo un largo paseo por sus calles enredadas. La mejor opción es pasar por la oficina de turismo que se encuentra a la entrada y pedir toda la información necesaria y un plano que os facilite la visita.

PORTAGEM MARVAO-19

 

No dejéis de subir al castillo y al museo porque las vistas de Marvao desde allí son espectaculares, la entrada creo que cuesta 1,5 euros, nada para lo que disfrutaréis con el paseo por la fortaleza.

PORTAGEM MARVAO-20

 

Sus calles son estrechas y las casas tienen tejados pintorescos. La localidad está repleta de flores de colores y goza de vistas maravillosas, un magnífico castillo, algunas casas de huéspedes y buenos restaurantes.

PORTAGEM MARVAO-21

 

Dejamos, con pena, Marvao recorriendo sus recovecos y sus sorprendentes calles, estrechas e irregulares, pero llenas de sorpresas.

PORTAGEM MARVAO-22

 

Salimos por el camino que nos lleva al Convento de Nossa Senhora da Estrela, fundado en el año 1448. Visitable y recomendable.

PORTAGEM MARVAO-23

 

Tras un pequeño tramo por la carretera, accedemos a otra calzada que nos lleva a un pequeño conjunto de casas, Abengoa, en una zona dominada por los castaños.

PORTAGEM MARVAO-24

 

Callejas empedradas, vides, castaños, olivos y encinas bordean a Marvao por la parte este mientras descendemos de la sierra.

PORTAGEM MARVAO-25

 

En este pequeño cruce, si os desviáis unos metros a la izquierda, podéis encontrar la Fuente de Souto y un par de tumbas medievales excavadas en roca.

PORTAGEM MARVAO-26

 

Retomamos el camino siguiendo la señalización, ya digo muy bien situada en todo el recorrido, mientras volvemos a sumergirnos en el robledal que rodea la sierra.

PORTAGEM MARVAO-27

 

En este punto el camino se cierra y volvemos al camino donde cogeremos parte del trazado que tomamos al subir, lo veis perfectamente en el track. Ya solo queda desandar el apenas kilómetro que resta.

PORTAGEM MARVAO-28

 

La empedrada ruta medieval es toda una sorpresa, bueno, Portugal es siempre una sorpresa; visitar sus villas históricas lo es mucho más. Es un pequeño paseo para días más relajados, para finales de temporada con comida, como es nuestro caso, o para mañanas en las que te apetecen itinerarios con encanto, este no os defraudará.

PORTAGEM MARVAO-29

 

Así se refleja la alegría del paseíto, los colores y sabores de Portugal de los que daremos cuenta en cualquiera de las braserías que hay en Portagem para disfrutar de lo más típico: pollo a la brasa y bacalao dorado, aquí hay que comer eso porque lo preparan mejor que nadie.

PORTAGEM MARVAO-30

 

Como ya he comentado, preparamos esta sencilla ruta para cerrar temporada con el Club La Vereína, para hacer hambre y despedirnos obligados por los rigores del estío extremeño. Septiembre será tiempo de tocar a rebato, y volverse a calzar las botas.

PORTAGEM MARVAO-13

Decía el sabio Saramago que “un viaje no existe si no es en la memoria”, he visitado muchas veces Marvao, y siempre me parece la primera vez, porque siempre me sorprende como la primera vez. Esta villa encantada en la que he ido haciendo amigos con los años; es una tentación ante cualquier viaje, una disculpa fácil, un paseo reconciliador, el recuerdo a un escritor admirado, José Saramago, y con el que coincido en afirmar: ¡qué grande es el mundo!

                                                                                                                                                ©vicentepozas2018

Ruta Piedras Labradas. Jarilla

IMG_20180526_122758_1

El collado de Piedras Labradas se encuentra a 1.070 metros de altitud; así se conoce a una meseta que fue allanada, creada por el ser humano. La ruta que parte desde la localidad de Jarrilla, nos llevará a esa sierra donde encontraremos los restos del edificio. Los bloques de piedra están tallados con un corte perfecto, de ahí le viene el nombre al lugar.
Sobre su origen se barajan varias hipótesis, una, datada, un templo romano dedicado a alguna deidad, aunque no es habitual que los romanos construyesen a tanta altura. Hay quien opina que tuvo que haber en el lugar un asentamiento vetón, o al menos un lugar sagrado sobre el que se edificó el templo. Otras teorías se inclinan por que en la meseta hubiera un puesto de comunicaciones que enviase, mediante fuego por la noche y con destellos por el día, señales a la ciudad de Cáparra, visible desde el collado. También es posible que el emplazamiento cumpliera labores de protección y vigilancia sobre una ruta secundaria que uniría la Vía de la Plata con el Valle del Jerte. No hay que olvidar tampoco que muy cerca de aquí había una captación de aguas que abastecía a Cáparra.

La ruta que proponemos es circular, de apenas 14 kms, pero con algún tramo de dificultad media, ya que el desnivel acumulado es de 600 metros y otros tantos de bajada, pero las vistas de las Tierras de Granadilla y del Valle del Ambroz son magníficas.

Os dejo el track para GPS ya os digo que nosotros, en el kilómetro 9,6, en el Collado del Cerezal, nos apartamos del camino señalizado y optamos por bajar por una vereda más complicada pero más bonita, pero si esta opción no os convence sólo tenéis que seguir el trazado señalizado (PR amarillo y blanco) que os devuelve al  camino de vuelta, sobre el mapa se aprecia perfectamente, en este caso salen unos 16 kms, pero de menor dificultad.

Nosotros comenzamos en Jarilla, a los pies de los Montes de Traslasierra.

IMG_20180526_091444

 

Jarilla pertenece a la comarca de Trasierra-Tierras de Granadilla, situada en la falda oeste del Sistema Central, en los Montes de Traslasierra. Con apenas 100 habitantes posee varias casas rurales; el único bar es el centro social, junto al Centro de Día y la iglesia de San Gregorio en su pequeña plaza mayor. Protegida por el pico de Cabeza del Santo, 1.478 m altitud, está bañada por la Garganta Perdida y la de Cabera y cuenta con una coqueta piscina natural.

P5260002

 

Arrancamos la ruta en la plaza, bordeando la iglesia; enseguida nos toparemos con este lavadero restaurado, aunque ya no en uso, imagino.

P5260007

 

Comenzamos por una pista asfaltada que encara la sierra y que enseguida se convertirá en camino de tierra.

P5260009

 

La ruta está señalizada como PR (amarilla y blanca), aunque no está homologada por lo que hay que estar atentos al track para no perderse en los cruces que nos encontraremos. Lo que vemos en cuanto dejamos el pueblo es el valle con las Hurdes y la Sierra de Gata al fondo.

P5260012

 

Los primeros kilómetros discurren por el paraje de Las Pozas en un entorno de dehesa muy agradable, de momento, paralelos a la sierra.

P5260016

 

El camino asciende poco a poco, mientras caminamos por las Colmenillas, disfrutando de una primavera exuberante en este final de mayo cuando hicimos la ruta.

P5260018

 

Venimos andando por los caminos tradicionales que unían los pueblos de la zona, de hecho, podéis optar por comenzar en Cabezabellosa, una localidad situada unos kilómetros más allá y así hacerla un poco más larga si queréis sumarle más tiempo al paseo.

P5260021

 

Dejamos por un momento la cómoda pista de tierra para coger un pequeño atajo, no hay que preocuparse, el desvío está señalizado.

P5260022

 

Mientras, disfrutamos de la vista del Valle del Ambroz con Casas del Monte en primer término y Segura de Toro al fondo.

P5260023

 

Son apenas unos metros porque enseguida volvemos al camino original, mientras pasamos cerca del Canchal del Moralejo, nos queda más o menos kilómetro y medio para comenzar la subida al collado.

P5260025

 

La ruta, en estos tramos, está muy bien señalizada, hay un cruce con una señal y un mapa gráfico de la zona y el recorrido de la ruta; dejamos el camino que nos llevaría a Casas del Monte y, junto al arroyo de las Gorroneras, nos preparamos para el ascenso.

P5260027

 

El ascenso, de poco más de 4 kms, no es muy exigente aunque el desnivel acumulado es de unos 400 metros.

P5260031

 

Este paraje que llaman el Horquito es un magnífico robledal, muy cerrado en su parte más baja.

P5260033

 

Más abierto a medida que ascendemos pero con ejemplares de robles impresionantes. En esta zona hay que estar atentos al track y a las señales del PR porque no siempre están claras.

P5260034

 

Un pequeño llano descansa las piernas antes de atravesar las pequeñas vaguadas que crea la montaña.

P5260040

 

Lo cierto es que la altura, a unos 900 metros de altitud ya, nos permite disfrutar de este hermoso valle, bañado por las aguas del río Alagón, aquí embalsadas por la presa de Gabriel y Galán. Tierras de Granadilla.

P5260043

 

Nos abrazamos a la ladera del Risco Llano, la montaña cambia de paisaje a cada momento, esto embellece aún más la ruta.

P5260045

 

Sorteamos pequeños arroyos, este del manantial del Colchón, en una primavera que no olvidaremos por su exuberancia, con el que encaramos la última subida antes de llegar al templo.

P5260050

 

Pero aquí arriba, emocionados, es difícil no dejar descansar las piernas y echar mano del móvil o la cámara y recoger este inmenso y rico valle atravesado por la Vía de la Plata, hoy A-66, aunque los vestigios romanos siguen encaminando los pies hacia el norte, Gijón o Santiago.

P5260055

 

Aquí veréis una pequeña valla ganadera con el señal de PR, hay que abrirla y no seguir el camino de la derecha. Nosotros lo hicimos y tuvimos que saltarla un poco más adelante sin mayor problema. Por cierto recuerda: cancela que se abre, cancela que se cierra.

P5260059

 

Detrás de nosotros la sierra de la Cabrera retiene las nubes, cerca del collado de las Yeguas que facilita el paso al Valle del Jerte.

P5260061

 

Aquí la humedad y la umbría mantienen florecidas las peonías, o rosas de Alejandría como llaman otros. Un último esfuerzo para disfrutar del misterio de un lugar mágico

P5260066

 

Lo primero que nos encontramos es el antiguo vallado que protegía el templo. Debéis imaginar que entonces esto era un bosque de robles que rodeaban este lugar de culto donde, protegidos por árboles sagrados, se reunirían los vetones para venerar a sus divinidades vinculadas a la naturaleza.

P5260069

 

Tras la dominación romana de la Lusitania, el lugar se convirtió en un templo, era un pequeño edificio a dos aguas de una sola entrada, muy parecido al que se conserva a la entrada del puente romano de Alcántara y que el imperio construía por todo el territorio. El expolio que sufren muchos de estos yacimientos ha hecho desaparecer muchas de las piedras, incluso algunas de las aras votivas, pequeños altares dedicados a los dioses que se veían hace unos años.

P5260075

 

El collado de las piedras labradas está marcado por esta historia de culto y misterio. Allanado por la mano del hombre para sus fines espirituales, pero también defensivos. Desde aquí era visible la ciudad romana de Cáparra y, por ello, hay quien sostiene que el lugar bien pudiera albergar un puesto de vigilancia, por una parte, del abastecimiento de agua a la ciudad, en unos montes repletos de manantiales, y por otro, defensivo. He leído que se piensa que pudiese haber un punto de vigilancia que, desde la altura, avisase a la ciudad a base de señales de humo o luminosas en caso de peligro. Por cierto, cuando regreséis os aconsejo visitar los restos de la ciudad de Cáparra y su centro de interpretación para que entendáis la importancia de este asentamiento romano que fue un importante nudo de comunicaciones en el eje norte-sur y que conserva el único arco cuadriforme de España.

P5260077

 

El collado de Piedras Labradas, a 1.062 m de altitud, ofrece vistas magníficas, como estas de la localidad de Cabezabellosa protegida por el Cerro del Búho, donde se encuentra la ermita de Nuestra Señora del Castillo.

P5260078

 

Después de disfrutar del lugar e imaginarnos las historias que aquí se debieron vivir, iniciamos el descenso de nuevo al punto de partida.

P5260084

 

El Collado, rodeado de vegetación baja, nos despide rodeados de cantuesos, o lavandas (lavándulas) o tomillos borriqueros como llaman en otros y disfrutando de su aroma intenso.

P5260085

 

Sol y nubes en este día de primavera, sigue la señalización acompañando el camino, por cierto, el tramo de bajada, está marcado como ruta principal en algunos tracks, pues el oficial de la comarca, lo realiza con subida y bajada por el mismo camino, por este.

P5260088

 

El hecho de que hayan podio expoliar el yacimiento tiene que ver con que el camino es de fácil acceso para algunos vehículos, por lo tanto llegar hasta arriba en coche es posible.

P5260089

 

El camino discurre ahora entre callejas de piedra muy habituales en la comarca. El granito es abundante, tanto es así que para construir el templo de Piedras Labradas no hubo que subir las piedras, ya estaban aquí.

P5260090

 

Cuando hemos descendido unos cien metros llegamos al collado del Cerezal, aquí es donde decidimos desviarnos por una pequeña vereda señalizada con mojones. Aquí la ruta se complica porque la pendiente es fuerte y hay piedras sueltas, pero es mucho más bonita. Estamos en el kilómetros 9,6, se puede ver en el track perfectamente. Si no os decidís por esta variación sólo tenéis que seguir la pista que sigue señalizada con las marcas de PR que os devolverá al camino original de Jarilla a Casas del Monte donde sólo hay que desandar los pasos.

P5260092

 

Nosotros traemos el track, nos ayudan los mojones de piedra, porque la primavera tapa por momentos la pequeña vereda por la que transitamos.

P5260097

 

Bajamos haciendo zigzag, de hecho nos volvemos a topar con otro camino, paralelo al que hemos dejado; quiero decir que si esta primera bajada os ha parecido complicada sólo tenéis que seguirlo y os llevará al camino de salida y la señalización de pequeño recorrido, lo vais a reconocer porque en el camino hay una pequeña tubería negra de agua.

P5260098

 

Pero nosotros seguimos el descenso por este magnifico lugar, a quienes nos gusta el senderismo nos atrae más caminar por pequeñas veredas que por pistas o caminos. Estamos en la Jerdillera.

P5260104

 

Así llegamos a la Garganta Perdida, o garganta primera, que no hay que cruzar, iremos paralelos a ella hasta llegar al pueblo.

P5260108

 

Puro bosque mediterráneo en esta parte de la sierra donde encontramos estos impresionantes bolos graníticos.

P5260115

 

Vegetación más densa en la parte baja de la sierra, donde alcornoques y encinas se disputan el terreno, ya el trazado es llano y las piernas descansan de la pronunciada bajada de 400 metros de desnivel en apenas dos kilómetros.

P5260116

 

La callejas de piedra nos marcan el camino, como haciéndonos la ola, como ese público que se apelotona a la llegada de los grandes eventos deportivos, eso sí, en silencio.

P5260122

 

Camino ya del pueblo pasamos por la pequeña piscina natural de Jarilla que en verano ofrece agua fría para quien guste de estos parajes, cuenta con merendero cercano para pasar el día.

P5260124

 

Desde aquí una pista cementada nos lleva hasta el pueblo donde damos por finalizada la ruta.

P5260128

 

Nos queda la satisfacción de haber subido hasta una parte de la historia, de la cultura vetona, de la posterior dominación romana. Hasta nuestros días ha llegado con el nombre popular de Piedras Labradas; escondida a la vista, esta atalaya de dioses y guardianes presenta un aspecto manifiestamente mejorable, pero esto nos ocurre con frecuencia en Extremadura, y en el resto de España, no acabamos de poner en valor estos vestigios que retratan de dónde venimos. La roma imperial tuvo, y tiene, mucho peso en la historia de esta región. Pero los vetones fueron un pueblo importante, una civilización que ha dejado repartida su cultura por toda la región, sobre todo el norte, como pone de manifiesto el berraco que se conserva en la cercana localidad de Segura de Toro.

IMG_20180526_122414

 

Jarilla, 100 habitantes, conserva el equilibrio tranquilo de las pequeñas localidades cacereñas que aún sobreviven a un, imparable hoy, fenómeno de despoblamiento rural. Los niños juegan en la calle, los turistas ocupan los alojamientos rurales y los mayores mantienen sus costumbres. Nosotros hemos venido a romper la armonía del pueblo por breves momentos, ante la alegría y la sorpresa de los aldeanos que nos saludan orgullosos por haber venido hasta su pueblo. Seremos tema de conversación esta tarde, seguro, estos chicos de ciudad de colores chillones que vienen a ver sus piedras labradas, el templo que aún les vigila, y les protege, silencioso y abandonado.

P5260131

Una de las satisfacciones de caminar por el campo, es encontrarte lugares sagrados como Piedras Labradas, y poder contarlo, e invitar a quienes aman y estudian la historia a recorrer el camino que vetones y romanos andaron y desandaron tantas veces. Y confirmar que la historia, además de las grandes ciudades y los conocidos monumentos, la escribieron también estos sencillos enclaves tan necesarios para entender cómo vivían nuestros antepasados, los que dejaron un ADN que hoy nos ha convertido en lo que somos. Lo mejor, como siempre, hacerlo Andando Extremadura.-

                                                                                                                                                ©vicentepozas2018

Caminos tradicionales de la Sierra de Gata. Gata-Torre de Don Miguel- Santibáñez el Alto

Ahora que nos hemos acostumbrado a ellas parece que las carreteras siempre estuvieron ahí. Pero no siempre fue así. Los caminos fueron, durante siglos, la única manera de llegar de un lugar a otro, de un pueblo a otro, de una comarca a otra, de un prado a una finca, de la montaña a la ciudad. Las bestias eran la manera de traer y llevar aquello que no producía la tierra y los viajes, un esfuerzo necesario para poder vender aquello que no se consumía, o se podía cambiar por alguna herramienta o un enser doméstico, o un simple trozo de tela para un vestido nuevo. Esta ruta nos lleva desde el pueblo de Gata hasta el de Santibáñez el Alto, pasando por Torre de Don Miguel, recorriendo esos viejos caminos para cruzarte con cruces, bellas fuentes, molinos, riveras o antiguos pajares. Arquitectura vernácula al lado del caminante, en un paseo entre valles y sierras que invita a conocer parte de la comarca cacereña de la Sierra de Gata.

18,5 kms de dificultad baja, os dejo el track para GPS

Comenzamos en Gata, una bellísima localidad que os aconsejo visitar si vais con tiempo (y si no, tendréis que volver). Y lo hacemos junto al impresionante Cedro que domina el pueblo, situado junto a la carretera, es uno de los árboles más conocidos de la comarca, con una altura de 30 metros y un perímetro de tronco de hasta 5 metros y una edad que supera los 200 años. Este gigante nos bendice al iniciar el camino.

P3250004

 

Nada mas dejar atrás el cedro nos sale a la derecha un camino descendente que nos lleva hasta el río. Es fácilmente reconocible porque veremos un panel informativo y enfrente la ermita del Humilladero del siglo XVI. Aquí empieza el recorrido.

P3250006

 

Enseguida nos topamos con la Rivera de Gata, crecida porque acaba de darle sus aguas el arroyo del Concejo. La Sierra de Gata es tierra de olivos y los viejos molinos son una constante en cada cauce de agua.

P3250010

 

No tiene pérdida el camino porque aquí conserva el viejo empedrado medieval con fuentes como la del Chorrito y que en este tramo coincide con el trazado del  sendero internacional GR 10.

P3250016

 

Más arriba la piedra se pierde oculta por el cemento que tapa la belleza de estos viejos itinerarios. Aún quedan algunos pinos de la masacre que el fuego viene haciendo en estas sierras, con la ayuda de la mano del hombre, desafortunadamente.

P3250017

 

Desde el puerto de la Cruz de Piedra, Gata se ve así de hermosa. Junto a esta portilla entre las sierras del Salido y Las Jañonas, junto a la cruz de piedra que le da nombre, iniciamos el descenso a Torre de Don Miguel por un camino, junto al arroyo Hondo, que antes era vereda, y que las máquinas han convertido en pista.

P3250019

 

Y llegamos a Torre de  Don Miguel, otra deliciosa localidad sierragatina que conserva sus construcciones originales, pasadizos de madera y adobe, callejuelas angostas e imposibles que se funden con casas señoriales. En su plaza aún queda el recuerdo de otro árbol mítico de la Sierra de Gata: el álamo negro que presidió el ágora de Torre durante años y que fue imagen de la comarca.

P3250023

 

Los urbanitas (ya seamos senderistas, viajeros, curiosos, comerciantes o almas perdidas) pasamos demasiado deprisa por los pueblos. Desentonamos en la paz que ofrecen, y despreciamos ese abrazo que trata de de imbuirnos en una filosofía de vida que tiene como protagonista al tiempo, porque en la Sierra de Gata no hay prisa, ellos dicen que el tiempo lo dan ‘dao’.

P3250026

 

Pero nuestros pies están de paso y se topan, apenas el instante que duran unos pasos, con joyas como la ermita del Cristo de la Misericordia con esa  portada del s. XVI, dicen que de Pedro de Ibarra, que nos recuerda a la arquitectura de las sinagogas judías.

P3250027

 

Cogemos por los Cascajales el camino donde se unirán los arroyos del Grueso, el de San Juan y el del Perico en la Ruta de los Molinos.

P3250031

 

Este parque arqueológico muestra varias almazaras recuperadas. Molinos de aceite que movía el agua como este de Los Blancos, rehabilitado en parte.

P3250034

 

El oleturismo, o turismo de aceituna, es una realidad que se impone en otros territorios, pero que en Extremadura aún no sabemos aprovechar. Esta ruta es una buen muestra de nuestro potencial.

P3250037

 

La ruta continúa  cruzando una pasarela que conduce a la margen izquierda del arroyo de San Juan, donde se alzan las ruinas del molino del Tío Perfecto.

P3250046

 

El Molino del Tío Perfecto -cómo eran los pueblos para nombrar a sus paisanos- conserva los viejos engranajes que movía el agua, las viejas piedras de molino, fabricadas en piedra y que durarán eternamente.

P3250050

 

Viejas ruedas que habrán dado vueltas y vueltas sin fin, movidas por los arroyos amansados, la fuerza de la corriente convertida en energía hidráulica, para dar vida a una aceituna exclusiva, convertida en aceite único, oro verde de la sierra: la Manzanilla Cacereña. El olor de las viejas cocinas que aún recuerdo de esos años de infancia rural, y afortunada.

P3250053

 

Sobre el azud, junto a su canal, una tercera pasarela comunica con los restos del Molino del Tío Domingo, donde se encuentra una coqueta y magnífica piscina natural con todos los servicios necesarios.

P3250060

 

Y frente a la piscina, El molino de Los Lucas, un edificio rehabilitado que mantiene en su diseño toda la magia de su uso original y toda la belleza de estos edificios a los que, en algún caso, se les quiere buscar un uso turístico; una idea que espero se lleve a cabo más temprano que tarde antes de que el abandono dé con sus muros en el suelo.

P3250062

 

Tal es la simbiosis de esta gente con el aceite que Torre de Don Miguel vive una de las fiestas más arcaica que se conservan en toda Extremadura. Un tesoro etnológico que deberías conocer: la fiesta del Capazo. Esas antiguas ruedas de esparto en las que se colocaba la aceituna para que la piedra del molino extrajese el zumo. Y que esa noche arden a ritmo de tamboriles y vino en las muchas bodegas del pueblo.

P3250067

 

Sigue el arroyo de San Juan cerca de nosotros, mientras caminamos por el paraje de la Rapaza; las viejas construcciones molineras aún son visibles.

P3250070

 

Rodeados de olivos, cerezos, pinos o viejos robles, cruzamos el arroyo para encarar enseguida la subida a la atalaya de Santibáñez el Alto.

P3250072

 

Este viejo camino conserva parte de su belleza, de su abrupto trazado, gracias a que el hombre no encontró manera de domar estos bancales de piedra que miran al norte.

P3250074

 

Un inmenso robledal, paredes de piedra y  el viejo camino nos acogen en la subida a Santibáñez el Alto por este paraje denominado Hondón de los Olivares.

P3250076

 

Joyas como este abrevadero de piedra, dejan constancia de que por los caminos, además, se movían los animales, el verdadero tesoro de los habitantes de la sierra.

P3250079

 

Callejas anchas, delimitadas por muros de piedra por donde corre el agua estos días de abundante lluvia. La subida a Santibáñez no es muy dura. El pueblo, construido sobre la Sierra Martín, se encuentra a 685 metros de altitud. La calleja nos lleva directamente a sus calles.

P3250080

 

Santibáñez el Alto es de los pueblos menos conocidos de la Sierra de Gata, porque aquí hay que venir. Pero su situación es estratégica. Es un mirador de 360º de la Sierra y de las tierras del Alagón.

P3250082

 

Hay excelentes balcones para disfrutar de fotografías como esta: el pantano de Borbollón a tus pies, rodeado de dehesas. En otoño, desde aquí, las bandadas de grullas son un espectáculo.

P3250086

 

Santibáñez el Alto, antes llamado San Juan de Máscoras, que era el nombre de la fortaleza que corona el pueblo, y el origen de él. La Fortaleza de San Juan de Máscoras fue una de las joyas de la corona de la Orden de Alcántara y durante años se derramaron ríos de sangre, tanto cristiana como islámica, para controlar  una de las puertas de entrada de la transierra extremeña.

P3250089

 

Mientras ascendemos al castillo nos topamos con la iglesia de San Pedro con su curiosa torre-fachada.

P3250090

 

Es la mayor fortificación de toda la Sierra de Gata, ya está muy deteriorada, desafortunadamente. Eso sí, su recinto amurallado se conserva prácticamente íntegro; aunque buena parte de él se ha convertido en el muro de muchas de las casas que se han construido a sus pies; incluso la plaza de toros aprovecha parte de esta muralla.

P3250096

 

Hoy el interior del castillo es el camposanto de la localidad, y han cometido la aberración de instalar un repetidor de TV y teléfono en lo alto. Pero os invito a encontrar entre sus muros las marcas que los canteros dejaron en los sillares que laboriosamente labraron durante siglos para levantar esta majestuosa construcción militar.

P3250097

 

Solo hay dos bares, magníficamente situados y juntos, en el pueblo que ofrecen vistas magníficas y que se alegraron mucho de vernos, pues aprovechamos para comer y hacer gasto en los pueblos, como tiene que ser.

P3250102

 

Dejamos las tierras del Temple por el viejo camino de subida al castillo, descendemos de este pedacito de historia fronteriza, que guarda los secretos de las muchas desavenencias hispano lusas sucedidas a lo largo de la historia.

P3250109

 

La Sierra de Gata es rica en agua, prueba de ello son las muchas fuentes que hay en toda la comarca; esta sierra además, es como un enorme pozo subterráneo del que mana agua por todas partes. Esta es la fuente del Pilar.

P3250114

 

Al descender de Santibáñez nos topamos con uno de esos tesoros de la ruralidad extremeña. Justo en la parte baja de la sierra, cuando comienza la dehesa nos encontramos con el Barrio de la Calzada, o Los Pajares que, como cuenta mi buen amigo Víctor Manuel Pizarro, se trata de un interesante barrio ganadero, «uno de los poquísimos conjuntos arquitectónicos populares de carácter agrícola y ganadero que se conservan de manera íntegra hoy día en Extremadura. Declarado Bien de Interés Cultural en octubre de 2010, con la categoría de Lugar de Interés Etnológico»

P3250124

 

Se trata de conjunto de más de cien construcciones de granito, la mayoría abandonadas, dedicadas a establos, cuartos de aperos y pajares.

P3250126

 

Ocupan una superficie de unas 27 hectáreas en mitad de un paisaje afable, rico en manantiales, fuentes y abrevaderos, sobre un suelo fértil de dehesas, prados y acebuches centenarios donde pastan vacas y caballos.

P3250127

 

Afortunadamente, muchas de estas construcciones se están recuperando para deleite de todo aquel que las visita, y merece la pena.

P3250128

 

Los Pajares  fue el primer Bien de Interés Cultural como Lugar de Interés Etnológico, declarado por la Junta de Extremadura en 2010. El resultado de una vida práctica, de como los ganaderos evitaban los roquedos de la sierra y buscaban los pastos y la comodidad del llano.

P3250131

 

Nosotros caminamos ahora por la dehesa boyal de Santibáñez, sin árboles, que deja que veamos frente a nosotros la sierra de Dios Padre y Villanueva de la Sierra a sus pies.

P3250134

 

Por los huertos del rincón y el Mermejal nos acercamos a la piscina natural de Santibáñez, junto a la carretera local CC-115, que aquí llaman la carretera de Montehermoso, final del trayecto.

P3250136

 

El río Árrago, protegido por su hermosa vegetación de ribera, rodeado de olivares, castaños, alcornoques y extensos viñedos, hace quiebro en este punto, antes de juntarse con el río Tralgas y llenar el embalse de Borbollón, tierra de grullas; hace un quiebro, digo, para facilitar el baño en esta deliciosa y tranquila piscina natural que cuenta todo tipo de servicios.

P3250137

 

Fin de trayecto. Para el recuerdo queda esta imagen de grupo que nos hicimos delante de la rueda del molino de Los Blanco, aunque no olvidaremos el viaje que, antaño, realizaban estas gentes muy a menudo y no con el carácter lúdico y deportivo que nos ha movido a nosotros.

P3250039

La Sierra de Gata es una comarca diversa, amplia y deliciosa. Tierra de vinos y aceite. De castillos, de habla propia; una tierra de fronteras donde el otoño se inunda de matices y el verano te invita a bañarte en cualquiera de sus diecisiete piscinas naturales. Pueblos y aldeas que conservan la arquitectura rural y serrana, plagada de viejos caminos medievales de piedra que se conservan en algunos tramos, tan bellos, que tus mismos pasos te retrotraen a aquellos años en los que vivir aquí no resultaba tan idílico. Hoy este paisaje entre montañas es un paraíso para el viajero, la mejor manera de conocerla es hacerlo Andando Extremadura.-

                                                                                                                                             ©vicentepozas2018

Camino portugués de Santiago

Aunque este blog esté dedicado a los senderos de Extremadura, son muchos, somos muchos, los que hacemos el Camino de Santiago. Es raro encontrar a algún senderista que no lo haya hecho o que incluso haya hecho varios de ellos, o distintas etapas de varios de sus trazados. Yo me he iniciado en el Camino de Santiago con el Camino Portugués. Este itinerario que comienza en Lisboa, recorre la costa atlántica para entrar en España atravesando el río Miño en la localidad de Tui. Y es que como cuentan en la página oficial del Camino: Esta ruta tomó relevancia, sobre todo, a partir del siglo XII, tras la independencia de Portugal. Su trazado hereda vías y caminos antiguos, como la Vía XIX, construida en el siglo I d. C., que unía Braga con Astorga a través de Ponte de Lima, Tui, Pontevedra, Santiago y Lugo, y que fue una de las calzadas romanas más importantes, pues vertebró la Gallaecia.

Lo habitual es que cada uno organice el camino de manera particular, planifique su viaje y haga un tramo u otro en función de los días que se quiera caminar, o de los que uno disponga. También es cierto que hay empresas que organizan el Camino y dan diferentes opciones; empresas como Santiagoways que dan distintas opciones y se encargan de todo. Cada uno que elija la manera de hacerlo. Información hay mucha, en guías especializadas y en la red, tracks, comentarios, recomendaciones. Lo mejor es recabar toda la información antes.

Nosotros hicimos las últimas 6 etapas del Camino portugués, es decir de Tui a Santiago de Compostela, 120 kms muy suaves con algunas etapas interesantes y localidades con mucho que ver. Yo elegí a dos excelentes compañeros de camino, Antonio Luna y Juan Antonio Mostazo, con los que disfruté tanto de su compañía como de su paciencia. Este es el relato.

Salimos de Cáceres en vehículo y optamos por dejarlo en Santiago de Compostela y bajar hasta Tui en tren. Así tendríamos el coche en Santiago cuando terminásemos el Camino. Así es que la primera vez que nos colgamos las mochilas fue en la estación de tren de Santiago de Compostela.

IMG_20170715_154107

 

Y así llegamos a Tui. Hemos reservado el albergue por teléfono esa misma tarde, y nos dirigimos al mismo paseando por Tui, una de las siete capitales del Antiguo Reino de Galicia, declarada conjunto histórico artístico en 1967.

IMG_20170715_191117

 

La monumentalidad de Tui se respira en cada una de las rúas, callejas y pasadizos de su noble casco histórico, un dibujo urbano medieval presidido por el románico.

IMG_20170715_200620

 

El románico y el gótico de la Catedral de Santa María de Tui que preside la plaza. El claustro gótico, de la segunda mitad del siglo XIII, es el mayor claustro medieval conservado en Galicia. Dentro del claustro se conserva la única sala capitular románica existente en Galicia y una de las mayores en su género en España. Junto a la catedral está la oficina de turismo, visita obligada a cada lugar que vayas.

IMG_20170715_201018

 

Primera etapa. Dejamos el albergue, hemos optado por albergues privados, algo más caros pero más cómodos y fáciles de reservar a diario. Más caro pero asequibles, al fin y al cabo en el entorno de los 10-14 euros noche. Y comienza la primera etapa Tui- O Porriño, 17 kms. Hay nervios para quien no la he hecho nunca, como es  mi caso. Lo primero que sorprende es la señalización permanente en todo el camino y la multitud de elementos con los que te vas topando. Siguiendo la señalización tomamos esta pista que deja a la derecha el Ponte da Veiga sobre el río Louro.

IMG_20170716_071357_1

 

Como comentaba al principio, el trazado del Camino portugués coincide con la antigua Vía romana XIX.

IMG_20170716_071428

 

Madrugar es el signo del camino, es algo a lo que te acostumbras, que desde las 5 ó 6 de la madrugada la gente empiece a prepararse para iniciar la ruta del día: nosotros madrugaremos pero no tanto, sobre las siete de la mañana solemos levantarnos e iniciar cada etapa, esto hace que muchas veces vayamos solos, o casi solos, pues la mayoría de la gente lleva más de una hora andando.

IMG_20170716_075156

 

Pero no hay prisa, hemos venido a disfrutarlo. Esta es otra de las constantes del camino, los cruceros. En el camino eres peregrino, las referencias religiosas, sobre todo al Apóstol, son continuas, aunque es verdad que la mayoría de la gente lo haga por muchos motivos, entre ellos el deportivo.

IMG_20170716_080521

 

Si hay algo que es evidente nada más llegar, es que el Camino de Santiago es una máquina de hacer dinero, todo el mundo trabaja para él, todo el mundo te trata de manera amable, y mucha gente no deja desaprovechar la ocasión de que miles de personas se mueven a diario por los distintos trazados. Y no es extraño encontrarte a tu paso, pequeñas paradas donde reponer fuerzas; en esta casa daban desayunos como si no hubiera mañana, ¡y no veas cómo estaba! Aquí empezaría a experimentar otra de las grandezas del Camino, todo esa gente con la que te vas a ir topando a lo largo del recorrido y a quienes, incluso sin saber sus nombres, saludarás en cada encuentro y comentarás anécdotas y chascarrillos.

IMG_20170716_082137

 

En Galicia todo es camino. Cerca de 300.000 personas lo recorren cada año y es una oportunidad económica que los gallegos no pasan por alto.

IMG_20170716_082958

 

Dejamos el desayuno y seguimos caminado, después de atravesar la autovía, llegamos hasta el Ponte das Febres sobre el arroyo San Simón,  recibe este nombre porque en este lugar enfermó de muerte San Telmo en la primavera de 1251. Pedro González Telmo, que así se llamaba, es el patrón de los marineros. Por este agradable escenario sombrío, abrigado por la vegetación de ribera del río Louro, llegamos hasta A Magdalena, de la parroquia tudense de Santa Comba de Ribadelouro.

IMG_20170716_082958_1

 

Ojo en esta zona, aunque ya está muy señalizado y advertido en carteles y señales, este tramo tiene una alternativa desde hace unos años que evita atravesar un enorme polígono industrial y que toma el desvío por un bosque más agradable. Hay que estar atentos.

Ya digo que es mi primer camino, y no puedo comparar con otros, pero sí es verdad que una de las incomodidades del Camino portugués es que discurre en demasiadas ocasiones por pistas asfaltadas por las que circulan vehículos. En fin, es nuestro primer día y los 17 kms a O Porriño se nos hacen poco, la localidad, por otra parte no tiene mucho que ver y, además es muy temprano, por lo que decidimos seguir hasta Mos, a unos seis kilómetros más adelante.

IMG_20170716_090747

 

El calor aprieta a esta hora del mediodía y la zona por la que caminamos no tiene sombra. Hay ganas de llegar. Y en Mos pararemos en la zona del  impresionante Pazo de Mos, hoy reconstruido y sede de la Fundación Pazo de Mos, compuesta por los asociación vecinal de la zona y los comuneros.El Pazo data del siglo XVII y tiene una planta en L. Fue residencia de los Marqueses de Mos hasta que fue destruido en un incendio en la batalla con los franceses. Aquí sí dormiremos en un albergue público, que es el único que hay.

IMG_20170716_123006

 

Dedicaremos la tarde a descansar, comer bien y disfrutar del ambiente peregrino que se respira en este pequeño rincón tomado por caminantes.

IMG_20170716_215534

 

Segunda etapa. Salimos de Mos por una subida algo prolongada pero no difícil hasta que llegamos al  crucero policromado de Os Cabaleiros del siglo XVIII y provisto de dos farolillos. A partir de aquí alternaremos asfalto y bosque.

IMG_20170717_074808

 

Una mañana de niebla, una carretera solitaria, un bosque silencioso. Y una señal que indica el camino.

IMG_20170717_085119

 

Ahora una pista de tierra entre robles, pinos y eucaliptos nos reconforta de tanto asfalto pero al que volvemos en breve.

IMG_20170717_090003

 

La mochila es un elemento común a todos los caminantes. Si quieres llevar muchas cosas, lo mejor es que lleves dos, una pequeña para el camino y otra que puedes enviar cada día al albergue de destino, es un servicio que no es caro y funciona bien. Nosotros optamos por llevar nuestras cosas encina, como casi todos; eso te obliga a economizar el equipaje para aminorar el peso y no llevar demasiada carga.

IMG_20170717_090358

 

La descontadora de kilómetros. Lo hitos de camino que continuamente te dicen lo que te queda para llegar a Santiago, ver bajar la distancia a destino te da ánimos a cada rato. Otra constante es el agua, encontrarás multitud de fuentes a lo largo del Camino. Y las piedras, los montículos de piedra que la gente coloca; en principio se utilizaron para marcar el Camino, antes de que se colocaran los hitos, ahora tienen otra simbología, hay peregrinos que se liberan dejándolas en lugares concretos; promesas, propósitos, pecados que vamos dejando atrás.

IMG_20170717_091359

 

Así entramos en el Concello de Redondela. En Redondela termina la segunda etapa oficial, pero ya digo que cada uno puede hacerlo a su conveniencia, más largo, más corto. Nosotros hemos elegido darnos un homenaje gastronómico, pero eso lo contamos más adelante.

IMG_20170717_093612

 

Nos encontramos de inmediato con el primer edificio relevante en Redondela: el convento de Vilavella, residencia de monjas en el siglo XVI y lugar de celebración de eventos, bodas y bautizos en la actualidad.

IMG_20170717_095454

 

Tras recorrer algunas calles del centro pasamos bajo el viaducto Pedro Florani, inaugurado en 1876 y catalogado Bien de Interés Cultural. La ría está cerca y huele a mar.

IMG_20170717_103408

 

Sorprende Redondela que, entre nuevos edificios, haya conservado los originales hórreos del pueblo pesquero.

IMG_20170717_103121_1

 

Se aprecian los vestigios de esta pequeña aldea de pescadores, rincones que mantienen viva la historia que nosotros, que venimos de fuera, reconocemos perfectamente.

IMG_20170717_103650

 

Entre las costumbres que me sorprendieron en el camino y que vengo contando (cruceiros, piedras para liberar deseos, botas, cintas…) Están estos paneles de conchas que dejan los peregrinos como recuerdo. Curioso porque cada vieira es una historia: una fecha, un recuerdo, un nombre, una dedicatoria, un deseo…

IMG_20170717_112808

 

Aconsejados por un amigo de Juan Antonio, conocedor de la zona, decidimos parar en Arcade, ciudad famosa por el festival de ostras que organiza cada año. Y darnos un homenaje hemos venido.

IMG_20170717_112825

 

En este rinconcito de la costa gallega buscamos el sitio recomendado que no defraudó, ni en calidad, ni en precio. Los peregrinos purifican el alma, pero el cuerpo se merece un detallito, que bastantes kilómetros le vamos a meter estos días. Si alguna vez vais a Arcade cerca del puerto hay numerosos sitios donde degustar este manjar y a precios que sorprenden.

IMG_20170717_141355

 

Arcade es el final, o el principio de la ría de Vigo, vigilada por las islas Cíes. Lugar tranquilo, pescador, que deja varadas las barcas cuando la marea baja.

IMG_20170717_170614

 

En este pequeño puerto, frente a la Ensenada de San Simón, descansan los aperos de pesca, en esta ría que enseña al fondo el Puente de Rande que cruza la ría. Bueno es hora de descansar.

IMG_20170717_180948

 

Tercera etapa. Arrancamos temprano con un buen desayuno, nos despedimos de la ría de Vigo y de sus manjares para encarar otra etapa sencilla, 11 kms hasta Pontevedra. Hoy queremos conocer la capital y disfrutar de su casco antiguo peatonalizado. Es un viaje que estamos aprovechando para conocer esta región. No nos hemos planteado ni ser los primeros, ni los más madrugadores, ni los que más kilómetros hagan, sólo disfrutar de Galicia y del camino.

IMG_20170718_083551

 

Arcade nos despide cruzando el río Verdugo en Ponte Sampaio. En este puente es dónde el ejército de Napoleón sufrió la mayor derrota en Galicia. Como dicen en alguna web «un colosal vado de piedra de tajamares angulados que salva el río Verdugo», magnífica literatura.

IMG_20170718_083805

 

Tras algún giro más abandonamos Ponte Sampaio en subida y en busca del paraje donde se encontraba el Ponte Nova, un puente medieval de un arco que se hizo añicos en 2006 por una riada del río Ulló. El Camino Portugués fue desviado y en octubre de 2010 se inauguró un puente nuevo, aunque ahora de acero corten y hormigón.

IMG_20170718_085604

 

Tras el Ponte Nova el Camino se adentra en la Brea Vella da Canicouva, un evocador camino de grandes losas que transcurre por el itinerario de la vía romana XIX. La descontadora sigue bajando camino de Santiago.

IMG_20170718_092950

 

Sigue el camino cruzando pequeñas urbanizaciones diseminadas, por una pista entre robles, y más tarde asfaltada, entramos en la parroquia de Figueirido, del Concello de Vilaboa.

IMG_20170718_093934

 

El camino te deja retazos de la historia como esta boca de una antigua mina por la que discurre el trazado.

IMG_20170718_093951

 

Tras dejar los bártulos en el albergue, privado y abierto en 2004, muy cómodo, optamos por disfrutar de Pontevedra y su casco antiguo, peatonalizado para disfrute de peregrinos, viajeros y habitantes de Pontevedra.

IMG_20170718_144128

 

Pontevedra, situada junto a la ría de su nombre. «da de beber a quien pasa» dije un viejo dicho gallego. Construida con la paciencia del paso de los siglos, esta «boa vila» con sus deliciosas calles y plazas de nombres gremiales repletas de edificios de la arquitectura culta y popular, posee uno de los conjuntos históricos más hermosos y mejor conservados de Galicia. Los dominicos llegaron a Pontevedra a finales del S. XII y comenzaron la construcción de ese templo gótico en el siglo XIII. En el Siglo XVIII intentaron una reconstrucción del estilo neoclásico, pero quedo sin concluir, como también quedó sin concluir el derribo del ábside gótico de la primera iglesia. Se conserva la cabecera de la iglesia con cinco ábsides poligonales y un muro lateral con una pequeña portada y rosetón.

IMG_20170718_163714

 

Desde la Iglesia de San Francisco, Pontevedra ofrece esta panorámica sobre la Plaza da Ferraría y los jardines de Castro Sampedro. Pontevedra nos ha gustado, ha merecido la pena dedicar el día recorrerlo tranquilo. Ahora a descansar.

IMG_20170718_175838

 

Cuarta etapa. Galicia tiene estas cosas, después de dos día de calor, Pontevedra nos despide con lluvia, hoy que la etapa es más larga, 23 kms hasta Caldas de Reis.

IMG_20170719_065953

 

Hoy es difícil hasta hacer fotos, o disfrutar del camino, la lluvia y el viento nos mantienen bajos los plásticos de los ponchos, pero el camino sigue dejando a la vista hermosos lugares. Es la iglesia de Santa María de Alba.

IMG_20170719_065953_1

 

No tenemos la mejor pinta para una foto, pero este es el tramo más bonito de la ruta. Bajo el enmarañado dosel vegetal progresamos hasta el rego do Pozo Negro, que cruzamos por una pasarela rústica para llegar hasta un comprometido paso a nivel sin barrera. Ojo a este punto.

IMG_20170719_091659

 

Así llegamos a San Amaro y recuperamos la vieja vía romana XIX. La descontadora nos sigue animando a seguir, ya hemos recorrido más de la mitad del camino.

IMG_20170719_095207

 

Antiguos lavaderos recuperados en el camino para deleite de todos. Los tres que caminamos juntos somos unos enamorados de las costumbres y, sobre todo, que se mantengan testimonios como este. Así llegamos a Caldas de Reis, villa termal

IMG_20170719_095357

 

Caldas de Reis tiene dos balnearios, a cual más bonito. El agua que durante siglos calienta los minerales y brota de las entrañas de la tierra ofreciendo sus propiedades curativas para el cuerpo y el espíritu, es el recurso más importante en el nacimiento y desarrollo de esta localidad. Ofrece al visitante, sobre todo al peregrino, fuentes como esta, Fuente de las Burgas, a un lado agua fría, a otro caliente, a casi 50 grados, un relax para los pies.

IMG_20170719_185246

 

Muy cerca este antiguo lavadero se surte con agua caliente, algo más templada, donde nos quedamos largo tiempo relajando músculos y disfrutando de este regalo. daba pereza salir del agua.

IMG_20170719_185717

 

Y nos inmortalizamos en el puente romano sobre el río Bermaña. Por aquí transcurre el camino portugués, antes formó parte de un antiguo camino militar romano, que pasaba por Aquis Celenis. Relajados con las aguas termales nos retiramos a descansar, mañana tenemos 18,5 kms por delante.

IMG_20170719_191843

 

 

Quinta etapa. Penúltima caminada, hoy los pasos nos llevarán hasta Padrón, 18,5 kms. Dejamos Caldas de Reis con un nuevo compañero, Javier. La descontadora nos dice que queda menos y anima a seguir. Etapa en la que dejaremos la provincia de Pontevedra para entrar en la coruñesa.

IMG_20170720_082908

 

Ya somos cuatro. Ya habíamos visto a Javier anteriormente, sucede en el camino; es profesor en Canarias  y viaja solo, al final se une al grupo y continuamos camino juntos. El recorrido de hoy pasa por pequeños núcleos del entorno rural Gallego. Etapa que discurre, de nuevo, por demasiados tramos de asfalto, entre ellos, el que nos lleva hasta la iglesia de Santa Mariña, epicentro de la parroquia de Carracedo y situada en el lugar de O Campo.

IMG_20170720_083639

 

A mitad de camino topamos con este puesto, con exposición etnográfica incluida, para atender a peregrinos. Es un pequeño self service, donde nos tomamos un café, pequeño descanso y continuamos.

IMG_20170720_091739

 

De vez en cuando, el camino abandona el molesto asfalto y nos da una tregua caminado por pequeños bosques que hacen más agradable el trazado. La vegetación parece abrazar al peregrino.

IMG_20170720_095300

 

Hemos bajado de los 30 kilómetros. Alguien quemó las botas y las dejó de recuerdo en este punto.

IMG_20170720_105814_1

 

Por Puente Padrón llegamos hasta el río Sar, el mismo por el que desembarcaron los discípulos de Santiago con los restos del Apóstol en el año 42 o 44 de nuestra era. Una larga recta paralela a este río lleva hasta el mercado de Abastos y el paseo del Espolón de Padrón, donde nos recibe el monumento al Nobel de Literatura Camilo José Cela. El mismo paseo, junto en la esquina contraria, la estatua en homenaje a la escritora Rosalía de Castro y la iglesia de Santiago. Justo a la derecha, en una pequeña calle se encuentra el albergue que hemos elegido.

IMG_20170720_180215

 

En padrón probamos sus pimientos, unos pican y otros no, y disfrutamos de sus muchos monumentos y sorpresas, como la fuente del Carmen, en la que en un nicho aparece representado el bautismo de la Reina Lupa, pagana reconvertida al cristianismo en los tiempos del traslado de los restos del apóstol a Compostela, aspecto al que alude un relieve tallado en la propia fuente.

IMG_20170720_180215_1

 

Nosotros subimos hasta el convento del Carmen (s. XVIII), con un excelente mirador sobre el pueblo y la comarca del Sar. Y a Santiaguiño do Monte. Este lugar se identificó con la gruta en la que se escondió el Apóstol Santiago y desde el siglo XV se vincula con el perdón de los pecados. Era el lugar donde bebían y se lavaban los peregrinos que se aproximaban al territorio en que el Apóstol predicó hace casi 2000 años.

IMG_20170720_181842

 

Y nos inmortalizamos en este pequeño púlpito. En el siglo XVI los peregrinos subían a estas rocas de rodillas rezando en cada uno de los escalones y terminaban el rito pasando a través de ellos. La creencia popular asegura que si no se recorren de vivo, ha de hacerse de muerto. Además, cada uno de los tres huecos recibe un nombre: infierno, cielo y purgatorio. Así es que mejor vivos.

IMG_20170720_182225_1

 

Sexta y última etapa. Hoy nos espera Santiago de Compostela y 26 kms por delante. Un recorrido feo por la gran densidad de pequeños núcleos poblacionales que confirman la presencia ya cercana de la meta. La última etapa puede dividirse en dos mitades, una primera casi plana hasta el albergue de Teo y una segunda más fatigosa hasta la propia catedral.

IMG_20170721_082215

 

Hoy se nota el cansancio, azuzado por el calor que nos acompaña.  Bajamos de la veintena. Lo mejor de la etapa es pasar, justo al comienzo por la pequeña parroquia de Iria Flavia que fue un importante centro urbano en época romana, sueva y visigoda. En ella nació Camilo José Cela, que hoy tiene aquí su fundación. Deseando llegar a Santiago.

IMG_20170721_085415

 

Así llegamos a Esclavitude, el camino transita  junto al magnífico Santuario barroco de los siglos XVIII y XIX. La leyenda asegura que su construcción fue incentivada por la donación de un labrador que iba a Santiago y que al beber de la fuente sanó de su enfermedad.

IMG_20170721_092507

 

Un interminable emparrado nos cobija camino del núcleo de Areal y éste nos conduce hasta A Picaraña y nuestra inseparable N-550. Curioso nos resultó a tres extremeños el que las parras en Galicia estén en alto, sustentadas por pilastras de granito, una piedra presente en casi todas las construcciones que nos hemos cruzado en el camino. La razón de situarlas en alto es, según nos explicaron, evitar la humedad del suelo y que la uva se pudra.

IMG_20170721_095024

 

El camino nos devuelve al asfalto, un pequeño hórreo a pie de ruta, transitamos por por el Camino de Riotinto para cruzar un arroyo y entrar en el núcleo de Pedreira.

IMG_20170721_111737

 

Menos de 10 kms. Desde aquí el itinerario sube por carretera y entra por la travesía do Porto en O Milladoiro, el mayor núcleo poblacional del Concello de Ames donde hay posibilidad de saciar el apetito y refrescarse para acometer los últimos 8 kilómetros que nos separan de la catedral de Santiago.

IMG_20170721_112219

 

Un pequeño robledal permite descansar los pies de tanto asfalto, antes de encarar la entrada a Santiago y cruzar múltiples carreteras.

IMG_20170721_113028

 

Pasamos O Milladoiro por la rúa do Esquío antes del Agro dos Monteiros, el Monte do Gozo del Camino Portugués. Está situado a 262 metros de altura, la cota más alta del Camino Portugués en Galicia, y nos regala la primera vista de Santiago y de las torres de la catedral.

IMG_20170721_125247

 

Al bajar el monte, entraremos por el tramo más urbano de la ruta, todos los aledaños e infraestructuras de una ciudad como Santiago, un largo periplo, porque se hace eterno, por vías de servicio de la autovía, urbanizaciones y calles interminables.

IMG_20170721_131200

 

Pero todo llega, al entrar en la zona peatonal de Santiago. El trazado del Camino Portugués hasta la catedral discurre por la rúa do Franco, quizás la más animada de todo Santiago y colmada de bares de tapeo y tiendas de recuerdos.

IMG_20170721_141855

 

Y así pisamos la Plaza del Obradoiro. Y te emocionas. Si es la primera vez que haces el camino, como es mi caso, sientes una alegría inmensa por el reto conseguido.

IMG_20170721_142035

 

Como millones de peregrinos durante miles de años llegamos a la Catedral de Santiago, cada uno tendrá sus razones para hacer el camino; ya te lo preguntan cuando recoges tu pasaporte, la Compostelana: motivos religiosos, espirituales o deportivos. Poco importa, porque la sensación es la misma, estoy seguro.

IMG_20170721_142253

 

Y al llegar, hasta la tele se fijó en nosotros, aunque no fue para hablar del Camino, si no de la seguridad evidente que había en la plaza y alrededores ante la celebración del Día de Santiago. Pero una imagen es una imagen y Antonio salió en la tele.

IMG_20170721_142630

 

Una vez que el peregrino llega a Santiago, hay que recoger la compostelana en el nuevo Centro Internacional de Acogida de Peregrinos, situada cerca de la Plaza del Obradoiro. La Compostela, o compostelana es un documento que certifica haber completado al menos 100 kilómetros a pie o a caballo (200 si se hace en bicicleta) del Camino de Santiago. Se expide en Compostela a todos aquellos peregrinos que, mediante la credencial del Camino debidamente sellada, demuestren su paso ordenado, por motivo religioso o espiritual, por los diferentes enclaves de alguna de las rutas jacobeas. Aquellos que hayan completado el Camino por  motivos lúdicos o deportivos, pueden solicitar  otra certificación conocida como el certificado del peregrino.

IMG_20170721_164729

 

Nosotros dejamos Santiago, reconfortados y felices, convertido en un hervidero de gente ante la fiesta del Apóstol. Y nos dirigimos a Finisterre, ya en coche, para despedirnos de Galicia en el Fin de la Tierra. Los romanos pensaban que este era el punto más occidental de la tierra y, por tanto, el mundo se acababa aquí. Era el «finis terrae»

IMG_20170721_200704

 

Tal vez porque Cabo Fisterra esconde el verdadero secreto de la Costa da Morte: paisajes agrestes y playas impresionantes, unas, al abrigo del cabo, de aguas tranquilas y otras de fuerte oleaje. Y la gran atracción de todos los tiempos, la puesta de sol sobre la inmensidad del óceano, el mar del fin del mundo.

IMG_20170721_204439

 

Ignoro si por curiosidad o por vivir una aventura, Cabo Fisterra fue un imán desde la más remota antigüedad, atrayendo a viajeros de lejanos países y también, con peor fortuna, a tantos barcos que naufragaron en sus aguas. Muchos peregrinos terminan aquí el Camino.

IMG_20170721_204915

 

Una localidad curiosa, llena de tribus diferentes al albergue de la magia del lugar. Aquí conviven pescadores con otras gentes urbanas que escogieron este pueblecito para vivir, y eso se nota. Hay un algo especial en Fisterra.

IMG_20170721_205451

 

Como dicen en la web del Camino de la Xunta de Galicia: «hoy, con su potente faro, Cabo Fisterra sigue ejerciendo un atractivo especial sobre los peregrinos del Camino de Santiago, que no dan por finalizado su viaje hasta llegar aquí. Por algo será».

IMG_20170721_211840_1

 

Este también es un símbolo del Camino: la bota del peregrino que llegó con los pies hasta aquí. Durante años existía costumbre de venir hasta aquí quemar ropa u otros objetos en la zona, práctica que podría ser una copia del ritual medieval de quemar la ropa en la Cruz dos Farrapos, hoy situada en los techos de la Catedral de Santiago. Esta costumbre hoy está prohibida porque la zona se había convertido en un basurero.

IMG_20170721_211310

 

Nosotros sí posamos ante el mojón del kilómetro cero, otra costumbre muy extendida. Contentos, mejor satisfechos, por terminar el reto de completar el Camino que nos llevó desde Tui a Santiago; contentos por la convivencia, por la amistad que se hace más fuerte, por las anécdotas y los kilómetros, por los paisajes y los recuerdos ya de lo vivido. Ya digo que el camino lo puedes por tu cuenta o confiar en empresas, las hay incluso con extremeñas al frente, como mundiplus  que te facilitarán todo lo necesario para que lo recorras tranquil@.IMG_20170721_210533

Merecía la pena. Cuando meses antes comenzamos a prepararlo, cuando escuchas anécdotas, consejos, recuerdos de quien ya lo ha hecho, era un reto a lograr. En senderismo, habitualmente, caminas un día y no vuelves hasta una semana después, como mínimo, pero el Camino se hace con la cabeza, no tanto con los pies. Reconozco que he tenido dos apoyos excelentes, Antonio y Juan Antonio, que me empujaban a seguir. Debe haber miles de motivos para hacer el Camino de Santiago. O ninguno. El placer de hacerlo es el mejor de ello. Más de 250.000 personas se aventuran a hacerlo cada año, tantos como motivos. Pero como decía Gandhi: «Casi todo lo que realices será insignificante, pero es muy importante que lo hagas». Buen camino.-

                                 ©vicentepozas2018

Ruta Caminos tradicionales del Alto Aravalle. Ávila

PA160002

Extremadura hace frontera con Castilla León o lo que es lo mismo, la provincia de Cáceres hace frontera con la de Ávila; donde termina el Valle del Jerte, en el Puerto de Tornavacas, comienza la Comarca del Aravalle, un descubrimiento. Dentro del  Parque Regional de la Sierra de Gredos, la Comarca del Aravalle es una zona de altísimo valor natural que aún no ha sido invadida por el gran público, que mantiene así su sabor rural y la calma que pocos lugares pueden ofrecer. La comarca del Aravalle, o Alto Aravalle, recibe el nombre del río que la cruza pero no intentéis buscar mucha información porque no la encontraréis; sorprende que las webs de turismo, diputación de Ávila y Junta de Castilla y León, no incluyan ninguna información sobre ella. Una de las características más especiales de este valle es que se encuentra situado a 1.100 m de altitud y esto le confiere unas peculiaridades propias. Conserva sus pueblos casi intactos y aquí es donde radica lo especial de este ruta: paisajes propios de Gredos y pueblecitos con encanto. En esta ocasión lo organizaba el club extremeño GR-100 Y fue una jornada fantástica.

La ruta de los caminos tradicionales del Aravalle es circular y pasa por todos los pueblos de esta recoleta y bella comarca que atraviesa el río Aravalle. Tiene una longitud de unos 16 km y un desnivel prácticamente nulo, con lo que completarla tranquilamente pueden ser unas 4 horas y media.
Su recorrido discurre por caminos tradicionales y cañadas y a su vera se extienden los campos que normalmente acogen al ganado en sus pastos. Está señalizada como PR-AV 51

Os dejo el track para GPS

Nosotros arrancamos en la pequeña población de Puerto Castilla, en las inmediaciones del puerto de Tornavacas. En su término municipal, en la sierra, se encuentra la laguna del Barco o de Galín Gómez.

Enseguida salimos del pueblo por el norte siguiendo la señalización de la ruta rodeados de abundante vegetación.

PA160008

 

La ruta está bien marcada, se trata de un pequeño recorrido, PR, homologado, cómodo y con abundante sombra. Si lo hacéis en otoño invierno es posible que encontréis nieve.

PA160010

 

Enseguida cruzamos el cauce del río Aravalle. Hay que vigilar la época del año en que hacemos la ruta porque podemos tener dificultades para cruzarlo.

PA160011

 

A continuación nos adentramos en el castañar de la Perigalla, una zona de magníficas arboledas con grandes robledales, pinos y castaños.

PA160014

 

Es flora de sierra, típica de zonas húmedas casi perennes todo el año.

PA160016

 

El entorno, muy rural, deja entrever que está poco explotado como comentaba al inicio del post.

PA160019fb

 

Robles, pinares…

PA160022fb

 

…y hermosos castaños de porte señorial con centenares de años a la espalda.

PA160030

 

En el paraje de Prados de los Conejos nos encontramos con varios castaños centenarios

PA160033fb

 

Apenas a dos kilómetros entramos en el segundo pueblo: Santiago de Aravalle donde destaca la torre de su iglesia parroquial declarada en 1981 Bien de Interés Cultural en la categoría de monumento.

PA160048

 

Pequeñas localidades con las calles contadas donde viven apenas unas decenas de vecinos pero que conservan un encanto especial; seguimos camino.

PA160049

 

Como contaba es un paraje llano, una meseta que casi podría ser un altiplano; mires donde mires te rodean montañas; este prado en medio de la cadena montañosa del Sistema Central es una delicia.

PA160052

 

Dejas los bosques de robles y pinos y te encuentras rodeado  de castaños por caminos amplios y muy cómodos.

PA160056

 

Cerca de la Garganta de Solanas la vegetación de ribera rodea el camino, es un paisaje que cambia continuamente.

PA160061

 

A nuestra izquierda la sierra de la Serenita y, justo detrás, aunque ahora no la veamos está la sierra de Candelario.

PA160063

 

Al otro lado, el Gredos más salvaje, el más pateado; la Sierra de Galín Gómez, las lagunas, el Majón Alto. La montaña que aquí se antoja tan cercana y que al pisarla parece interminable.

PA160067

 

Cerca de las Casas del Rey seguimos hacia el siguiente pueblo del Aravalle, Retuerta. La ruta es fácil y la señalización buena.

PA160070

 

Hay muchos pequeños núcleos abandonados, como el anterior de Casas del Rey o este de la Venta de las Veguillas.

PA160073

 

Tienen ese aspecto de lugares situados a la vera de las carreteras nacionales, cuando se viajaba sin prisas y las familias, o los coches llenos de familia, hacían parada y fonda, buscando el descanso. Las grandes vías, y los cambios de costumbres, los sumen en el olvido. Justo en este punto cruzamos la N-110 y caminamos junto a ella unos 300 metros para tomar una pequeña carretera a la derecha.

PA160075fb

 

Aquí volveremos a cruzar el río Aravalle, cerca de la presa de Retuerta.

PA160076

 

Y llegamos a Retuerta, una de las cinco pedanías del pueblo de Umbrías; apenas unas calles en las que parece no vivir nadie; pero sí te cruzas con algunos aldeanos que agradecen la visita.

PA160079

 

En su pequeña plaza, mirando a Gredos, con fuente incluida, hacemos un pequeño descanso.

PA160091

 

Y como hay que economizar, me llama la atención esta fachada: ¿por la mañana consultorio médico y por la tarde teleclub? Por la mañana curamos el cuerpo y por la tarde el espíritu. Digo.

PA160082fb

 

Y dejamos Retuerta. Y van tres pueblos y varias pedanías hoy abandonadas. Unos metros de esta pequeña carretera.

PA160094

 

Unos metros, apenas 200, en este paraje llamado los Arciprestes, tomaremos el desvío de la izquierda que está indicado. Nos llevará por un pequeño camino arbolado, rodeado de paredes de piedra.

PA160092

 

Y llegamos a Umbrías, pueblo algo más grande, de apenas un centenar de habitantes y que conserva, no muchos, algunos detalles de su arquitectura popular con casas circulares y dos entradas que se cerraban para protegerse de los lobos. Cuando había lobos y mucho ganado.

PA160101

 

Este magnífico paisaje que te rodea de continuo. Gredos, el risco de la Campana, a la derecha la cuerda de la Ceja y en el margen derecho otro de los pueblecitos de la comarca: Solana de Ávila, aunque por él no hemos pasado.

PA160102

 

Aquí podéis encontrar un pequeño bar para comer algo. Un pueblo que ve con alegría que un pequeño grupo de senderistas rompa la monotonía del lugar, y de paso deje algo de dinero y bullicio.

PA160103

 

Pero hay que seguir y volvemos al camino que ahora hacemos por la parte baja de la falda de la sierra. La actividad ganadera de Umbrías se deja ver.

PA160107

 

Esta parte del valle es más boscosa y la sombra de los árboles nos acompañará hasta el final, estamos pasando muy cerquita de otra pedanía: Las Casas de Maripedro.

PA160110

 

No andamos mucho y atravesamos la pequeña aldea de Las Hustias, dependiente también de Umbrías, con  apenas unas casas.

PA160111

 

En esta sucesión de pequeños núcleos rurales, es el encanto del camino además del paisaje, llegamos a Casas del Abad, también pedanía de Umbrías y con menos de 50 habitantes. Estos pequeños poblados son apenas una calle alrededor de la carretera, pero tienen un toque especial.

PA160114

 

Un tipismo rural que nos llama la atención; casas abandonadas junto a otras reformadas donde perduran unos pocos habitantes.

PA160116

 

Es la armonía del tiempo detenido, roto por nuestros pasos y la conversación de un grupo que atraviesa estas calles con sorpresa y desconocimiento. Tan cerca del bullicioso Valle del Jerte, tan diferente y tan tranquilo.

PA160117

 

Paisaje de Gredos, praderas verdes para el ganado que tan bucólicas nos parecen a los urbanitas

PA160121

 

Y entre pueblos sigue la ruta. Ahora Gilgarcía, una aldea de origen medieval, siempre formó parte de la tierra de la villa de El Barco, integrada en el señorío de Valdecorneja, que perteneció a los duques de Alba hasta el siglo XIX. Donde destaca la iglesia de San Sebastián, de pequeñas dimensiones, presenta una apariencia hermosa y sobria. La torre levantada a los pies estaba originalmente separada de la iglesia pero en la actualidad se encuentra adosada a un pequeño añadido de mampostería que ocupa el vacío que existía entre ambas construcciones.

PA160125

 

Y por los que llaman los Prados Chicos dejamos la estela de los pueblos del Aravalle para volver al principio

PA160126

 

Prados Chicos que nos enamoran en este pequeña meseta del Valle del Tormes. La práctica de la trashumancia sigue siendo habitual en esta zona de la provincia. Cuando comienzan los fríos los ganaderos de la zona bajan sus ganados hacia Extremadura a través de cañadas reales y cordeles, siguiendo un Código de Honor que se ha ido transmitiendo de generación en generación y que supone todo un rito.

PA160136fb

 

Delicioso valle que sorprende a quien no lo conoce, espectacular paisaje rodeado por las cumbres de Gredos que tenemos tan cerca los extremeños pero que no conocemos. Asoma la torre de Santiago de Aravalle que disfrutamos nada más comenzar la ruta.

PA160138fb

 

Caminos intactos que recorren sus pueblos y que ahora, señalizados y homologados, se ponen al servicio de la contemplación, al placer del paseo; protegidos por un bosque que amplifica su belleza.

PA160139

 

Caminos y puentes como este que salva la garganta Gardiel. Caminos hoy ya en desuso para bestias y personas que han sucumbido a las mas cómodas carreteras y que ahora mantienen los pasos de senderistas y ciclistas

PA160143

 

Y así volvemos al inicio. A Puerto Castilla, enamorados de este pequeño territorio olvidado por propios y extraños. La otrora imprescindible Nacional 110, que conecta Plasencia con Ávila, era la vida de este rincón. Cuando llegaron autovías, como la A-66, que lo hace todo más fácil, cayeron en olvido y su mención es sólo recuerdo.

PA160147

 

En Puerto Castilla reponemos fuerzas y aún tenemos algunas de sobra para celebrarlo bailando. La amistad del camino se refuerza al final de la ruta, cuando sabes que has llegado y el autobús te asegura un cómodo viaje de vuelta.

PA160150

 

Foto de grupo para decir hola y adiós. Y hasta la próxima.

PA160151

La Sierra de Gredos, techo de Castilla y Extremadura, corazón pétreo de España, como la definiera Unamuno, está situada entre las provincias de Cáceres y Ávila, y sus altas cumbres son el emblema natural por excelencia del Sistema Central, de comarcas cacereñas como la Vera, Jerte o el Ambroz, o esta avileña del Alto Aravalle. El macizo central de Gredos se extiende desde el Puerto del Pico hasta Tornavacas, e incluye el Circo de Gredos y muchas cumbres que son el deleite de senderistas y montañeros; un paisaje que se antoja tan lejano pero que tenemos tan cerca. Quienes disfrutamos de las cumbres de Gredos y sus alrededores, sabemos de qué hablamos. Afortunadamente.

©vicentepozas2017

Ruta Canchos de Ramiro y Ladronera. Valle del Alagón

P5010142

Tanto el río Tajo como su afluente el Alagón viajan por Extremadura encajonados en muchos tramos y dejan imágenes fantásticas y rincones para guardar en la retina. Si Peña Falcón, o el Salto del Gitano, en el Parque Nacional de Monfragüe es el más conocido, no es menos sorprendente este de Los Canchos de Ramiro en el Valle del Alagón, muy cerca del pequeño pueblo de Cachorrilla. Llegar a esta impresionante portilla es fácil porque la ruta está señalizada y es sencilla. Apenas 10 kms ida y vuelta por una excelente dehesa que tiene como recompensa este lugar mágico. Si os gustan las aves, recomiendo llevar prismáticos.

Os dejo el track oficial de la ruta para GPS, ya os digo que no tiene pérdida.

Cachorrilla es una pequeña localidad de menos de cien habitantes, cuando llegues a ella sigue la carretera que lleva hasta la plaza, atraviésala y sigue de frente por una pequeña calle que te saca del pueblo en apenas unos metros. Veréis una pequeña carretera y a unos metros una ermita donde podréis dejar el coche porque ahí mismo arranca la ruta. Nada mas salir de Cachorrilla los roquedos por donde navega el Alagón son visibles.

P5010001

 

Junto a la ermita del Cristo está la charca del mismo nombre donde nace el arroyo del Calvario.

P5010003

 

Como os digo la ruta está bien señalizada, aunque en sí no tiene mucha pérdida, porque el ayuntamiento de Cachorrilla nos da la bienvenida junto a un panel explicativo. Es una amplia pista de tierra la que lleva hasta los Canchos, el pero, que como en este país tenemos que meter el coche hasta dentro, no es raro cruzarse con vehículos de gente que no va andando, depende del día no son muchos.

P5010005

 

Entramos en la dehesa de los Tres Carrascos, donde suele haber mucho ganado, pero se nota que están acostumbrados a la presencia de gente y ni se inmutan

P5010006

 

Es una bonita dehesa sobre todo en otoño e invierno, época en la que os aconsejo hacer la ruta. O bien primavera, eso sí, en un año en el que haya llovido, no como nos pasó a nosotros, mes de mayo y ya está todo seco.

P5010009

 

Aún así la dehesa es de una belleza singular, hasta las encinas parece que bailan.

P5010014fb

 

La Sierra de la Garrapata es visible muchos metros antes.

P5010016

 

Esta es la casa del Canchito, aquí el trajín ganadero es constante, pero nadie molesta a nadie.

P5010018

 

Nos acercamos a la portilla de los Canchos de Ramiro, detrás la Sierra de la Garrapata

P5010020

 

A esta pista la conocen como Camino del Chorrillo, es muy plano con apenas algunas subidas y bajadas muy suaves.

P5010022

 

A medida que dejamos atrás la dehesa el paisaje se transforma en bosque mediterráneo, el terreno se cierra entre encinas, jaras y retamas.

P5010024

 

El paisaje tiene dos partes diferencias, la primera es pura dehesa y según bajas hacia la cuenca del río, desaparece la mano del hombre y el terreno es más abrupto y más virgen.

P5010025

 

A esta ladera en la Sierra de la Garrapata la conocen como la Madre del Agua, es un terreno lleno de hueco donde aves y mamíferos campan a sus anchas

P5010028

 

Y pegado a los Canchos de Ramiro, el Boquerón que crea el acantilado sobre el río Alagón, destino de nuestra ruta

P5010035

 

El Alagón en esta zona está en la cola del Embalse de Alcántara, además de anegar metros y metros de tierra, sufre los vaivenes del uso eléctrico del pantano; hoy se nota la herida del agua. Ahí están los Canchos de Ramiro.

P5010038

 

Nos hemos adentrado en el corazón del Espacio Natural Protegido de los Canchos de Ramiro. Corazón natural de la comarca del Valle del Alagón. Este entorno natural atesora uno de los complejos ambientales más interesantes de Extremadura, declarado en Noviembre del año 2.000 como Zona ZEPA (Zona de Especial Protección para Aves) forma parte del conjunto de Espacios Naturales Protegidos de la Red Natura 2.000 de Extremadura con una superficie de 6.200 hectáreas.

P5010042

 

La zona se sitúa justo donde el río Árrago vierte sus aguas al Alagón, dos ríos en uno en este rincón

P5010044

 

El sendero de los Canchos de Ramiro nos ha conducido hasta uno de los parajes más interesantes de la geografía extremeña. El abrupto acantilado sobre el río Alagón, las laderas umbrosas tapizadas por la selva mediterránea, el majestuoso vuelo de las aves y el silencio, nos adentran de lleno en este paraíso de la naturaleza.

P5010045fb

 

Este abrupto espacio cuenta con varias cadenas montañosas, los Canchos de Ramiro, el pico de Ladronera, la sierra de la Garrapata, sierra de la Solana, sierra Grande, sierra Pequeña, sierra de Valdecocos, y sierra del Arco. El espacio está atravesado por varios cursos de agua, como el regato del Castillo de las Moreras, el río Arrago, río Alagón, ribera de Fresnedosa, arroyo de los Herreros, arroyo de Valdecoco, arroyo del Acim, arroyo de Sardinero y arroyo del Listero.

P5010056

 

Los Canchos de Ramiro, junto con la Aceña del tío Jeromo, forma parte de la Cordillera Central de San Pablo, siendo toda la Cordillera una de las 170 zonas ZEPA de España y 650 de toda Europa. Aquí juntan sus aguas dos de los ríos que forman el Tajo, su afluente el Alagón, y el Arrago. En este punto el río Alagón casi ha finalizado su andadura dentro del Valle del Alagón, desembocando más arriba en el mismo Tajo ya en el embalse de Alcántara.

P5010058

 

El paraje nos ofrece los abruptos acantilados sobre los que anidan buitres leonados y rapaces, con laderas de bosque mediterráneo.

P5010066

 

Constituye el lugar idóneo para la vida de bogas, calandinos, barbos comizos, galápagos leproso y europeo, águila imperial ibérica, águila real, cernícalos primilla y vulgar, halcón peregrino, águila perdicera, buitres leonados y negros, alimoche o cigüeña negra, entre muchas otras especies.

P5010090

 

Los buitres, ajenos a nuestra presencia, continúan atareados con sus nidos, trasteando con ramas y otros elementos.

P5010114

 

El buitre leonado ha estado estrechamente ligado a las actividades pastoriles del hombre, realizando una eficaz, aunque a veces incomprendida, labor sanitaria. Neciamente perseguido durante décadas, este carroñero entró en un peligroso declive del que, relajada la presión, se recuperó de forma espectacular.

P5010120

 

Fue a principio de los años 60 cuando el embalse de Alcántara le privó a este río de su fuerza y caudal constante, modificando a partir de entonces el ecosistema de la zona y la forma de vida de los pobladores. Se perdieron los bosques de la Rivera, el salto de agua llamado «El Salto del Caballo» en los mismos Canchos de Ramiro, la pesca fluvial y los antiguos molinos de agua, destinados a moler grano y aceituna aprovechándose de la fuerza de las aguas y cuyos restos aún se pueden visitar con cierta nostalgia en la Aceña del tío Jeromo.

P5010128

 

Trato de imaginar este paisaje, cuando el río era río, y la mano del hombre no anegaba estas tierras para beneficio propio, al fin y al cabo, el embalse de Alcántara es una de las mayores heridas de nuestra tierra y una vergüenza.

P5010140

 

Una última mirada a pie de agua de esta portilla natural que parece mágica aquí tan cerca. Los aficionados a la ornitología y la fotografía de aves pasan aquí horas y horas.

P5010145

 

Volvemos sobre nuestros pasos, el camino es de vuelta por el mismo trazado. A esta hora, más cercana al mediodía, la presencia de coches es más frecuente. También gente andando. Menos mal que Antonio Luna y yo salimos temprano.

P5010150

Paisaje escarpado convertido en reserva natural, cauce fluvial que cumple una interesante función como corredor ecológico; Los Canchos de Ramiro es un lugar que enamora, no tiene la suerte de que nadie lo defienda como Reserva de la Biosfera, o Parque Natural, pero por sus recursos lo merece. Es el hermano menor del Salto del Gitano, como lo es el Alagón del Tajo, pero si venís comprobaréis que en belleza van de la mano. El Valle del Alagón pierde su valle y su vega en rincones tan especiales como este.-

                                                                                                                                                 ©vicentepozas2017

Ruta Meandro Melero. De Arrolobos a Riomalo de Abajo

IMG_20170401_155845

La comarca de las Hurdes tiene muchas imágenes  que la identifican, pero hay una por encima de todas ellas que se repite una y otra vez: el Meandro Melero; esa isla que forma el río Alagón en la zona embalsada del pantano de Gabriel y Galán, aguas abajo, situado en la vecina Tierras de Granadilla. Curiosamente la isla es tierra castellana porque el río Alagón marca la frontera entre Extremadura y Castilla-León, pero no importa porque la imagen sólo se disfruta desde aquí.

Nosotros hicimos la ruta que une la alquería de Arrolobos y la de Riomalo de Abajo, pasando por el Meandro, 22 kms. de pista con escasos desniveles y que discurre entre la Sierra de Valhondo y la del Helechoso y bosques de pinos que nos acompañaron todo el trayecto

Hay otra ruta, circular, de apenas 6 kms. que parte y llega a Riomalo de Abajo que se conoce como Verea de los Pescadores, os dejo los dos tracks por si alguien le apetece dar un pequeño paseo por la zona

Track para GPS Arrolobos- Riomalo de 22 kms.

Track para GPS Verea de los Pescadores 6 kms.

Después de pasar Vegas de Coria en la carretera autonómica EX-204, la carretera principal de la comarca, nos encontramos un desvío a la derecha que lleva a la alquería de Arrolobos, apenas a dos kilómetros más abajo. La carretera acaba aquí, como veis en la fotografía, justo de donde sale la pista que nos llevará hacia el Meandro Melero.

P4010002

 

Cuentan que Arrolobos siempre ha sido considerado como un pueblo de pescadores que realizaban sus faenas en los ríos de la Mancomunidad y después iban por las alquerías vendiendo la pesca.

P4010001

 

No es de extrañar, Arrolobos se sitúa junto al río Hurdano en este bonito meandro convertido en zona de ocio. En fin no hay mas que seguir la pista de tierra e iremos bordeando el curso del agua.

P4010006

 

Arrolobos con la Sierra de Riscales al fondo y el pequeño monte de Las Cortas a la izquierda. Las Hurdes es tierra de huertos, olivos y cada vez más cerezos por su rentabilidad.

P4010009

 

Caminamos por el Cotorro de las Pineras, iremos todo el trayecto bordeando las sierras de Valhondo y del Helechoso, rodeados de pinos

P4010011

 

En ocasiones el bosque es más cerrado y el paisaje se limita al arbolado que nos rodea mientras recorremos la pista.

P4010012

 

En otras ocasiones el bosque se abre y disfrutas del paisaje y entonces eres consciente del terreno que te rodea y vuelves a disfrutar del río Hurdano al que le seguimos el curso antes de que acabe, como nosotros, en el río Alagón

P4010016FB

 

Los incendios dejan su huella, aunque se vaya borrando, las zonas despejadas de árboles muestran las heridas del fuego que jaras y retamas se encargan de tapar

P4010017

 

Llegamos a la Collada del Helechoso a algo más de 500 metros de altitud, un cruce de caminos con diferentes pistas, algunas señalizadas, nosotros venimos de Arrolobos

P4010018

 

Ondulaciones de los nervios de la sierra que creando una sensación de que caminas por un sembrado de sierras y montes que se van sucediendo y que parecen no terminar nunca, pero detrás de esas últimas elevaciones están las Tierras de Granadilla y al fondo el Valle del Ambroz y la Sierra de Gredos.

P4010020

 

La ruta es sencilla sin fuertes desniveles, aunque puede resultar algo monótona porque discurre siempre por pistas amplias que zigzaguean continuamente.

P4010023

 

Pequeñas construcciones y muros de pizarra nos recuerdan que estamos en Las Hurdes. Es primavera y se nota.

P4010024

 

Hay veces que ves el camino a lo lejos y sigues la traza de la pista que ahora salva el Arroyo Hormigas, estamos más cerca del Alagón y por tanto del Meandro

P4010025

 

El día nos regala algunas nubes para que las imágenes ganen algo más en belleza y mitiguen el calor que a esta hora, cerca del mediodía, pesa un poquito.

P4010027

 

Aquí termina su vida el río Hurdano, ahogado en las aguas del Alagón que la enorme presa de Gabriel y Galán embalsa sin miramientos durante kilómetros y kilómetros. El río Hurdano que nace más arriba, en Las Hurdes Altas, donde las Apreturas de la Majá Robledo, en la Sierra de la Canchera, justo a los pies del Pico Solombrero. El río Hurdano de curvas imposibles, de imágenes únicas que presta sus aguas a las alquerías y pueblos de La Huetre, Casarrubia, Casares de Hurdes, Asegur, para beberse, a la altura de Cerezal, al río Malvellido e ir más crecido, aguas abajo, hacia Nuñomoral o Rubiaco y atravesar la carretera en Vegas de Coria, donde lo encontramos para guiarnos a Arrolobos y no perderle la pista hasta ahora que lo despedimos en las tranquilas y domadas aguas del Alagón.

P4010028FB

 

Encaramos la frontera entre Extremadura y Castilla-León, con el río de por medio; frente a nosotros el Parque Natural de Las Batuecas- Sierra de Francia con el pico de Robledo a la derecha.

P4010031

 

Y llegamos al Meandro Melero, a la Isla, que desde el Mirador de la Antigua ofrece esta imagen tan conocida, con las nieves de la Sierra de Gredos al fondo. Este lado es Extremadura, el de la Isla está en territorio castellano-leonés.

P4010037

 

Definido por muchas revistas especializadas en turismo como uno de los lugares más bellos e impactantes de la geografía española, este meandro que dibuja el curso del río Alagón en sus proximidades a la localidad de Riomalo de Abajo, llega en las épocas en que mayor volumen de agua se acumula en el Pantano Gabriel y Galán a formar casi un islote.

P4010044FB

 

A partir de aquí tenéis dos opciones, o seguir la pista que lleva hasta Riomalo desde el mirador, que es tranquila, pero en la que os podéis encontrar coches subiendo y bajando, sobre todo en fin de semana; o bien quitaros un ratito de pista por la Verea de los Pescadores que ofrece también unas bonitas imágenes del meandro, la vereda enlaza un poco más adelante con la pista como podéis ver en el track.

P4010013

 

Casi abajo, cuando terminan los bosques, comienzan las huertas y los cerezos florecidos te salen al paso. Riomalo de Abajo también tiene río, en su topónimo y en su término, el río Ladrillar se despide aquí antes de entregarse, como el Hurdano, a las aguas del Alagón. Curiosamente el Ladrillar también es frontera, como Riomalo de Abajo, que saluda a los viajeros que llegan a Extremadura y despide a los que marchan a Castilla-León

P4010045

 

Las Hurdes es un paseo de olores, colores, miradas, sabores, una fotografía que guardas, maravilla rural en 2014; conserva ese halo de tierra maltratada, de belleza robada, en Las Hurdes hay algo diferente y no sabes qué es.

IMG_20170401_182455

Terminamos en casa de Jesús, en el Restaurante Riomalo, junto a su Complejo Turístico, disfrutando de la compañía de toda la gente que pasa de una región a otra, esta es parada de moteros y senderistas. Las Hurdes tiene mil caminos, mil meandros, mil postales…  porque lo dijo Unamuno, es el único lugar del mundo donde la tierra es hija de los hombres.-

©vicentepozas2017

Ruta Pico Blanco

P4110138

Dicen que el pequeño pueblo de La Pesga es la puerta de Las Hurdes, encajonada entre el puerto de Perancho y el río Los Ángeles, a los pies de la Sierra de la Vaqueriza y el Manzano, donde se juntan el río de Los Ángeles y el Alagón, entre la zona de Hurdes y el Valle del Ambroz. Cerca, el río Hurdano ha caído en brazos del Alagón y alegra los niveles del Embalse de Gabriel y Galán; allí donde el río de los Ángeles se deja querer por los arroyos Cambrón, Cambroncino, Esperabán… las aguas de Hurdes. Sí, Las Pesga es Hurdes, es su estado natural; el reparto administrativo la sitúa en Tierras de Granadilla, pero esas cosas son por dinero y nada tienen que ver con los paisajes. Esas Hurdes bajas disputadas desde siempre junto a otras localidades como Casar de Palomero.

Y este paisaje es de los que enamoran. Las referencias de este trazado que encontraréis en la web de la comarca son las de una ruta circular con salida y llegada a La Pesga. Pero nosotros hemos querido arrancar un poco más allá, en Casar de Palomero, en Las Hurdes. Un trazado que discurre por la cuerda de varias sierras que nos mostrarán, en todo momento, la belleza hundida, entre valles y montañas, de las Hurdes, y la enorme extensión de las Tierras Granadillas y sus islas en el entorno del Embalse de Gabriel y Galán. Espectacular, es la mejor definición; eso sí, son casi 17 kms con un nivel acumulado de bajada de algo más de 1.000 metros y de casi 900 de subida. Durilla? sí, un poco. Pero yo repetiría.

Ahí tenéis el track para GPS

La ruta recibe el nombre de Pico Blanco, que es como aquí llaman al Pico El Culebro, en la Sierra del Manzano, donde encontraréis un magnífico mirador, una terraza de piedra en cuyo centro se haya el vértice geodésico, según cuentan los oriundos de la zona, esta la mejor vista sobre el embalse de toda la comarca, desde allí se puede admirar el laberinto de islas y penínsulas creadas por las aguas a un lado y la belleza y profundidad de Las Hurdes por otro. Pero arranquemos.

Partimos de Casar de Palomero donde yo aconsejo visitar su Museo del Olivo, un antiguo lagar restaurado, su barrios judío y árabe o su plaza porticada. Su historia es rica, de hecho pasaremos por el Alto del Gamo donde se recoge un episodio, en el siglo XV, de aquellos complicados años de convivencia entre judíos y cristianos. Además de molinos y el río de los Ángeles.

P4110004

 

Enfilamos la subida a la Sierra de Santa Bárbara, que no coronaremos, buscando otro de los lugares de referencia en el pueblo, el arroyo de Las Huertas donde se encuentra la Fuente de la Madre del Agua. Hasta los nombres son bonitos.

P4110007

 

Ascendemos por lo que llaman Cruz de Piedra, buscando los primeros bancales del verdadero motor de la comarca: los olivos, ahora invadidos por cerezos que se extienden por todo el norte de Extremadura.

P4110008

 

Nada más ascender un poco, el paisaje comienza a asomar a nuestros ojos, Casar de Palomero descansa sobre una pequeña loma rodeada de sierras.

P4110018

 

Por el paraje de los Mártires, las laderas abancaladas que se han poblado de cerezos nos rodean, un cultivo cada vez más extendido por su alto rendimiento y su creciente demanda.

P4110023

 

Al descender al detalle los brotes de lo que serán deliciosas cerezas son pequeños botones verdes con restos de la flor, en zonas mas umbrías estará más retrasada y la flor, blanca, seguirá en pleno apogeo.

P4110027fb

 

Frente a nosotros, el milagro de la tierra: miles de olivos que no paran de subir en escaleras que no terminan de crecer, formados en filas casi perfectas, una máquina de producir aceite y aceitunas de la variedad manzanilla cacereña; poco rendimiento pero calidad exquisita.

P4110028

 

Arriba, en la zona del Puerto, donde la tierra no se ha domado, la sierra enseña sus pizarras, dientes  de la montaña que recuerdan el antiguo aspecto de estas lomas.

P4110032

 

Miradlos ahora, a la derecha olivos obedientes, calcados; por la izquierda se van colando los cerezos con sus flores escandalosamente bellas y sus frutos deliciosamente tentadores.

P4110033fb

 

Y llegamos al puerto de El Gamo, aquí la historia tuvo su tensión. Cuentan las crónicas que las poblaciones judías y cristianas que eran las mayoritarias en estas tierras, tenían entre sí unas difíciles relaciones debido a las diferencias religiosas, llegó el enfrentamiento un Viernes Santo de 1.488 cuando los judíos apedrearon la Cruz del puerto del Gamo. En tierras cristianas terció el duque de Alba, que condenó a los judíos y mandó convertir su sinagoga en templo cristiano. En 1706 se construye la basílica de la Cruz Bendita en lo que fue la sinagoga. Y aquí sigue.

P4110036

 

Estamos en un Lugar de Interés Comunitario (LIC) para la Unión Europea, Sierras de Risco Viejo, que recoge desde las sierras del Gorrero, Dios Padre, de Santa Bárbara, del Cancha, del Castillejo hasta esta de la Pesga. El interés de esta área se debe a la presencia del Lince Ibérico y su introducción en esta zona. Aquí cruzamos la carretera que une las dos comarcas.

P4110038

 

La ermita conserva el original aspecto de sinagoga pero ningún elemento de su pasado judío. Sólo una inscripción en la entrada recuerda aquellos hechos.

P4110040fb

 

A la ermita la rodean dos merenderos: el del Puerto del Gamo y el del Canchorro.

P4110044

 

El puerto es un excelente mirador que te deja observar la parte de Tierras de Granadilla, los olivos siguen siendo los dueños del paisaje.

P4110049

 

Hacia el otro lado Casar de Palomero se aleja, al fondo las Hurdes altas y el límite de provincia.

P4110052

 

Bordeamos el Cerro del Gamo en un primer ascenso suave, llegando la loma del Canchorro, divisamos una de las tres alquerías de Casar de Palomero, Rivera Oveja y ese paisaje de Hurdes que tanto enamora.

P4110055

 

Llegamos al Collado de Valdecorrales y comienza el espectáculo, a partir de ahora caminaremos por la cuerda del Pinajarro…

P4110061

 

…disfrutando, por un lado, las Hurdes…

P4110063

 

…al otro, las Tierras de Granadilla, las aguas del Alagón domado por el embalse de Gabriel y Galán y al fondo Gredos y los Montes de Tras la Sierra.

P4110064

 

De nuevo hay que subir, hasta el Alto del Pinajarro, por un camino que separa las tierras ganadas del bosque mediterráneo original.

P4110070fb

 

Es el tercero de los ascensos de la ruta que va acumulando desniveles en las piernas y belleza a los paisajes.

P4110072

 

Al fondo Cambroncino alquería de Caminomorisco y las sierras que limitan las Hurdes bajas.

P4110077

 

Sigue el ascenso, una vaivén de cuestas, arriba y abajo. Bajas, pero sigues subiendo. Casar de Palomero va quedando más lejos

P4110079fb

 

Hacía el lado del embalse granadino, Mohedas de Granadilla, en mitad del llano. Rodeado de pequeñas islas de robles y castaños y olivos, siempre olivos, muchos olivos.

P4110083

 

La sierra de Santa Bárbara, Casar de Palomero y nosotros, subiendo claro.

P4110089fb

 

A medida que ganas altura, ganas paisajes. La orografía de Hurdes se muestra como es, al fondo las Mestas y la Peña de Francia en Salamanca.

P4110093

 

Aprovechamos para descansar en el Alto de Pinajarro a 862 metros de altitud después de un duro ascenso. Reponemos fuerzas.

P4110094

 

La bajada por el Collado del Pinajarro no es menos complicada, son caminos de tierra y piedra suelta que nos hacen extremar precauciones.

P4110098

 

Una sierra entre dos tierras. Las del Granadilla, las del poeta Gabriel y Galán guardan muchos secretos y lugares magníficos, la desahuciada Granadilla convertida en campamento a costa del dolor de sus gentes; la ciudad romana de Cáparra nunca valorada, El Anillo esa inversión millonaria, y magnífica, que nadie se atrevió a usar con cabeza. Puentes romanos, ríos, dehesas, embarcaderos, pueblos magníficos. Una tierra poco vendida y menos enseñada, pero con unas posibilidades para el turismo más que sobradas, pero no han dado con la tecla.

P4110111fb

 

Es un paisaje suave por este lado que deja ver al fondo la cumbres de Gredos, aún con nieve. Desde aquí no se aprecia pero estamos en una gran isla rodeada por la masa de agua del embalse de Gabriel y Galán y el río de los Ángeles.

P4110118fb

 

Este trazado entre huertos y jaras, balcón de paisajes no deja de enamorarte ni un metro de camino.

P4110126fb

 

Detrás de nosotros se puede ver el camino seguido, por la lomas de sierras, estas enseñan los trasquilones que el hombre ha hecho a la montaña para cuajarla de olivos, interminables bancales en una tierra que se ha convertido en intensiva e irregular. Es la primera parte de la ruta con sus subidas y bajadas.

P4110131fb

 

Esta parte es más llana, venimos andando por esa larga cuerda que muestra ambas comarcas y que ahora se ve así en el último ascenso de la ruta que nos lleva al Pico Blanco.

P4110132

 

Arriba en lo alto de la sierra del Manzano, en el Alto del Culebro, a 959 metros de altitud, un balcón nos invita a disfrutar de verdad de la magnífica tierra que nos rodea. Llegamos al destino de la ruta.

P4110136

 

Aunque aún hay que descender hasta La Pesga, fin de ruta, a los pies del río de los Ángeles. Aquí nos relajamos un rato largo y disfrutamos de una vista privilegiada.

P4110138

 

En esta sucesión de valles y aguas, donde el Alagón dibuja meandros como el del Melero.

P4110149

 

No tan lejos el Valle del Ambroz, con el Sistema Central al fondo, cumbres nevadas que se ven desde aquí.

P4110151

 

En este balcón todo es visible, las Tierras de Granadilla, como desde ningún sitio, como dicen en la comarca. Es una visión en 360º, un regalo para quienes amamos el campo, quienes tenemos a Extremadura en la cabeza, un mapa a tamaño real que despierta cualquier imaginación.

P4110153

 

Aquí apoyado me acuerdo de Unamuno: «Si en todas partes del mundo el hombre es hijo de la tierra, en Las Hurdes la tierra es hija de los hombres».

P4110154fb

 

Hasta la foto de grupo deja esta imagen del fotógrafo. Juan Antonio hace estas cosas para obtener la mejor instantánea.

P4110157fb

 

Acerco el zoom de la cámara para que veáis El Anillo, el que han llamado Centro de Tecnificación Deportiva, una isla que quería convertirse en un referente en la I+D+i deportiva pero que se quedó ahí.

P4110158

 

Iniciamos el descenso hasta La Pesga, más de 500 metros en 4 kilómetros que restan de ruta, todavía quedan paisajes.

P4110161

 

Nos preparamos para el tramo más duro, la bajada más pronunciada. Buscando el final.

P4110165fb

 

Enseguida sorteamos bancales de cerezos, aquí la flor está todavía en su punto álgido.

P4110177fb

 

Descenso constante en un zig zag que nos va acercando a La Pesga.

P4110182fb

 

Podría ser el Valle del Jerte pero este paisaje se extiende, cada vez más, por todo el norte extremeño.

P4110183fb

 

No le gusta al dueño que la gente pase por aquí, cierto que lo vimos al salir, pero nosotros somos gente tranquila que nos limitamos a disfrutar del entorno, sin molestar.

P4110185fb

 

Y entonces, cuando cae la luz de la tarde, llegamos a La Pesga y comenzamos a recordar paisajes. Dice el ayuntamiento en su página que «Las laderas de las sierras son utilizadas para el cultivo del olivar, muy extendido por la zona. El clima mediterráneo continental templado hace de la ribera del río uno de los mejores parajes en la época estival para refrescarse en sus abundantes aguas, además de disponer de las nuevas instalaciones de piscinas municipales y otras para zona de acampada».

P4110191fb

Hay caminos que pintan paisajes. Unen, o separan como quieras verlos, espacios, territorios. Caminos en los que certificas que las Tierras de Cáceres son un todo, y a la vez tan distintas que las distingues nada más verlas. Cuando las Hurdes entró en la leyenda se abrieron los caminos a sus gentes y a las de fuera. Hoy son un privilegio, tierras para enamorarse; cerca, el valle que hoy anega el Alagón presume de su fértil tierra, la dehesa ha dado paso a legiones y legiones de oro líquido. En este valle de las Tierras de Granadilla, en los que hasta el agua es sosiego; donde ejerció el poeta salmantino Gabriel y Galán y encontró la paz necesaria para escribir versos como estos:

Dos paisajes: el uno soñado
y el otro vivido.
¡Cuán amarga, sin sueños, me fuera
la vida que vivo!
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Era un trozo de tierra jurdana
sin una alquería;
era un trozo de mundo sin ruido,
de mundo sin vida.

                                                                                                                                            ©vicentepozas2016

Ruta al Pico Pitolero

P5020198fb

A las Tierras de Granadilla y el Valle del Ambroz les separan del Valle del Jerte los Montes de Traslasierra, la parte más occidental de la Sierra de Gredos en el Sistema Central. En estos Montes el pico más elevado es el Pitolero, 1.354 m de altitud, un faro desde el que disfrutar en 360º del Valle del Jerte, el Ambroz, las tierras de Granadilla y el pantano de Gabriel y Galán y serranías como Hurdes, Peña de Francia, Sierra de Gata y los Montes de Toledo en las villuercas cacereñas. Esta es la ruta que hacemos hoy, la subida al Pico Pitolero partiendo de Cabezabellosa en Tierras de Granadilla, pasando al Valle del Jerte y volviendo al punto de origen, 15 kms con un ascenso de 4,5 kms seguidos pero muy suaves que hacen la subida muy cómoda y tranquila. Es una ruta de dificultad media-baja pero que nos invita a disfrutar de paisajes excelentes.

Os dejo el track para GPS

Comenzamos en Cabezabellosa, una localidad que pertenece a la comarca de Trasierra-Tierras de Granadilla, un balcón del valle por su situación a 840 metros de altitud. El pueblo de calles empinadas tiene apenas 500 habitantes y se asoma a la comarca desde todos los rincones.  La ruta la iniciamos nada más entrar en el pueblo, unos metros más adelante veremos una pequeña plaza por la que encaramos la calle de la izquierda y ascendemos hasta toparnos con la carretera que lleva a El Torno y el Valle del Jerte, ahí comienza a la subida al pico Pitolero.

P5020075fb

 

Mientras camináis por el pueblo no dejéis de fijaros en los nombres de las calles, no tienen desperdicio.

P5020079fb

 

El primer tramo, de apenas 200-300 metros es el más empinado hasta alcanzar el depósito de agua de la localidad, en el resto se suaviza la pendiente. Sí es cierto que nada más comenzar el ascenso empezamos a disfrutar de un excelente entorno; lo primero, el propio pueblo de Cabezabellosa y su enclave natural, con la ermita de Nuestra Señora del Castillo sobre el pequeño promontorio, el cerro del Búho, que oculta la localidad de la vista de quienes recorren la autovía de la Ruta de la Plata.

P5020101fb

 

Uno de los regalos de la ruta es que ascenderemos por la loma de la Sierra de Cabezabellosa como si fuese un gran balcón que nos enseña buena parte de la comarca. Hay días, como este, en que las nubes se suman al paisaje y lo hacen más mágico todavía.

P5020115fb

 

La ausencia de árboles y matorrales altos facilita la contemplación de las Tierras de Granadilla y buen parte del Valle del Ambroz. Ascendemos por la zona de El Manzano.

P5020119

 

Desde aquí los primeros pueblos del Ambroz, en primer término lo que llaman la Piedra del Majadal y el Collado del Cerezal.

P5020124

 

El agua es una constante en toda la ruta, en esta loma de la sierra son múltiples las cascadas, fuentes, riachuelos, pozos y manantiales con los que te cruzas, algunos aprovechados para tomas de agua.

P5020133

 

Algún roble perdido de los muchos que debieron poblar la sierra y ahora jara y retama, vegetación baja.

P5020142

 

Es verdad que las nubes son un regalo que le da magia al paisaje…

P5020150fb

 

…pero en días claros la vista se pierde. Zarza de Granadilla  a la derecha, el pantano de Gabriel y Galán y se pueden ver, para quienes conocen la zona, El Anillo y Granadilla.

P1160025FB

 

El día sigue jugando al escondite y dejando imágenes magníficas sobre la Peña de Morejón.

P5020159

 

Aquí vemos Jarilla en primer término y Zarza de Granadilla al fondo., seguimos el ascenso, ya digo que hasta la cumbre hay 4,5 kms, suaves y cómodos.

P5020161fb

 

El agua es un regalo en la ruta, aunque yo he subido también en invierno y el agua que corre se convierte en hielo que hace el camino más peligroso. Fuentes para beber.

P5020162

 

Y arroyos, esta es la Garganta Cabera

P5020164

 

Encuentras pequeños manantiales que brotan del suelo, haciendo burbujas debajo de las piedras, suena el agua corriendo por entre las rocas, es un espectáculo

P5020178

 

Antonio y Teo no resistieron fotografiar este escandaloso nacimiento de una garganta que abajo dará sombra y baño.

P5020185

 

Es, o era, un zona para ganado, aunque ya no se ve mucho, el agua era aprovechada para abrevaderos de animales.

P5020186

 

Le preguntas a Teo ¿cuántas fotos echas en una ruta como esta? ¡cienes y cienes! No es para menos.

P5020187fb

 

El día sigue jugando al escondite y nosotros seguimos subiendo por una senda bien marcada que nos acerca a la cima.

P5020192fb

 

Cuando recuerdas la expresión ‘mar de nubes’ te viene a la cabeza esta imagen desde la Sierra de Cabezabellosa.

P5020194fb

 

A punto de coronar, ya ves varios picos de los montes de Traslasierra, el de Cabeza del Santo y El Fraile.

P5020199

 

Entramos a la cima por el Collado de Mingopedro a 1.300 metros de altitud, en cuatro kilómetros hemos subido un desnivel de 500 metros, suave.

P5020218

 

Y dejamos atrás las tierras llanas de Granadilla para disfrutar del Valle del Jerte.

P5020220

 

Entre las peñas descubres pequeñas cuevas que habrán servido, más de una vez, como refugio a personas y animales.

P5020223

 

Desde aquí arriba es un espectáculo el valle, Plasencia, el pantano…

P5020231

 

Nosotros, visitantes efímeros, no rompemos la rutina del escarabajo pelotero, que sigue acumulando comida.

P5020239fb

 

Y llegamos al final, alcanzando el Pitolero donde otro mar, este de antenas, coronan el pico.

P5020255

 

Una costumbre entre grupos de montañeros es subir un belén a las montañas, este que tienen bien guardadito es de un club de Salamanca.

P5020265

 

La buena situación de la cumbre, con vistas a varios valles es aprovechado para las telecomunicaciones,  las antenas son un punto de referencia para llegar al pico sobre todo porque en esta zona, desde que coronamos la cima no hay camino trazado y hay que guiarse por ellas para llegar a lo alto del Pitolero.

P5020279

 

Aprovechamos para dar testimonio de que estuvimos arriba en el punto geodésico, 1.354 metros y pusimos a posar a las mochilas como prueba de ello.

P5020280

 

Os decía que desde aquí el Valle del Jerte se muestra así de bonito. Los pueblos de derecha a izquierda: Casas de Castañar, Cabrero, Piornal y Valdastillas.

P1160091FB

 

Una vez arriba sólo hay que seguir la pista que baja desde las antenas, es ancha y cómoda y, como en la otra parte de la sierra ofrece vistas excelentes, ahí tenéis el pantano de Plasencia. Un paraje de excelentes prados y hermosos robles.

P1160087FB

 

En la zona más alta no quedan muchos ejemplares, cierto que los que hay son inmensos, imagino que en otro tiempo estoy sería un bosque de estos gigantes majestuosos.

P5020303fb

 

Según desciendes la vegetación se cierra y los árboles crecen en número.

P5020319

 

En ese bosque veréis varios restos de antiguas construcciones pastoriles. Testigo de la presencia de rebaños de ovejas y cabras en otra época. Ya el ganado es mayoritariamente vacuno.

P5020325

 

Robles centenarios que nos hacen pequeños, no dudes en pararte y disfrutar de ellos un rato.

P5020329

 

Seguimos el descenso por la zona que llaman El Colgado, la pista aparece en algunos tramos, los de más pendiente, cementada pero es bastante cómoda y no tiene pérdida.

P5020341

 

El camino nos va mostrando el Valle del Jerte desde otra perspectiva, frente a nosotros la sierra de San Bernabé.

P5020344fb

 

Si seguís el track, cuando ya se acaba la pista hay un desvío a la izquierda, donde aparece otro camino que nos llevará a uno de los hitos de la ruta: el roble de Romanejo.

P5020356

 

El roble de Romanejo, 500 años, es Árbol Singular de Extremadura, un magnífico roble de tamaño considerable, 25 metros de altura.

P1160103FB

 

Pasamos la cancela que hay frente al roble, cruzamos la carretera y torcemos a la derecha, cogiendo el antiguo camino que unía El Torno y Cabezabellosa, de hecho si giráis a la izquierda llegaréis a El Torno. 

P5020363

 

Alguien con gusto consideró que bien merecía la vista unas piedras para sentarse y disfrutar del paisaje.

P5020367

 

El camino, a ratos de piedra, entra en una especie de portilla que hace la sierra en lo que conocen como La Ventosilla.

P5020373

 

El camino discurre paralelo a la carretera, de poco tráfico, si acaso perdéis el camino siempre podéis ir por ella.

P5020374

 

En este punto no hay camino claro, se trata de atravesar un pequeño prado para enlazar con un camino que encontraremos más abajo.

P5020378

 

Tomado  el camino ya enfilamos hacia el pueblo, ya no hay pérdida.

P5020385

 

Alguna estampa nos dejan los prados cercanos al pueblo, son los últimos paisajes.

P5020387

 

 

Y entramos en Cabezabellosa por el lado contrario al que partimos. Fin de la ruta.

P5020389

 

Marcamos como hecho el ascenso al pico Pitolero, la frontera natural entre Granadilla y el Ambroz y el Valle del Jerte, punto de referencia: Cabezabellosa, un pueblo no muy conocido pero que es un verdadero balcón a las llanas tierras del Valle, conocerlo, un privilegio.

P5020390fb

Caminar subiendo montes y sierras, coronando picos y lomas, te permite una visión amplia del territorio, el nuestro, el de Extremadura, ofrece exquisitas delicias que descubres pateando senderos, marcando veredas y con la cámara al hombro. Los valles se disfrutan desde la altura, los llanos los mides cuando ascienden metros y dejas abajo pueblos, cordeles y carreteras. Tenemos la suerte en Extremadura de contar con varias cadenas montañosas que son un reto para el senderista, cuando las añades a tu catálogo de rutas, tu visión del territorio es más amplia y más precisa; reconocer pueblos, montes, sierras, pantanos te hace sentirte más apegado a la tierra, las descubres con los ojos y las guardas en la memoria, como un recuerdo por si tienes que volver. Y volveremos, lo haremos, como siempre, Andando Extremadura.-

                                                                                                                                                 @vicentepozas2016

La Ermita del Salor y las Corralás. Torrequemada

PC130448

Torrequemada, como Torreorgaz y Torremocha eran antiguas aldeas de Cáceres. Hoy estos pequeños pueblos sobreviven por su cercanía con la capital cacereña pero aún guardan un legado patrimonial más que interesante. Es el caso de la ruta de la ermita del Salor y Las Corralás en Torrequemada, dos señas de identidad del pasado. 10 kilómetros de paseo por la dehesa extremeña en el que disfrutaremos de la ermita gótico-mudéjar de Nuestra Señora del Salor, un antiguo puente medieval sobre el río Salor y las antiguas cochiqueras comunales, Las Corralás, en la dehesa boyal del pueblo.

Se trata de 10 kms muy llanos pero singulares, cargados de sorpresas. Este es el track para GPS

Nos remontamos al siglo XVI en el que la tierra de Cáceres comprendía un extenso territorio, bajo jurisdicción real creado por la corona Leonesa, en él se ubicaban la Villa de Cáceres y un conjunto de aldeas, dependientes de su jurisdicción entre las que se encontraba la aldea de Torrequemada. El núcleo de los primeros pobladores, se formó con los soldados de las huestes conquistadoras, entre las cuales se hizo el primer reparto de tierras, con el carácter de propiedad plena, para ello se dividió el territorio en sexmos, y al frente de cada uno se nombró un sexmero, que se erigía en portavoz de los intereses ante el Concejo.

PC130449      

 

Para comenzar la ruta, lo mejor es ir al final del pueblo, si venís de Cáceres, al comienzo si es al revés; a la izquierda hay dos bares pegados a la carretera de Medellín y a la derecha hay como una plaza y una carretera/calle que señala el camino de la ermita. Hay que dejar el coche allí y comenzar la ruta continuando la calle adelante donde encontraréis esta pequeña charca. Sólo hay que seguir el camino que lleva fuera del pueblo. No tiene pérdida.

P2010039FB  

 

La calle por la que transitamos, desde donde dejamos el coche, está llena de elementos arquitectónicos singulares, predomina el granito muy abundante en toda la zona, de hecho en la localidad existe una antigua cantera de granito ya abandonada. Pero no dejéis pasar algunos esgrafiados y fachadas muy peculiares (si empiezo a poner fotos no paro).

P2010041FB

Nada más salir del pueblo, a unos 200 metros, encontraréis un camino a la izquierda con un cartel de hierro que nos indica la dirección a la ermita del Salor. Es el antiguo camino de Montánchez el que recorreremos en este primer tramo de la ruta.

PC130454

 

El camino transita por una dehesa boyal que es casi de libro en otoño y primavera, su uso ganadero la mantiene viva. Ganado porcino y vacuno abundan sobre todo.

PC130459    

 

Dehesa llena de sorpresas, ejemplo de supervivencia: del tronco caido de un árbol nace una rama que se convierte en otro ejemplar majestuoso, cayó y volvió a levantarse.  A este paraje le llaman Tierra Colorada.

P9260012  

 

Muros de piedra que delimitan fincas y hacen camino. Callejas que han guiado, desde hace siglos, a generaciones de viajeros. Lindes levantadas a mano. Cordeles, callejas, cañadas…

PC130469

 

  …Paredes que la ciencia de la experiencia levanta con esa aparente fragilidad que da miedo tocar, al verlas parece que un aire fuerte las pudiese echar abajo. Nada más alejado de la realidad, llevan cientos de años en pie a pesar de ese incomprensible equilibrio. La belleza y durabilidad de las cosas hechas a conciencia, sin prisas. En todo hay una ciencia, un porqué, viendo los kilómetros de estos muros, en estos lo hay sin duda; lo que ignoro es si todavía alguien guarda esa memoria para hacerlas con este arte.

P2010061

A lo lejos ya se apunta esa joyita que está en medio de la dehesa. La ermita del Salor. Debió de comenzarse en el s. XIII, después de la reconquista del territorio y se relaciona con una fundación templaría. Se trata de un edificio de mampostería, sillería y ladrillo. Lo más interesante sus magníficos arcos apuntados y sus pinturas murales al fresco. Por cierto para visitarla por dentro, y lo aconsejo de verdad, puedes pedir la llave en el pueblo, las guarda Maria Jesús que tiene una multitienda y un despacho bancario cerca del ayuntamiento, vete a la plaza del pueblo y pregunta por ella, es fácil, todo el mundo se conoce aquí. Te contestarán con una pregunta ¿la sobrina del cura? Di que sí.

PC130470  

 

El camino desciende hacia el río Salor y ya nos muestra el arco principal del puente medieval que nos llevará hasta la ermita. Más piedra, más arte.

P2010066

El puente es una joya magnificamente conservada del que hay varias teorías sobre su origen, he encontrado algunas que comparto con vosotros.

P2010083fb  

Mi amigo Rubén Núñez cuenta en su blog lo siguiente: «Se trata de un puente de planta recta con tres bóvedas y perfil alomando, con tres desagües en la margen derecha y dos en la izquierda. Se encuentra en una zona rica en restos romanos y muy cerca de asentamientos de época imperial, y además, muy cercano a la vía 24 del Itinerario de Antonino. Se sitúa en una vía romana que conducía a las colonias militares de Norba Caeserina y Castra Caecilis. Por todo ello los expertos consideran que en este lugar debió de existir otro puente en época romana, aunque el que vemos actualmente es de factura medieval, concretamente bajo medieval por su bóveda segmental, es decir, una bóveda circular con menor abertura angular que el arco de medio punto, típica de este periodo histórico.»

P2010086

Los restos de un antiguo molino medieval que quiere esconderse entre la vegetación, dan idea del aprovechamiento del agua en toda época y lugar.

PC130483  

 

El puente es majestuoso, a pesar de su tamaño. Da paso a un río irregular, domado por el pantano de Valdesalor, pero que en otoños e inviernos húmedos convierten su cuenca en caudalosa y todo un espectáculo.

PC130484

Continúa Rubén contando que «A partir del último siglo de la Edad Media se extendió el reaprovechamiento de este tipo de arco (como ocurre en este caso) en contraposición al uso de arco de medio punto típico de época romana y alto medieval. Por todo ello se concluye que el puente fue construido en época bajo medieval y reconstruido a finales de esta época, pudiéndonos aventurar a que sea contemporáneo a la ermita a la que da acceso, de cuya presencia ya existe documentación en 1230 como templo original de pequeñas dimensiones o del tiempo de su ampliación y consolidación alrededor del año 1345.» Y como de todo hay que saber yo lo comparto con vosotros (y os invito a visitar el blog lleno de curiosidades y pequeñas joyas)

PC130490fb  

 

Asciendes mínimamente hacia la ermita después de cruzar el puente y la dehesa se muestra orgullosa, esta, pintada de otoño, es la Dehesa del Gallo.

PC130501fb

Y llegas a este pequeño santuario, sobrio, humilde, ni siquiera parece un templo si no es por la entrada, monumento de interés cultural de reminiscencias templarias. Una sencilla cáscara de mampostería, ladrillo y sillería que guarda en su interior un verdadero tesoro.

PC130504fb  

 

Como relatan algunas crónicas, a finales del siglo XVIII se reedificó la capilla mayor realizándose una obra donde dominan los elementos barrocos, que es este añadido que, una vez en el interior se ve que no corresponde con la construcción original.

PC130506fb

Fuera se descubren elementos de granito, no se si tumbas o abrevaderos, pues era zona de paso de carruajes y expediciones, siempre a caballo. Tumbas que responderían a la teoría que señala que el lugar tuvo ocupación, al menos, desde época romana. Es más que posible, que allí se edificara una iglesia de época visigoda o mozárabe, a la que bien podrían estar vinculadas estas tumbas.

PC130509  

 

Su altura, sobre una pequeña loma, nos deja ver la localidad de Torrequemada desde la distancia.

P2010109

 

Y más al fondo el risco de Sierra de Fuentes y su ermita.

P2010110  

 

Acceder a su interior, como dice el historiador Víctor Gibello «es mágico, la escasez de luz y el diseño arquitectónico crean una atmósfera particular que favorece el recogimiento y la introspección, un espacio sagrado en un lugar venerado desde la antigüedad».

PC130655fb

«La nave está dividida en seis tramos generados gracias a cinco galerías de tres arcos cada una paralelas a la cabecera. Los arcos, apoyados en pilares graníticos y en los muros norte y sur, son apuntados, aunque ofrecen una tímida pero clara tendencia a la herradura. Su traza y el material con el que están edificados, el ladrillo, lo vinculan claramente con el estilo mudéjar.»Sigue contando Víctor.

PC130666fb  

 

«Los dos primeros tramos están cubiertos por bóvedas de arista propias del barroco, una reforma tardía que también conllevó el reforzamiento de los pilares». «La cabecera es muy tardía, obra de fines del siglo XVIII, sustituta del testero original cuya disposición se desconoce. La estructura tiene planta cuadrangular y se cierra mediante cúpula rematada en linterna, reforzada exteriormente con dos grandes contrafuertes hacia el este».

PC130668fb

  «Los cuatro restantes ofrecen una cubierta de madera a dos aguas, fruto de una acertada restauración realizada en la década de los 80’». Otro blog que os recomiendo, Paraísos Olvidados, conocer Extremadura a través de los ojos de este viajero, fotógrafo, historiador y arqueólogo que es Víctor Gibello (además de un paseo os ofrezco lectura).

PC130678fb  

 

El conjunto se encuentra muy restaurado y algunos de sus frescos algo deteriorados pero, en general, es un lugar de recogimiento que guarda, en toda su sobriedad, la belleza de las cosas exquisitas, de la presencia y potencia de una iglesia onmipresente que moldeaba la vida, en la guerra y en la paz, en lo humano y en lo divino y que deja, extrapolando su dictadura moral, excelentes construcciones como esta.

PC130680fb

Fuera en sus muros, quedan restos de esgrafiados muy presentes en Extremadura, y sobre todo en la comarca cacereña.

PC130695fb

 

  Un detalle de la pared que ya deja claro que el concepto de reciclaje no es contemporáneo, que las generaciones anteriores practicaban el aprovechamiento de lo que tenían a mano. Seguimos. Andando.

PC130523

Volvemos sobre nuestros pasos hasta llegar al puente, esta vez no hay que cruzarlo; justo al lado izquierdo hay una cancela que atravesaremos, ya sabes en el campo déjalas cerradas como las encontraste, y continuamos por la ribera del Salor, bordeando el río. Esta es la segunda parte del camino, sólo hay que seguir el curso del río hasta que nos salga por la izquierda el Arroyo del Acebuche, casi siempre seco.

P2010121

 

  Justo donde encontramos estas ‘pasaeras’ de piedra que sortean el curso del agua. Nosotros no tenemos que cruzarlas, pero sí admirarlas, porque el camino que seguimos está unos metros más a la izquierda. Se ve al fondo de la foto, donde está la casa.

PC130537fb

 

Siempre es bueno hacer amigos, este estaba encantado con nuestra visita.

PC130546  

 

Continuamos este ancho trayecto de tierra, rodeados desde que salimos por la actividad ganadera que caracteriza los llanos de Cáceres y Sierra de Fuentes. Ajenos a nuestra presencia, y apariencia urbanita con ropas de diseño para aventura y nuestros mil colores, la rutina es la clave que mantiene el equilibrio de la vida aquí. Cada hora tiene un porqué, o una tarea inexcusable, no importa el día, ni si el calendario lo señala en rojo, a los animales hay que atenderlos todos los días, eso lo aprendí hace años en tierras ceclavineras.

P2010128

Dejemos este tramo entrevías para incorporarnos al camino de los Rosales, o de la Presa de Zorita, ahora llamado Embalse de las Tres Torres, excelente zona grullera por cierto. Seguimos en la dehesa boyal del pueblo. Y esta es la tercera parte del camino, el que nos lleva de regreso a Torrequemada y a visitar sus cientos de cochiqueras, Las Corralás.

PC130555  

 

Volvemos a cruzar el Salor, por el puente nuevo, el viejo no resistió los envites del agua y se quedó pequeño para las grandes máquinas de ahora.

PC130557

En la dehesa la vida se abre paso,  asistimos al nacimiento de este pequeño ternerillo que en horas andará correteando por el prado.

P2010135  

 

A nuestra derecha nos espera la Charca del Prado. Zona de baño hasta los años 90.

P2010140

La dehesa boyal está en uso, como os he comentado; sus moradores, acostumbrados a la presencia humana, no descuidan sus quehaceres porque nosotros andemos pululando por allí, ni siquiera levantan la cabeza.

PC130575  

 

Unos metros más adelante de la charca han colocado esta señal que nos indica el camino a Las Corralás, penúltima de las sorpresas de la ruta

P9260053

Tengo que decirlo, porque es así, que mi amigo Teófilo Amores y yo hemos contribuido, y bastante, a que hoy esta zona esté señalizada y puesta en valor. Cuando la alcaldesa de Torrequemada, entonces en 2014, Paquita Cruz, cuando pisamos por primera vez la zona, nos enseñó orgullosa Las Corralás y nos pidió alguna idea para ponerlas en valor; nos pusimos a trabajar, primero diseñando una ruta senderista que es esta y sugiriendo que se señalizase el lugar y se hiciera un estudio del mismo. Fruto de aquel encuentro, meses más tarde comprobamos ilusionados que muchos de aquellos deseos se habían cumplido y hoy este lugar adquiere el valor de conjunto etnográfico que, esperemos, con el tiempo sea declarado Bien de Interés Cultural. Está perfectamente señalizado, sus varias entradas, y paneles informativos como este, ayudan a comprender la diferencia de cada una de las construcciones.

P9260059  

 

Este paraje entre dos zonas que llaman Los Picotes y Las Limosas está plagado de Corralás, os sugiero que no os quedéis solo en el camino y que pateéis la zona para descubrir las cientos de ellas esparcidas por doquier.

PC130578

Estas cochiqueras destinadas al ganado porcino dejaron de usarse, según me cuentan en el pueblo, porque debido al tamaño y gordura de los cerdos actuales, estos no caben por los huecos y puertas. Hay una cochiquera comunal nada más entrar al recinto, esta es individual o sencilla.

PC130580  

Esta sencilla transformada en chozo.

PC130582fb

 

Algunas mejor conservadas que otras, esperemos que se protejan porque esta piedra es muy valiosa.

PC130604

 

Las hay dobles…

PC130618

Como veis está todo lleno de ellas, unas junto a las otras, aunque de muchas sólo quedan restos.

PC130620  

 

Y esta es la Corralá del Tío Miguel en la que Teo y yo nos echamos una fotino.

PC130638

Y los bichos, desahuciados, como no caben dentro se quedan fuera. Volvemos al camino y continuamos por él hacia el pueblo. Apenas queda un kilometro para llegar, ahora entraremos por la parte de abajo.

PC130645

 

  Y nos topamos con este edificio histórico, el Palacio de los Duques de Abrantes, de los siglos XV y XVI. Es un antiguo edificio cuadrangular.

PC130647

 

Muy cerca de allí, y bien visible, la iglesia de San Esteban. De estilos renacentista y barroco de los siglos XVI y XVII, y que fue restaurada en el s. XVI.

PC130651 

En primavera sus apartamentos están al 100% de ocupación. Turismo rural.

P2010158fb

Y cerca, subiendo a la zona alta en la parte sur del pueblo, está lo que llaman la Torre. Otro edificio histórico situado en la parte más alta de la localidad, en la actualidad se encuentra en ruinas, conservándose únicamente los muros. En su entrada se puede observar el escudo de los Duques de Abrantes y aparece la fecha de 1704. Junto a él hay una excavación que dio con unas ruinas de lo que parece ser un asentamiento romano.

P2010167

 

  Y pegadito a ella, desde allí se ve un lateral del edificio, lo que llaman aquí La Atalaya, es un punto geodésico desde el que se divisa toda la dehesa, la ermita del Salor y el pueblo entero.

P2010170

 

Y al fondo la Sierra de la Mosca y Sierra de Fuentes a la derecha, y la proliferación de cosntrucciones en todos los llanos.

P2010175

 

  Regresamos al lugar de comienzo, disfrutando de la arquitectura tradicional, del uso generalizado de la piedra en todo tipo de construcciones, y de lo bellas que nos parecen ahora.

P2010185

Torrequemada, tan cerca de Cáceres, es algo más que su excelente cochinillo, en su dehesa hay vestigios de una riqueza natural y patrimonial; aquí he reflejado algunas de ellas, pero habría que sumarle sus innumerables fuentes como la de La Bomba, la de Los Montanchegos, la de Las Mujeres, la de la Zapatera o el Pozo Canelo o el puente de Los Coches, el río Guadiloba que nace aquí cerquita. Y en el pueblo calles que parecen descolocadas y guardan edificios y pequeñas casas con mucho encanto. A veces hay que dejar la carretera y pararse en los sitios.

teofb Como en cada ruta me llevo muchos recuerdos, esta vez sin duda el pisar suelo templario, donde caballeros, jinetes y caballos venían a pedir el favor de la Señora del Salor antes de cada batalla o cada viaje, el tesoro medieval con reminiscencias romanas que cuida una dehesa dibujada con los años. La dureza de lo rural en Corralás levantadas piedra a piedra para proteger unos valiosos cochinos que eran el sustento de toda una familia, o de varias. El de los señoríos, como el de Abrantes, que obtuvieron el favor del rey tras la reconquista de Cáceres y se asentaron en grandes tierras, como verdaderos señores feudales, amos de lo que alcanzaba la vista. La dehesa es bella en sí misma, si además la salpicas de ermitas, caminos, puentes medievales, molinos o cochineras, se convierte en un museo etnográfico vivo, palpable, que demuestra que a veces no hay que mirar tan lejos, ni admirar tanto lo de otros, porque lo que nosotros tenemos debe ser motivo de orgullo. Reivindiquemos lo nuestro, y luchemos por su protección y conservación para que generaciones venideras no olviden cómo comenzó todo, en una pequeña esquina de una dehesa, en Torrequemada, a la que debes llegar Andando Extremadura.-  

                                                                                                                                                ©vicentepozas2015

 

 

 

Antiguo camino de Yuste. Garganta la Olla

P6060164fb

La ruta denominada Antiguo Camino de Yuste es un sendero circular con salida y llegada a la localidad de Garganta La Olla, que discurrre por el PR -CC80 y que coincide, en su último tramo, con parte del trazado del GR 111 que recorre toda la comarca de La Vera y termina en Plasencia. Son algo más de 13 kms de escasa dificultad con un único ascenso en el primer tramo de la ruta. Un recorrido que nos llevará hasta la Loma de la Atalaya con magníficas vistas o al Monasterio de Yuste, lugar emblemático para la comarca y para Europa. Un precioso camino, muy de La Vera, que merece la pena conocer.

Os dejo el track para GPS

La ruta se inicia en la Plaza de Garganta, una coqueta plaza verata a la que no le falta su fuente de varios caños; al fondo a la derecha arranca la calle Llana que baja hacia el río, la Garganta Mayor, en el descenso encontramos este panel informativo de la ruta y sus hitos.

P6060291

 

Garganta la Olla es Conjunto Histórico Artístico desde 1983 por su magnífico casco urbano representativo de la arquitectura verata donde destacan sus casas de mampostería, granito y madera; antes del nombre actual fue llamado “AD FAUCES”, está asentado en una “olla” que conforma la Sierra de Tormantos y los relieves de San Salvador y San Bernabé. Es tierra de la Serrana de la Vera, cuya leyenda está muy extendida.

P6060161

 

Pero vamos al lío. Cruzamos el Puente de San Salvador sobre la Garganta Mayor y salimos del pueblo, aquí se inicia el ascenso que tiene la ruta que nos llevará hasta la Loma de la Atalaya, al cruzarlo tomamos el camino a la izquierda siguiendo lar marcas del PR, amarilla y blanca.

P6060163

 

La senda nos lleva hasta el mirador de la Serrana desde donde disfrutamos de una panorámica de Garganta la Olla, al fondo la Sierra de la Desesperada con el Pico de la Mesa, 1.410 m

P6060166

 

Sigue el ascenso por la zona de la Colmenera por un sendero marcado aunque hay que estar atentos porque nos podemos despistar. De momento atravesamos este robledal que rodea el pueblo.

P6060171

 

El ascenso facilita las vistas de los alrededores de Garganta con Gredos al fondo y la Sierra de Tormantos, delicioso.

P6060172

 

Atravesamos el bosque buscando los hitos que nos marcan el camino, si os perdéis que no es difícil, hay que buscar la referencia de las antenas de teléfono, allí el camino se suaviza y son visibles las señales, después comienza una pista que nos llevará hasta el Monasterio de Yuste.

P6060175

 

Antes de llegar arriba nos topamos con estas pilas para el ganado, un tipo de fuente que se puede ver en algunos lugares de Extremadura, sencillas pero ingeniosas.

P6060179

 

Toda está zona está protegida como LIC, Lugar de Interés Comunitario, es un bosque de robles inmenso de varios kilómetros de extensión que se extiende por toda la falda de Gredos en la comarca de La Vera, en época de calor se agradece su sombra.

P6060183

 

Dejamos atrás las antenas y ascendemos un poco hasta llegar a la Loma de la Atalaya, a unos 800 metros de altitud, la zona se despeja y el paisaje domina la vista, aquí las señales son más claras

P6060186

 

Es momento de disfrutar de las vistas, atrás queda la ‘olla’ que da el apellido a Garganta, la Sierra de Tormantos y detrás Piornal y el Valle del Jerte

P6060185

 

Mientras avanzamos por la loma, La Vera se abre a nuestros ojos en su zona más baja, a la derecha veréis el Campo Arañuelo y en días despejados hasta los Montes de Toledo donde descansa el Geoparque de Villuercas

P6060196

 

Jaraiz de la Vera es visible sin problemas, tras ella el Valle del Tiétar, hacía calor el día que realizamos la ruta y el ambiente está cargado.

P6060205

 

Enseguida nos incorporamos a una pista, hay que  seguirla en el sentido de bajada, hacia la derecha, si no terminaremos en el pantano, de hecho este trozo de camino se llama así, Camino del Pantano.

P6060207

 

Quedan pocos cabreros en La Vera, uno de los oficios que antaño era muy habitual, soprende ver todavía rebaños de cabras, una pena porque los caminos se mantenían limpios con el trasiego del ganado; muchas de las costumbres, festivas y culinarias de esta tierra, están relacionadas con este pastoreo como Los Escobazos, en el plano festivo, o el tasajo en lo culinario.

P6060208

 

Abandonamos la pista en la Loma de Peña Madroño siguiendo los hitos marcados, por unos momentos seguimos una pequeña vereda, no es complicado porque está bien señalizada.

P6060219

 

Enseguida volvemos al bosque por un antiguo camino rodeado de paredes de piedra que nos lleva directos al Monasterio ¡y cómo se agradece la sombra!

P6060220

 

Llegamos a este lugar emblemático, descanso del Emperador Carlos V, aquí terminó sus días tras retirarse y abdicar en su hijo después de una vida de guerras, desafortunadamente el paludismo acortó su estancia.

P6060221

 

Me encanta encontrar los caminos señalizados, adquieren un valor importante, y son una referencia para el visitante que busca, además de ver monumentos, otras actividades en el entorno.

P6060223

 

Yuste es una delicia, he tenido la ocasión de visitarlo en varias ocasiones en profundidad, por mi trabajo de periodista, es un lugar increible aunque los turistas sólo vean unas pocas estancias. En los días en que escribo esta crónica recibo una nota de prensa de Patrimonio Nacional, dueño del edificio, en la que comunica que baja las entradas de 9 a 7 euros (para los españoles debería ser gratis porque es patrimonio de todos) podéis verlo aunque os aconsejo que lo hagáis con tiempo y que sea visita guiada (aprende uno muchas cosas). Aquí está la sede de la Fundación Europea de Yuste y hoy en las estancias visibles hya mucha historia. En la parte religiosa, no accesible, hoy sólo hay dos monjes paulinos de origen polaco pues no había en España quien sustituyese a los viejos cenobitas que también iniciaron su particular retiro en busca de descanso.

P6060227

 

Sólo algún dato, porque el edificio es una delicia; aunque los orígenes fundacionales del Monasterio de San Jerónimo de Yuste se encuentran en Plasencia y en la ermita de San Salvador de la Sierra, situada entre las localidades de Cuacos y Garganta la Olla, la primera célula del edificio que hoy podemos contemplar se encuentra en 1402, año en el que el propietario de los terrenos existentes entre los arroyos Gilona y Vercelejo (conocido también con el nombre de Yuste) son cedidos por su propietario para que los “ermitaños de la pobre vida”, nombre con el que se conoce a esta primera comunidad religiosa, pudieran levantar convento. La vida de este lugar se vio alterada en el siglo XVI cuando el todopoderoso emperador decidió retirarse aquí.

P6060237

 

Dejamos terreno monacal y seguimos un pequeño tramo por la carretera que baja a Cuacos de Yuste antes de desviarnos junto al Centro de Educación Ambiental

P6060248

 

El desvío está aquí, junto a la Cruz del Humilladero, pero ya que estamos veremos un lugar tan visitado como macabro, pero que recuerda parte de nuestra historia.

P6060240

 

Es el Cementerio Alemán de Cuacos de Yuste. En este cementerio descansan 28 soldados de la Primera Guerra Mundial y 154 de la Segunda Guerra Mundial. Pertenecieron a tripulaciones de aviones que cayeron sobre España, submarinos y otros navíos de la armada hundidos. Algunos de ellos murieron en hospitales españoles a causa de sus heridas. Sus tumbas estaban repartidas por toda España, allí donde el mar los arrojó a tierra, donde cayeron sus aviones o donde murieron. El Volksbund en los años 1980–1983 los reunió en esta última morada inaugurada en presencia del embajador de la República Federal de Alemania en un acto conmemorativo hispano-alemán el 1 de junio de 1983. Sorprende la juventud de todos ellos, de apenas veinte años la mayoría.

P6060244

 

Volvemos sobre nuestros pasos y junto a la Cruz del Humilladero volvemos a ver la marca que nos señala la ruta de regreso a Garganta.

P6060249

 

y un poco más adelante, por si había alguna duda…

P6060255

 

Salimos entonces a una pista ancha que debemos tomar a la derecha hacia el cauce del Arroyo de Yuste que debemos cruzar. Aquí es donde coincidimos con el trazado del GR 111 ya hasta nuestro destino.

P6060256

 

El GR 111 no está homologado pero está bien señalizado (al menos en los tramos que he podido recorrer) está muy transitado

P6060262

 

En esta segunda parte del camino la pista es cómoda, transita por huertos y fincas de parajes como Los Matraqueros o la Hoja de Valjoncillo. Ya es fácil y estamos más cerca.

P6060265

 

Cerca de Garganta se suceden los bancales de castaños, olivos y cerezos. La Vera es agrícola, más que turística y vive de la tierra todo el año

P6060272

 

Nosotros hicimos la ruta en junio cuando los cerezos ofrecen esta deliciosa fotografía, cargados de fruto hasta tal punto que parece que van caer por su peso. Cerezas que, aunque no estén en el Valle del Jerte están dentro de la Denominación de Origen.

P6060277

 

Garganta asoma al camino y anuncia el final del paseo, un cachito de La Vera delante y detrás, una delicia para quienes amamos esta tierra y en especial esta comarca. Entramos al pueblo por el mismo puente por el que salimos pero ahora por la parte de abajo y cerramos el círculo.

P6060286

 

Nos saluda Garganta, ahora más tranquilos sin las prisas de hacer el camino nos detenemos en sus detalles. Yo no me fui sin comprar tasajo y cerezas, una delicia que aquí sabe mejor.

P6060292

 

Garganta la Olla tiene mucho que ver, pasear por sus calles es algo que aconsejo, hasta sus bares y tabernas son especiales. Entre ellos la Casa de las Muñecas, una casa de lenocinio con increibles detalles.

P6060293

 

Es un pueblo precioso y verato que tiene zonas de baños únicas, como las Pilatillas o el Tinajón. Muchos recuerdos de joven cuando veníamos en busca de la tranquilidad y de sus aguas, cuando la acampada era libre y disfrutabas de la naturaleza sin mayor problema; cierto es que el abuso y las negligencias hicieron imposible que las cosas continuasen así.

P6060294

La Vera. Paraíso senderista como todo el norte de Extremadura por sus montañas y valles. Cientos de propuestas encontraréis como oferta para quien guste de caminos y paisajes. Unos reales, o imperiales, otros sin tanto boato nos sumergen en parajes bellísimos donde el agua es la constante. La historia de los pueblos la hacen sus caminos, sus leyendas, su rutina; lejos del asfalto, hoy imprescindible, los senderos, pistas y veredas han construido historias que recuperamos trazando rutas que cuentan, y recuerdan, la vida de la gente. La Vera tuvo un emperador alojado, pero no es lo importante, las caminos los hacían la necesidad y los mantenían los lazos, el uso los convirtió en eternos; ahora lejos de perderlos, los señalizamos para que quede constancia de su existencia, para que perpetuemos su razón de ser, porque los trayectos se han hechos para usarlos, para seguirlos. Ahora sin prisas, con el ocio y el deporte como objetivo. Las rutas tienen personalidad propia, la de las gentes que las domaron, nada está hecho al azar, eso lo vemos quienes admiramos el trabajo de generaciones buscando escapar de la rutina y el aislamiento, por eso en La Vera cada uno es emperador de sus propios pasos, los que hacemos Andando Extremadura.-

                                                                                                                                             ©vicentepozas2015

Ruta A Fala. Valle de Jálama. Sierra de Gata

P2140293fb

 El Valle de Jálama o Val de Xálima, en la lengua local A Fala,  lo componen 5 pueblos: Cilleros, San Martín de Trevejo, Eljas, Valverde del Fresno y Villamiel, y una pedanía, Trevejo. Se trata de la parte más occidental de la comarca de la Sierra de Gata, un pequeño valle que llaman también Os tres lugaris, en referencia al habla de A Fala en tres de sus pueblos, con variantes locales porque en cada uno de ellos se conoce de una manera:  o mañegu, en San Martín de Trevejo, o lagarteiru, en Eljas, o valverdeiru, en Valverde del Fresno. Un valle fértil protegido por el pico Jálama -1.492 m de altitud- y el río Erjas que lo atraviesa. Conserva, además de su dialecto -galaico portugués según la idea más extendida- buena parte de su arquitectura tradicional y su costumbres, como la de fabricar sus propio vino en pequeñas bodegas caseras, pichorras, a las que los serragatinos suelen invitar a los amigos. En este entorno vamos a relizar la Ruta A Fala que recorre los pueblos mencionados. Hay dos versiones, la oficial podemos decir, que recorre los tres pueblos que usan A Fala y otra que llega hasta la aldea medieval de Trevejo. Nosotros hicimos la segunda, pero os dejo los dos tracks por si alguien prefiere la primera.

El track para GPS de la ruta oficial que discurre por el PR-CC184, 16,58 kms, recorre Os tres lugaris: Valverde del Fresno, Eljas y San Martín de Trevejo

El track para GPS de la que nosotros hicimos, 16, 7kms, comienza en Valverde del Fresno, Eljas, San Martín de Trevejo, Villamiel y Trevejo

P2140165

 

 Arrancamos en Valverde del Fresno el pueblo más grande de la comarca, el más comercial de todos por su cercanía con Portugal, junto a la ribera del Sabugal.

P2140088

 

 Enseguida dejamos Valverde buscando el camino de Eljas que atraviesa el arroyo de Malnombre.

P2140096

 

 Hasta el siguiente de los pueblos del valle seguiremos este pequeño sendero local que está bien señalizado y es bastante cómodo.

P2140098

 

 Un paisaje de pequeñas parcelas guardadas por muros de piedra en un invierno que mantiene aletargada la comarca.

P2140100

 

 Mirando los mapas es curioso comprobar la cantidad de caminos que tiene la zona, muchos en uso: el camino real de San Martín de Trevejo, el de San Miguel, o es de Eljas.

P2140101

 

 En algunos tramos conservan el firme original de piedra, habitual de antiguas calzadas, como parte de la calzada romana que se conserva en San Martín de Trevejo y por la que discurre la parte final de la ruta oficial.

P2140104

 

 No hay mucha distancia entre ambos pueblos y Eljas se deja ver enseguida, por su situación estratégica en la loma de la sierra que le da nombre.

P2140107

 

 Caminos que comunicaban aldeas, callejuelas que daban paso a las fincas hoy prácticamente abandonadas y sin uso.

P2140110

 

 Pasamos cerca del Canchal de la Muela bajo la Sierra del Espinazo, frontera entre Extremadura y Castilla León; el Valle de Jálama linda con el Espacio natural El Rebollar en tierras castellanas.

P2140117

 

 Es la zona más llana, la del Valle, arriba las sierras que hacen que este paisaje sea tan singular.

P2140119

 

Nos acercamos a Eljas por un paraje que llaman Pelumes.

P2140123

 

 La Sierra de Gata, como otras comarcas cacereñas, fue repoblada de pinos de manera generalizada, pocos quedan ya, excepto zonas muy localizadas; el fuego y la presión humana han acabado con ellos, quedan restos esparcidos, eso sí, por todos lados.

P2140129

 

Por aquí todo es Eljas, río Eljas, Sierra de Eljas, el pueblo…

P2140136

 

Si buscáis referencias en la zona, en A Fala, es río Erjas. Es un cauce fronterizo, de hecho hasta cerca de la localidad de Alcántara, donde desemboca en el Tajo, y durante unos 50 kilómetros sirve de frontera entre España y Portugal. Su punto más conocido es el puente romano de Segura en Piedras Albas que separa ambos países

P2140140

 

En algunos momentos se recupera el trazado original, hoy abandonado por tramos de tierra más cómodos, comenzamos la subida a Eljas. ( Sí, es cierto, nos acompaña Indiana Jones)

P2140151

Junto al pueblo pequeños rincones para el descanso, fuentes, merenderos, nos saludan.

P2140152

 

 Eljas, y el resto de pueblos, conserva ese encanto de lugares fronterizos, cultura arraigada, costumbres mantenidas porque nadie vino a romperlas. Tienen aire de supervivencia, de lugares olvidados, de huida y de refugio; hoy en esta vorágine que ensalza lo rural, lo auténtico, se han reivindicado como lugar de culto y presumen de su doble condición ibérica, de su habla característica, de su vino, de su aceite y de su paz.

P2140160fb

 

 Sus carteles, sus calles, su leite caenti, serragatinos que muestran las diferencias y las han puesto en valor.

P2140163fb

 

 Con algo menos de mil habitantes, Eljas, o As Ellas, como se dice en lagarteiru, es uno de los tres pueblos del valle de Jálama con un habla propia conocida como “A Fala”, que significa “El habla o la forma de hablar”. La variedad de Eljas, más cantarina que la de Valverde del Fresno o San Martín de Trevejo, se denomina de ese curioso modo, lagarteiru, por la afición de sus habitantes a la ingesta del reptil en cuestión y es el dialecto mas antiguo de la fala y con mejos injertos castellanos. Aunque ahora no es lícita la captura del lagarto, la tradición es la tradición y en Eljas se cocinaban los lagartos como en ningún otro sitio de la Península. Es por ello que el animal figura en el escudo. Al igual que Valverde del Fresno, en Eljas hubo una importante industria del contrabando entre los años 1940 y 1970. Hacemos parada para reagrupar y seguimos.

P2140166

 

No me digáis que no, ¿por qué vas a cortar el árbol? Y además queda bonito y en verano da sombra.

P2140170fb

 

 Eljas es un pueblo situado en la loma de la Sierra de su nombre y ofrece unas magníficas del valle y de tierras portuguesas, y aprovecha esta ubicación con excelente balcones para disfrutar del paisaje.

P2140172

 

 Y se disfruta, claro que sí, la vega fronteriza ofrece este aspecto en invierno, despoblado ya de los ocres y rojos de otoño.

P2140174

 

 Aquí en Eljas es donde la ruta se desdobla, podéis optar por la original que asciende hasta la sierra de Eljas y baja por el castañar de San Martín de Trevejo y la calzada romana, excelente también o por esta otra que realizamos nosotros, que baja hacia el valle y llegará hasta Trevejo. Buscamos el camino de San Martín.

P2140183

 

A este paraje le llaman Peñas de Enmedio ¿os digo por qué?

P3140002fb

 

Volvemos al camino por el Huerto Campo entre paredes de piedra.

P2140189

 

 En el track que seguimos hacemos un par de kilómetros por una peuqueña carretera, se puede evitar porque a la izquierda hay un camino paralelo que lleva al mismo sitio.

P2140191

 

 El invierno ha vaciado los árboles pero el otoño y la primavera son dignos de ver en este valle húmedo, los castaños y robles de las sierras que parecen escondidos se destacan en el paisaje en un verdadero festival de colores.

P2140192

 

Cruzamos el río de la Vega por el Puente del Molino Grande, cerquita de San Martín.

P2140201

 

 Nos saluda una mimosa florecida en un invierno extraño, falto de agua, aunque aquí en la comarca no se note en exceso.

P2140207fb

 

 

Desde hace unos años este convento franciscano del s XV, el Convento de San Miguel, se ha convertido en hotel dentro de la Red de Hospederías de Extremadura, Hospedería Conventual Sierra de Gata y nos recibe ahora.

P2140209

 

 

San Martín de Trevejo, una delicia, calles sinuosas por donde juega el agua. Sus casas construidas en el arranque con muros de piedra, sus escalinatas de peldaños de granitos llamados popularmente (Poyos) para acceder a la vivienda, y las vigas de maderas o vuelos de la vivienda que sobresalen a la altura del primer piso en cuyos bordes se decoran con figuras de rostros humanos son características comunes en casi todas las construcciones; constan esta viviendas en su generalidad de tres plantas, la planta baja sirve de Bodega y para el ganado, la primera planta para la vivienda y la segunda planta para desván o almacén. Idílico lugar muy visitado, de hecho, con algo menos de 900 habitantes tiene siete casas rurales y una hospedería -un hotel de cuatro estrellas-

P2140215

 

 

Parada obligada en su plaza para degustar sus vinos de pitarra, coger fuerzas y seguir el camino.

P2140218

 

 

Seguimos camino de Villamiel por antiguas veredas, única conexión con el resto de la provincia, vías de carros y mulas que hoy son testimonio de un entorno rural menos hostil y que disfrutamos ahora los caminantes.

P2140230

 

 

En este punto y hasta llegar a Trevejo caminamos por el GR 10, uno de los grandes senderos españoles que empieza en el mediterráneo, en tierras valencianas, y termina en el atlántico, en la costa portuguesa.

P2140232

 

 

En el campo siempre se ha usado lo que había.

P2140234fb

 

 

Para pasar a Viilamiel tenemos que ascender a la que llaman La Cumbre, una sierra de 867 metros de altitud con el pico Barrito Blanco a 1.127 metros.

P2140235

 

 

Aquí la venden como ruta turística, la verdad es que el paraje merece la pena, aunque la subida suponga un esfuerzo.

P2140237

 

 

Pero no hay esfuerzo sin sorpresa, castaños centenarios que dejan ver los años a través de sus oquedades.

P2140243

 

 

Un enorme robledal ahora con piel de invierno soporta el camino que en muchos de sus tramos conserva el firme original de piedra, no en todos desafortunadamente.

P2140250

 

 

Arriba en la cumbre oteamos el valle y divisamos, Eljas en su promontorio y al fondo, Valverde del Fresno.

P2140252

 

 

Descendemos entre castaños por un paraje que estalla en primavera y se vuelve mágico en otoño, en un entorno que llaman de Doña Elvira.

P2140257

 

 

Llegando a Villamiel, Trevejo y su castillo, ya nos vigilan, estamos en tierra de fronteras y eso se nota.

P2140260

 

 

Villamiel, su interior esconde una localidad atractiva, tranquila y con algún buen secreto gastronómico. Un paseo por el casco de Villamiel siempre es agradable. Está repleto de callejuelas bonitas, limpias y tranquilas. Un consejo, en los muros de la iglesia del pueblo que no es otra que la de Santa María Magdalena (S.XVI) podemos ver curiosas inscripciones de los canteros que no harán reflexionar a algunos sobre el sentido de la vida y, a otros, sobre el sentido del humor que tenían. No dejéis de buscarlas.

P2140267fb

 

 

Atravesamos Villamiel y seguimos por el camino que conduce a unos de los lugares más atractivos de la Sierra de Gata: la aldea de Trevejo.

P2140271

 

 

Este tramo de la ruta es una delicia porque tienes la sensación de que el tiempo se ha parado en años de caballeros y cabreros.

P2140273

 

 

Atravesamos dos arroyos, el de la Viuda y el de los Lagares, con la sierra de El Ahigal al fondo.

P2140278

 

 

Disfrutando de la Sierra de Gata en su rincón más visitado. Trevejo es un imán para el turismo. Pero aquí la vida es otra, el campo sigue siendo el sustento de casi todos.

P2140289fb

 

 

Alcanzamos el Puerto de Trevejo, 725 metros de altitud, a punto de terminar la ruta. Como antigua comitiva que busca posada y descanso.

P2140292

 

 

A esta altura los piornos cubren la sierra y nos dejan dsifrutar de un paisaje de invierno. Es el tercer ascenso del día, tres sierras, tres.

P2140295

 

 

La sierra de Las Tres Rayas y esta vaguada que llaman Canto del Escaño, abajo el arroyo de Moncalvo.

P2140296

 

 

Llegamos al destino: Trevejo. Historia y esencia de la Sierra de Gata. Con unas decenas de habitantes tiene varias casas rurales, que dan vida a este pequeño enclave medieval. Dicen por aquí que además de una pequeña pedanía arrullada por las ruinas de un castillo, Trevejo es mucho más, es la esencia de la Sierra de Gata: el paisaje, la arquitectura, los escudos, el musgo, las tumbas antropomórficas, la espadaña…Hasta la propia carretera de acceso, rodeada de castaños o el precioso camino alternativo preparan al viajero para descubrir el secreto mejor escondido de Sierra de Gata.

P2140298

 

 

Apenas unos cuantos vecinos viven en esta pequeña aldea medieval. Su forma de vida es real, sorprendentemente ajena al turismo que a pequeñas oleadas altera su paz. Aquí todos hablan de Chón, su «alcaldesa» y merecedora de un busto de granito que adorna la entrada de su casa, los trevejanos miran entre asombrados y amables como su otrora humilde pedanía es hoy envidia de los pueblos más prósperos de la Sierra de Gata y admiración de los múltiples visitantes foráneos  que se acercan al lugar.

P2140302

 

 

La razón, esta fortaleza magnífica, hoy muy deteriorada, desafortunadamente. Sus orígenes son árabes, en torno al S. XII, aunque la parte hoy visible es tres o cuatro siglos posterior, de cuando las Órdenes Militares como las de Santiago y Alcántara dominaban estas tierras. Su semi-destrucción se debe a los franceses como habitual estrategia de retirada. Merece la pena subir hasta arriba del todo y contemplar las preciosas ruinas y espectacular paisaje. Las puestas de Sol desde lo alto de la atalaya son, sencillamente, espectaculares.

P2140307fb

 

Siempre he oído decir a los serragatinos que aquí la prisa no existe, ellos dicen que «el tiempo lo dan dao».  Para quienes amamos Extremadura la Sierra de Gata es un refugio, un referente, y lo es todo el año para el senderista: por sus cumbres, por el agua, por los valles, por los bosques, por la historia y porque vienes, y en cuanto entras, ya eres de aquí.

Dice Jose Miguel López, uno de esos enamorados y defensores de la comarca, propietario de una bellísima casa rural en Eljas -y conozco unos pocos empresarios de turismo en la Sierra de Gata que hablan con pasión de este entorno- dice que «la Sierra de Gata es, de verdad, uno de los últimos paraísos vírgenes que quedan en España. Un lugar que ha estado tradicionalmente aislado; la naturaleza desbordante, húmeda y variadísima, la arquitectura, la amabilidad de sus gentes y sus cauces de agua omnipresentes, la convierten en una especie de reserva natural al alcance de personas como tú que, de alguna manera, han llegado hasta ella» y como creo que son muy acertadas sus palabras, las hago mías. Tengo tantos amigos en la Sierra de Gata, que siempre que vengo estoy como en casa, y feliz.-

                                                                                                                                                ©vicentepozas2015

Ruta del Cubo y el Castillejo. Santiago del Campo

PA250120fb

 La comarca de los Cuatro Lugares, lo conforman los municipios de Talaván, Monroy, Hinojal y Santiago del Campo; cuatro localidades que se asientan sobre la penillanura cacereña y que limitan al norte con el río Tajo y al sur con el río Almonte, justo antes de que este último vierta sus aguas en el largo e ibérico Tajo y ambos duerman obligados por el pantano de Alcántara antes de volver a chocar con la presa de Cedillo y luego pasar a Portugal. Los cuatros pueblos forman un cuadrado  geográfico que alberga, justo en el centro, el pantano de Talaván y que es atravesado por la carretera EX-390 que une la ciudad de Cáceres con Torrejón el Rubio, es decir, con el Parque Nacional de Monfragüe. Dehesas, grullas, tierra de dientes de lobos de pizarra, riscos, riberos, antiguos caminos medievales como dejan testimonio algunas joyas que aparecen cuando la sequía baja la cota del pantano: los Puentes de Don Francisco de Carvajal y Sande que cruzan los ríos Almonte y Tamuja, construcciones de 1.530 que facilitaban el tránsito entre Cáceres y Plasencia.

Este es el marco en el que el Ayuntamiento de Santiago del Campo organizó la I Ruta Senderista El Cubo y el Castillejo, que hace referencia a un antiguo molino y un castro prerromano por donde discurre el paseo. Los senderistas fuimos recibidos con un desayuno y terminamos disfrutando de un día magnífico en la I Feria Agroalimentaria. La ruta circular de 10 kms es una delicia, con paisajes y restos de la vida agrícola y ganadera de la comarca.

Aquí tenéis el track para GPS

Era una prueba de fuego para el ayuntamiento, cuando llamó para pedirnos consejo no esperaba reunir a 800 personas, pero fue un éxio. Las primeras luces sirvieron para recibirnos con una café y unas migas extremeñas en la Plaza de la Torre del Reloj, el comienzo de un día espléndido.

PA250002

 

 Santiago del Campo, algo menos de 300 habitantes, es uno de los pequeños pueblos de la provincia de Cáceres; en su renovada página web me topo con este texto que comparto con vosotros y que resume en pocas palabras lo que experimentas cuando vienes aquí: «Nos saluda un pueblo pequeño, sosegado, de los que dan sana envidia a ciudadanos cosmopolitas. Sus gentes hablan de casas cerradas, esperando al estío para que vuelvan a abrirse las puertas por quienes las cerraron para partir a otros lares; un buen hombre se apresura a decir que ya sólo quedan unos cuantos viejos, de esos que han trabajado toda su vida el campo, que casi octogenarios toman un hacha y marchan a desmochar su lote de olivos en la Dehesa Boyal, árboles centenarios que han sido mimados generación tras generación.»

PA250009

 

Salimos por la Era vigilados por la iglesia de Santiago Apóstol en las primeras luces de la mañana.

PA250013

 

 Por el camino de la Venta del Moro por el que vamos, las primeras luces se posan en la dehesa, un contraste de tonos que parece pintado para recibir a los senderistas que disfrutamos de esta hora mágica.

PA250023FB

 

 El núcleo está situado en una llanura quebrada. La mayor parte del término es ondulado, propio de la penillanura trujillano-cacereña, con pequeñas elevaciones entre las que destacan los cerros de las Vacas, Pajarero y Castillejo, y la loma de la Dehesa.

PA250027

 

El ayuntamiento sabe que es la primera vez que invita a tanta gente a conocer su pueblo y su entorno y cuida cada detalle, nos llevamos un pequeño recuerdo que dentro de unos años no servirá para decir que estuvimos en la primera ruta.

PA250031

 

Formamos una larga fila, que deja los llanos de los alrededores y se adentra en la dehesa, cerquita de lo que los santiagueños llaman Fuentesanta.

PA250034

 

El otoño regala estas cosas, en esta tierra pizarrosa, rica, las setas y hongos crecen por doquier. Y queda inmortalizada esta pareja

PA250037FB

 

En toda la penillanura cacereño-trujillana son habituales estas formaciones rocosas de pizarra que llaman dientes de perro o dientes de lobo y que aparecen siempre entre las encinas.

PA250046FB

 

 La dehesa es la magia de la simbiosis entre el hombre y la tierra, una admiración sostenible y sostenida con paciencia; estamos en el paraje que se conoce como el Ruedo. La rutina del ciclo de la vida continúa a pesar de la presencia de tanto extraño.

PA250048FB

 

 Dejamos la zona más llana y entramos en las estribaciones de los ríos, donde pequeñas ondulaciones del terreno, suaves lomas, nos obligan a un sube y baja constante pero cómodo.

PA250050

 

 Debe ser por esto, digo yo, que encontramos en nuestro camino muchos árboles ayudados a mantenerse erguidos. Bastones fabricados con pizarra, curiosas columnas de piedra sobre las que descansan los troncos; no lo había visto nunca, construido así.

PA250055

 

La ruta no tiene pérdida, sólo hay que seguir el camino, aunque hay que decir que algunas señales nos indican hacia dónde encaminar los pasos. Hacia el Molino del Cubo nos dirigimos.

PA250064

 

 Y así atravesamos el Arroyo de Gamones a Fuente Blanca, nada caudaloso pero aprovechado como todo en la dehesa.

PA250068

 

 El ayuntamiento ha restaurado este casa antigua de porquero con más de 200 años, el Chozo de las Corralás. La han recuperado con un taller de empleo y recuerda el oficio de porquero y las cochiqueras o corralás donde se cuidaba a las piaras de cerdos en la dehesa, un oficio bastante más suave y menos duro hoy en día.

PA250071

 

Desde el cerro donde se asienta esta choza descubrimos la razón obvia de por qué se construyó aquí, en el reino de la bellota, la dehesa extremeña.

PA250072FB

 

 Junto a la choza, las corralás, cochiqueras o pocilgas de los cerdos; el ayuntamiento quiere recuperar también estas viejas construcciones de pizarra en desuso.

PA250080

 

 Ya comento que el ayuntamiento de Santiago del Campo era consciente de que íbamos 800 personas, que era su primera ruta pública y no descuidó detalle, apoyo y avituallamientos, no faltaron.

PA250089

 

 En una de estas elevaciones, de algo más de 300 metros, la dehesa se muestra inmensa, se pierde a la vista en la penillanura cacereña, delante está encajonado y guiado el río Almonte en sus últimos coletazos, todavía no lo vemos.

PA250091

 

Cerca la autovía A-66 o de la Vía de la Plata atraviesa el Almonte gracias a uno de esos monstruos de la ingeniería, uno de los grandes puentes, y hay varios, que se han construido en esta zona para autovías, AVE, carreteras cnvencionales o conducciones de agua, un espectáculo.

PA250095

 

Otro punto de apoyo para los muchos olivos que se mezclan con encinas y robles en toda la dehesa, son harto curiosos… y bien pensados ¡qué mimo! ¿verdad?

PA250097

 

Termina el camino, perdido por lo años, hay que bajar al molino campo a través. Quedan apenas 800 metros.

PA250099

 

Otro aprovechamiento sostenible de lo que hay alrededor, usar la piedra de pizarra para fabricar un pequeño comedero para los animales, tiene un nombre pero no lo recuerdo.

PA250101

 

 Dehesa y dehesa, uso del bosque mediterráneo durante generaciones han moldeado este paisaje hasta hacerlo exclusivo. Santiago del Campo esconde estos rincones, pero tienes que venir andando.

PA250102

 

Mientras descendemos hasta el molino el Almonte asoma un poquito. Nos espera.

PA250111

 

 Este el Molino del Cubo, molino harinero con más de doscientos años de vida, que da fe de los antiguos oficios, el uso y aprovechamiento que se hacía de las caídas de agua. El molinero cobraba a quien necesitaba moler en especias, lo que se conoce como la maquila. Aprovecha un pequeño meandro del Arroyo del Lugar o de Santiago. Dicen los lugareños que hubo más molinos en este arroyo y en el Almonte que se perdieron con la construcción del pantano.

PA250119FB

 

Llegamos al molino, pero como la física no falla, todo lo que se baja, se sube…

PA250126

 

 Que me gustan los apoyos de los olivos, curioso también que en algunos de ellos, se construyese una pequeña pared, de pizarra por supuesto, que impedía que las aceitunas al caer del árbol saliesen rodando colina abajo. Es pura adaptación al medio, antropología, las cosas que aprende uno cuando caminas con la gente de aquí.

PA250127FB

 

 Seguimos remontando el arroyo hacia arriba para descubrir otra de las sorpresas que nos tienen preparadas, acabará siendo una ruta muy didáctica y completa.

 

 

PA250129

 

 LLegamos, se trata de la Charca del Tío Mendo, servía para asegurar que el Molino del Cubo, ribera abajo, tuviese agua para la molienda siempre, por lo que esta pequeña presa la almacenaba para soltarla sólo en los momentos de hacer funcionar el molino. No se descuida detalle el en campo, todo tiene un porqué.

PA250136

 

 Las sucesivas crecidas del arroyo han acabado con parte de la presa. Se llama Charca del Tío Mendo por la persona que lo cuidaba. arriba en el cerro la Choza del tío Milano, que sembraba productos en la vega de la charca.

PA250142

 

 Atravesamos las tranquilas aguas del arroyo sin mucha dificultad y seguimos el camino por una pequeña ladera de un lugar de nombre curioso: Pasil de la Centenosa. Pasil, un término casi perdido que hace referencia a la parte por donde puede atravesarse a pie una corriente de agua, o también y seguramente más apropiado para la zona que transitamos, es un vocablo que también se utiliza para designar el lugar de paso, estrecho necesariamente, entre dos fincas colindantes.

PA250152

 

 Tierra de encinas y setas, un tesoro buscado en otoño que hace las delicias de las mejores cocinas, la dehesa está llena de ellas.

PA250154FB

 

Siguiente parada, el castro prerromano del Castillejo, que da nombre a la ruta.

PA250167

 

Llegamos a la loma de otro pequeño cerro, desde donde observamos el lugar en el que acaba el Arroyo del Lugar anegado por el embalse de Alcántara.

PA250173

 

 Es sabido que las antiguas tribus buscaban asentamientos con fácil acceso al agua, este es el caso del Castro del Castillejo, de época prerromana, es uno de los muchos que se han datado en toda la cuenca del Tajo, estamos hablando del III al I mileno antes de Cristo. Se han encontrado estancias, restos de elementos como vasijas o fundición, se sabe que eran tribus dedicadas la pastoreo y la recogida de frutos silvetres.

PA250176

 

 Desde este promontorio el Almonte ofrece esta imagen que nos vuelve a mostrar el puente de la Autovía de la Plata.

PA250184B

 

Regresamos de nuevo hacia Santiago del Campo por el camino del Molino del Cubo, dejamos atrás la zona más escarpada y volvemos al llano.

PA250192

 

 Ganadería en el paraje que llaman Pie de Sancha, se despeja la dehesa en los usos mas intensivos cerca del pueblo.

PA250199

 

 Así despacito y encantados con lo visto vamos llegando al pueblo, termina el paseo por los cuatro lugares.

PA250205

 

 La dehesa que nos ha acompñado en apenas diez kilómetros nos ha mostrado muchos de los antiguos oficios que mantuvieron a la gente pegada a su tierra natal, hoy ha cambiado bastante aquel mundo rural y duro; en Extremadura muchos pueblos envejecen, y miran ahora a nuevos yacimientos como el turismo para intentar fijar la poca población que va quedando.

PA250213

 

Para terminar un jinete nos regala esta imagen, buen final. es un privilegio vivir en este entorno, hoy afortunadamente cuents con servicios suficientes, esperemos que por mucho tiempo más.

PA250215FB

 

 La Iglesia de Santiago nos recibe en el lado sur del pueblo, paredes de pizarra delimitando fincas, dibujan un entorno rural muy habitual en Extremadura.

PA250217

 

 De cerca se ve así, la iglesia de Santiago Apóstol, ubicada en el Sur del pueblo, en lo que se conoce como Barrio Nuevo, es el principal patrimonio de Santiago del Campo. Su obra comenzó a edificarse en el primer cuarto del siglo XVI y se concluyó en el XVIII.

PA250230

 

 Como comentaba al principio en el pueblo se celebraba la I Feria Agroalimentaria y se ofreció caldereta de cordero a todo el mundo. Un remate final perfecto poder comprar productos de calidad, artesanía pura de la gastronomía: cerveza artesana, quesos, dulces,embutidos… así habrá que volver seguro.

PA250231

 

Santiago del Campo nos recibió con las primeras luces del alba y nos despide con esta luz de mediodía. Un día redondo para un paseo fantástico.

PA250223FB

 Venir a la dehesa es como cocinar paisajes: encinas, alcornoques y olivos, sobre una alfombra de hierbas silvestres, jara y romero. Un paisaje, humanizado pero sostenible,  es el resultado de una larga historia, que se remonta a la Reconquista, por ello es habitual que en él nos encontremos con árboles centenarios, encinas y alcornoques, aunque también pueden aparecer en zonas más húmedas fresnos y robles. En estas tierras que rodean el Parque Nacional de Monfragüe la belleza es la misma, seguramente no tan nombrada pero igual de apetecible. Enhorabuena a los organizadores, lo mejor, que te reciban con un sonrisa de oreja a oreja y que estén ellos más agradecidos porque hayas venido que tú por haber sido agasajado de principio a fin. Haced la ruta sin prisas y disfrutad de cada pausa, en Extremadura, el tiempo lo dan ‘dao’.-

                                                                                                                                                ©vicentepozas2015

Ruta de los Castaños Centenarios y Era de San Bernabé. Valle del Jerte

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

El Valle del Jerte, en el norte de la provincia de Cáceres, ofrece múltiples espectáculos, desde la popular fiesta del Cerezo en Flor al rojo de la cereza a finales de primavera, desde la otoñada en bosques de robles y castaños, pasando por sus pozas y saltos de agua, a la arquitectura tradicional en pueblos que te enamoran. Otros tesoros hay que buscarlos y, afortunadamente como hemos dicho más veces sólo se puede llegar andando a ellos. Casas del Castañar, como su nombre indica se rodea de castaños y robledales. Asentada en las faldas de la Sierra de Bernabé en el Sistema Central conserva varios de los que se llaman Árboles Singulares de Extremadura, mágnificos ejemplares que aquí son cinco castaños que en algún caso superan los 700 años. Nosotros hemos unido la ruta original de los castaños, de apenas cinco kilómetros con otra ruta denominada Era de San Bernabé, un magnifico mirador del Valle  que nos lleva a hacer unos doce kilómetros en total. Un paseo lleno de paisajes y sorpresas que no os dejará insatisfechos.

Aquí tenéis el track para GPS de esta ruta

Hemos tenido suerte, se anuncia un día de otoño limpio con nubes y claros, tras algunas jornadas de lluvia, que nos va regalar fotografías excelentes. El otoño en Extremadura son matices, luces, colores y muchos sabores; es tiempo de castañas, granadas, nueces, setas, madroños…. frutos del bosque que hacen más deliciosa cualquier visita.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Como cuentan en la web del Valle del Jerte sobre Casas del Castañar, «quien hoy viaje por la carretera que lo cruza creerá que se trata de un pueblo sumamente modernizado, a juzgar por los edificios levantados en sus laterales. Sin embargo, tomando cualquiera de las vías descendentes, se penetra en un caserío antiguo, llamativo y pintoresco, de elevadísimas casas entramadas, con solanas en el último nivel para mejor recibir el sol que secaba los pimientos, los higos, los melocotones, etc. Sorprenden las fachadas enjalbegadas, con encalados reverberantes que llegan hasta las vigas de la planta primera. Al igual que en otras poblaciones serranas, su urbanismo adolece de falta de planificación, con vías sinuosas y estrechas, ensombrecidas por los altos edificios.»

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

La ruta arranca en la parte alta del pueblo, un panel informativo nos indica el punto de partida,  guiado a través de las marcas blanca y verde, no homologadas, aunque son iguales a las de un sendero local muy bien señalizado e indicado durante toda la travesía.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Salimos del pueblo por un camino que nos lleva entre pequeños huertos acotados por paredes de piedra en el paraje del Llano Herrero donde los castaños avisan de lo que vendrá después, un ejemplar centenario nos tiende la mano al borde del camino.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

 

Es otoño y estos gigantes escupen su fruto protegido por vainas de espinas, lo tiran al suelo para ser recogido. Aquí la castaña es un bien que se recolecta y da dinero.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Cerca, un castañar nos ayuda a entender porque a las Casas le pusieron ese apellido. Es curioso, porque se ven plantones de estos árboles que son sembrados para aprovechar el fruto, el ciclo de la tierra y su aprovechamiento no se ha perdido.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Cerezos, robles y castaños, ese es el paisaje en la Sierra de Gredos, esta, la de San Bernabé, esconde el único pueblo de la comarca que no mira al valle: Barrado, donde por cierto hay otro árbol singular: El Roble de la Solana.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

No mucho más arriba, la ruta se bifurca, hacia la era y hacia los castaños, como ya he dicho hemos unido las dos; nosotros caminos hacia la izquierda, siguiendo la senda de los castaños, ya nos uniremos a la otra un pelín más arriba.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Vamos ascendiendo y el valle se dibuja, Cabrero otro de los pueblecitos encantadores del Jerte se muestra así en un día claro de otoño. Las columnas de humo son debido a la limpieza y la poda de los cerezos que, aprovechando el otoño, reciben los cuidados necesarios tras el estrés del verano.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

No tardamos mucho en llegar al paraje de Condilobos, donde nos encontramos el primero de estos druidas del bosque, el Castaños de Escondelobo, o Condelobo, más de 700 años de vida, cuando este portento comenzó a crecer no había nacido siquiera Cristóbal Colón.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Este patriarca del bosque nació en plena edad media en tiempos de Felipe IV, cuando la peste negra asolaba Europa y Francia e Inglaterra se batían en la Guerra de los Cien Años. Son dos de los mayores castaños de la especie Castanea Sativa  a nivel regional y nacional. Con nada menos que 9,21 y 10,77 metros de perímetro de tronco respectivamente la presencia de estos especímenes es sobrecogedora. Su enigmática forma y belleza hace que parezcan sacados de un cuento de hadas.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Esta ha sido siempre tierra de robles y castaños, hay crónicas del siglo XVI del médico Luis de Toro que hablaban de la «infinita y numerosa selva de castaños» en el Valle del Jerte. Las enfermedades y el monocultivo del cerezo acabaron con casi todos ellos. Resisten muchos que se han plantado para su aprovechamiento, y otros como este de Escondelobo que han visto pasar generaciones y generaciones de vallejerteños que acudían bajo su copa a recoger el regalo de las castañas.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Recoger castañas es un oficio en el valle y llegado el otoño las familias se entregan a ello.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Repartidos aquí y allí aparecen grandes castaños en esta umbría serrana que nos tiene obnubilados mientras no paramos de disparar la cámara.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Bosques rehechos, sembrados, aprovechables. La tierra lo da todo y todo se aprovecha. El valle se ha hecho ya a la medida del hombre, pero conserva su belleza, domada, eso sí.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Un poco más arriba sigue la fiesta de los gigantes, hermanos del Escondelobo, su tamaño impresiona y se asoman al camino buscando sus años de gloria.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Elevan sus ramas metros y metros como quieriendo agarrar el cielo, reclamando la luz que alimenta estos troncos, pilares de la tierra que han venido a sujetar la montaña.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

A su alrededor el resto de árboles les miran con envidia y respeto; como de pequeños admirábamos a los más mayores, son dueños del bosque, los más admirados.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Son visibles en el camino, llaman la atención a primera vista por su tamaño y su porte, están repartidos aquí y allá y no sientes sus presencia hasta que no estás cerca, es como si el bosque los difuminase.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Primera sesión de fotos, después de centenares de disparos seguimos el sendero, una brecha en este desfile de robles y no tarda en llegar el siguiente gigante…

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Le llaman el Castaño de los Realengos. La altura de este ejemplar de Castanea Sativa  supera los 25 metros y su perímetro de tronco es de 6 metros. El majestuoso árbol conserva además su porte natural, algo muy raro de ver en esta especie.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Cuando Antonio se sitúa a su lado tienes la referencia de su tamaño, dice que no lo han cortado  nunca y que ha crecido sin ayudas ni podas,

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Su tronco es como el rostro humano: expresa los años, las cientos de veces que vivió el otoño y el invierno, la gente que pasó por delante, generaciones a las que ha sobrepasado; si estos centenarios hablasen…

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Es tan mayor y recibe tantos cuidados que tiene su propio paisaje, vigila El Torno, en la solana del Valle.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

El camino hace amigos y cruzamos nuestros pasos con un casareño que nos relata las bondades de la zona, gracias a él encontramos otro de estos castaños, este con una historia particular.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Hay que desviarse a la izquierda del camino, y tomar una pequeña vereda que nos lleva hasta él unos metros más arriba, hay que fijarse bien pero si vas atento lo localizas a simple vista, encontrar el caminito no es muy complicado.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

El suelo del bosque tiene sus propios habitantes, sólo hay que saber mirar.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Nos contaba este amigo de las Casas que el tronco de este castaño era aprovechado por los cabreros para dejar protegidos a los cabritillos recién nacidos, hacían una pared de piedra, todavía visible,  los dejaban ahí mientras subían con las madres a la sierra para que se alimentasen

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

La huella de los años es tan bella…

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

La Sierra de San Bernabé separa el Valle del Jerte de La Vera y el valle del Tiétar, en la zona que pisamos hay picos singulares: La Roza de la Cana-1049m-, Las Escobachas-1073m-, Cerro Bullón-1117m o Los Cerezillos-1110m- es una sierra densa.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

El otoño apaga el paisaje con nieblas, con esa bruma que difumina las formas, insinua pero no enseña.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Al borde del camino siguen apareciendo los restos del bosque centenario, hoy sería un espectáculo pasear por una arboleda llena de estas joyas de la naturaleza.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Hay que dejar el camino y tomar una senda a la derecha para llegar a la Fuente de las Escobanchas donde el último de estos abuelos espera la visita, como siempre el entorno es tan mágico como ellos.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

 

Y aquí está el Castaño de la Fuente de las Escobanchas, árbol singular, de nuevo son dos castaños declarados Árboles Singulares al igual que sus hermanos anteriores,  presentan unos portes figurativos muy poco comunes que recuerdan a una gran mano. Sus perímetros de tronco superan los 7 metros.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Nos detuvimos lo justo porque nuestro compañero casareño nos advirtió que se había instalado en el árbol uno de esos enjambres de avispas africanas y ya tuvimos una experiencia desagradable hace tiempo con ellas y no es para andar con bromas sus picaduras son bestiales y dolorosas, y estaban, a fe que sí.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

En fin continuamos la ruta por un pequeño sendero que nos devuelve al camino principal. Sigue muy bien señalizado.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

No ha llegado el otoño plenamente pero se intuye el color de la hivernada en el bosque, los robles se preparan para el invierno duro de la sierra, mejor tirar la hoja y dormitar hasta la primavera.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Mientras enlazamos una ruta con otra por una senda casi invisible ya en desuso, nos entretenemos con la naturaleza que sale a nuestro encuentro.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Algunos de estos castaños tienen formas caprichosas, heridas de los años, que los convierten en un amasijo de ramas, formas imposibles que tardan decenios en moldearse. Caprichos de la naturaleza para deleite de humanos.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Recuperamos el camino que nos llevará a la atalaya de San Bartolomé, andando entre árboles, gargantas y sonidos que se imaginan en cada imagen.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

El valle cereza dormita, relaja la tensión y el esfuerzo del fruto, tiran la hoja los cerezos y los bancales que se elevan cada vez más, se llenan de hojas, ahora toca sanear, podar y descansar hasta que la Fiesta del Cerezo en Flor anuncie el comienzo de otro ciclo.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

En este punto podéis optar por volver la pueblo o continuar hasta la Era de San Bernabé, nosotros subiremos claro a disfrutar del Valle

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Y es que merece la pena seguir subiendo, desde este lado Los Montes de Tras la Sierra y El Torno, una de las localidades del Jerte consideradas balcones del valle; a la derecha dos picos: Cabeza del Santo y el Fraile.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

El valle es una continuidad de colores, el río separa en dos estas montañas por su vértice más bajo. Rebollar otro de los núcleos vallejerteños. De la sierra bajan muchas gargantas a morir al Jerte: en lo que alcanza la foto las de La Puria, la de Los Anzuelos y la de Los Riscos.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Abajo el Jerte, domado por el pantano de Plasencia, abandona su bravura y su belleza; bien es cierto que adquiere otra diferente que no le resta encanto. Seguimos caminando.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Según ascendemos, vemos el arranque del valle y el pantano en la zona más libre de bancales, más cerca de Plasencia, es, puede decirse, el prevalle, la Sierra de la Oliva, donde aún no han llegado los cerezos.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Llegamos por fin a la Era de San Bernabé a nuestras espaldas, y aquí nos detenemos a disfrutar del espectáculo. Merece la pena.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Así comienza el Valle del Jerte, Plasencia al fondo y el pantano, luego el bucólico valle, el de las flores y el rojo cerezo.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Fin de la ruta y vuelta atrás, las explicaciones en el cartel. Un poco de historia.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Esta es la Era de San Bernabé, sigue siendo pública y usada por los vecinos de la zona.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Regreso magnífico peinando el valle.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

La niebla se ha levantado y los robledales muestran toda su paleta de colores, el sol está alto y acompaña en esta mañana de otoño.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Lo bueno del recorrido que hemos hecho es que no volvemos por el mismo camino, y disfrutamos de una ruta completa y distinta en todo su recorrido. Ahora, además, el Jerte tiene otra luz.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

El camino de vuelta nos lleva entre bancales, donde la actividad es evidente, preparan los cerezos para el invierno. La tierra hay que cuidarla.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Bancales de ensueño que convierten al Jerte en ese lugar tan singular, caminamos por el paraje de La Cebadilla por una pista ancha y cementada.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

El valle tiene todas las estaciones y un encanto especial en cada una de ellas. El otoño, también es una fiesta en el Jerte, la llaman la Otoñada, y coincide con la Calvotá, la fiesta de las castañas.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

 

Alcanzamos Casas del Castañar, ahora por la parte más baja donde nos recibe el pequeño parque construido sobre una  garganta, rincón fantástico para despedir la caminata.

Castaños Centenarios en el Valle el Jerte

Cada vez que piso el Valle del Jerte noto que mi cámara de fotos se pone nerviosa, al igual que los ojos, abre el diafragma como si no quisiera perder ni un píxel de belleza, se emociona con los tonos y los capta con tanta delicadeza como si pintase óleos gigantes de lugares idílicos; enfoca los detalles, busca los rincones, los árboles, gargantas, senderos, capta el sonido del agua cuando la inmortaliza, elige la velocidad adecuada para mirar la realidad de la que quiere apoderarse. Mi cámara no pierde detalle porque huele el Jerte antes de que aparezca; dispara cientos de imágenes que guarda en la memoria con la delicadeza de lo frágil, tanto como el equilibro que mantiene este paisaje y lo muestra encantado a quienes quieren compartirlo. Cuando regresas a casa y descargas el trabajo en tu ordenador, aún huele a Jerte, aún huele a otoño.-

©vicentepozas2014

Ruta Valle de los Tejos. Las Hurdes

P4071472

En Extremadura apenas quedan unos 230 tejos distribuidos por las Hurdes, Valle del Ambroz, Valle del Jerte y La Vera, lo que ha motivado su catalogación como especie en peligro de extinción dentro de la región. Esta especie de árboles fue reverenciada por los druidas, la casta sacerdotal del pueblo celta, quienes consideraban al tejo un árbol mágico con el que elaboraban sus ungüentos y realizaban conjuros. Además, con sus ramas fabricaban bastones mágicos y con palillos de este árbol predecían el futuro. La agrupación de Los Tejos de El Cerezal es la mejor conservada de Extremadura se encuentra en Nuñomoral, concretamente en la pedanía de El Cerezal, en pleno corazón de Las Hurdes. En este paraje se encuentran 56 tejos de más de 3 metros de altura conocidos como los Tejos del Cerezal que han sido declarados Árboles Singulares. La ruta que nos lleva hasta allí está bien señalizada, discurre por la Verea del Correo y tiene algo más de 10 kms, nosotros salimos de Nuñomoral, pero se puede acortar mucho más. En esta ocasión la hicimos con el Club de Senderismo Michaelus

Os dejo el track para GPS del amigo Teófilo Amores

Iniciamos la marcha en Nuñomoral, junto a las aguas del río Hurdano, alargamos así el paseo y disfrutamos de las serpenteantes curvas del cauce y del paisaje local

P4071409

 

Nuñomoral nos recibe con la tranquilidad de un sitio pequeño, la rutina de costumbres que rompemos un pequeño grupo de senderistas camino del monte. Atravesamos Nuñomoral y seguimos la carretera hasta la pedanía de El Cerezal, separada apenas por un kilómetro de distancia.

P4071410

 

 La carretera, apenas transitada, es aconpañada por un pequeño acerado que facilita el paseo, rodeados de pinos recorremos los pocos metros que separan ambas localidades.

P4071416

 

 El Cerezal es una de las diez alquerías que pertenecen a Nuñomoral con algo más de un centenar de personas. Cuenta la tradición que este pueblo estuvo situado en los años de su creación en el lugar llamado «El Manué», o sea, antes estaba más retirado de la garganta denominada «Arrocerezal» que en la actualidad. Refieren que es el pueblo más frío de todas Las Hurdes, ya que se levanta prácticamente en la confluencia de tres ríos: el Hurdano, el Malvellido y el Arrocerezal.

P4071420

 

 El río Hurdano muestra una de las estampas más típicas de la comarca, los meandros que dibuja el agua buscando su salida hacia el río Alagón, curvas imposibles en este suelo de pizarra difícil de erosionar.

P4071421

 

 Cerezal con numerosos recursos naturales, es conocido como el pueblo de los ríos y los puentes, se juntan el río Malvellido y el río Hurdano y finalmente éstos se unen con el Arroyo «Arrocerezal» por lo que podemos encontrar numerosas zonas de baño.

P4071424

 

 Atravesamos la alquería buscando el camino que nos lleve hasta el embalse de Arrocerezal, inicio oficial de la ruta por el Valle Juana.

P4071428

 

 Paisaje hurdano, pinos, pizarra, olivos y cerezos, y sierras. Frente a nosotros el pico Arrobuey, 1403 metros de altitud.

P4071430

 

 Otro pequeño tramo de carretera nos lleva hasta la presa del embalse para encontrar la vereda que buscamos y llegar al mirador de Los Tejos. Al paraje lo llaman La Reboya.

P4071432

 

 Hay que cruzar por la pared de la presa. Es un embalse pequeño, el de Arrocerezal tiene una capacidad de 0,194 Hm3, pertenece a la Cuenca del Tajo y abastece a los habitantes de Nuñomoral, Cerezal y Rubiaco.

P4071434

 

 Rodeamos el embalse por el lado que nos apetezca, porque como digo es pequeño y ambos caminos se unen en el curso del arroyo, justo al final donde comienza el valle de los Tejos. Una sugerencia, como es camino de ida y vuelta aconsejo hacer la ida por un lado y la vuelta por el otro.

P4071437

 

 Cualquier época es buena para hacer la ruta, en este caso la primavera ofrece una gama de colores magnífica, pero en otoño también es aconsejable, esa paleta torna a ocres y rojos y el valle también es magia

P4071439

 

 La ruta discurre por uno de esos caminos que unían pueblos, en este caso La Verea del Correo, que viene desde Caminomorisco. Cuenta la historia que era un antiguo camino que recorría el cartero Francisco Palomo, para llevar la correspondencia a los pueblos de la zona, este trayecto comenzaba en Casar de Palomero y finalizaba en El Cerezal.

P4071443

 

 Todo aquel que camine por los senderos de Las Hurdes habrá disfrutado de sus veredas, en los últimos años y con dinero de Europa para desarrollo rural se han hecho importantes inversiones en recuperar estas vías, señalizadas y con todo tipo de infraestructuras que facilitan la travesía, además de paneles informativos en cada tramo; la verdad es que es una delicia caminar por Las Hurdes, su web además ofrece amplia información sobre todos ellos

P4071446

 

 Una vez cruzado el arroyo comenzamos el ascenso por una vereda bien preparada, en este punto tenemos dos opciones, desviarnos a la izquierda siguiendo la Garganta del Arroyo y adentrarnos en el mismo Valle, o seguir por el sendero hasta el Mirador de los Tejos, ambas opciones están señalizadas. La del Mirador es un tramo de fuerte pendiente en espiral que requiere un pequeño esfuerzo, aunque este merece la pena.

P4071449

 

 En cualquier caso, volver la vista atrás es disfrutar del paisaje de Las Hurdes, un entorno único, una sucesión de valles y sierras, agua y pizarra.

P4071450

 

 Ahora lo mejor es concentrarse en el sendero, esta vereda en zig zag que obliga a reservar todo el aire, esfuerzo de apenas un kilómetro pero que merecerá la pena. Fijaos en la pendiente, el desnivel y la diferencia de los que vamos subiendo.

P4071454

 

 El Mirador de los Tejos ofrece una panorámica del valle muy bonita, es un mirador escondido, pero no os confundáis, si queréir ver Tejos, a pesar de su altura, o traéis unos buenos prismáticos, o venís con alguien que os diga cuales son o mejor tiráis por el otro sendero y os colocáis junto a ellos.

P4071458

 

 Bueno, como consolación, junto al mirador han sembrado uno de estos árboles pero todavía es muy pequeño, de aquí a unos años, unos cuantos, será un gran árbol.

P4071460

 

 De cualquier manera la vista desde el mirador merece la pena, es una delicia, y repones fuerzas y tomas aire porque la subida a supuesto un gran esfuerzo.

P4070270

 

 Desde aquí se distinguen algunos ejemplares de Tejo pero hay que tirar del zoom de la cámara.

P4070274

 

 El Valle de los Tejos o el Valle Juana o Los Tejares, con todos estos nombres se conoce este pequeño valle que baña el arroyo del Cerezal que nace en la falda del pico Tejada, en la Sierra del Horno, que se alza hasta los 1.191 metros.

P4071462

 

La vuelta es desandar lo andado, ahora bajando claro, que se agradece un poquito.

P4071464

 

 Este es el cruce del que os hablaba antes, si queréis disfrutar de los Tejos de cerca, seguid dirección hacia La China, una piedra en medio del camino por un sendero algo más peligroso, por lo resbaladizo, pero que merece la pena. He visto muchas fotos de la zona, nosotros íbamos en grupo y optamos por el mirador, pero volveré a buscar ese desvío y disfrutar de Los Tejos.

P4071465

 

 Cruzamos el arroyo por este pequeño puente, a mí en la foto no me apareció un Tejo, me parecio un Teo…

P4071481

 

 El entorno es serrano, de vegetación abundante, de rivera y sierra. El camino está bien preparado y facilita la caminata, aunque algunos prefiramos los senderos más naturales sin tanto cemento, a pesar de estar cubierto de pizarra.

P4071474

 

 Las Hurdes es color, olores, caminos, piedra; te pares donde te pares disparas la cámara y cuando ves el resultado recuerdas cada paisaje. Esta es la Verea del Correo, la que recorría a diario Francisco el cartero, trayendo la carta esperada, la noticia dolosa, la esperanza, el amor, la tristeza, el recuerdo o el beso en palabras.

P4071484fb

 

 Volvemos al embalse, ahora lo recorremos por el lado contrario, es una opción muy buena ya digo, para no repetir en exceso.

P4071490

 

 Al fondo Nuñomoral, asomado entre valles, vigilando las aguas del río hurdano, finaliza la ruta para nosotros en El Cerezal, desde donde, aprovechando que la ruta es cortita, irenos hacia El Gasco para disfrutar del Chorro de la Meancera, o Miacera y probar la Ensalada de Limón, un típico plato hurdano.

P4071492

 

 Quienes han escrito de Hurdes, quienes han venido, los que se quedaron, los que vuelven hacen suya la máxima de que esta comarca engancha, te superan los paisajes por la magia que desprenden.

P4071543

 

Este es uno de esos tesoros escondidos, un derroche de la naturaleza; el valle de los Tejos, no es demasiado conocido, excepto para naturalistas, estudiosos o hurdanos. Uno de esos lugares de interés comunitario, LIC, una figura que ha servido para proteger decenas de rincones en Extremadura, ponerlos en valor y darlos a conocer por fin. Los hay más nombrados, visitados, este no lo es tanto. Pero Las Hurdes te invita, de principio a fin, a perderte en sus caminos, dejar las carreteras y descubrir maravillas de la naturaleza que se conservan para disfrute de todos, aunque desconozcamos que lo que tenemos alrededor es una gran isla del tesoro. Pues eso, no perdamos el trocito de alma de infantil que nos queda, como los niños perdidos de Peter Pan, y salgamos a descubrirla; la mejor manera de hacerlo es… Andando Extremadura.-

                                                                                                                                                ©vicentepozas2014