Ruta Sierra de Dios Padre

sierra08

A caballo entre tres comarcas se encuentra la Sierra de Dios Padre, una elevación de 948 m de altitud situada entre las localidades de Villanueva de la Sierra y Santa Cruz de Paniagua. La sierra se encuentra entre las comarcas de Sierra de Gata, donde se asienta, y las de Tierras de Granadilla y Las Hurdes. Desde su cumbre el paisaje es espectacular, subir exige algo de esfuerzo, pero merece la pena.

Existen varias opciones, desde Santa Cruz de Paniagua (divulgada por el Grupo de Acción Local CEDER CÁPARRA)

Sierra Dios Padre desde Santa Cruz de Paniagua

Y desde Villanueva de la Sierra (divulgada por la comarca de Sierra de Gata)

Sierra de Dios Padre desde Villanueva de la Sierra

Nosotros hemos optado por un trazado propio que parte de Santa Cruz de Paniagua, sube a la Sierra y baja a Villanueva de la Sierra para terminar em Torrecilla de los Ángeles, 18 kms de magníficos pasisajes

os dejo el track para GPS

Comenzamos en el pequeño parque de Santa Cruz de Paniagua, a la entrada del pueblo, junto al panel que indica uno de los trazados de la ruta

sierra01

Santa Cruz de Paniagua cuenta con numerosos vestigios de arte religioso, quizá el más representativo es la iglesia parroquial del Salvador, construida en el siglo XVI y reformada en el XVII. 

sierra02

Salimos del pueblo buscando el camino del regato de Pasarón por una zona de huertas y restos de matorral mediterráneo

sierra03

Nos vemos rodeados de bancales de olivos, muy presentes en esta zona del norte de la provincia, tanto en Sierra de Gata como en Tierras de Granadilla, aquí se encuentra la Denominación de Origen del aceite de Oliva Gata-Hurdes, que pone en valor la aceituna manzanilla cacereña, aunque ahora mismo solo tres almazaras están acogidas a ella.

sierra04

Comenzamos a bordear la sierra por un paraje que llaman la Huerta de las Locas, aquí el bosque se hace más denso y se alternan, alcornoques, algunos castaños y un enorme pinar sembrado en los años 60-70 del siglo pasado.

sierra06

Arriba está el risco y la ermita de Dios Padre, hay que encarar la subida no queda más remedio

sierra07

A medida que ganamos metros en altura el paisaje se descubre y te muestra la razón por la que ascender a la sierra de Dios Padre es un gozo. Detrás de nosotros se extiende el valle de las Tierras de Granadilla, al fondo la Trasierra, las elevaciones del Sistema Central con las cumbres de Gredos y el Valle del Ambroz.

sierra08bis

A la izquierda Hurdes bajas y las miles de hectáreas de olivos de Granadilla y sus tierras, junto a nosotros las lenguas boscosas que inundan la sierra.

sierra09

Tierras de Granadilla es una dehesa inmensa donde el agua del embalse de Gabriel y Galán crea un microclima muy especial. Debajo de nosotros Santa Cruz de Paniagua, de donde hemos partido, y al fondo Santibáñez el Bajo. Y si os fijáis bien en las faldas de la sierra y a la derecha se ven Villar de Plasencia y encima Cabezabellosa bajo el pico Pitolero (1.352 m altitud); a la izquierda se vislumbran Casas del Monte y Segura de Toro bajo la Sierra de la Cabrera (1.826 m altitud) ya en el Valle del Ambroz.

sierra10

Nosotros suavizamos la subida y encaramos un falso llano mientras rodeamos la sierra por un bosque de pinos que en un día de viento como hoy es una orquesta de sonidos. Estilizados árboles que se mecen con el viento y parece que van a quebrarse.

sierra11

Pero era sólo una trampa. Al ascender por la parte suroeste hay que afrontar un largo cortafuegos que nos va a pedir un esfuerzo físico considerable. Hay que encararlo con paciencia.

sierra12

Son 300 metros de desnivel ascendente en apenas un kilómetro de distancia. Si te lo piensas, no subes.

sierra13

Hemos subido los primeros 100 metros, tiempo de tomar aire y disfrutar del paisaje, si el día estuviese un pelín más limpio al fondo veríamos Plasencia.

sierra14

Pero solo hay tiempo para eso, para coger aire y afrontar la segunda y última subida. Cada uno a su ritmo y consciente de sus fuerzas, no hay prisa, arriba nos espera la cumbre.

sierra15

El esfuerzo físico es notable, pero merece la pena. Ahora Santa cruz de Paniagua se ve muy abajo. A este lugar le llaman Peñas Blancas.

sierra16

Hay que animar al grupo para que siga, con mucha prudencia hay que llegar arriba. Aquí es donde se nota el desnivel que estamos ascendiendo, nosotros venimos del pinar que hay abajo. No engañaba la subida.

sierra17

Pero todo se alcanza, la caseta de vigilancia de incendios ya está a la vista y la cumbre casi la tocamos, esto anima a quienes ya van con las fuerzas justas, ahora descansaremos arriba.

sierra18

La sierra de Dios Padre se encuentra aparentemente aislada, manteniendo una importante distancia hasta otras elevaciones. De ahí que en un día normal, desde su cima, podamos avistar más de veinte pueblos llegando a sesenta o setenta los días más claros. Algunos de estos pueblos son Gata o Candelario, que se encuentra a más de 70 kilómetros por carretera.

sierra19

En la cumbre, aparte de la torre de vigilancia y del vértice geodésico, hay una pequeña ermita, con arco toral visigodo, en honor a Dios Padre, donde todos los años suben los vecinos de Villanueva de la Sierra a celebrar la romería. Todavía suben algunos de Santa Cruz de Paniagua, que al parecer fueron quienes comenzaron la tradición.

sierra20

La sierra de Dios Padre, en el corazón del LIC Sierras de Risco Viejo, es un lugar de la Red Natura 2000 que se extiende a lo largo de las formaciones montañosas existentes entre Pozuelo de Zarzón y La Pesga, allí se sitúa el llamado Pico Blanco que es, en realidad, la Sierra del Manzano, y que en su cumbre tiene uno de los miradores más bonitos de Extremadura.

sierra21

Ecológicamente comparten muchas similitudes con las cercanas sierras de Las Hurdes y Granadilla, presentando valores muy similares. Por ejemplo, las colonias de buitre negro también ocupan estas sierras, con una población que ronda las 10 parejas. A la izquierda de la imagen podéis ver Santibáñez el Alto, un lugar único, y al fondo el Pico Jálama con sus casi 1.500 metros de altitud.

sierra22

Mirando hacia el norte vemos Torrecilla de los Ángeles, donde terminaremos hoy, al fondo La Bolla con sus 1.517 metros de altitud.

sierra23

Esta montaña, con apariencia de volcán y nombre de bíblicas resonancias, es una de las más antiguas de Extremadura. Se halla situada en el límite occidental de la comarca, lindando con la Sierra de Gata, y su edad se remonta a 500 millones de años, Algo más de quinientos son también los metros que se eleva sobre la penillanura. Este hecho, unido a su solitaria ubicación, es lo que hace que desde ella sea posible contemplar gran cantidad de pueblos: más de veinte en un día cualquiera, y casi setenta en los despejados, incluida una población de la vecina Salamanca. Asimismo se pueden divisar las sierras de Francia, Candelario, Trasierra, Hurdes, Gata, el Puerto de los Castaños, las Villuercas y la sierra de la Mosca, en las cercanías de Cáceres capital.

sierra24

Comenzamos el descenso por una pista cómoda que viene de la localidad de Villanueva de la Sierra. Al fondo Santibáñez el Alto y a la izquierda el embalse de Borbollón.

sierra25

Esta pista es por la que acceden los vehículos y el personal de la lucha contra incendios y muchos curiosos que en vez de subir andando prefieren hacerlo en un vehículo.

sierra26

Por darle un poquito de interés y, por qué no decirlo, porque preferimos huir de pistas de tierra, aprovechamos un cortafuego que desciende de la sierra a cañón, añade un punto de dificultad y nos evita un gran rodeo. Si hacéis la ruta y llegáis a este punto podéis optar por seguir la pista y evitar esa brusca bajada.

sierra27

Descenso cumplido, ahora estamos en el lado contrario de la sierra, entre bancales de olivos, se relajan las piernas y el camino de cemento nos acerca a la población.

Atravesamos Villanueva de la Sierra, colindante con las vecinas Hurdes, es un pequeño pueblo situado al sur de la comarca de la sierra de Gata, a 30 kilómetros de Coria. Amantes de su tierra, los lugareños aún mantienen el orgullo de ser miembros de la primera población que a nivel mundial decidió implantar el Día del Árbol. Fue en 1805 por iniciativa del párroco del pueblo y se celebra por carnavales, una fiesta con más de 200 años de historia.

sierra28

Tras atravesar la localidad, con parada para comer, cogemos el camino de la Carrasquilla que nos llevará derechos a Torrecilla de los Ángeles, es un camino llano y sin dificultades, para finalizar de manera relajada.

sierra29

Torrecilla está cerca, esto es ya un paseo entre olivos, aceituna manzanilla cacereña, muy apreciada y que tiene un referente en la cercana localidad de Pozuelo de Zarón donde se encuentra la almazara de Jacoliva, una de las tres empresas adheridas a la DO Manzanilla Cacereña.

sierra30

Son miles de hectáreas de olivos que en ocasiones se sitúan en bancales, se trata de cultivos tradicionales cuya aceituna se sigue recogiendo de manera manual. A nuestra derecha nos protege el cerro de la Tartamuña. Una plaga de olivos nos saluda, si venís por aquí no os vayáis sin aceite.

sierra31

Así llegamos, a este pequeño pueblo que es frontera, Torrecilla de los Ángeles es la última localidad de la Sierra de Gata, a partir de ahí comienzan Las Hurdes que ya intuimos en el paisaje que tenemos enfrente. Hurdes, como todas las comarcas del norte extremeño, son un paraíso para el senderista.

sierra32

Pero siempre queda una sorpresa y antes de llegar a Torrecilla nos vemos obligados a atravesar el río Tralgas; ha llovido los días anteriores a la ruta y viene crecido de agua. Toca descalzarse para cruzar sus cauce; unas risas para finalizar la ruta.

sierra33

En Torrecilla de los Ángeles, merecido refrigerio y esta imagen en lo alto de la Sierra de Dios Padre para el recuerdo. La subida ya está olvidada, los cortafuegos quedarán para las anécdotas y los relatos, pero ya podemos decir que hemos alcanzado esta pequeña cumbre que siempre nos llama cuando viajamos a Las Hurdes, ahora ya conocemos su secreto.

IMG_20200119_132749

A veces me preguntan por esas imágenes tan bonitas que comparto en el blog o en redes sociales, y siempre cuento que el esfuerzo tiene sus recompensas, uno de ellas es poder fotografiar estos lugares. Andar por Extremadura es conocer una tierra llena de contrastes, colores, olores, paisajes, accidentes geográficos convertidos en balcones, sierras en atalayas, montes transformados en miradores. Hay que subir, sí claro, pero merece la pena, siempre merece la pena. Hay un mapa dibujado que marca cada lugar, cada pueblo o cada río; hay otro mapa vivido, pisado, contemplado, un mapa que se queda en la retina del recuerdo, en la memoria de los paisajes eternos; un mapa que te ayuda a comprender a las gentes que pueblan cada paisaje y que comparten contigo sus viejos caminos, sus fuentes, su calles o sus bancales construidos a lo largo de los años. Paisajes y paisanajes que se van sumando a esta historia que se escribe a base de kilómetros, de desgastar suelas. El mapa que dibujo en mi cabeza está hecho de caminos, senderos, veredas…y algún cortafuego.

©vicentepozas2021

Asturias, playa y montaña

IMG_20190907_095621-01

¿Cuántas veces nos hemos planteado la necesidad de elegir entre playa o montaña? ¿Y si tuviésemos un destino que nos ofrece playa y montaña? Hay una región en el Norte de España que ofrece playa, montaña y mucho más: Asturias.

IMG_20190907_132350-01

Asturias es un paraíso para el deporte de aventura, para el contacto con la naturaleza, para enamorarse de la historia, para mimetizarse con la montaña, para disfrutar del mar, para saborear la gastronomía. Asturias es equilibrio, un destino ideal en estos tiempos difíciles en los que buscamos seguridad, distancia, lugares tranquilos en los que despreocuparnos de todo y no pensar en nada. Sólo admirar.

IMG_20190909_110657

Este paraíso natural te permite estar al nivel de mar y, en nada, a más de 2.000 metros de altitud en cualquiera de las cumbres que jalonan los Picos de Europa.

IMG_20190907_094022_1-01

Asturias es la región con más Reservas de la Biosfera de todo el territorio español: siete. El Parque Nacional de los Picos de Europa, el río Eo, Oscos y Terras de Burón, el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, el Parque Natural de Somiedo, el Parque Natural de las Ubiñas-La Mesa, el Parque Natural de Redes y el Parque Natural de Ponga. Alberga 39 Monumentos Naturales que reúnen playas, cascadas, cuevas, bosquetes y árboles singulares. Además de todos sus espacios protegidos que reconocen lugares con valores estéticos y culturales, pero sin demasiados problemas de conservación.

IMG_20190907_124431-01

Asturias te invita a caminar por la naturaleza, con infinidad de rutas y senderos, vías verdes cuya referencia más popular es la ruta de la Garganta del Cares o las de los Lagos de Covadonga, pero hay muchas más, también a pie de playa.

IMG_20190907_120635-01

Por eso el litoral asturiano, y sus pueblos marineros son distintos, formas imposibles y paisajes soñados; sus más de doscientos arenales de aguas cristalinas convierten cada visita en una jornada única y diferente, llamando especialmente la atención su cercanía a la montaña, así como sus diferentes atractivos capricho de las mareas.

penarronda IMG_20190908_170139-01

Pero el Principado de Asturias también es arte: el Camino de Santiago o Ruta Jacobea, el Arte Prerrománico, o Arte Asturiano, las Cuevas Prehistóricas son los tres grandes ámbitos culturales valorados como únicos en el mundo por la UNESCO. A los que sumar Oviedo, Gijón e infinidad de pueblos de playa y de interior que guardan una cultura milenaria y única.

IMG_20190909_090854-01

Asturias no es un destino, es el paraíso.

Ruta Dolmen del Matón. Hernán Pérez

La Sierra de Gata es una comarca cacereña, extensa y fronteriza, plagada de pequeños valles, de montes, montañas, castillos, piscinas naturales y pueblos deliciosos. La Sierra de Gata está plagada de caminos con historia, es más, la Sierra de Gata es historia. Paisaje, agua, bosque, montaña, arquitectura, aceite, frontera, a fala, cultura, parque arqueológico, amigos; una comarca de inmensas posibilidades. La Sierra de Gata es una comarca muy agradecida para la práctica del senderismo. Y nosotros volvemos con frecuencia.

Hoy os propongo un pequeño paseo de apenas 10 kms, con la excusa de conocer el pequeño Dolmen del Matón y las recientes excavaciones del yacimiento arqueológico de Padrocastaño. Una ruta sencilla, circular que parte desde la localidad de Hernán Pérez. Está señalizado y homologado como SL CC 203.

Os dejo el track para GPS de mi compañero Teófilo Amores porque siempre están llenos de detalles; Teo es el rey de wikiloc.

Hernán Perez es una pequeña localidad sierragatina, de apenas 500 habitantes, atravesada por un pequeño arroyo y flanqueada por los ríos Árrago y Tralgas afluentes del Alagón, en él desembocarán en los roquedos de los Canchos de Ramiro.

dolmen 34

El Árrago es un río pesquero que proporciona a los habitantes de Hernán Pérez y los pueblos de alrededor la posibilidad de baños veraniegos en su magnífica piscina natural. Alrededor de esta se encuentra una gran arboleda que proporciona, además de belleza natural, una extensa zona de sombra donde resguardarse de los rayos del sol estival

dolmen 01

Salimos de Hernán Pérez por el camino que conduce a la dehesa boyal siguiendo un tramo asfaltado que enseguida se tornará camino.

dolmen 13

Frente a nosotros, y nos irá acompañando todo el camino, la Sierra del Moro, con el pico de Los Ángeles de 1.055 m de altitud como principal atalaya, que se despierta de esta mañana de otoño con las nubes agarradas tras una noche lluviosa.

dolmen 14

El camino serpentea por la zona llamada de Navancha mientras bordeamos el Arroyo del Pueblo que, más abajo, parte en dos a Hernán Pérez. El camino está señalizado como SL, sendero local, pero hay que estar atentos.

dolmen 15

Justo a la entrada de la finca boyal de la Majada y Bardal nos desviamos a la izquierda para caminar ahora en paralelo a la falda de la sierra.

dolmen 02

Este bosque de dehesa, plagado de jaras, encinas y robles es un rico paraje micológico que en otoño está plagado de setas y hongos.

dolmen 03

En las vaguadas el agua se acumula en el camino. La ruta discurre hasta el dolmen por una pista amplia, fácil de seguir que, a pesar de charcos, es cómoda.

dolmen 04

Bordeamos dos pequeños cerros, no llegamos a subirlos, pero animan un poco las piernas y entretienen el paseo.

dolmen 16

Un camino flanqueado de jaras con hermosos robles donde la actividad de ciervos y jabalíes es más que visible, nosotros no nos topamos con ellos pues, seguramente, nos hayan sentido muchos metros/kilómetros antes.

dolmen 17

Aquí en el Valle de Juanico, justo donde acaba la Sierra del Moro, a los pies del río Árrago, se vislumbra la Sierra de la Jañona y el viejo castillo de la Almenara de Gata, su torre del homenaje se ve desde casi toda la comarca. Debajo, aunque no lo veamos está el pueblo de Cadalso de Gata muy cerca de donde discurría la antigua calzada romana de la Vía Dalmacia, todo tiene su porqué. Estamos en la frontera.

dolmen 18

El camino te regala encinas centenarias como esta, viejas supervivientes de muchas guerras de frontera que se vivieron en esta zona. Inmensa, y eso que Chema es alto.

dolmen 19

Una de las heridas de la Sierra de Gata son las incontroladas repoblaciones de pinos madereros que tantos disgustos, a causa de los incendios, dan a los habitantes de la comarca. Quedan muchos aún, aunque proyectos como los bosques de mosaico están terminando con hectáreas y hectáreas de pinar que cuando comienzan a arder son imparables.

dolmen 20

Y así llegamos a un pequeño pantano, un rincón donde la avifauna es muy numerosa y donde los ornitólogos se apuestan con paciencia para disfrutar de ella.

dolmen 05

Se encuentra en un entorno magnífico llamado Tierra Hundida, el paisaje es una invitación al silencio, a observar y descubrir.

dolmen 21

Se trata del embalse de La Lanchera, o de La Cañamera,  que se aprovecha tanto para eventuales incendios forestales y ocio, como para aumentar la biodiversidad en la zona y dotar a la dehesa de capacidad de regadío, se comenzó a construir en 2002 y no se finalizó hasta seis años después.

dolmen 22

Siguiendo un camino que nos lleva por el Valle de la Gitana llegamos a una pequeña carretera local, giramos a la derecha siguiendo la indicación y a unos 500 metros nos encontramos con un precioso rebollar, el Teso de las Corzas, donde se hallan los restos arqueológicos.

dolmen 23

Este bosque de rebollos comunal esconde varios tesoros que dan certeza de que, desde que el hombre es hombre, eligió estas tierras para vivir. Está Necrópolis de Hernán Pérez se encuentra en la Dehesa Boyal Majada y Bardal, que nos hemos abandonado en toda la ruta, justo en su área occidental por donde discurría la vieja ruta milenaria que atravesaba el Puerto Viejo de Robledillo de Gata, procedente de Ciudad Rodrigo y que se dirigía hacia las llanuras extremeñas. 

dolmen 24

El Dolmen del Matón parece corresponder con el periodo denominado como Bronce I para el que se maneja una cronología aproximada de 3.000 a.C, es decir, unos 5.000 años de antigüedad,  fue intervenido en 1979 por arqueólogos tras un proceso largo de saqueo y desgaste del que daba buena cuenta su estado, según escribe Pablo Iglesias Ordóñez, uno de los directores del proyecto arqueológico, en la web inforaya.es

dolmen 25

El dolmen, sigue relatando Pablo, estaba totalmente rodeado de un túmulo compuesto por hiladas de rollos de piedra cuyos huecos se rellenaban de tierra. La alineación de esta gran cantidad de piedra componía un túmulo que acorazaba por completo el interior de la tumba y generaba una falsa bóveda en su interior.

dolmen 26

En esta zona, dicen los arqueólogos, estaría la necrópolis megalítica más importante del norte de Cáceres junto con los dólmenes de Alcántara y que es visitable, aunque se ruega mucho respeto con todo lo que allí se ha hallado, o recreado.

dolmen 10

Se han hecho varias reproducciones en la necrópolis, con fines educativos, entre ellas esta reproducción del ídolo de Hérnan Pérez, cuyo original se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional.

dolmen 11

Un aula al aire libre, donde aprender con la recreación de diversos tipos de enterramientos que se explican en algunos de los paneles instalados en el yacimiento.

dolmen 08

Como se señala en la justificación del proyecto: El parque arqueológico Pradocastaño es una experiencia interdisciplinar y multidisciplinar centrada en el estudio de la arqueología de Hernán-Pérez, ya sea a nivel de excavación o de prospección. Este proyecto integra a: arqueólogos, biólogos, sociólogos, antropólogos, traceólogos… este equipo estudia los materiales arqueológicos, pero también realiza una labor de socialización y divulgación del patrimonio.

dolmen 30

Lo que parece claro es que  la aparición de estelas y dólmenes demuestran que en este lugar debió existir una sociedad que podría datarse entre el final del Neolítico hasta la Edad del Bronce.

dolmen 09

El proyecto comenzó en 2015 con el objetivo de rescatar todo el patrimonio arqueológico que se conserva en la localidad y que, en los años ochenta, aportó una colección de estelas diademadas e ídolos de piedra con forma y rasgos humanos que se encuentran en el Museo Arqueológico Nacional. Patrimonio que debería volver a su tierra.

dolmen 29

De momento, en el dolmen de Pradocastaño situado en la dehesa boyal del municipio se ha recuperado la mitad del túmulo y la idea del municipio es seguir investigando, atraer talento joven a la zona para el estudio, así como adecuar un parque arqueológico que pueda ser abierto al público y en el que se puedan exponer las piezas que se vayan encontrando en la excavación, algunas se pueden ver en el Centro de Interpretación del Olivo y el Aceite de Hernán Pérez.

dolmen 12

En el yacimiento se sigue excavando cada verano, de hecho, otro de los objetivos de este proyecto es la formación de estudiantes y el trabajo conjunto entre disciplinas y ciencias que convergen en el estudio de los materiales arqueológicos, así como el impacto de estas investigaciones sobre la población local. Cada año acuden varios estudiantes a trabajar en el conjunto arqueológico.

dolmen 27

Es una zona muy rica, por eso la eligieron aquellos primeros pobladores, regada por el río Árrago, en ese valle que separa las sierras de la Jañona y la de los Ángeles. Durante siglos, como hemos contado y certifican calzadas romanas y castillo, ha sido ruta de paso entre Portugal, Extremadura y Castilla. Hoy damos certeza de que fue un lugar de importantes asentamientos humanos.

dolmen 28

Volvemos sobre nuestros pasos apenas un kilómetro por la carretera que abandonaremos enseguida girando ahora a la izquierda para volver al Valle de Juanico.

dolmen 31

Mientras caminamos de vuelta, sorprendido todavía por la belleza del conjunto arqueológico, recuerdo las palabras del alcalde de Hernán Pérez, mi buen amigo Alfonso Beltrán, en el saluda de la web municipal: «Hernán-Pérez es un pueblo olivarero con una rica historia arqueológica. El término municipal que nos rodea es muy equilibrado y está compuesto por tierras de labor ocupadas por centenares de miles de olivos que forman un inmenso manto verde alrededor de todo el casco urbano. Flanqueando esos olivares, encontramos la dehesa municipal, la Sierra del Moro y la vega del Tralgas que ofrece un lugar inmejorable para practicar el senderismo o pasear en bicicleta. Si nos visitas en verano, te invito a visitar nuestra piscina natural, en el río Árrago».

dolmen 32

Regresamos a Hernán Pérez por el Bardal, dejando a la espalda la sierra, siempre vigilante, fundada en el año del señor de 1296 por el maestre de la Orden de Alcántara frey D. Fernán Pérez del Gallego, que creó una aldea dentro de la Encomienda de Santibáñez, y ésta recibió el nombre de Hernán Pérez, en recuerdo y homenaje del maestre que la fundó, los primeros pobladores a los que éste acomodó procedían de villas y aldeas que poseía la Orden de Alcántara en Sanjulián del Pereiro, Castel Rodrigo y otras de la ribera del Coa, los cuales perdieron cuanto tenían a manos del ejercito del Rey de Portugal D. Dionis. Antes de iros, no dejéis de visitar el Centro de Interpretación del Olivo y el Aceite, Museo Etnográfico, construido en un viejo molino de aceite.

dolmen 33

Termina la Ruta del Dolmen del Matón que hicimos en el otoño del año 2019, dentro de las actividades del Otoño en Sierra de Gata ‘Échate a soñar’ y que tuve la suerte de guiar. Me acompañaron mis inseparables compañeros Antonio Luna y Teófilo Amores que son una garantía para que una ruta salga perfecta. Fuimos un grupo pequeño pero bien avenido que, aún, mantenemos contactos; nosotros aprendimos con ellos mucho de la esencia de la cultura sierragatina.

dolmen 07

Tengo muchos rincones en la Sierra de Gata, bueno tengo todos los rincones, y muchos amigos y mejores recuerdos. La Sierra de Gata hoy lucha por hacerse hueco como Parque Cultural, pero para quienes recorremos esta comarca enorme de más de 1.250 km2, 20 pueblos y apenas 22.000 almas, la Sierra de Gata es mucho más: es manzanilla cacereña, molinos de aceite, piscinas naturales, exquisita gastronomía, grullas, castillos, montañas, caminos, abrazos, encuentros, colores. Tengo muchos amigos que han escogido la comarca para vivir, o como segunda residencia. Me emociona contemplar como las gentes de aquí defienden sus tradiciones, luchan contra el despoblamiento y no paran de reivindicarse como lugar único, especial, hermoso. Hasta aquí llegan templos budistas e hinduistas, gentes que valoran que la calidad de vida se mide en parámetros humanos que no están en las estadísticas, que se pegan al alma; una comarca donde se para el tiempo para contemplar la vida, porque como dicen los sierragatinos ¡qué prisa hay si el tiempo lo dan dao!.

©vicentepozas2020

Ruta de Las Alquerías. Las Hurdes

Las Hurdes es un paraíso para el senderista. Y en Las Hurdes lo saben, por eso han hecho un esfuerzo grande en señalizar muchos de estos caminos. Caminos con historia, que cuentan historias. Muchos de estos senderos están puestos en valor y señalizados. Nosotros hemos disfrutado de la Ruta de las Alquerías, una senda de 18 kms que va pegada al río Esperabán, que se unirá al río de los Ángeles justo antes de llegar al final, y que nos enseña cinco de las alquerías de Pinofranqueado, donde termina la ruta: Aldehuela, Erías, Castillo, Robledo y La Muela.

Aquí tenéis el track para GPS

Y arriba comenzamos, debajo del Lombo de las Muelas, junto al Puerto del Esperabán, en la sierra de Gata donde nace el río que les da nombre. La ruta comienza en Aldehuela. En esta alquería tiene el nacimiento el río Esparabán que según todos los indicios viene de una palabra hurdana que significa «río del Gavilán». Años atrás, aparecieron importantes vestigios prehistóricos en este pueblo; incluso una gran laja de pizarra con un grabado rupestre.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Caminamos bajando por sendas de paredes de piedra seca construidas con pizarra, como todo en Las Hurdes. Estos viejos caminos te llevan sin confusión. Piedra Seca patrimonio de la UNESCO, por cierto.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Rodeados de naturaleza. Las Hurdes, paraíso natural, frente a nosotros la Sierra de La Bolla y La Cotorra.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

La pizarra lo marca todo, dibuja contornos de piedra en pequeños rincones cuidados por la mano del hombre, jardines para la subsistencia. Pero a esta altura de la sierra, el Esperabán recibe el agua de los distintos riachuelos que vienen de las cumbres, aún no es un río potente.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Hemos comenzado en su margen izquierda, ahora lo cruzaremos y así iremos por este lado del cauce hasta llegar a Robledo, donde volveremos a la ribera este. La vista se vuelve loca, la cámara sólo capta belleza y armonía.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Justo antes de llegar a la alquería de Las Erías, cruzamos el Esperabán, que ya irá a nuestra izquierda casi todo el camino. Viejos puentes reconstruidos para facilitar la vida.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Las Hurdes y sus ríos son meandros. La pizarra, recia y firme, no se amedranta con el agua y desvía su curso sin complejos. Curvas de agua

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Las Erías o Erías como todo el mundo la conoce es una alquería serrana, como todas las de la ruta.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Antiquísimo pueblo, cuyos orígenes se encuentran posiblemente en un asentamiento de tipo castreño, de carácter prerromano. 

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Un homenaje a la tierra. Tierra que, me cuentan, tenían que traer los hurdanos de la vecina Salamanca, porque la pizarra impedía cultivar cualquier cosa.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Las Erías tiene casco antiguo, una amalgama de casas superpuestas, pasadizos, pasillos, recodos, arcos… calles imposibles con vida propia.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Los siglos se superponen, viejos arcos que soportan nuevas casas. Nada se pierde, todo se transforma.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Al salir de Las Erías os encontraréis un camino de tierra en ascenso, ese era el trazado original, ahora debéis continuar por la carretera unos 100 metros y veréis un camino que sale a la derecha, señalizado,ese callejón es el que hay que coger, que conecta con el camino antiguo.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Toda esta zona está arreglada, os iréis encontrando con puentes, pasarelas y demás que espero que tengan el adecuado mantenimiento. Hoy facilitan el camino

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Esto no quiere decir que las viejas construcciones hayan desaparecido, puentes que resisten los años, seguramente más que estos nuevos de madera tratada. Aquí hasta los nombres son bonitos: caminamos entre las sierras de la Martigil y las Mudas.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Entre bancales de pizarra que sostienen olivos y castaños centenarios, estos nuevos puentes se unen al paisaje para que los arroyos, cuando el otoño los inunda, no impidan el paso.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Pero mirad la belleza de estas viejas callejuelas flanqueadas de piedra, cómo se mantienen en pie.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Castaños centenarios flanquean el camino

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

La vegetación se espesa y un bosque de pinos, castaños y robles nos arropa, es noviembre pero el calor aprieta.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Seguimos caminando junto a las aguas del Esperabán, los meandros embellecen el curso del río hasta el que llegan los bancales de olivos centenarios y ahora, sobre todo, cerezos.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Es el dibujo del paisaje: cuidadas escaleras de piedras que sostienen árboles frutales, olivos con tierra traída de otras tierras, sobre todo de provincias limítrofes. Sorprende como en una imagen se sintetizan cascadas, pizarra, matorral, pinos y bancales.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Uno de los regalos de la ruta son los grabados rupestres de generaciones primitivas, ellos ya apreciaban el valor de esta tierra. El lugar se conoce como el Tesito de los cuchillos.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Los petroglifos aparecen a ras del suelo aprovechando un afloramiento de pizarra. Contienen espadas romanas de un legionario y hasta una inscripción en latín. Se puede identificar motivos podomorfos y estrellas. En la piedra, se aprecian espadas de la Edad del Bronce y cuchillos, cuya época es difícil de definir.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

A la zona la conocen como Charco de las Castañas, este viejo camino bien trazado que siempre se usó para poder viajar de una alquería a otra. Dejamos estos restos y continuamos el camino.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Para cruzar el arroyo de la Zambrana y salvar su cauce cuando viene crecido se ha construido esta pasarela de madera que facilita el paso.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

En la Portilla de la Cruz se dibujan meandros y parcelas. Aquí cualquier rincón es oro y la tierra se aprovecha, y se valora al máximo. Algo que puede resultar sencillo es un esfuerzo titánico, domar aquí el terreno es un trabajo de generaciones.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Pero la huella de los incendios también está presente. Alguien cubrió esta tierra de pinos, madera, que cuando llega el verano se convierten en peligrosos lugares donde el fuego es incontrolable. Pero el pino es insistente y brota de las cenizas.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Así llegamos a Castillo, tercera alquería de la ruta. Aunque muy cambiada, la leyenda cuenta que, en tiempos, hubo un castillo en el paraje de la Zambrana o Cembrana; otros hablan que estuvo situado en la sierra de la Bolla.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

También se habla de la cueva de Riscoventana, donde habitaba una pícara mora. Pero lo que hay en estos parajes son restos prehistóricos y romanos, con explotaciones auríferas en el sitio denominado «Los Llanetes».

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Dejamos Castillo y a su habitantes, los castillejos, por sus cuidadas huertas pegadas al río, tierra rica y generosa, está a la vista.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Para seguir adelante cruzamos el arroyo del Guijarro Blanco que canaliza las aguas de las sierras del Carrelón y la Romaleja, ambas por encima de los 1.000 metros de altitud.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Siempre me sorprenden los viejos caminos, su hechura, su dureza, su cuidado, sus detalles, estas escaleras de pizarra… ¿cuántas generaciones las habrán pisado? Ahí siguen, repasadas, pero cumpliendo su función.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Atrás queda Castillo, como una calva entre pinos, en la ladera de la sierra, mirando al sol, siempre han sabido los hurdanos cómo construir los pueblos.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

En Castillo hay un artesano de la madera y eso se nota. Nos encontramos estos viejos troncos convertidos en obras de arte.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Un regalo en el camino, una talla cuidada, y muchas fotografías, tod@s quieren inmortalizar la imagen. No son los únicos, podéis ver varias tallas y motivos diferentes.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Caminamos embelesados por un paisaje amable, cuidado. La pizarra nos dirige, nos guía, nos encajona por estas callejuelas que son las lindes «de lo mío». Paisaje domado, robado a la pizarra.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Llegados a este punto, en la ladera del Ramajal, dejamos el cauce del río para ascender hacia la montaña, no en exceso. El camino parece haberse perdido y la ruta nos lleva por nuevas pistas de tierra. Arriba en la sierra se vislumbran las casetas de vigilancia, los ojos del hombre contra los incendios.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Justo al final de esta vereda agradable el camino da un giro brusco a la derecha y nos obliga a ascender.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

El terreno se vuelven menos cómodo, el bosque ya no nos protege pero ganamos en vista, la visión de estos enormes bosques de pinos tan cuestionables, nos recuerda los años en que la tierra era intervenida en favor de la industria maderera que sigue explotando estos bosques inventados.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Inmensas Las Hurdes, una orografía complicada, un lugar inhóspito convertido en paraíso, en lugar de descanso. Las Hurdes que ahora miramos con otros ojos, que tanto admiramos, son hijas de aquella otra tierra sin pan que tanta vergüenza nos causó.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

El camino lo dibujan las sierras, las arrugas que nos obligan a subir y bajar, a dar vueltas, salvar los accidentes de las faldas de la sierra de Ramajal que nos viene vigilando desde hace rato.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

No pasaremos por ella, pero la alquería de Robledo se sitúa frente al camino, alquería con poca antigüedad, algunos dicen que era un antiguo asentamiento de pastores que con los años fue ampliándose junto al Río Esparabán.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Descendemos de las faldas del Ramajal y en el meandro del Infiernillo volvemos a caminar junto al cauce del río. Antes de llegar a la última de las Alquerías: La Muela.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Aquí, en el Molino de la Muela, cruzamos definitivamente el Esperabán para recorrer la última parte del camino.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Esta del Molino de la Muela es una de las piscinas naturales más bonitas que conozco, exige un poquito de esfuerzo porque hay que bajar andando desde el pueblo, pero merece la pena, es un paraje idílico con un agua deliciosa y muy tranquila.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Hoy es un paraje turístico, en sus años fue un molino y una zona del río donde las gentes del pueblo lavaban la ropa. La Muela no es una alquería típica, poco tiene que destacar, un pequeño núcleo cercano a Pinofranqueado, la matriz.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Ya caminamos por una pista cementada que nos llevará hasta el final de la ruta, rodeados de fincas y huertos; es evidente que nos acercamos a uno de los núcleos más poblados de Las Hurdes. La pista, sin pérdida, desemboca en la carretera que nos introduce en Pinofranqueado.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

La vegetación de ribera engrandece el bello paseo que Pinofranqueado ha construido junto al río de los Ángeles. Hemos llegado. Los árboles anuncian otoño.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Los pinenses disfrutan de este precioso paseo junto al río, es un broche de oro para este pequeño sendero que, sin quererlo o sí, recorre la historia de La Hurdes, la sintetiza en apenas unos kilómetros. 18 kilómetros después hemos bajado, como las aguas del Esperabán que aquí ya es el río de los Ángeles con quien se ha unido, hasta las Hurdes bajas. Dos ríos y cinco alquerías después finaliza la ruta.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Las aguas del Esperabán, diluidas en el río de los Ángeles, son un lugar de ocio en Pinofranqueado. Esta piscina natural a los pies del pueblo se llena cada verano de chiringuitos, restaurantes, camping, hoteles. un rincón con todos los servicios al que acude mucha gente a disfrutar de sus aguas. El ayuntamiento la mantiene impecable, de ahí su éxito. Aquí termina la ruta, disfrutando de su oferta en los establecimientos de la zona recogemos el merecido refrigerio.

cof

Las aguas de este río, de estos ríos, se marchan buscando el Alagón, que espera domado por el embalse de Gabriel y Galán. Las aguas de los Ángeles abandonan las Hurdes arrastrando los olores de la montaña, los sedimentos de la sierra que nos han acompañado en la ruta. Aguas arriba comenzamos este camino de las alquerías, una ruta de las altas Hurdes a las Hurdes bajas, un camino de meandros, bancales, pizarras, huecos y pueblos. Es un camino precioso que, nos cuentan, quieren señalizar adecuadamente. Hay una paz especial en Las Hurdes, de hecho estoy seguro, a Las Hurdes vuelves, pero nunca te vas.-

©vicentepozas2020

Caminos tradicionales de la Sierra de Gata. Gata-Torre de Don Miguel- Santibáñez el Alto

Ahora que nos hemos acostumbrado a ellas parece que las carreteras siempre estuvieron ahí. Pero no siempre fue así. Los caminos fueron, durante siglos, la única manera de llegar de un lugar a otro, de un pueblo a otro, de una comarca a otra, de un prado a una finca, de la montaña a la ciudad. Las bestias eran la manera de traer y llevar aquello que no producía la tierra y los viajes, un esfuerzo necesario para poder vender aquello que no se consumía, o se podía cambiar por alguna herramienta o un enser doméstico, o un simple trozo de tela para un vestido nuevo. Esta ruta nos lleva desde el pueblo de Gata hasta el de Santibáñez el Alto, pasando por Torre de Don Miguel, recorriendo esos viejos caminos para cruzarte con cruces, bellas fuentes, molinos, riveras o antiguos pajares. Arquitectura vernácula al lado del caminante, en un paseo entre valles y sierras que invita a conocer parte de la comarca cacereña de la Sierra de Gata.

18,5 kms de dificultad baja, os dejo el track para GPS

Comenzamos en Gata, una bellísima localidad que os aconsejo visitar si vais con tiempo (y si no, tendréis que volver). Y lo hacemos junto al impresionante Cedro que domina el pueblo, situado junto a la carretera, es uno de los árboles más conocidos de la comarca, con una altura de 30 metros y un perímetro de tronco de hasta 5 metros y una edad que supera los 200 años. Este gigante nos bendice al iniciar el camino.

P3250004

 

Nada mas dejar atrás el cedro nos sale a la derecha un camino descendente que nos lleva hasta el río. Es fácilmente reconocible porque veremos un panel informativo y enfrente la ermita del Humilladero del siglo XVI. Aquí empieza el recorrido.

P3250006

 

Enseguida nos topamos con la Rivera de Gata, crecida porque acaba de darle sus aguas el arroyo del Concejo. La Sierra de Gata es tierra de olivos y los viejos molinos son una constante en cada cauce de agua.

P3250010

 

No tiene pérdida el camino porque aquí conserva el viejo empedrado medieval con fuentes como la del Chorrito y que en este tramo coincide con el trazado del  sendero internacional GR 10.

P3250016

 

Más arriba la piedra se pierde oculta por el cemento que tapa la belleza de estos viejos itinerarios. Aún quedan algunos pinos de la masacre que el fuego viene haciendo en estas sierras, con la ayuda de la mano del hombre, desafortunadamente.

P3250017

 

Desde el puerto de la Cruz de Piedra, Gata se ve así de hermosa. Junto a esta portilla entre las sierras del Salido y Las Jañonas, junto a la cruz de piedra que le da nombre, iniciamos el descenso a Torre de Don Miguel por un camino, junto al arroyo Hondo, que antes era vereda, y que las máquinas han convertido en pista.

P3250019

 

Y llegamos a Torre de  Don Miguel, otra deliciosa localidad sierragatina que conserva sus construcciones originales, pasadizos de madera y adobe, callejuelas angostas e imposibles que se funden con casas señoriales. En su plaza aún queda el recuerdo de otro árbol mítico de la Sierra de Gata: el álamo negro que presidió el ágora de Torre durante años y que fue imagen de la comarca.

P3250023

 

Los urbanitas (ya seamos senderistas, viajeros, curiosos, comerciantes o almas perdidas) pasamos demasiado deprisa por los pueblos. Desentonamos en la paz que ofrecen, y despreciamos ese abrazo que trata de de imbuirnos en una filosofía de vida que tiene como protagonista al tiempo, porque en la Sierra de Gata no hay prisa, ellos dicen que el tiempo lo dan ‘dao’.

P3250026

 

Pero nuestros pies están de paso y se topan, apenas el instante que duran unos pasos, con joyas como la ermita del Cristo de la Misericordia con esa  portada del s. XVI, dicen que de Pedro de Ibarra, que nos recuerda a la arquitectura de las sinagogas judías.

P3250027

 

Cogemos por los Cascajales el camino donde se unirán los arroyos del Grueso, el de San Juan y el del Perico en la Ruta de los Molinos.

P3250031

 

Este parque arqueológico muestra varias almazaras recuperadas. Molinos de aceite que movía el agua como este de Los Blancos, rehabilitado en parte.

P3250034

 

El oleturismo, o turismo de aceituna, es una realidad que se impone en otros territorios, pero que en Extremadura aún no sabemos aprovechar. Esta ruta es una buen muestra de nuestro potencial.

P3250037

 

La ruta continúa  cruzando una pasarela que conduce a la margen izquierda del arroyo de San Juan, donde se alzan las ruinas del molino del Tío Perfecto.

P3250046

 

El Molino del Tío Perfecto -cómo eran los pueblos para nombrar a sus paisanos- conserva los viejos engranajes que movía el agua, las viejas piedras de molino, fabricadas en piedra y que durarán eternamente.

P3250050

 

Viejas ruedas que habrán dado vueltas y vueltas sin fin, movidas por los arroyos amansados, la fuerza de la corriente convertida en energía hidráulica, para dar vida a una aceituna exclusiva, convertida en aceite único, oro verde de la sierra: la Manzanilla Cacereña. El olor de las viejas cocinas que aún recuerdo de esos años de infancia rural, y afortunada.

P3250053

 

Sobre el azud, junto a su canal, una tercera pasarela comunica con los restos del Molino del Tío Domingo, donde se encuentra una coqueta y magnífica piscina natural con todos los servicios necesarios.

P3250060

 

Y frente a la piscina, El molino de Los Lucas, un edificio rehabilitado que mantiene en su diseño toda la magia de su uso original y toda la belleza de estos edificios a los que, en algún caso, se les quiere buscar un uso turístico; una idea que espero se lleve a cabo más temprano que tarde antes de que el abandono dé con sus muros en el suelo.

P3250062

 

Tal es la simbiosis de esta gente con el aceite que Torre de Don Miguel vive una de las fiestas más arcaica que se conservan en toda Extremadura. Un tesoro etnológico que deberías conocer: la fiesta del Capazo. Esas antiguas ruedas de esparto en las que se colocaba la aceituna para que la piedra del molino extrajese el zumo. Y que esa noche arden a ritmo de tamboriles y vino en las muchas bodegas del pueblo.

P3250067

 

Sigue el arroyo de San Juan cerca de nosotros, mientras caminamos por el paraje de la Rapaza; las viejas construcciones molineras aún son visibles.

P3250070

 

Rodeados de olivos, cerezos, pinos o viejos robles, cruzamos el arroyo para encarar enseguida la subida a la atalaya de Santibáñez el Alto.

P3250072

 

Este viejo camino conserva parte de su belleza, de su abrupto trazado, gracias a que el hombre no encontró manera de domar estos bancales de piedra que miran al norte.

P3250074

 

Un inmenso robledal, paredes de piedra y  el viejo camino nos acogen en la subida a Santibáñez el Alto por este paraje denominado Hondón de los Olivares.

P3250076

 

Joyas como este abrevadero de piedra, dejan constancia de que por los caminos, además, se movían los animales, el verdadero tesoro de los habitantes de la sierra.

P3250079

 

Callejas anchas, delimitadas por muros de piedra por donde corre el agua estos días de abundante lluvia. La subida a Santibáñez no es muy dura. El pueblo, construido sobre la Sierra Martín, se encuentra a 685 metros de altitud. La calleja nos lleva directamente a sus calles.

P3250080

 

Santibáñez el Alto es de los pueblos menos conocidos de la Sierra de Gata, porque aquí hay que venir. Pero su situación es estratégica. Es un mirador de 360º de la Sierra y de las tierras del Alagón.

P3250082

 

Hay excelentes balcones para disfrutar de fotografías como esta: el pantano de Borbollón a tus pies, rodeado de dehesas. En otoño, desde aquí, las bandadas de grullas son un espectáculo.

P3250086

 

Santibáñez el Alto, antes llamado San Juan de Máscoras, que era el nombre de la fortaleza que corona el pueblo, y el origen de él. La Fortaleza de San Juan de Máscoras fue una de las joyas de la corona de la Orden de Alcántara y durante años se derramaron ríos de sangre, tanto cristiana como islámica, para controlar  una de las puertas de entrada de la transierra extremeña.

P3250089

 

Mientras ascendemos al castillo nos topamos con la iglesia de San Pedro con su curiosa torre-fachada.

P3250090

 

Es la mayor fortificación de toda la Sierra de Gata, ya está muy deteriorada, desafortunadamente. Eso sí, su recinto amurallado se conserva prácticamente íntegro; aunque buena parte de él se ha convertido en el muro de muchas de las casas que se han construido a sus pies; incluso la plaza de toros aprovecha parte de esta muralla.

P3250096

 

Hoy el interior del castillo es el camposanto de la localidad, y han cometido la aberración de instalar un repetidor de TV y teléfono en lo alto. Pero os invito a encontrar entre sus muros las marcas que los canteros dejaron en los sillares que laboriosamente labraron durante siglos para levantar esta majestuosa construcción militar.

P3250097

 

Solo hay dos bares, magníficamente situados y juntos, en el pueblo que ofrecen vistas magníficas y que se alegraron mucho de vernos, pues aprovechamos para comer y hacer gasto en los pueblos, como tiene que ser.

P3250102

 

Dejamos las tierras del Temple por el viejo camino de subida al castillo, descendemos de este pedacito de historia fronteriza, que guarda los secretos de las muchas desavenencias hispano lusas sucedidas a lo largo de la historia.

P3250109

 

La Sierra de Gata es rica en agua, prueba de ello son las muchas fuentes que hay en toda la comarca; esta sierra además, es como un enorme pozo subterráneo del que mana agua por todas partes. Esta es la fuente del Pilar.

P3250114

 

Al descender de Santibáñez nos topamos con uno de esos tesoros de la ruralidad extremeña. Justo en la parte baja de la sierra, cuando comienza la dehesa nos encontramos con el Barrio de la Calzada, o Los Pajares que, como cuenta mi buen amigo Víctor Manuel Pizarro, se trata de un interesante barrio ganadero, «uno de los poquísimos conjuntos arquitectónicos populares de carácter agrícola y ganadero que se conservan de manera íntegra hoy día en Extremadura. Declarado Bien de Interés Cultural en octubre de 2010, con la categoría de Lugar de Interés Etnológico»

P3250124

 

Se trata de conjunto de más de cien construcciones de granito, la mayoría abandonadas, dedicadas a establos, cuartos de aperos y pajares.

P3250126

 

Ocupan una superficie de unas 27 hectáreas en mitad de un paisaje afable, rico en manantiales, fuentes y abrevaderos, sobre un suelo fértil de dehesas, prados y acebuches centenarios donde pastan vacas y caballos.

P3250127

 

Afortunadamente, muchas de estas construcciones se están recuperando para deleite de todo aquel que las visita, y merece la pena.

P3250128

 

Los Pajares  fue el primer Bien de Interés Cultural como Lugar de Interés Etnológico, declarado por la Junta de Extremadura en 2010. El resultado de una vida práctica, de como los ganaderos evitaban los roquedos de la sierra y buscaban los pastos y la comodidad del llano.

P3250131

 

Nosotros caminamos ahora por la dehesa boyal de Santibáñez, sin árboles, que deja que veamos frente a nosotros la sierra de Dios Padre y Villanueva de la Sierra a sus pies.

P3250134

 

Por los huertos del rincón y el Mermejal nos acercamos a la piscina natural de Santibáñez, junto a la carretera local CC-115, que aquí llaman la carretera de Montehermoso, final del trayecto.

P3250136

 

El río Árrago, protegido por su hermosa vegetación de ribera, rodeado de olivares, castaños, alcornoques y extensos viñedos, hace quiebro en este punto, antes de juntarse con el río Tralgas y llenar el embalse de Borbollón, tierra de grullas; hace un quiebro, digo, para facilitar el baño en esta deliciosa y tranquila piscina natural que cuenta todo tipo de servicios.

P3250137

 

Fin de trayecto. Para el recuerdo queda esta imagen de grupo que nos hicimos delante de la rueda del molino de Los Blanco, aunque no olvidaremos el viaje que, antaño, realizaban estas gentes muy a menudo y no con el carácter lúdico y deportivo que nos ha movido a nosotros.

P3250039

La Sierra de Gata es una comarca diversa, amplia y deliciosa. Tierra de vinos y aceite. De castillos, de habla propia; una tierra de fronteras donde el otoño se inunda de matices y el verano te invita a bañarte en cualquiera de sus diecisiete piscinas naturales. Pueblos y aldeas que conservan la arquitectura rural y serrana, plagada de viejos caminos medievales de piedra que se conservan en algunos tramos, tan bellos, que tus mismos pasos te retrotraen a aquellos años en los que vivir aquí no resultaba tan idílico. Hoy este paisaje entre montañas es un paraíso para el viajero, la mejor manera de conocerla es hacerlo Andando Extremadura.-

                                                                                                                                             ©vicentepozas2018

Camino portugués de Santiago

Aunque este blog esté dedicado a los senderos de Extremadura, son muchos, somos muchos, los que hacemos el Camino de Santiago. Es raro encontrar a algún senderista que no lo haya hecho o que incluso haya hecho varios de ellos, o distintas etapas de varios de sus trazados. Yo me he iniciado en el Camino de Santiago con el Camino Portugués. Este itinerario que comienza en Lisboa, recorre la costa atlántica para entrar en España atravesando el río Miño en la localidad de Tui. Y es que como cuentan en la página oficial del Camino: Esta ruta tomó relevancia, sobre todo, a partir del siglo XII, tras la independencia de Portugal. Su trazado hereda vías y caminos antiguos, como la Vía XIX, construida en el siglo I d. C., que unía Braga con Astorga a través de Ponte de Lima, Tui, Pontevedra, Santiago y Lugo, y que fue una de las calzadas romanas más importantes, pues vertebró la Gallaecia.

Lo habitual es que cada uno organice el camino de manera particular, planifique su viaje y haga un tramo u otro en función de los días que se quiera caminar, o de los que uno disponga. También es cierto que hay empresas que organizan el Camino y dan diferentes opciones; empresas como Santiagoways que dan distintas opciones y se encargan de todo. Cada uno que elija la manera de hacerlo. Información hay mucha, en guías especializadas y en la red, tracks, comentarios, recomendaciones. Lo mejor es recabar toda la información antes.

Nosotros hicimos las últimas 6 etapas del Camino portugués, es decir de Tui a Santiago de Compostela, 120 kms muy suaves con algunas etapas interesantes y localidades con mucho que ver. Yo elegí a dos excelentes compañeros de camino, Antonio Luna y Juan Antonio Mostazo, con los que disfruté tanto de su compañía como de su paciencia. Este es el relato.

Salimos de Cáceres en vehículo y optamos por dejarlo en Santiago de Compostela y bajar hasta Tui en tren. Así tendríamos el coche en Santiago cuando terminásemos el Camino. Así es que la primera vez que nos colgamos las mochilas fue en la estación de tren de Santiago de Compostela.

IMG_20170715_154107

 

Y así llegamos a Tui. Hemos reservado el albergue por teléfono esa misma tarde, y nos dirigimos al mismo paseando por Tui, una de las siete capitales del Antiguo Reino de Galicia, declarada conjunto histórico artístico en 1967.

IMG_20170715_191117

 

La monumentalidad de Tui se respira en cada una de las rúas, callejas y pasadizos de su noble casco histórico, un dibujo urbano medieval presidido por el románico.

IMG_20170715_200620

 

El románico y el gótico de la Catedral de Santa María de Tui que preside la plaza. El claustro gótico, de la segunda mitad del siglo XIII, es el mayor claustro medieval conservado en Galicia. Dentro del claustro se conserva la única sala capitular románica existente en Galicia y una de las mayores en su género en España. Junto a la catedral está la oficina de turismo, visita obligada a cada lugar que vayas.

IMG_20170715_201018

 

Primera etapa. Dejamos el albergue, hemos optado por albergues privados, algo más caros pero más cómodos y fáciles de reservar a diario. Más caro pero asequibles, al fin y al cabo en el entorno de los 10-14 euros noche. Y comienza la primera etapa Tui- O Porriño, 17 kms. Hay nervios para quien no la he hecho nunca, como es  mi caso. Lo primero que sorprende es la señalización permanente en todo el camino y la multitud de elementos con los que te vas topando. Siguiendo la señalización tomamos esta pista que deja a la derecha el Ponte da Veiga sobre el río Louro.

IMG_20170716_071357_1

 

Como comentaba al principio, el trazado del Camino portugués coincide con la antigua Vía romana XIX.

IMG_20170716_071428

 

Madrugar es el signo del camino, es algo a lo que te acostumbras, que desde las 5 ó 6 de la madrugada la gente empiece a prepararse para iniciar la ruta del día: nosotros madrugaremos pero no tanto, sobre las siete de la mañana solemos levantarnos e iniciar cada etapa, esto hace que muchas veces vayamos solos, o casi solos, pues la mayoría de la gente lleva más de una hora andando.

IMG_20170716_075156

 

Pero no hay prisa, hemos venido a disfrutarlo. Esta es otra de las constantes del camino, los cruceros. En el camino eres peregrino, las referencias religiosas, sobre todo al Apóstol, son continuas, aunque es verdad que la mayoría de la gente lo haga por muchos motivos, entre ellos el deportivo.

IMG_20170716_080521

 

Si hay algo que es evidente nada más llegar, es que el Camino de Santiago es una máquina de hacer dinero, todo el mundo trabaja para él, todo el mundo te trata de manera amable, y mucha gente no deja desaprovechar la ocasión de que miles de personas se mueven a diario por los distintos trazados. Y no es extraño encontrarte a tu paso, pequeñas paradas donde reponer fuerzas; en esta casa daban desayunos como si no hubiera mañana, ¡y no veas cómo estaba! Aquí empezaría a experimentar otra de las grandezas del Camino, todo esa gente con la que te vas a ir topando a lo largo del recorrido y a quienes, incluso sin saber sus nombres, saludarás en cada encuentro y comentarás anécdotas y chascarrillos.

IMG_20170716_082137

 

En Galicia todo es camino. Cerca de 300.000 personas lo recorren cada año y es una oportunidad económica que los gallegos no pasan por alto.

IMG_20170716_082958

 

Dejamos el desayuno y seguimos caminado, después de atravesar la autovía, llegamos hasta el Ponte das Febres sobre el arroyo San Simón,  recibe este nombre porque en este lugar enfermó de muerte San Telmo en la primavera de 1251. Pedro González Telmo, que así se llamaba, es el patrón de los marineros. Por este agradable escenario sombrío, abrigado por la vegetación de ribera del río Louro, llegamos hasta A Magdalena, de la parroquia tudense de Santa Comba de Ribadelouro.

IMG_20170716_082958_1

 

Ojo en esta zona, aunque ya está muy señalizado y advertido en carteles y señales, este tramo tiene una alternativa desde hace unos años que evita atravesar un enorme polígono industrial y que toma el desvío por un bosque más agradable. Hay que estar atentos.

Ya digo que es mi primer camino, y no puedo comparar con otros, pero sí es verdad que una de las incomodidades del Camino portugués es que discurre en demasiadas ocasiones por pistas asfaltadas por las que circulan vehículos. En fin, es nuestro primer día y los 17 kms a O Porriño se nos hacen poco, la localidad, por otra parte no tiene mucho que ver y, además es muy temprano, por lo que decidimos seguir hasta Mos, a unos seis kilómetros más adelante.

IMG_20170716_090747

 

El calor aprieta a esta hora del mediodía y la zona por la que caminamos no tiene sombra. Hay ganas de llegar. Y en Mos pararemos en la zona del  impresionante Pazo de Mos, hoy reconstruido y sede de la Fundación Pazo de Mos, compuesta por los asociación vecinal de la zona y los comuneros.El Pazo data del siglo XVII y tiene una planta en L. Fue residencia de los Marqueses de Mos hasta que fue destruido en un incendio en la batalla con los franceses. Aquí sí dormiremos en un albergue público, que es el único que hay.

IMG_20170716_123006

 

Dedicaremos la tarde a descansar, comer bien y disfrutar del ambiente peregrino que se respira en este pequeño rincón tomado por caminantes.

IMG_20170716_215534

 

Segunda etapa. Salimos de Mos por una subida algo prolongada pero no difícil hasta que llegamos al  crucero policromado de Os Cabaleiros del siglo XVIII y provisto de dos farolillos. A partir de aquí alternaremos asfalto y bosque.

IMG_20170717_074808

 

Una mañana de niebla, una carretera solitaria, un bosque silencioso. Y una señal que indica el camino.

IMG_20170717_085119

 

Ahora una pista de tierra entre robles, pinos y eucaliptos nos reconforta de tanto asfalto pero al que volvemos en breve.

IMG_20170717_090003

 

La mochila es un elemento común a todos los caminantes. Si quieres llevar muchas cosas, lo mejor es que lleves dos, una pequeña para el camino y otra que puedes enviar cada día al albergue de destino, es un servicio que no es caro y funciona bien. Nosotros optamos por llevar nuestras cosas encina, como casi todos; eso te obliga a economizar el equipaje para aminorar el peso y no llevar demasiada carga.

IMG_20170717_090358

 

La descontadora de kilómetros. Lo hitos de camino que continuamente te dicen lo que te queda para llegar a Santiago, ver bajar la distancia a destino te da ánimos a cada rato. Otra constante es el agua, encontrarás multitud de fuentes a lo largo del Camino. Y las piedras, los montículos de piedra que la gente coloca; en principio se utilizaron para marcar el Camino, antes de que se colocaran los hitos, ahora tienen otra simbología, hay peregrinos que se liberan dejándolas en lugares concretos; promesas, propósitos, pecados que vamos dejando atrás.

IMG_20170717_091359

 

Así entramos en el Concello de Redondela. En Redondela termina la segunda etapa oficial, pero ya digo que cada uno puede hacerlo a su conveniencia, más largo, más corto. Nosotros hemos elegido darnos un homenaje gastronómico, pero eso lo contamos más adelante.

IMG_20170717_093612

 

Nos encontramos de inmediato con el primer edificio relevante en Redondela: el convento de Vilavella, residencia de monjas en el siglo XVI y lugar de celebración de eventos, bodas y bautizos en la actualidad.

IMG_20170717_095454

 

Tras recorrer algunas calles del centro pasamos bajo el viaducto Pedro Florani, inaugurado en 1876 y catalogado Bien de Interés Cultural. La ría está cerca y huele a mar.

IMG_20170717_103408

 

Sorprende Redondela que, entre nuevos edificios, haya conservado los originales hórreos del pueblo pesquero.

IMG_20170717_103121_1

 

Se aprecian los vestigios de esta pequeña aldea de pescadores, rincones que mantienen viva la historia que nosotros, que venimos de fuera, reconocemos perfectamente.

IMG_20170717_103650

 

Entre las costumbres que me sorprendieron en el camino y que vengo contando (cruceiros, piedras para liberar deseos, botas, cintas…) Están estos paneles de conchas que dejan los peregrinos como recuerdo. Curioso porque cada vieira es una historia: una fecha, un recuerdo, un nombre, una dedicatoria, un deseo…

IMG_20170717_112808

 

Aconsejados por un amigo de Juan Antonio, conocedor de la zona, decidimos parar en Arcade, ciudad famosa por el festival de ostras que organiza cada año. Y darnos un homenaje hemos venido.

IMG_20170717_112825

 

En este rinconcito de la costa gallega buscamos el sitio recomendado que no defraudó, ni en calidad, ni en precio. Los peregrinos purifican el alma, pero el cuerpo se merece un detallito, que bastantes kilómetros le vamos a meter estos días. Si alguna vez vais a Arcade cerca del puerto hay numerosos sitios donde degustar este manjar y a precios que sorprenden.

IMG_20170717_141355

 

Arcade es el final, o el principio de la ría de Vigo, vigilada por las islas Cíes. Lugar tranquilo, pescador, que deja varadas las barcas cuando la marea baja.

IMG_20170717_170614

 

En este pequeño puerto, frente a la Ensenada de San Simón, descansan los aperos de pesca, en esta ría que enseña al fondo el Puente de Rande que cruza la ría. Bueno es hora de descansar.

IMG_20170717_180948

 

Tercera etapa. Arrancamos temprano con un buen desayuno, nos despedimos de la ría de Vigo y de sus manjares para encarar otra etapa sencilla, 11 kms hasta Pontevedra. Hoy queremos conocer la capital y disfrutar de su casco antiguo peatonalizado. Es un viaje que estamos aprovechando para conocer esta región. No nos hemos planteado ni ser los primeros, ni los más madrugadores, ni los que más kilómetros hagan, sólo disfrutar de Galicia y del camino.

IMG_20170718_083551

 

Arcade nos despide cruzando el río Verdugo en Ponte Sampaio. En este puente es dónde el ejército de Napoleón sufrió la mayor derrota en Galicia. Como dicen en alguna web «un colosal vado de piedra de tajamares angulados que salva el río Verdugo», magnífica literatura.

IMG_20170718_083805

 

Tras algún giro más abandonamos Ponte Sampaio en subida y en busca del paraje donde se encontraba el Ponte Nova, un puente medieval de un arco que se hizo añicos en 2006 por una riada del río Ulló. El Camino Portugués fue desviado y en octubre de 2010 se inauguró un puente nuevo, aunque ahora de acero corten y hormigón.

IMG_20170718_085604

 

Tras el Ponte Nova el Camino se adentra en la Brea Vella da Canicouva, un evocador camino de grandes losas que transcurre por el itinerario de la vía romana XIX. La descontadora sigue bajando camino de Santiago.

IMG_20170718_092950

 

Sigue el camino cruzando pequeñas urbanizaciones diseminadas, por una pista entre robles, y más tarde asfaltada, entramos en la parroquia de Figueirido, del Concello de Vilaboa.

IMG_20170718_093934

 

El camino te deja retazos de la historia como esta boca de una antigua mina por la que discurre el trazado.

IMG_20170718_093951

 

Tras dejar los bártulos en el albergue, privado y abierto en 2004, muy cómodo, optamos por disfrutar de Pontevedra y su casco antiguo, peatonalizado para disfrute de peregrinos, viajeros y habitantes de Pontevedra.

IMG_20170718_144128

 

Pontevedra, situada junto a la ría de su nombre. «da de beber a quien pasa» dije un viejo dicho gallego. Construida con la paciencia del paso de los siglos, esta «boa vila» con sus deliciosas calles y plazas de nombres gremiales repletas de edificios de la arquitectura culta y popular, posee uno de los conjuntos históricos más hermosos y mejor conservados de Galicia. Los dominicos llegaron a Pontevedra a finales del S. XII y comenzaron la construcción de ese templo gótico en el siglo XIII. En el Siglo XVIII intentaron una reconstrucción del estilo neoclásico, pero quedo sin concluir, como también quedó sin concluir el derribo del ábside gótico de la primera iglesia. Se conserva la cabecera de la iglesia con cinco ábsides poligonales y un muro lateral con una pequeña portada y rosetón.

IMG_20170718_163714

 

Desde la Iglesia de San Francisco, Pontevedra ofrece esta panorámica sobre la Plaza da Ferraría y los jardines de Castro Sampedro. Pontevedra nos ha gustado, ha merecido la pena dedicar el día recorrerlo tranquilo. Ahora a descansar.

IMG_20170718_175838

 

Cuarta etapa. Galicia tiene estas cosas, después de dos día de calor, Pontevedra nos despide con lluvia, hoy que la etapa es más larga, 23 kms hasta Caldas de Reis.

IMG_20170719_065953

 

Hoy es difícil hasta hacer fotos, o disfrutar del camino, la lluvia y el viento nos mantienen bajos los plásticos de los ponchos, pero el camino sigue dejando a la vista hermosos lugares. Es la iglesia de Santa María de Alba.

IMG_20170719_065953_1

 

No tenemos la mejor pinta para una foto, pero este es el tramo más bonito de la ruta. Bajo el enmarañado dosel vegetal progresamos hasta el rego do Pozo Negro, que cruzamos por una pasarela rústica para llegar hasta un comprometido paso a nivel sin barrera. Ojo a este punto.

IMG_20170719_091659

 

Así llegamos a San Amaro y recuperamos la vieja vía romana XIX. La descontadora nos sigue animando a seguir, ya hemos recorrido más de la mitad del camino.

IMG_20170719_095207

 

Antiguos lavaderos recuperados en el camino para deleite de todos. Los tres que caminamos juntos somos unos enamorados de las costumbres y, sobre todo, que se mantengan testimonios como este. Así llegamos a Caldas de Reis, villa termal

IMG_20170719_095357

 

Caldas de Reis tiene dos balnearios, a cual más bonito. El agua que durante siglos calienta los minerales y brota de las entrañas de la tierra ofreciendo sus propiedades curativas para el cuerpo y el espíritu, es el recurso más importante en el nacimiento y desarrollo de esta localidad. Ofrece al visitante, sobre todo al peregrino, fuentes como esta, Fuente de las Burgas, a un lado agua fría, a otro caliente, a casi 50 grados, un relax para los pies.

IMG_20170719_185246

 

Muy cerca este antiguo lavadero se surte con agua caliente, algo más templada, donde nos quedamos largo tiempo relajando músculos y disfrutando de este regalo. daba pereza salir del agua.

IMG_20170719_185717

 

Y nos inmortalizamos en el puente romano sobre el río Bermaña. Por aquí transcurre el camino portugués, antes formó parte de un antiguo camino militar romano, que pasaba por Aquis Celenis. Relajados con las aguas termales nos retiramos a descansar, mañana tenemos 18,5 kms por delante.

IMG_20170719_191843

 

 

Quinta etapa. Penúltima caminada, hoy los pasos nos llevarán hasta Padrón, 18,5 kms. Dejamos Caldas de Reis con un nuevo compañero, Javier. La descontadora nos dice que queda menos y anima a seguir. Etapa en la que dejaremos la provincia de Pontevedra para entrar en la coruñesa.

IMG_20170720_082908

 

Ya somos cuatro. Ya habíamos visto a Javier anteriormente, sucede en el camino; es profesor en Canarias  y viaja solo, al final se une al grupo y continuamos camino juntos. El recorrido de hoy pasa por pequeños núcleos del entorno rural Gallego. Etapa que discurre, de nuevo, por demasiados tramos de asfalto, entre ellos, el que nos lleva hasta la iglesia de Santa Mariña, epicentro de la parroquia de Carracedo y situada en el lugar de O Campo.

IMG_20170720_083639

 

A mitad de camino topamos con este puesto, con exposición etnográfica incluida, para atender a peregrinos. Es un pequeño self service, donde nos tomamos un café, pequeño descanso y continuamos.

IMG_20170720_091739

 

De vez en cuando, el camino abandona el molesto asfalto y nos da una tregua caminado por pequeños bosques que hacen más agradable el trazado. La vegetación parece abrazar al peregrino.

IMG_20170720_095300

 

Hemos bajado de los 30 kilómetros. Alguien quemó las botas y las dejó de recuerdo en este punto.

IMG_20170720_105814_1

 

Por Puente Padrón llegamos hasta el río Sar, el mismo por el que desembarcaron los discípulos de Santiago con los restos del Apóstol en el año 42 o 44 de nuestra era. Una larga recta paralela a este río lleva hasta el mercado de Abastos y el paseo del Espolón de Padrón, donde nos recibe el monumento al Nobel de Literatura Camilo José Cela. El mismo paseo, junto en la esquina contraria, la estatua en homenaje a la escritora Rosalía de Castro y la iglesia de Santiago. Justo a la derecha, en una pequeña calle se encuentra el albergue que hemos elegido.

IMG_20170720_180215

 

En padrón probamos sus pimientos, unos pican y otros no, y disfrutamos de sus muchos monumentos y sorpresas, como la fuente del Carmen, en la que en un nicho aparece representado el bautismo de la Reina Lupa, pagana reconvertida al cristianismo en los tiempos del traslado de los restos del apóstol a Compostela, aspecto al que alude un relieve tallado en la propia fuente.

IMG_20170720_180215_1

 

Nosotros subimos hasta el convento del Carmen (s. XVIII), con un excelente mirador sobre el pueblo y la comarca del Sar. Y a Santiaguiño do Monte. Este lugar se identificó con la gruta en la que se escondió el Apóstol Santiago y desde el siglo XV se vincula con el perdón de los pecados. Era el lugar donde bebían y se lavaban los peregrinos que se aproximaban al territorio en que el Apóstol predicó hace casi 2000 años.

IMG_20170720_181842

 

Y nos inmortalizamos en este pequeño púlpito. En el siglo XVI los peregrinos subían a estas rocas de rodillas rezando en cada uno de los escalones y terminaban el rito pasando a través de ellos. La creencia popular asegura que si no se recorren de vivo, ha de hacerse de muerto. Además, cada uno de los tres huecos recibe un nombre: infierno, cielo y purgatorio. Así es que mejor vivos.

IMG_20170720_182225_1

 

Sexta y última etapa. Hoy nos espera Santiago de Compostela y 26 kms por delante. Un recorrido feo por la gran densidad de pequeños núcleos poblacionales que confirman la presencia ya cercana de la meta. La última etapa puede dividirse en dos mitades, una primera casi plana hasta el albergue de Teo y una segunda más fatigosa hasta la propia catedral.

IMG_20170721_082215

 

Hoy se nota el cansancio, azuzado por el calor que nos acompaña.  Bajamos de la veintena. Lo mejor de la etapa es pasar, justo al comienzo por la pequeña parroquia de Iria Flavia que fue un importante centro urbano en época romana, sueva y visigoda. En ella nació Camilo José Cela, que hoy tiene aquí su fundación. Deseando llegar a Santiago.

IMG_20170721_085415

 

Así llegamos a Esclavitude, el camino transita  junto al magnífico Santuario barroco de los siglos XVIII y XIX. La leyenda asegura que su construcción fue incentivada por la donación de un labrador que iba a Santiago y que al beber de la fuente sanó de su enfermedad.

IMG_20170721_092507

 

Un interminable emparrado nos cobija camino del núcleo de Areal y éste nos conduce hasta A Picaraña y nuestra inseparable N-550. Curioso nos resultó a tres extremeños el que las parras en Galicia estén en alto, sustentadas por pilastras de granito, una piedra presente en casi todas las construcciones que nos hemos cruzado en el camino. La razón de situarlas en alto es, según nos explicaron, evitar la humedad del suelo y que la uva se pudra.

IMG_20170721_095024

 

El camino nos devuelve al asfalto, un pequeño hórreo a pie de ruta, transitamos por por el Camino de Riotinto para cruzar un arroyo y entrar en el núcleo de Pedreira.

IMG_20170721_111737

 

Menos de 10 kms. Desde aquí el itinerario sube por carretera y entra por la travesía do Porto en O Milladoiro, el mayor núcleo poblacional del Concello de Ames donde hay posibilidad de saciar el apetito y refrescarse para acometer los últimos 8 kilómetros que nos separan de la catedral de Santiago.

IMG_20170721_112219

 

Un pequeño robledal permite descansar los pies de tanto asfalto, antes de encarar la entrada a Santiago y cruzar múltiples carreteras.

IMG_20170721_113028

 

Pasamos O Milladoiro por la rúa do Esquío antes del Agro dos Monteiros, el Monte do Gozo del Camino Portugués. Está situado a 262 metros de altura, la cota más alta del Camino Portugués en Galicia, y nos regala la primera vista de Santiago y de las torres de la catedral.

IMG_20170721_125247

 

Al bajar el monte, entraremos por el tramo más urbano de la ruta, todos los aledaños e infraestructuras de una ciudad como Santiago, un largo periplo, porque se hace eterno, por vías de servicio de la autovía, urbanizaciones y calles interminables.

IMG_20170721_131200

 

Pero todo llega, al entrar en la zona peatonal de Santiago. El trazado del Camino Portugués hasta la catedral discurre por la rúa do Franco, quizás la más animada de todo Santiago y colmada de bares de tapeo y tiendas de recuerdos.

IMG_20170721_141855

 

Y así pisamos la Plaza del Obradoiro. Y te emocionas. Si es la primera vez que haces el camino, como es mi caso, sientes una alegría inmensa por el reto conseguido.

IMG_20170721_142035

 

Como millones de peregrinos durante miles de años llegamos a la Catedral de Santiago, cada uno tendrá sus razones para hacer el camino; ya te lo preguntan cuando recoges tu pasaporte, la Compostelana: motivos religiosos, espirituales o deportivos. Poco importa, porque la sensación es la misma, estoy seguro.

IMG_20170721_142253

 

Y al llegar, hasta la tele se fijó en nosotros, aunque no fue para hablar del Camino, si no de la seguridad evidente que había en la plaza y alrededores ante la celebración del Día de Santiago. Pero una imagen es una imagen y Antonio salió en la tele.

IMG_20170721_142630

 

Una vez que el peregrino llega a Santiago, hay que recoger la compostelana en el nuevo Centro Internacional de Acogida de Peregrinos, situada cerca de la Plaza del Obradoiro. La Compostela, o compostelana es un documento que certifica haber completado al menos 100 kilómetros a pie o a caballo (200 si se hace en bicicleta) del Camino de Santiago. Se expide en Compostela a todos aquellos peregrinos que, mediante la credencial del Camino debidamente sellada, demuestren su paso ordenado, por motivo religioso o espiritual, por los diferentes enclaves de alguna de las rutas jacobeas. Aquellos que hayan completado el Camino por  motivos lúdicos o deportivos, pueden solicitar  otra certificación conocida como el certificado del peregrino.

IMG_20170721_164729

 

Nosotros dejamos Santiago, reconfortados y felices, convertido en un hervidero de gente ante la fiesta del Apóstol. Y nos dirigimos a Finisterre, ya en coche, para despedirnos de Galicia en el Fin de la Tierra. Los romanos pensaban que este era el punto más occidental de la tierra y, por tanto, el mundo se acababa aquí. Era el «finis terrae»

IMG_20170721_200704

 

Tal vez porque Cabo Fisterra esconde el verdadero secreto de la Costa da Morte: paisajes agrestes y playas impresionantes, unas, al abrigo del cabo, de aguas tranquilas y otras de fuerte oleaje. Y la gran atracción de todos los tiempos, la puesta de sol sobre la inmensidad del óceano, el mar del fin del mundo.

IMG_20170721_204439

 

Ignoro si por curiosidad o por vivir una aventura, Cabo Fisterra fue un imán desde la más remota antigüedad, atrayendo a viajeros de lejanos países y también, con peor fortuna, a tantos barcos que naufragaron en sus aguas. Muchos peregrinos terminan aquí el Camino.

IMG_20170721_204915

 

Una localidad curiosa, llena de tribus diferentes al albergue de la magia del lugar. Aquí conviven pescadores con otras gentes urbanas que escogieron este pueblecito para vivir, y eso se nota. Hay un algo especial en Fisterra.

IMG_20170721_205451

 

Como dicen en la web del Camino de la Xunta de Galicia: «hoy, con su potente faro, Cabo Fisterra sigue ejerciendo un atractivo especial sobre los peregrinos del Camino de Santiago, que no dan por finalizado su viaje hasta llegar aquí. Por algo será».

IMG_20170721_211840_1

 

Este también es un símbolo del Camino: la bota del peregrino que llegó con los pies hasta aquí. Durante años existía costumbre de venir hasta aquí quemar ropa u otros objetos en la zona, práctica que podría ser una copia del ritual medieval de quemar la ropa en la Cruz dos Farrapos, hoy situada en los techos de la Catedral de Santiago. Esta costumbre hoy está prohibida porque la zona se había convertido en un basurero.

IMG_20170721_211310

 

Nosotros sí posamos ante el mojón del kilómetro cero, otra costumbre muy extendida. Contentos, mejor satisfechos, por terminar el reto de completar el Camino que nos llevó desde Tui a Santiago; contentos por la convivencia, por la amistad que se hace más fuerte, por las anécdotas y los kilómetros, por los paisajes y los recuerdos ya de lo vivido. Ya digo que el camino lo puedes por tu cuenta o confiar en empresas, las hay incluso con extremeñas al frente, como mundiplus  que te facilitarán todo lo necesario para que lo recorras tranquil@.IMG_20170721_210533

Merecía la pena. Cuando meses antes comenzamos a prepararlo, cuando escuchas anécdotas, consejos, recuerdos de quien ya lo ha hecho, era un reto a lograr. En senderismo, habitualmente, caminas un día y no vuelves hasta una semana después, como mínimo, pero el Camino se hace con la cabeza, no tanto con los pies. Reconozco que he tenido dos apoyos excelentes, Antonio y Juan Antonio, que me empujaban a seguir. Debe haber miles de motivos para hacer el Camino de Santiago. O ninguno. El placer de hacerlo es el mejor de ello. Más de 250.000 personas se aventuran a hacerlo cada año, tantos como motivos. Pero como decía Gandhi: «Casi todo lo que realices será insignificante, pero es muy importante que lo hagas». Buen camino.-

                                 ©vicentepozas2018

Ruta Meandro Melero. De Arrolobos a Riomalo de Abajo

IMG_20170401_155845

La comarca de las Hurdes tiene muchas imágenes  que la identifican, pero hay una por encima de todas ellas que se repite una y otra vez: el Meandro Melero; esa isla que forma el río Alagón en la zona embalsada del pantano de Gabriel y Galán, aguas abajo, situado en la vecina Tierras de Granadilla. Curiosamente la isla es tierra castellana porque el río Alagón marca la frontera entre Extremadura y Castilla-León, pero no importa porque la imagen sólo se disfruta desde aquí.

Nosotros hicimos la ruta que une la alquería de Arrolobos y la de Riomalo de Abajo, pasando por el Meandro, 22 kms. de pista con escasos desniveles y que discurre entre la Sierra de Valhondo y la del Helechoso y bosques de pinos que nos acompañaron todo el trayecto

Hay otra ruta, circular, de apenas 6 kms. que parte y llega a Riomalo de Abajo que se conoce como Verea de los Pescadores, os dejo los dos tracks por si alguien le apetece dar un pequeño paseo por la zona

Track para GPS Arrolobos- Riomalo de 22 kms.

Track para GPS Verea de los Pescadores 6 kms.

Después de pasar Vegas de Coria en la carretera autonómica EX-204, la carretera principal de la comarca, nos encontramos un desvío a la derecha que lleva a la alquería de Arrolobos, apenas a dos kilómetros más abajo. La carretera acaba aquí, como veis en la fotografía, justo de donde sale la pista que nos llevará hacia el Meandro Melero.

P4010002

 

Cuentan que Arrolobos siempre ha sido considerado como un pueblo de pescadores que realizaban sus faenas en los ríos de la Mancomunidad y después iban por las alquerías vendiendo la pesca.

P4010001

 

No es de extrañar, Arrolobos se sitúa junto al río Hurdano en este bonito meandro convertido en zona de ocio. En fin no hay mas que seguir la pista de tierra e iremos bordeando el curso del agua.

P4010006

 

Arrolobos con la Sierra de Riscales al fondo y el pequeño monte de Las Cortas a la izquierda. Las Hurdes es tierra de huertos, olivos y cada vez más cerezos por su rentabilidad.

P4010009

 

Caminamos por el Cotorro de las Pineras, iremos todo el trayecto bordeando las sierras de Valhondo y del Helechoso, rodeados de pinos

P4010011

 

En ocasiones el bosque es más cerrado y el paisaje se limita al arbolado que nos rodea mientras recorremos la pista.

P4010012

 

En otras ocasiones el bosque se abre y disfrutas del paisaje y entonces eres consciente del terreno que te rodea y vuelves a disfrutar del río Hurdano al que le seguimos el curso antes de que acabe, como nosotros, en el río Alagón

P4010016FB

 

Los incendios dejan su huella, aunque se vaya borrando, las zonas despejadas de árboles muestran las heridas del fuego que jaras y retamas se encargan de tapar

P4010017

 

Llegamos a la Collada del Helechoso a algo más de 500 metros de altitud, un cruce de caminos con diferentes pistas, algunas señalizadas, nosotros venimos de Arrolobos

P4010018

 

Ondulaciones de los nervios de la sierra que creando una sensación de que caminas por un sembrado de sierras y montes que se van sucediendo y que parecen no terminar nunca, pero detrás de esas últimas elevaciones están las Tierras de Granadilla y al fondo el Valle del Ambroz y la Sierra de Gredos.

P4010020

 

La ruta es sencilla sin fuertes desniveles, aunque puede resultar algo monótona porque discurre siempre por pistas amplias que zigzaguean continuamente.

P4010023

 

Pequeñas construcciones y muros de pizarra nos recuerdan que estamos en Las Hurdes. Es primavera y se nota.

P4010024

 

Hay veces que ves el camino a lo lejos y sigues la traza de la pista que ahora salva el Arroyo Hormigas, estamos más cerca del Alagón y por tanto del Meandro

P4010025

 

El día nos regala algunas nubes para que las imágenes ganen algo más en belleza y mitiguen el calor que a esta hora, cerca del mediodía, pesa un poquito.

P4010027

 

Aquí termina su vida el río Hurdano, ahogado en las aguas del Alagón que la enorme presa de Gabriel y Galán embalsa sin miramientos durante kilómetros y kilómetros. El río Hurdano que nace más arriba, en Las Hurdes Altas, donde las Apreturas de la Majá Robledo, en la Sierra de la Canchera, justo a los pies del Pico Solombrero. El río Hurdano de curvas imposibles, de imágenes únicas que presta sus aguas a las alquerías y pueblos de La Huetre, Casarrubia, Casares de Hurdes, Asegur, para beberse, a la altura de Cerezal, al río Malvellido e ir más crecido, aguas abajo, hacia Nuñomoral o Rubiaco y atravesar la carretera en Vegas de Coria, donde lo encontramos para guiarnos a Arrolobos y no perderle la pista hasta ahora que lo despedimos en las tranquilas y domadas aguas del Alagón.

P4010028FB

 

Encaramos la frontera entre Extremadura y Castilla-León, con el río de por medio; frente a nosotros el Parque Natural de Las Batuecas- Sierra de Francia con el pico de Robledo a la derecha.

P4010031

 

Y llegamos al Meandro Melero, a la Isla, que desde el Mirador de la Antigua ofrece esta imagen tan conocida, con las nieves de la Sierra de Gredos al fondo. Este lado es Extremadura, el de la Isla está en territorio castellano-leonés.

P4010037

 

Definido por muchas revistas especializadas en turismo como uno de los lugares más bellos e impactantes de la geografía española, este meandro que dibuja el curso del río Alagón en sus proximidades a la localidad de Riomalo de Abajo, llega en las épocas en que mayor volumen de agua se acumula en el Pantano Gabriel y Galán a formar casi un islote.

P4010044FB

 

A partir de aquí tenéis dos opciones, o seguir la pista que lleva hasta Riomalo desde el mirador, que es tranquila, pero en la que os podéis encontrar coches subiendo y bajando, sobre todo en fin de semana; o bien quitaros un ratito de pista por la Verea de los Pescadores que ofrece también unas bonitas imágenes del meandro, la vereda enlaza un poco más adelante con la pista como podéis ver en el track.

P4010013

 

Casi abajo, cuando terminan los bosques, comienzan las huertas y los cerezos florecidos te salen al paso. Riomalo de Abajo también tiene río, en su topónimo y en su término, el río Ladrillar se despide aquí antes de entregarse, como el Hurdano, a las aguas del Alagón. Curiosamente el Ladrillar también es frontera, como Riomalo de Abajo, que saluda a los viajeros que llegan a Extremadura y despide a los que marchan a Castilla-León

P4010045

 

Las Hurdes es un paseo de olores, colores, miradas, sabores, una fotografía que guardas, maravilla rural en 2014; conserva ese halo de tierra maltratada, de belleza robada, en Las Hurdes hay algo diferente y no sabes qué es.

IMG_20170401_182455

Terminamos en casa de Jesús, en el Restaurante Riomalo, junto a su Complejo Turístico, disfrutando de la compañía de toda la gente que pasa de una región a otra, esta es parada de moteros y senderistas. Las Hurdes tiene mil caminos, mil meandros, mil postales…  porque lo dijo Unamuno, es el único lugar del mundo donde la tierra es hija de los hombres.-

©vicentepozas2017

Ruta Camino de Sierra de Fuentes. Cáceres

P3270224fb

La ciudad de Cáceres ha señalizado siete rutas senderistas, denominadas Rutas Verdes que discurren por los alrededores de la ciudad; son trazados muy usados por los cacereños para sus paseos que ahora se han arreglado con la colocación de paneles y postes. La idea es muy buena pero está mal ejecutada porque se señalizan para la práctica del senderismo pero sin criterios de senderismo: señalización no homologada, deficiente y con trazados mejorables. No obstante, el hecho de que el Ayuntamiento, con dinero de la Confederación Hidrográfica del Tajo, señalice y arregle los caminos, es de alabar puesto que, junto al casco urbano, existe toda una trama de caminos y veredas de excelentes y variados paisajes. Hoy os traigo una de esas rutas, la más larga: el Camino de Sierra de Fuentes, localidad situada a 12 kilómetros de Cáceres. Son 20 kms de recorrido circular que discurren entre los Llanos de Cáceres y la Sierra de la Mosca, un conjunto de pequeños cerros de entre 500 y 660 metros altitud que constituyen el Sinclinal de Cáceres. La propuesta oficial es de 17,4 kms, pero la última parte del camino es discutible porque te lleva hasta la carretera y no finaliza donde empieza, eso es lo que he arreglado en el trazado que propongo.

Aquí os dejo el track para GPS

Arrancamos la ruta en la barriada de San Blas en Cáceres donde podremos dejar el coche fácilmente, y desayunar sin problema, tomaremos dirección a la ronda de Vadillo para pasar por la Fuente de Vadillo o los abrevaderos de Vadillo (imagen de arriba) y cruzar la carretera para tomar otra más pequeña que lleva hacia el Camino de Valhondo en la umbría de la Montaña, aunque nos desviaremos antes. Desde aquí apreciamos el Cáceres monumental.

P3270227

 

Subimos por esta pequeña carretera para desviarnos a la izquierda dirección a la Urbanización Residencial Universidad. Esta ruta la hice con Antonio Luna y Juan Antonio Mostazo, excelente compañía para una mañana espléndida.

P3270229fb

 

El camino, de antiguas fincas ganaderas, conserva alguna de aquellas construcciones rurales de fincas y cortijos ya casi sin uso. No hay que entrar en la urbanización pues nos encontraremos con una pista de tierra que nos lleva al camino de Sierra de Fuentes.

P3270232

 

Nada más sobrepasar las casas y dejar a un lado las ultimas construcciones de la ciudad (cuarteles, residencias, depuradoras, observatorios…) te encuentras un paisaje limpio de pequeñas explotaciones ganaderas como esta de la Dehesilla

P3270241

 

Dehesa y sierra a los pies del llano que más adelante se impone durante kilómetros. Esta es la finca de La Hormiga.

P3270244fb

 

Al fondo el cerro del Milano que junto al risco de Sierra de Fuentes con algo más de 600 metros de altitud son los dos más altos de la zona.

P3270247

 

Terrenos de explotaciones ganaderas tan cerca de la ciudad, y tan lejos, como esta de las Muesas. Sobre el cerro se nota que no estamos lejos de Cáceres, por la cantidad de casas que se han ido construyendo a lo largo de la sierra.

P3270252

 

Echando la vista atrás se divisa el cerro del Portanchito y el santuario de la patrona de Cáceres, la Virgen de la Montaña. Leía, al hacer la crónica, que la presencia de estas elevaciones se debe a la existencia del Sinclinal de Cáceres, una estructura geológica constituida por dos bandas rocosas de cuarcita muy resistentes a la erosión que sobresalen sobre los terrenos pizarrosos que las rodean.

P3270254

 

Se disfruta el paisaje tan cerca de una ciudad, la ruta nos lleva entre la sierra y el llano constantemente.

P3270264

 

El cortijo de San Roque, viene señalado en todos los mapas

P3270268

 

En la finca Colmenarejo de la Plaza, y apenas visible hasta que estás encima, encontramos esta estación de energía solar; en los llanos de Cáceres había muchas proyectadas pero la malas políticas sobre energías renovables han paralizado casi todas las iniciativas. Cáceres al fondo, para que veáis que no estamos tan lejos.

P3270271

 

Dejas atrás el cerro del Milano antes de torcer a la derecha para comenzar la subida la risco de Sierra de Fuentes, que no coronaremos, la ruta discurre por la parte baja donde se encuentra el centro de recuperación de aves.

P3270275

 

El viejo camino de Sierra de Fuentes es una pista cómoda y ancha, muy usada por senderistas y ciclistas, recientemente se ha arreglado y se han plantado en sus bordes multitud de almendros.

P3270290

 

Dejamos el camino girando a la derecha para coger otra pista que nos llevará hasta la mitad del cerro, frente a nosotros el risco y el radar meteorológico, este tramo es una pista cementada con pequeñas áreas de descanso que discurre junto a un arroyo.

P3270294

 

Quedan pocos ya, pero aún se pueden ver algunos rebaños de cabras que en otros tiempos eran muy abundantes en estos campos.

P3270296

 

En la parte baja del monte los animales conviven con pequeños bosques de robles y encimas. Cabras curiosas

P3270301

 

Es una subida suave de apenas un kilómetro que, como os he dicho, está cementada en este tramo para uso de los vecinos de Sierra de Fuentes. Hay más de una ruta señalizada en esta zona

P3270309

 

En la parte alta del camino  nos encontramos Los restaurados hornos de cal de Sierra de Fuentes que como cuenta Rubén Núñez en su blog ‘Cáceres al detalle’ eran «conocidos como los «Hornos del Tío Pascual», cuyo origen es incierto pero que, según distintas fuentes, pueden corresponderse al siglo XVI cuando la localidad alcanzó una entidad suficiente como para construir su iglesia parroquial, como reflejo de una población notable y con un relativo esplendor económico, aunque los primeros datos sobre el origen del pueblo se remonten al siglo XIV. Estos antiguos hornos de cal están asentados en terrenos de la dehesa Boyal de Sierra de Fuentes, en uno de los collados de la Sierra de la Mosca formado por el cerro del Risco y el cerro del Milano y sobre el camino viejo que une Cáceres con Sierra de Fuentes y por el que llevaban el material desde el calerizo cacereño.»

P3270313

 

Se han restaurado un par de ellos o tres, el resto están abandonados y prácticamente derruidos. Junto a ellos algunos paneles explicativos cuentan algunos detalles de su historia.

P3270324

 

Desde el alto lo que observamos es la dehesa de La Alberca en toda su extensión y el Alcor de Santa Ana al fondo y a la parte derecha del cerro la urbanización Ceres Golf.

P3270318

 

Justo al lado se encuentra el Centro de Recuperación de la fauna Los Hornos de la Junta de Extremadura que es también un centro de educación ambiental. Una excelentes instalaciones a donde llegan, sobre todo, aves heridas, que son curadas y, en su caso, devueltas a su hábitat natural

P3270327

 

Desde este punto tomamos el camino que pasa por la puerta del centro, el camino viejo de Cáceres, que atraviesa la dehesa de La Alberquilla.

P3270335

 

Viejas construcciones como este pozo se ven desde el camino, que dan fe del uso ganadero de este terreno que aún mantiene algunos animales, aunque pocos. El camino, de tierra, también amplio y cómodo, muy llano.

P3270339

 

Una dehesa de encinas y alcornoques, algunos tan bellos como este. Al fondo el Cerro del Milano que ahora vemos desde el lado de la solana, hemos dejado atrás la sierra de La Mosca y estamos de nuevo en el llano.

P3270341

 

Al salir de la dehesa de la Alberquilla caminamos entre la cerca del Guijarro y la de la Alberca.

P3270347

 

La dehesa de La Alberca, que nos queda a la izquierda, es una delicia que ahora en primavera presenta este aspecto excelente.

P3270348

 

Al llegar a las faldas del cerro del Portanchito los olivos se suceden como una lengua de árboles que cae de la sierra.

P3270351

 

Así vamos llegando a Cáceres por los Machones donde la primavera se deja ver.

P3270371

 

Cerca de las casas de La Pizarra, y a pesar de la cercanía de la ciudad la vida es tranquila y se sigue trabajando el campo.

P3270373

 

Justo al llegar a la llamada cantera de Olleta es donde hemos variado la ruta, el track oficial coge por el camino que, señalizado, sigue recto pero que nos lleva hasta la carretera que es donde termina la ruta, según los paneles. No tiene ningún sentido hacer esta ruta lineal y no cerrarla, y además, este último tramo propuesto es muy feo que pasa junto a donde estuvo el poblado chabolista de El Carrucho. Nosotros giramos a la derecha para tomar el camino de la solana, mucho más agradable que nos aleja de la carretera y nos permite cerrar la ruta y terminarla donde empezamos. La cantera de Olleta que, algún iluminado, quiso convertir en auditorio.

P3270378

 

Así es que en este punto enlazamos con la Ruta de la Umbría y la Solana, que es otra de las rutas verdes y caminamos entre olivos y encinas por la zona de la solana baja.

P3270381

 

Ya más cerca del santuario de la patrona cacereña, en el cerro del portanchito.

P3270390

 

Justo aquí, Cáceres ofrece esta panorámica magnifica de su ciudad monumental y la zona centro. Nosotros evitaremos caminar por la carretera andando por los muchos caminos que hay en esta zona.

P3270394

 

El camino de la ribera del Marco, tranquilo, nos permite seguir pisando tierra a pesar de estar ya dentro de la ciudad. Camino con vistas, por cierto.

P3270402

 

Dejaremos ya el camino para hacer el último tramo por Fuente Concejo, andando junto a la ribera del Marco.

P3270407fb

 

Es el regalo de este último tramo, y merece la pena, mirar desde abajo el reciento monumental, la puerta del río y el antiguo arrabal cacereño

P3270413fb

 

Hoy estas viejas casas se han recuperado y ahora, habitadas por gente joven han vuelto a dar vida al barrio.

P3270415fb

 

Debía ser así como viesen la monumentalidad de Cáceres los viajeros que llegasen a la villa en aquellos años en los que la puerta del río los recibía viniendo desde Trujillo y el llano

P3270417fb

 

Nosotros cruzamos la ribera y nos adentramos en las calles Tenerías, Caleros… para despedir entre oficios este agradable paseo por una de los tesoros naturales de Cáceres: su sierra.

P3270418fb

Nadie puede abstraerse de la monumentalidad de Cáceres, pero está es más bella si se complementa con sus recursos naturales, si se pasea por su entorno y se disfruta del bosque mediterráneo, de la dehesa, de los llanos y de sus sierras. No en vano Cáceres posee el término municipal más grande de España y más desconocido seguro, claramente eclipsado por el tercer conjunto monumental de Europa y Patrimonio de la Humanidad. Pero andar por sus caminos es aún más recomendable para comprender esa historia que tanto nos condiciona. Aunque sea por un ratito, hay un Cáceres Verde que merece la pena disfrutar.-

                                                                                                                                            ©vicentepozas2016

Ruta Ribera de Alferreireira. Portugal

IMG_20160423_161645

Extremadura y Alentejo (España y Portugal) comparten las aguas del río Tajo y hace años que optaron por trabajar conjuntamente en el Parque Natural del Tajo/Tejo Internacional. En sus riberas las acciones de ocio son variadas, las de senderismo también. Hoy os invito a conocer la Ruta de las Riberas de Alferreireira y Barrocas en la localidad de Atalaia, freguesía perteneciente al municipio de Gaviao, un corredor ecológico impresionante. Son 21 kms en total, aunque hay variantes que la hacen más corta, aunque aconsejo no perderse ni un detalle. Molinos, cascadas, riberos, pasarelas, y agua mucha agua. Deliciosa. El atractivo de la ruta no son solo los paisajes, sino la historia que esconden. Esta pequeña aldea tuvo su esplendor en los siglos XIX y XX cuando en sus riberas nacieron decenas de molinos, aceñas y lagares que convirtieron a Atalaia en unos de los grandes centros de molienda de la región. Hoy son visibles muchos de aquellos molinos, unos cuarenta, aunque ya en ruinas que son parte del atractivo de este recorrido.

Os dejo toda la información sobre la ruta que publican en la web de Gaviao

Y el track para GPS

Este es el mapa de la ruta, que son tres, nosotros hicimos la ruta entera, es decir el PR2, y el 2.1 y 2.2 que son variantes que completan el recorrido aunque, como os contaré, hay opciones para hacerla más corta y muy bien señalizadas. De la señalización ya os contaré en adelante: ¡impresionante!

mapa ruta

 

Atalaia, pequeña freguesía (entidad menor, alquería, pedanía, llamaríamos en España) perteneciente al municipio de Gaviao, tiene apenas un centenar de habitantes pero es portuguesa, portuguesa. Hasta aquí nos trajo el bus ( si venís en él no os metáis muy dentro del pueblo, quedaos en las afueras sino queréis sorpresas). El día arranca nublado y amenaza lluvia.

P4230005

 

Una de las cosas que más me sorprendieron es el exquisito cuidado en la señalización de la ruta en todo momento y los muchos elementos que facilitan el tránsito por caminos, a ratos, escarpados. Un ejemplo de cómo invertir el dinero que Europa destina al desarrollo rural, porque en el mismo pueblo me contaban que son muchas las personas que realizan la ruta desde que está señalizada y promocionada, siguiendo las normas de la Federación de Campismo y Montañismo de Portugal. En este caso dos colores nos acompañarán en la ruta: el amarillo y el rojo

P4230010

 

Comenzamos recorriendo caminos tradicionales, usados para viajar entre pueblos, senderos conservados perfectamente, en los que las labores agrícolas son evidentes. La señalización es constante y clara, perderse es más que difícil, esto tranquiliza mucho a quien no conozca el camino

P4230013

 

Al dejar Atalaia la ruta arranca en este pequeño camino en el que la vegetación es muy parecida a la española, prados, plantaciones, y, aún, pequeños bosques de eucaliptos que se extienden hasta el río Tajo y que los portugueses también están sustituyendo por especies autóctonas.

P4230017

 

Detalles de una ruralidad y un uso de materiales naturales que Portugal conserva y que te encuentras en el camino.

P4230020

 

Llegamos enseguida a la pequeña localidad de Degracia Fundeira que atravesamos sin problema, son apenas tres calles puesto que la aldea es muy pequeña, no tiene siquiera la categoría de freguesía.

P4230025

 

Tomamos una pequeña carretera, apenas 200 metros, y enseguida veremos un desvío a la izquierda que nos llevará hasta el primer lugar que visitaremos.

P4230028

 

Se trata de esta preciosidad que llaman Fuente Vieja, de 1919, dicen que su agua tiene propiedades medicinales, viendo el edificio que la cobija no es extraño. Estamos en Portugal no hay duda.

P4230029

 

Esta construcción alberga una fuente, tratada como una pequeña capilla a la que no le falta detalle.

P4230030

 

Visto el lugar y la cantidad de polletes que hay para sentarse, debe, o debía, congregar a mucha gente.

P4230031

 

Justo enfrente este precioso lavadero es otro de los hitos del camino que recibe el agua de la Fuente de Bica, situada un poco más arriba.

P4230034

 

Junto al lavadero sale un camino a la derecha que nos lleva hasta otra pequeña localidad Deogracia Cimeira y ya desde aquí comenzaremos a descender hasta el río Tajo.

P4230037

 

El paisaje se abre y cambia completamente, a partir de ahora se suceden los cerros, arroyos que nos llevan a un encajonado río Tajo que deja paisajes espectaculares.

P4230044

 

El Tajo se encajona entre cerros y sierras, vaivenes de un terreno que siempre sirvieron de frontera y que hoy disfrutamos. Reconocido título el de Parque Natural que se reivindica en sus paisajes.

P4230053

 

La señalización, como vengo contando, exquisita y cuidada, una garantía de tranquilidad para el caminante.

P4230054

 

Entramos en el Valle de Cabril que nos llevará hasta las aguas del río, puro bosque mediterráneo.

P4230060

 

El descenso hay que hacerlo con precaución, pero están cuidados todos los detalles para facilitar el tránsito, barandillas, escaleras y hasta cadenas cuando se necesita, todo sin deteriorar el paisaje.

P4230063

 

El río Tajo corre hacía Lisboa aunque antes podemos disfrutarlo en Extremadura y el Alentejo.

P4230064

 

Parada técnica junto al río para reponer fuerzas y continuamos por un tramo escarpado que sortea las irregularidades del terreno y que nos obliga caminar con cuidado y con continuas subidas y bajadas.

P4230075

 

Ello no significa que no puedas pararte, echar la vista atrás, y sonrojarte por tamaño paisaje.

P4230081

 

Lo dicho no falta detalle, lugar con alguna dificultad, lugar que cuenta con pequeñas ayudas como esta.

P4230087

 

Es un zig zag constante, con ascensos y descensos aunque tengas donde agarrarte. Ayuda a que se minimicen los peligros de andar por esta zona complicada que conocen como el Vale de las Cerejeiras o Valle de las Cerezas.

P4230088

 

El agua es una constante en la ruta, no lo muestro continuamente pero son decenas de arroyos con los que te cruzas o ves de cerca desde que entramos en el Valle de Cabril.

P4230094

 

Y de regalo, el tren nos saluda, no falta de nada, ya veis.

P3120187

 

Dejamos la ribera del Tajo y entramos en la ribera que da nombre a la ruta, quedan todavía muchas sorpresas y lugares de ensueño. Justo en la orilla una pequeña construcción recuerda que existió un pequeño embarcadero para cruzar el río, Batel lo llaman aquí.

P4230109

 

Esto le he visto más veces en España, colocar una pequeña plataforma alrededor del olivo para impedir que las aceitunas rueden colina abajo.

P4230111

 

Entramos, por fin, en la Ribera de Alferreireira, durante algunos kilómetros seguiremos el curso del agua; es la parte más espectacular de la ruta y la que le da nombre, empezamos donde la ribera se deja caer en brazos del Tajo.

P4230114

 

El sendero discurre paralelo al cauce del arroyo, está bien preparado lo que facilita su disfrute.

P4230120

 

Caminamos por una zona con abundante vegetación de ribera que nos protege de un sol que ya cae a plomo, a pesar de que el día amaneció lluvioso.

P4230124

 

Las aguas están llenas de pequeñas presas y represas para conducir el agua a los muchos molinos que copaban las orillas, quedan restos de muchos, aunque muy abandonados.

P4230133

 

 

Vengo contando que la ruta está muy ciudada, con detalles que aumentan su belleza; me sorprende además que todo los elementos estén bien cuidados, nada deteriorados, algo a lo que, desafortunadamente, no estamos acostumbrados al otro lado de la frontera.

P4230143

 

La ribera es de cuento, el sonido del agua te acompaña continuamente, dan ganas de pararse y quedarse aquí.

P4230149

 

La vereda sortea los vericuetos del terreno, un falso llano, una ascensión suave hacia la zona más escarpada. La señalización constante, es una ayuda.

P4230150

 

Se despeja el terreno y esto nos permite ver algunos restos de viejos molinos.

P4230154

 

La ruta se separa por algunos momentos de la ribera, mientras atraviesa otros pequeños arroyos que sorteamos con oportunos puentes.

P4230155

 

Llegamos a los restos de una antigua ‘fábrica de luz’.

P4230159

 

Esta parte de la ruta es algo más complicada pues discurre entre rocas que te obligan a subir y bajar continuamente, cuando necesitas un apoyo encuentras cadenas colocadas a modo de pasamanos, otro detalle más.

P4230163

 

Escogemos este pequeño rincón para reponer fuerzas, la sombra y el agua mitigan el calor.

P4230167

 

Alguno aprovecha para refrescar los pies mientras comemos algo.

P4230168

 

Abandonamos la ribera de Alferreireira antes de llegar a la de las Barrocas, esta zona es más escarpada con pendientes pronunciadas de subida y bajada.

P4230175

 

Primavera cuando hicimos la ruta, las peonías o rosas de monte (rosa de Alejandría le dicen en algunos lugares) están en flor.

P4230177

 

Constantes subidas y bajadas que exigen algo más de esfuerzo, la barandilla de madera ayuda.

P4230181

 

Una sucesión de pequeños arroyos, como la Ribera de Vale Covo, nos lleva a caminar por este zig zag de pequeños montes y cerros, con el sol encima la marcha se ralentiza.

P4230188

 

El paisaje embelesa, este corredor ecológico es de enorme belleza, nos dirijimos a la siguiente ribera, otra sorpresa.

P4230189

 

Cuando creías haber abandonado el agua, te sorprende otro puñado de molinos con saltos de agua aún más impresionantes que los anteriores.

P4230196

 

La vegetación y el abandono se dejan notar en estos viejos molinos, aún conservan las piedras de moler.

P4230198

 

Otros se conservan algo mejor y han sido preparados para ser visitados, testigos de esa actividad frenética que hubo a finales del siglo XIX y principios del XX en la zona.

P4230203

 

Se suceden los saltos de agua que se construyeron para aquellos molinos de trigo.

P4230205

 

Molinos que se suceden uno tras otro, como los puentes y pasarelas que nos conducen por la ribera de las Barrocas, seguimos subiendo.

P4230206

 

Después de disfrutar de saltos de agua y viejas construcciones dejamos la ribera cruzándola al otro lado

P4230209

 

El paisaje se suaviza a medida que nos alejamos del agua y volvemos a ver praderas y bosques de eucaliptos. Estamos en el Valle de Aceña.

P4230218

 

Aunque aún quedan restos de viejos molinos. La ruta ofrece, en varias ocasiones, desvíos señalizados por si queremos ir directamente hacia el punto de inicio, no hay problemas porque ya habéis visto que te informan de la distancia en uno y otro caso. El último de ellos es el que nos lleva a los Olhos d’Agua (ojos de agua) y a un viejo lagar, es un desvío de unos tres kilómetros que merece la pena, es el último de los espectáculos que ofrece el agua en este recorrido inolvidable.

P4230001 1 (3)

 

Nosotros no hicimos ese último tramo, el calor no esperado nos venció, no era cuestión de forzar una ruta que se hizo complicada y muy bella, es un terreno difícil, pero mereció la pena, completamos la ruta siguiendo hacia Atalaia.

IMG_20160423_181841

 

Terminamos la jornada disfrutando de una Sagres fresquita en esta freguesía portuguesa. Ha merecido la pena. Nosotros hicimos 21 kilómetros, si optáis por conocer los Olhos d’Agua os saldrán unos 24 en total.

IMG_20160423_175659

 

Hasta el regreso por carreteras portuguesas nos deja imágenes que son muy reconocibles para quienes visitamos este país con frecuencia, nos os preocupéis caben dos coches, y el nuestro es un autobús.

IMG_20160423_191206

Cuando te encuentras con rutas como esta, que son una sorpresa, vienes satisfecho. El Tajo y su cuenca guardan sendas deliciosas a un lado y otro de la raya; algunas con historia, como las dedicadas al contrabando, otras con viejos oficios como el de los molineros y sus molinos, las hay que atraviesan puentes romanos con 2000 años de historia, que cruzan la frontera, incluso se hacen conjuntamente entre España y Portugal. Pero vengo más sorprendido, si cabe, por la exquisitez de quienes han diseñado la señalización de la ruta y por ver como se conserva intacta, sin que nadie la maltrate, la rompa, la tire o, en el peor de los casos, se la lleve. A Extremadura y Alentejo nos unen muchas cosas, la afición por el senderismo es una de ellas, aquí somo iguales, aunque en civismo nos lleven mucha ventaja.-

                                                                                                                                              ©vicentepozas2016

I Ruta del Llano a la Sierra. Torremocha-Albalá-Montánchez

DEL LLANO A LA SIERRA

La I Ruta del Llano a la Sierra fue una idea de los ayuntamientos de Torremocha, Albalá y Montánchez que organizamos los clubes GR100 y La Vereína con el apoyo de la FEXME (Federación Extremeña de Montaña y Escalada), una iniciativa para potenciar la comarca, sus caminos, sus recursos y sus bondades. De las dehesas y pastizales, a la sierra, 20 kilómetros por esta comarca que merecen la pena. Los tres ayuntamientos, además, cuidaron todos los detalles y recibieron a los senderistas con todo el mimo. Ha sido la primera edición y la intención es darle continuidad.

Os dejo el track de la ruta

La bienvenida nos la dan en Torremocha, donde el ayuntamiento nos recibe con desayuno; no falta de nada, comenzamos cogiendo fuerzas para un día duro por el calor. Saluda del alcalde e inicio de la marcha. Torremocha con unos 1.200 habitantes; está emplazada en una llanura entre pequeños cerros muy aptos para el cultivo de cereales, y corre muy próxima a ella el río Salor Perteneció al antiguo partido de Montánchez hasta 1631. Sus calles son bastante espaciosas y rectas, con casas de dos pisos, de mampostería enjalbegada y vanos adintelados.

P6120006

 

Precisamente salimos de Torremocha cruzando el río Salor y nos topamos con esta delicia: el Puente Grande, posiblemente de origen romano, pero de factura medieval, alomado con cinco arcos de medio punto, está en el camino que conduce a Aldea del Cano, el que llaman de El Ejido; el puente pudo estar en la antigua ruta hacia Norba Caesarina, de ahí que los investigadores no descarten su pasado romano

P6120011

 

Dejamos las aguas del Salor a nuestra izquierda y encaramos por el Camino del Molinillo, rodeados de viejas paredes de piedra que aún mantienen las lindes de las fincas y que son la tónica en la comarca, algunas con magnificas entradas como esta.

P6120016

 

Por lo que llaman El Cotillo, cerca de la Alberca Llana, los llanos de cereales se han comido la dehesa, grandes extensiones de pasto que dejan magníficas imágenes.

P6120019

 

A medida que nos alejamos del pueblo, los pastizales se dispersan y la dehesa vuelve a imponerse, estamos en el camino de Albalá.

P6120021

 

Caminos anchos, usados para ganado durante mucho tiempo y que ahora conectan un mar de fincas dedicadas al campo, ganadería sobre todo.

P6120024

 

Es un paisaje muy nuestro, muy extremeño, y aunque el verano amarillee los campos quienes saben mirarlos encuentran rasgos diferenciadores que lo hacen tan especial, tan exclusivo

P6120026

 

Son muchos los caminos que cruzan estas tierras, el de Cáceres, el de Montánchez, el de Albalá, el de Molinillo, el de las Huertas de la Magdalena, ahora pasamos cerca de lo que conocen como Fuente Honda, somos una multitud en estas tierras tranquilas.

P6120029

 

Nos sorprenden estos bolos graníticos tan característicos de Extremadura, que tienen cerca de aquí, en el paraje de Los Barruecos, su expresión más vistosa, aunque estos lucen así de singulares.

P6120032

 

Dejamos el Camino de Cáceres y cogemos una pequeña y antigua calleja en desuso que nos llevará hacia el camino de Montánchez, flanqueados por magníficos alcornoques

P6120038

 

Dejamos la calleja y retomamos por el camino que se une a otro, el de La Huerta, paralelos a la Finca de La Carretona, dehesa con color casi de verano que aún conserva coletazos de primavera.

P6120049

 

El Camino de Montánchez nos muestra la sierra y deja ver a la localidad y su castillo donde finalizaremos la ruta, nos dirigimos primero al pueblo de Albalá.

P6120054

 

La ganadería muy presente en la comarca; en esta finca un celoso toro vigila la marea de gente sin perder ojo de lo que pasa.

P6120056

 

En vez de seguir por el Camino principal, torcemos a la derecha para adentrarnos en la vereda del Barranquillo, por donde se sitúa el Arroyo de La Lapa y la fuente del mismo nombre, una zona más húmeda que aún conserva el verde de la primavera lluviosa que hemos tenido.

P6120059

 

Caminos de agua con la vereda de la Retuerta, como el arroyo que corre cerca, caminos de piedras y más veredas: la de la Calzada o la de la Mojonera antes de llegar a nuestro punto de avituallamiento.

P6120066

 

Entramos en Albalá por el camino de la Encina del Cura, nombres que evocan historias siempre.

P6120071

 

La población fue fundada por los romanos al estar ubicada en la vía romana de Mérida a Toledo. Aún quedan yacimientos de esta época en «El Campo», «El Carrascal», «Dehesas de Abajo» y en «Pozo del Charcón».

Su nombre primitivo fue transformado por los árabes, denominándola Albalá por su enclave o proximidad a una calzada romana y que, posiblemente, fueran ellos los que la elevaran a la categoría de aldea.

Aquí el ayuntamiento nos recibe con un avituallamiento que nos da fuerzas para continuar, llevamos 12 kilómetros de ruta y el calor aprieta ya, un pequeño descanso, recorremos la localidad y seguimos hacia Montánchez

P6120076

 

Albalá fue muy conocida en los tiempos del uranio, mineral de sus berrocales, donde se sitúan antiguas minas como La Carretona, El Gallo y Pozo Norte, explotadas en los años setenta y que aún se conservan.

P6120078

 

Escudos y blasones se reparten por toda la localidad, donde además se conservan restos de épocas gloriosas, se pueden visitar además la ermita de San Joaquín o la ermita de la Magdalena del siglo XVI

P6120079

 

Dejamos Albalá y tomamos el antiguo camino de Montánchez rodeados de olivos muy presentes en toda esta zona, aquí se produce un exquisito aceite.

P6120080

 

Este es un antiguo camino medieval que conserva su empedrado original en muchos tramos, es una zona en la que los alcornoques se imponen y su sombra, a esta hora del mediodía, se agradece bastante

P6120083

 

Aún se conservan restos de viejas construcciones de recia planta, granito que aguanta a pesar del abandono, Montánchez, lugar importante por su castillo, conserva restos como este de aquella grandeza pasada.

P6120085

 

Me fascinan estas puertas de acceso a las fincas, las hay por todos los alrededores de Montánchez, son de una belleza que sorprende, fuertes, y anchas; imagino que tendrían un uso concreto y su porqué, pero todavía no he dado con la información; he fotografiado muchas de ellas cada vez que paseo por Montánchez y su sierra.

P6120087

 

En este punto cruzamos la carretera que sube a la villa, en el cruce del Parador del Padrino, aquí el desnivel se nota más, estamos ascendiendo a la sierra, eso permite, entre otras cosas, contemplar la comarca sin problemas, al fondo, Albalá de donde venimos.

P6120089

 

Al llegar al parador del Padrino, justo a su derecha hay una cancela, si la atravesáis seguiréis por el track de la ruta, hay otra opción, justo antes de la cancela a la izquierda sale el antiguo camino medieval de entrada a la villa, es un camino precioso muy bien conservado que nos lleva al pueblo; la diferencia es que el camino que sigue el track entra por la zona del castillo y atraviesa toda la localidad, aunque es verdad que con algún desnivel un poco más durillo, pero nos enseña Montánchez entero

P6120091

 

Si Torremocha nos recibió con desayuno, Albalá con un tentempié para continuar con fuerzas, Montánchez no deleita con un refrigerio para probar los productos más típicos, jamón y embutidos. Lo hacemos en un pequeño parque que aquí llaman la rotonda, un final magnífico para celebrar que hemos realizado la primera edición de la ruta senderista del llano a la sierra.

P6120092

 

Yo agradezco personalmente a la gente de La Vereína su disposición siempre para colaborar, es una ayuda necesaria para hacer posible un proyecto como este, y todos. Es una suerte que seamos un equipo compacto y profesional. Juan Antonio, Miguel Ángel, José Luis, Carolina, Antonio y Daniel, unos craks.

P6120074

 

Y esta foto que le robo a Raúl Jurado para reconocer el trabajo de Rafa Franco del club GR100 que trazó una ruta preciosa y nos hizo llegar sin problemas desde Torremocha a Montánchez y a Domingo Fernández, responsable de senderos en la FEXME por su implicación siempre.

rafa

 

Finaliza este proyecto que Diego Mostazo y yo iniciamos con la idea de patear la comarca montanchega, desde la sierra, donde el llano se muestra así de bello, con 20 kilómetros a las espaldas y un trato exquisito de todos los ayuntamientos implicados en la ruta. Merece la pena embarcarse en proyectos que muestran lo que tenemos, que nos es poco.

llano

 

Terminamos, pues, en Montánchez, al abrigo de su castillo, de su historia, que es la de todos, disfrutando en su plaza de la compañía de montanchegos y senderistas, celebrando esta jornada de paseo que nos ha llevado desde los pastizales del llano a los bancales de olivos en la sierra, entre encinas y alcornocales, y tanta historia a sus espaldas que a nadie extraña que los vestigios y restos del pasado te salgan a cada paso que das. Cada uno de los pueblos está señalizando sus rutas, Montánchez incluso las ha homologado. Rutas que cuentan historias, que guardan la aportación de esta tierra que ha jugado un papel en la pequeña historia de España que se ha escrito en Extremadura.

Montánchez

En el centro geográfico de Extremadura, ocupando el privilegiado triángulo que conforman las ciudades de Trujillo, Mérida y Cáceres, la comarca de Montánchez y Tamuja extiende su territorio por la penillanura trujillano-cacereña y las estribaciones de los Montes de Toledo, por las sierras de Montánchez, San Cristóbal, Cancho Blanco, Centinela… Este territorio representa un magnifico ejemplo de contrastes físicos y diversidad paisajística, que a los ojos del visitante lo hacen singularmente atractivo. Nosotros lo hemos recorrido andando Extremadura.-

                                                                                                                                              ©vicentepozas2016

Ruta al Pico Pitolero

P5020198fb

A las Tierras de Granadilla y el Valle del Ambroz les separan del Valle del Jerte los Montes de Traslasierra, la parte más occidental de la Sierra de Gredos en el Sistema Central. En estos Montes el pico más elevado es el Pitolero, 1.354 m de altitud, un faro desde el que disfrutar en 360º del Valle del Jerte, el Ambroz, las tierras de Granadilla y el pantano de Gabriel y Galán y serranías como Hurdes, Peña de Francia, Sierra de Gata y los Montes de Toledo en las villuercas cacereñas. Esta es la ruta que hacemos hoy, la subida al Pico Pitolero partiendo de Cabezabellosa en Tierras de Granadilla, pasando al Valle del Jerte y volviendo al punto de origen, 15 kms con un ascenso de 4,5 kms seguidos pero muy suaves que hacen la subida muy cómoda y tranquila. Es una ruta de dificultad media-baja pero que nos invita a disfrutar de paisajes excelentes.

Os dejo el track para GPS

Comenzamos en Cabezabellosa, una localidad que pertenece a la comarca de Trasierra-Tierras de Granadilla, un balcón del valle por su situación a 840 metros de altitud. El pueblo de calles empinadas tiene apenas 500 habitantes y se asoma a la comarca desde todos los rincones.  La ruta la iniciamos nada más entrar en el pueblo, unos metros más adelante veremos una pequeña plaza por la que encaramos la calle de la izquierda y ascendemos hasta toparnos con la carretera que lleva a El Torno y el Valle del Jerte, ahí comienza a la subida al pico Pitolero.

P5020075fb

 

Mientras camináis por el pueblo no dejéis de fijaros en los nombres de las calles, no tienen desperdicio.

P5020079fb

 

El primer tramo, de apenas 200-300 metros es el más empinado hasta alcanzar el depósito de agua de la localidad, en el resto se suaviza la pendiente. Sí es cierto que nada más comenzar el ascenso empezamos a disfrutar de un excelente entorno; lo primero, el propio pueblo de Cabezabellosa y su enclave natural, con la ermita de Nuestra Señora del Castillo sobre el pequeño promontorio, el cerro del Búho, que oculta la localidad de la vista de quienes recorren la autovía de la Ruta de la Plata.

P5020101fb

 

Uno de los regalos de la ruta es que ascenderemos por la loma de la Sierra de Cabezabellosa como si fuese un gran balcón que nos enseña buena parte de la comarca. Hay días, como este, en que las nubes se suman al paisaje y lo hacen más mágico todavía.

P5020115fb

 

La ausencia de árboles y matorrales altos facilita la contemplación de las Tierras de Granadilla y buen parte del Valle del Ambroz. Ascendemos por la zona de El Manzano.

P5020119

 

Desde aquí los primeros pueblos del Ambroz, en primer término lo que llaman la Piedra del Majadal y el Collado del Cerezal.

P5020124

 

El agua es una constante en toda la ruta, en esta loma de la sierra son múltiples las cascadas, fuentes, riachuelos, pozos y manantiales con los que te cruzas, algunos aprovechados para tomas de agua.

P5020133

 

Algún roble perdido de los muchos que debieron poblar la sierra y ahora jara y retama, vegetación baja.

P5020142

 

Es verdad que las nubes son un regalo que le da magia al paisaje…

P5020150fb

 

…pero en días claros la vista se pierde. Zarza de Granadilla  a la derecha, el pantano de Gabriel y Galán y se pueden ver, para quienes conocen la zona, El Anillo y Granadilla.

P1160025FB

 

El día sigue jugando al escondite y dejando imágenes magníficas sobre la Peña de Morejón.

P5020159

 

Aquí vemos Jarilla en primer término y Zarza de Granadilla al fondo., seguimos el ascenso, ya digo que hasta la cumbre hay 4,5 kms, suaves y cómodos.

P5020161fb

 

El agua es un regalo en la ruta, aunque yo he subido también en invierno y el agua que corre se convierte en hielo que hace el camino más peligroso. Fuentes para beber.

P5020162

 

Y arroyos, esta es la Garganta Cabera

P5020164

 

Encuentras pequeños manantiales que brotan del suelo, haciendo burbujas debajo de las piedras, suena el agua corriendo por entre las rocas, es un espectáculo

P5020178

 

Antonio y Teo no resistieron fotografiar este escandaloso nacimiento de una garganta que abajo dará sombra y baño.

P5020185

 

Es, o era, un zona para ganado, aunque ya no se ve mucho, el agua era aprovechada para abrevaderos de animales.

P5020186

 

Le preguntas a Teo ¿cuántas fotos echas en una ruta como esta? ¡cienes y cienes! No es para menos.

P5020187fb

 

El día sigue jugando al escondite y nosotros seguimos subiendo por una senda bien marcada que nos acerca a la cima.

P5020192fb

 

Cuando recuerdas la expresión ‘mar de nubes’ te viene a la cabeza esta imagen desde la Sierra de Cabezabellosa.

P5020194fb

 

A punto de coronar, ya ves varios picos de los montes de Traslasierra, el de Cabeza del Santo y El Fraile.

P5020199

 

Entramos a la cima por el Collado de Mingopedro a 1.300 metros de altitud, en cuatro kilómetros hemos subido un desnivel de 500 metros, suave.

P5020218

 

Y dejamos atrás las tierras llanas de Granadilla para disfrutar del Valle del Jerte.

P5020220

 

Entre las peñas descubres pequeñas cuevas que habrán servido, más de una vez, como refugio a personas y animales.

P5020223

 

Desde aquí arriba es un espectáculo el valle, Plasencia, el pantano…

P5020231

 

Nosotros, visitantes efímeros, no rompemos la rutina del escarabajo pelotero, que sigue acumulando comida.

P5020239fb

 

Y llegamos al final, alcanzando el Pitolero donde otro mar, este de antenas, coronan el pico.

P5020255

 

Una costumbre entre grupos de montañeros es subir un belén a las montañas, este que tienen bien guardadito es de un club de Salamanca.

P5020265

 

La buena situación de la cumbre, con vistas a varios valles es aprovechado para las telecomunicaciones,  las antenas son un punto de referencia para llegar al pico sobre todo porque en esta zona, desde que coronamos la cima no hay camino trazado y hay que guiarse por ellas para llegar a lo alto del Pitolero.

P5020279

 

Aprovechamos para dar testimonio de que estuvimos arriba en el punto geodésico, 1.354 metros y pusimos a posar a las mochilas como prueba de ello.

P5020280

 

Os decía que desde aquí el Valle del Jerte se muestra así de bonito. Los pueblos de derecha a izquierda: Casas de Castañar, Cabrero, Piornal y Valdastillas.

P1160091FB

 

Una vez arriba sólo hay que seguir la pista que baja desde las antenas, es ancha y cómoda y, como en la otra parte de la sierra ofrece vistas excelentes, ahí tenéis el pantano de Plasencia. Un paraje de excelentes prados y hermosos robles.

P1160087FB

 

En la zona más alta no quedan muchos ejemplares, cierto que los que hay son inmensos, imagino que en otro tiempo estoy sería un bosque de estos gigantes majestuosos.

P5020303fb

 

Según desciendes la vegetación se cierra y los árboles crecen en número.

P5020319

 

En ese bosque veréis varios restos de antiguas construcciones pastoriles. Testigo de la presencia de rebaños de ovejas y cabras en otra época. Ya el ganado es mayoritariamente vacuno.

P5020325

 

Robles centenarios que nos hacen pequeños, no dudes en pararte y disfrutar de ellos un rato.

P5020329

 

Seguimos el descenso por la zona que llaman El Colgado, la pista aparece en algunos tramos, los de más pendiente, cementada pero es bastante cómoda y no tiene pérdida.

P5020341

 

El camino nos va mostrando el Valle del Jerte desde otra perspectiva, frente a nosotros la sierra de San Bernabé.

P5020344fb

 

Si seguís el track, cuando ya se acaba la pista hay un desvío a la izquierda, donde aparece otro camino que nos llevará a uno de los hitos de la ruta: el roble de Romanejo.

P5020356

 

El roble de Romanejo, 500 años, es Árbol Singular de Extremadura, un magnífico roble de tamaño considerable, 25 metros de altura.

P1160103FB

 

Pasamos la cancela que hay frente al roble, cruzamos la carretera y torcemos a la derecha, cogiendo el antiguo camino que unía El Torno y Cabezabellosa, de hecho si giráis a la izquierda llegaréis a El Torno. 

P5020363

 

Alguien con gusto consideró que bien merecía la vista unas piedras para sentarse y disfrutar del paisaje.

P5020367

 

El camino, a ratos de piedra, entra en una especie de portilla que hace la sierra en lo que conocen como La Ventosilla.

P5020373

 

El camino discurre paralelo a la carretera, de poco tráfico, si acaso perdéis el camino siempre podéis ir por ella.

P5020374

 

En este punto no hay camino claro, se trata de atravesar un pequeño prado para enlazar con un camino que encontraremos más abajo.

P5020378

 

Tomado  el camino ya enfilamos hacia el pueblo, ya no hay pérdida.

P5020385

 

Alguna estampa nos dejan los prados cercanos al pueblo, son los últimos paisajes.

P5020387

 

 

Y entramos en Cabezabellosa por el lado contrario al que partimos. Fin de la ruta.

P5020389

 

Marcamos como hecho el ascenso al pico Pitolero, la frontera natural entre Granadilla y el Ambroz y el Valle del Jerte, punto de referencia: Cabezabellosa, un pueblo no muy conocido pero que es un verdadero balcón a las llanas tierras del Valle, conocerlo, un privilegio.

P5020390fb

Caminar subiendo montes y sierras, coronando picos y lomas, te permite una visión amplia del territorio, el nuestro, el de Extremadura, ofrece exquisitas delicias que descubres pateando senderos, marcando veredas y con la cámara al hombro. Los valles se disfrutan desde la altura, los llanos los mides cuando ascienden metros y dejas abajo pueblos, cordeles y carreteras. Tenemos la suerte en Extremadura de contar con varias cadenas montañosas que son un reto para el senderista, cuando las añades a tu catálogo de rutas, tu visión del territorio es más amplia y más precisa; reconocer pueblos, montes, sierras, pantanos te hace sentirte más apegado a la tierra, las descubres con los ojos y las guardas en la memoria, como un recuerdo por si tienes que volver. Y volveremos, lo haremos, como siempre, Andando Extremadura.-

                                                                                                                                                 @vicentepozas2016

Ruta A Fala. Valle de Jálama. Sierra de Gata

P2140293fb

 El Valle de Jálama o Val de Xálima, en la lengua local A Fala,  lo componen 5 pueblos: Cilleros, San Martín de Trevejo, Eljas, Valverde del Fresno y Villamiel, y una pedanía, Trevejo. Se trata de la parte más occidental de la comarca de la Sierra de Gata, un pequeño valle que llaman también Os tres lugaris, en referencia al habla de A Fala en tres de sus pueblos, con variantes locales porque en cada uno de ellos se conoce de una manera:  o mañegu, en San Martín de Trevejo, o lagarteiru, en Eljas, o valverdeiru, en Valverde del Fresno. Un valle fértil protegido por el pico Jálama -1.492 m de altitud- y el río Erjas que lo atraviesa. Conserva, además de su dialecto -galaico portugués según la idea más extendida- buena parte de su arquitectura tradicional y su costumbres, como la de fabricar sus propio vino en pequeñas bodegas caseras, pichorras, a las que los serragatinos suelen invitar a los amigos. En este entorno vamos a relizar la Ruta A Fala que recorre los pueblos mencionados. Hay dos versiones, la oficial podemos decir, que recorre los tres pueblos que usan A Fala y otra que llega hasta la aldea medieval de Trevejo. Nosotros hicimos la segunda, pero os dejo los dos tracks por si alguien prefiere la primera.

El track para GPS de la ruta oficial que discurre por el PR-CC184, 16,58 kms, recorre Os tres lugaris: Valverde del Fresno, Eljas y San Martín de Trevejo

El track para GPS de la que nosotros hicimos, 16, 7kms, comienza en Valverde del Fresno, Eljas, San Martín de Trevejo, Villamiel y Trevejo

P2140165

 

 Arrancamos en Valverde del Fresno el pueblo más grande de la comarca, el más comercial de todos por su cercanía con Portugal, junto a la ribera del Sabugal.

P2140088

 

 Enseguida dejamos Valverde buscando el camino de Eljas que atraviesa el arroyo de Malnombre.

P2140096

 

 Hasta el siguiente de los pueblos del valle seguiremos este pequeño sendero local que está bien señalizado y es bastante cómodo.

P2140098

 

 Un paisaje de pequeñas parcelas guardadas por muros de piedra en un invierno que mantiene aletargada la comarca.

P2140100

 

 Mirando los mapas es curioso comprobar la cantidad de caminos que tiene la zona, muchos en uso: el camino real de San Martín de Trevejo, el de San Miguel, o es de Eljas.

P2140101

 

 En algunos tramos conservan el firme original de piedra, habitual de antiguas calzadas, como parte de la calzada romana que se conserva en San Martín de Trevejo y por la que discurre la parte final de la ruta oficial.

P2140104

 

 No hay mucha distancia entre ambos pueblos y Eljas se deja ver enseguida, por su situación estratégica en la loma de la sierra que le da nombre.

P2140107

 

 Caminos que comunicaban aldeas, callejuelas que daban paso a las fincas hoy prácticamente abandonadas y sin uso.

P2140110

 

 Pasamos cerca del Canchal de la Muela bajo la Sierra del Espinazo, frontera entre Extremadura y Castilla León; el Valle de Jálama linda con el Espacio natural El Rebollar en tierras castellanas.

P2140117

 

 Es la zona más llana, la del Valle, arriba las sierras que hacen que este paisaje sea tan singular.

P2140119

 

Nos acercamos a Eljas por un paraje que llaman Pelumes.

P2140123

 

 La Sierra de Gata, como otras comarcas cacereñas, fue repoblada de pinos de manera generalizada, pocos quedan ya, excepto zonas muy localizadas; el fuego y la presión humana han acabado con ellos, quedan restos esparcidos, eso sí, por todos lados.

P2140129

 

Por aquí todo es Eljas, río Eljas, Sierra de Eljas, el pueblo…

P2140136

 

Si buscáis referencias en la zona, en A Fala, es río Erjas. Es un cauce fronterizo, de hecho hasta cerca de la localidad de Alcántara, donde desemboca en el Tajo, y durante unos 50 kilómetros sirve de frontera entre España y Portugal. Su punto más conocido es el puente romano de Segura en Piedras Albas que separa ambos países

P2140140

 

En algunos momentos se recupera el trazado original, hoy abandonado por tramos de tierra más cómodos, comenzamos la subida a Eljas. ( Sí, es cierto, nos acompaña Indiana Jones)

P2140151

Junto al pueblo pequeños rincones para el descanso, fuentes, merenderos, nos saludan.

P2140152

 

 Eljas, y el resto de pueblos, conserva ese encanto de lugares fronterizos, cultura arraigada, costumbres mantenidas porque nadie vino a romperlas. Tienen aire de supervivencia, de lugares olvidados, de huida y de refugio; hoy en esta vorágine que ensalza lo rural, lo auténtico, se han reivindicado como lugar de culto y presumen de su doble condición ibérica, de su habla característica, de su vino, de su aceite y de su paz.

P2140160fb

 

 Sus carteles, sus calles, su leite caenti, serragatinos que muestran las diferencias y las han puesto en valor.

P2140163fb

 

 Con algo menos de mil habitantes, Eljas, o As Ellas, como se dice en lagarteiru, es uno de los tres pueblos del valle de Jálama con un habla propia conocida como “A Fala”, que significa “El habla o la forma de hablar”. La variedad de Eljas, más cantarina que la de Valverde del Fresno o San Martín de Trevejo, se denomina de ese curioso modo, lagarteiru, por la afición de sus habitantes a la ingesta del reptil en cuestión y es el dialecto mas antiguo de la fala y con mejos injertos castellanos. Aunque ahora no es lícita la captura del lagarto, la tradición es la tradición y en Eljas se cocinaban los lagartos como en ningún otro sitio de la Península. Es por ello que el animal figura en el escudo. Al igual que Valverde del Fresno, en Eljas hubo una importante industria del contrabando entre los años 1940 y 1970. Hacemos parada para reagrupar y seguimos.

P2140166

 

No me digáis que no, ¿por qué vas a cortar el árbol? Y además queda bonito y en verano da sombra.

P2140170fb

 

 Eljas es un pueblo situado en la loma de la Sierra de su nombre y ofrece unas magníficas del valle y de tierras portuguesas, y aprovecha esta ubicación con excelente balcones para disfrutar del paisaje.

P2140172

 

 Y se disfruta, claro que sí, la vega fronteriza ofrece este aspecto en invierno, despoblado ya de los ocres y rojos de otoño.

P2140174

 

 Aquí en Eljas es donde la ruta se desdobla, podéis optar por la original que asciende hasta la sierra de Eljas y baja por el castañar de San Martín de Trevejo y la calzada romana, excelente también o por esta otra que realizamos nosotros, que baja hacia el valle y llegará hasta Trevejo. Buscamos el camino de San Martín.

P2140183

 

A este paraje le llaman Peñas de Enmedio ¿os digo por qué?

P3140002fb

 

Volvemos al camino por el Huerto Campo entre paredes de piedra.

P2140189

 

 En el track que seguimos hacemos un par de kilómetros por una peuqueña carretera, se puede evitar porque a la izquierda hay un camino paralelo que lleva al mismo sitio.

P2140191

 

 El invierno ha vaciado los árboles pero el otoño y la primavera son dignos de ver en este valle húmedo, los castaños y robles de las sierras que parecen escondidos se destacan en el paisaje en un verdadero festival de colores.

P2140192

 

Cruzamos el río de la Vega por el Puente del Molino Grande, cerquita de San Martín.

P2140201

 

 Nos saluda una mimosa florecida en un invierno extraño, falto de agua, aunque aquí en la comarca no se note en exceso.

P2140207fb

 

 

Desde hace unos años este convento franciscano del s XV, el Convento de San Miguel, se ha convertido en hotel dentro de la Red de Hospederías de Extremadura, Hospedería Conventual Sierra de Gata y nos recibe ahora.

P2140209

 

 

San Martín de Trevejo, una delicia, calles sinuosas por donde juega el agua. Sus casas construidas en el arranque con muros de piedra, sus escalinatas de peldaños de granitos llamados popularmente (Poyos) para acceder a la vivienda, y las vigas de maderas o vuelos de la vivienda que sobresalen a la altura del primer piso en cuyos bordes se decoran con figuras de rostros humanos son características comunes en casi todas las construcciones; constan esta viviendas en su generalidad de tres plantas, la planta baja sirve de Bodega y para el ganado, la primera planta para la vivienda y la segunda planta para desván o almacén. Idílico lugar muy visitado, de hecho, con algo menos de 900 habitantes tiene siete casas rurales y una hospedería -un hotel de cuatro estrellas-

P2140215

 

 

Parada obligada en su plaza para degustar sus vinos de pitarra, coger fuerzas y seguir el camino.

P2140218

 

 

Seguimos camino de Villamiel por antiguas veredas, única conexión con el resto de la provincia, vías de carros y mulas que hoy son testimonio de un entorno rural menos hostil y que disfrutamos ahora los caminantes.

P2140230

 

 

En este punto y hasta llegar a Trevejo caminamos por el GR 10, uno de los grandes senderos españoles que empieza en el mediterráneo, en tierras valencianas, y termina en el atlántico, en la costa portuguesa.

P2140232

 

 

En el campo siempre se ha usado lo que había.

P2140234fb

 

 

Para pasar a Viilamiel tenemos que ascender a la que llaman La Cumbre, una sierra de 867 metros de altitud con el pico Barrito Blanco a 1.127 metros.

P2140235

 

 

Aquí la venden como ruta turística, la verdad es que el paraje merece la pena, aunque la subida suponga un esfuerzo.

P2140237

 

 

Pero no hay esfuerzo sin sorpresa, castaños centenarios que dejan ver los años a través de sus oquedades.

P2140243

 

 

Un enorme robledal ahora con piel de invierno soporta el camino que en muchos de sus tramos conserva el firme original de piedra, no en todos desafortunadamente.

P2140250

 

 

Arriba en la cumbre oteamos el valle y divisamos, Eljas en su promontorio y al fondo, Valverde del Fresno.

P2140252

 

 

Descendemos entre castaños por un paraje que estalla en primavera y se vuelve mágico en otoño, en un entorno que llaman de Doña Elvira.

P2140257

 

 

Llegando a Villamiel, Trevejo y su castillo, ya nos vigilan, estamos en tierra de fronteras y eso se nota.

P2140260

 

 

Villamiel, su interior esconde una localidad atractiva, tranquila y con algún buen secreto gastronómico. Un paseo por el casco de Villamiel siempre es agradable. Está repleto de callejuelas bonitas, limpias y tranquilas. Un consejo, en los muros de la iglesia del pueblo que no es otra que la de Santa María Magdalena (S.XVI) podemos ver curiosas inscripciones de los canteros que no harán reflexionar a algunos sobre el sentido de la vida y, a otros, sobre el sentido del humor que tenían. No dejéis de buscarlas.

P2140267fb

 

 

Atravesamos Villamiel y seguimos por el camino que conduce a unos de los lugares más atractivos de la Sierra de Gata: la aldea de Trevejo.

P2140271

 

 

Este tramo de la ruta es una delicia porque tienes la sensación de que el tiempo se ha parado en años de caballeros y cabreros.

P2140273

 

 

Atravesamos dos arroyos, el de la Viuda y el de los Lagares, con la sierra de El Ahigal al fondo.

P2140278

 

 

Disfrutando de la Sierra de Gata en su rincón más visitado. Trevejo es un imán para el turismo. Pero aquí la vida es otra, el campo sigue siendo el sustento de casi todos.

P2140289fb

 

 

Alcanzamos el Puerto de Trevejo, 725 metros de altitud, a punto de terminar la ruta. Como antigua comitiva que busca posada y descanso.

P2140292

 

 

A esta altura los piornos cubren la sierra y nos dejan dsifrutar de un paisaje de invierno. Es el tercer ascenso del día, tres sierras, tres.

P2140295

 

 

La sierra de Las Tres Rayas y esta vaguada que llaman Canto del Escaño, abajo el arroyo de Moncalvo.

P2140296

 

 

Llegamos al destino: Trevejo. Historia y esencia de la Sierra de Gata. Con unas decenas de habitantes tiene varias casas rurales, que dan vida a este pequeño enclave medieval. Dicen por aquí que además de una pequeña pedanía arrullada por las ruinas de un castillo, Trevejo es mucho más, es la esencia de la Sierra de Gata: el paisaje, la arquitectura, los escudos, el musgo, las tumbas antropomórficas, la espadaña…Hasta la propia carretera de acceso, rodeada de castaños o el precioso camino alternativo preparan al viajero para descubrir el secreto mejor escondido de Sierra de Gata.

P2140298

 

 

Apenas unos cuantos vecinos viven en esta pequeña aldea medieval. Su forma de vida es real, sorprendentemente ajena al turismo que a pequeñas oleadas altera su paz. Aquí todos hablan de Chón, su «alcaldesa» y merecedora de un busto de granito que adorna la entrada de su casa, los trevejanos miran entre asombrados y amables como su otrora humilde pedanía es hoy envidia de los pueblos más prósperos de la Sierra de Gata y admiración de los múltiples visitantes foráneos  que se acercan al lugar.

P2140302

 

 

La razón, esta fortaleza magnífica, hoy muy deteriorada, desafortunadamente. Sus orígenes son árabes, en torno al S. XII, aunque la parte hoy visible es tres o cuatro siglos posterior, de cuando las Órdenes Militares como las de Santiago y Alcántara dominaban estas tierras. Su semi-destrucción se debe a los franceses como habitual estrategia de retirada. Merece la pena subir hasta arriba del todo y contemplar las preciosas ruinas y espectacular paisaje. Las puestas de Sol desde lo alto de la atalaya son, sencillamente, espectaculares.

P2140307fb

 

Siempre he oído decir a los serragatinos que aquí la prisa no existe, ellos dicen que «el tiempo lo dan dao».  Para quienes amamos Extremadura la Sierra de Gata es un refugio, un referente, y lo es todo el año para el senderista: por sus cumbres, por el agua, por los valles, por los bosques, por la historia y porque vienes, y en cuanto entras, ya eres de aquí.

Dice Jose Miguel López, uno de esos enamorados y defensores de la comarca, propietario de una bellísima casa rural en Eljas -y conozco unos pocos empresarios de turismo en la Sierra de Gata que hablan con pasión de este entorno- dice que «la Sierra de Gata es, de verdad, uno de los últimos paraísos vírgenes que quedan en España. Un lugar que ha estado tradicionalmente aislado; la naturaleza desbordante, húmeda y variadísima, la arquitectura, la amabilidad de sus gentes y sus cauces de agua omnipresentes, la convierten en una especie de reserva natural al alcance de personas como tú que, de alguna manera, han llegado hasta ella» y como creo que son muy acertadas sus palabras, las hago mías. Tengo tantos amigos en la Sierra de Gata, que siempre que vengo estoy como en casa, y feliz.-

                                                                                                                                                ©vicentepozas2015

Ruta del Cubo y el Castillejo. Santiago del Campo

PA250120fb

 La comarca de los Cuatro Lugares, lo conforman los municipios de Talaván, Monroy, Hinojal y Santiago del Campo; cuatro localidades que se asientan sobre la penillanura cacereña y que limitan al norte con el río Tajo y al sur con el río Almonte, justo antes de que este último vierta sus aguas en el largo e ibérico Tajo y ambos duerman obligados por el pantano de Alcántara antes de volver a chocar con la presa de Cedillo y luego pasar a Portugal. Los cuatros pueblos forman un cuadrado  geográfico que alberga, justo en el centro, el pantano de Talaván y que es atravesado por la carretera EX-390 que une la ciudad de Cáceres con Torrejón el Rubio, es decir, con el Parque Nacional de Monfragüe. Dehesas, grullas, tierra de dientes de lobos de pizarra, riscos, riberos, antiguos caminos medievales como dejan testimonio algunas joyas que aparecen cuando la sequía baja la cota del pantano: los Puentes de Don Francisco de Carvajal y Sande que cruzan los ríos Almonte y Tamuja, construcciones de 1.530 que facilitaban el tránsito entre Cáceres y Plasencia.

Este es el marco en el que el Ayuntamiento de Santiago del Campo organizó la I Ruta Senderista El Cubo y el Castillejo, que hace referencia a un antiguo molino y un castro prerromano por donde discurre el paseo. Los senderistas fuimos recibidos con un desayuno y terminamos disfrutando de un día magnífico en la I Feria Agroalimentaria. La ruta circular de 10 kms es una delicia, con paisajes y restos de la vida agrícola y ganadera de la comarca.

Aquí tenéis el track para GPS

Era una prueba de fuego para el ayuntamiento, cuando llamó para pedirnos consejo no esperaba reunir a 800 personas, pero fue un éxio. Las primeras luces sirvieron para recibirnos con una café y unas migas extremeñas en la Plaza de la Torre del Reloj, el comienzo de un día espléndido.

PA250002

 

 Santiago del Campo, algo menos de 300 habitantes, es uno de los pequeños pueblos de la provincia de Cáceres; en su renovada página web me topo con este texto que comparto con vosotros y que resume en pocas palabras lo que experimentas cuando vienes aquí: «Nos saluda un pueblo pequeño, sosegado, de los que dan sana envidia a ciudadanos cosmopolitas. Sus gentes hablan de casas cerradas, esperando al estío para que vuelvan a abrirse las puertas por quienes las cerraron para partir a otros lares; un buen hombre se apresura a decir que ya sólo quedan unos cuantos viejos, de esos que han trabajado toda su vida el campo, que casi octogenarios toman un hacha y marchan a desmochar su lote de olivos en la Dehesa Boyal, árboles centenarios que han sido mimados generación tras generación.»

PA250009

 

Salimos por la Era vigilados por la iglesia de Santiago Apóstol en las primeras luces de la mañana.

PA250013

 

 Por el camino de la Venta del Moro por el que vamos, las primeras luces se posan en la dehesa, un contraste de tonos que parece pintado para recibir a los senderistas que disfrutamos de esta hora mágica.

PA250023FB

 

 El núcleo está situado en una llanura quebrada. La mayor parte del término es ondulado, propio de la penillanura trujillano-cacereña, con pequeñas elevaciones entre las que destacan los cerros de las Vacas, Pajarero y Castillejo, y la loma de la Dehesa.

PA250027

 

El ayuntamiento sabe que es la primera vez que invita a tanta gente a conocer su pueblo y su entorno y cuida cada detalle, nos llevamos un pequeño recuerdo que dentro de unos años no servirá para decir que estuvimos en la primera ruta.

PA250031

 

Formamos una larga fila, que deja los llanos de los alrededores y se adentra en la dehesa, cerquita de lo que los santiagueños llaman Fuentesanta.

PA250034

 

El otoño regala estas cosas, en esta tierra pizarrosa, rica, las setas y hongos crecen por doquier. Y queda inmortalizada esta pareja

PA250037FB

 

En toda la penillanura cacereño-trujillana son habituales estas formaciones rocosas de pizarra que llaman dientes de perro o dientes de lobo y que aparecen siempre entre las encinas.

PA250046FB

 

 La dehesa es la magia de la simbiosis entre el hombre y la tierra, una admiración sostenible y sostenida con paciencia; estamos en el paraje que se conoce como el Ruedo. La rutina del ciclo de la vida continúa a pesar de la presencia de tanto extraño.

PA250048FB

 

 Dejamos la zona más llana y entramos en las estribaciones de los ríos, donde pequeñas ondulaciones del terreno, suaves lomas, nos obligan a un sube y baja constante pero cómodo.

PA250050

 

 Debe ser por esto, digo yo, que encontramos en nuestro camino muchos árboles ayudados a mantenerse erguidos. Bastones fabricados con pizarra, curiosas columnas de piedra sobre las que descansan los troncos; no lo había visto nunca, construido así.

PA250055

 

La ruta no tiene pérdida, sólo hay que seguir el camino, aunque hay que decir que algunas señales nos indican hacia dónde encaminar los pasos. Hacia el Molino del Cubo nos dirigimos.

PA250064

 

 Y así atravesamos el Arroyo de Gamones a Fuente Blanca, nada caudaloso pero aprovechado como todo en la dehesa.

PA250068

 

 El ayuntamiento ha restaurado este casa antigua de porquero con más de 200 años, el Chozo de las Corralás. La han recuperado con un taller de empleo y recuerda el oficio de porquero y las cochiqueras o corralás donde se cuidaba a las piaras de cerdos en la dehesa, un oficio bastante más suave y menos duro hoy en día.

PA250071

 

Desde el cerro donde se asienta esta choza descubrimos la razón obvia de por qué se construyó aquí, en el reino de la bellota, la dehesa extremeña.

PA250072FB

 

 Junto a la choza, las corralás, cochiqueras o pocilgas de los cerdos; el ayuntamiento quiere recuperar también estas viejas construcciones de pizarra en desuso.

PA250080

 

 Ya comento que el ayuntamiento de Santiago del Campo era consciente de que íbamos 800 personas, que era su primera ruta pública y no descuidó detalle, apoyo y avituallamientos, no faltaron.

PA250089

 

 En una de estas elevaciones, de algo más de 300 metros, la dehesa se muestra inmensa, se pierde a la vista en la penillanura cacereña, delante está encajonado y guiado el río Almonte en sus últimos coletazos, todavía no lo vemos.

PA250091

 

Cerca la autovía A-66 o de la Vía de la Plata atraviesa el Almonte gracias a uno de esos monstruos de la ingeniería, uno de los grandes puentes, y hay varios, que se han construido en esta zona para autovías, AVE, carreteras cnvencionales o conducciones de agua, un espectáculo.

PA250095

 

Otro punto de apoyo para los muchos olivos que se mezclan con encinas y robles en toda la dehesa, son harto curiosos… y bien pensados ¡qué mimo! ¿verdad?

PA250097

 

Termina el camino, perdido por lo años, hay que bajar al molino campo a través. Quedan apenas 800 metros.

PA250099

 

Otro aprovechamiento sostenible de lo que hay alrededor, usar la piedra de pizarra para fabricar un pequeño comedero para los animales, tiene un nombre pero no lo recuerdo.

PA250101

 

 Dehesa y dehesa, uso del bosque mediterráneo durante generaciones han moldeado este paisaje hasta hacerlo exclusivo. Santiago del Campo esconde estos rincones, pero tienes que venir andando.

PA250102

 

Mientras descendemos hasta el molino el Almonte asoma un poquito. Nos espera.

PA250111

 

 Este el Molino del Cubo, molino harinero con más de doscientos años de vida, que da fe de los antiguos oficios, el uso y aprovechamiento que se hacía de las caídas de agua. El molinero cobraba a quien necesitaba moler en especias, lo que se conoce como la maquila. Aprovecha un pequeño meandro del Arroyo del Lugar o de Santiago. Dicen los lugareños que hubo más molinos en este arroyo y en el Almonte que se perdieron con la construcción del pantano.

PA250119FB

 

Llegamos al molino, pero como la física no falla, todo lo que se baja, se sube…

PA250126

 

 Que me gustan los apoyos de los olivos, curioso también que en algunos de ellos, se construyese una pequeña pared, de pizarra por supuesto, que impedía que las aceitunas al caer del árbol saliesen rodando colina abajo. Es pura adaptación al medio, antropología, las cosas que aprende uno cuando caminas con la gente de aquí.

PA250127FB

 

 Seguimos remontando el arroyo hacia arriba para descubrir otra de las sorpresas que nos tienen preparadas, acabará siendo una ruta muy didáctica y completa.

 

 

PA250129

 

 LLegamos, se trata de la Charca del Tío Mendo, servía para asegurar que el Molino del Cubo, ribera abajo, tuviese agua para la molienda siempre, por lo que esta pequeña presa la almacenaba para soltarla sólo en los momentos de hacer funcionar el molino. No se descuida detalle el en campo, todo tiene un porqué.

PA250136

 

 Las sucesivas crecidas del arroyo han acabado con parte de la presa. Se llama Charca del Tío Mendo por la persona que lo cuidaba. arriba en el cerro la Choza del tío Milano, que sembraba productos en la vega de la charca.

PA250142

 

 Atravesamos las tranquilas aguas del arroyo sin mucha dificultad y seguimos el camino por una pequeña ladera de un lugar de nombre curioso: Pasil de la Centenosa. Pasil, un término casi perdido que hace referencia a la parte por donde puede atravesarse a pie una corriente de agua, o también y seguramente más apropiado para la zona que transitamos, es un vocablo que también se utiliza para designar el lugar de paso, estrecho necesariamente, entre dos fincas colindantes.

PA250152

 

 Tierra de encinas y setas, un tesoro buscado en otoño que hace las delicias de las mejores cocinas, la dehesa está llena de ellas.

PA250154FB

 

Siguiente parada, el castro prerromano del Castillejo, que da nombre a la ruta.

PA250167

 

Llegamos a la loma de otro pequeño cerro, desde donde observamos el lugar en el que acaba el Arroyo del Lugar anegado por el embalse de Alcántara.

PA250173

 

 Es sabido que las antiguas tribus buscaban asentamientos con fácil acceso al agua, este es el caso del Castro del Castillejo, de época prerromana, es uno de los muchos que se han datado en toda la cuenca del Tajo, estamos hablando del III al I mileno antes de Cristo. Se han encontrado estancias, restos de elementos como vasijas o fundición, se sabe que eran tribus dedicadas la pastoreo y la recogida de frutos silvetres.

PA250176

 

 Desde este promontorio el Almonte ofrece esta imagen que nos vuelve a mostrar el puente de la Autovía de la Plata.

PA250184B

 

Regresamos de nuevo hacia Santiago del Campo por el camino del Molino del Cubo, dejamos atrás la zona más escarpada y volvemos al llano.

PA250192

 

 Ganadería en el paraje que llaman Pie de Sancha, se despeja la dehesa en los usos mas intensivos cerca del pueblo.

PA250199

 

 Así despacito y encantados con lo visto vamos llegando al pueblo, termina el paseo por los cuatro lugares.

PA250205

 

 La dehesa que nos ha acompñado en apenas diez kilómetros nos ha mostrado muchos de los antiguos oficios que mantuvieron a la gente pegada a su tierra natal, hoy ha cambiado bastante aquel mundo rural y duro; en Extremadura muchos pueblos envejecen, y miran ahora a nuevos yacimientos como el turismo para intentar fijar la poca población que va quedando.

PA250213

 

Para terminar un jinete nos regala esta imagen, buen final. es un privilegio vivir en este entorno, hoy afortunadamente cuents con servicios suficientes, esperemos que por mucho tiempo más.

PA250215FB

 

 La Iglesia de Santiago nos recibe en el lado sur del pueblo, paredes de pizarra delimitando fincas, dibujan un entorno rural muy habitual en Extremadura.

PA250217

 

 De cerca se ve así, la iglesia de Santiago Apóstol, ubicada en el Sur del pueblo, en lo que se conoce como Barrio Nuevo, es el principal patrimonio de Santiago del Campo. Su obra comenzó a edificarse en el primer cuarto del siglo XVI y se concluyó en el XVIII.

PA250230

 

 Como comentaba al principio en el pueblo se celebraba la I Feria Agroalimentaria y se ofreció caldereta de cordero a todo el mundo. Un remate final perfecto poder comprar productos de calidad, artesanía pura de la gastronomía: cerveza artesana, quesos, dulces,embutidos… así habrá que volver seguro.

PA250231

 

Santiago del Campo nos recibió con las primeras luces del alba y nos despide con esta luz de mediodía. Un día redondo para un paseo fantástico.

PA250223FB

 Venir a la dehesa es como cocinar paisajes: encinas, alcornoques y olivos, sobre una alfombra de hierbas silvestres, jara y romero. Un paisaje, humanizado pero sostenible,  es el resultado de una larga historia, que se remonta a la Reconquista, por ello es habitual que en él nos encontremos con árboles centenarios, encinas y alcornoques, aunque también pueden aparecer en zonas más húmedas fresnos y robles. En estas tierras que rodean el Parque Nacional de Monfragüe la belleza es la misma, seguramente no tan nombrada pero igual de apetecible. Enhorabuena a los organizadores, lo mejor, que te reciban con un sonrisa de oreja a oreja y que estén ellos más agradecidos porque hayas venido que tú por haber sido agasajado de principio a fin. Haced la ruta sin prisas y disfrutad de cada pausa, en Extremadura, el tiempo lo dan ‘dao’.-

                                                                                                                                                ©vicentepozas2015

Ruta Valle de los Tejos. Las Hurdes

P4071472

En Extremadura apenas quedan unos 230 tejos distribuidos por las Hurdes, Valle del Ambroz, Valle del Jerte y La Vera, lo que ha motivado su catalogación como especie en peligro de extinción dentro de la región. Esta especie de árboles fue reverenciada por los druidas, la casta sacerdotal del pueblo celta, quienes consideraban al tejo un árbol mágico con el que elaboraban sus ungüentos y realizaban conjuros. Además, con sus ramas fabricaban bastones mágicos y con palillos de este árbol predecían el futuro. La agrupación de Los Tejos de El Cerezal es la mejor conservada de Extremadura se encuentra en Nuñomoral, concretamente en la pedanía de El Cerezal, en pleno corazón de Las Hurdes. En este paraje se encuentran 56 tejos de más de 3 metros de altura conocidos como los Tejos del Cerezal que han sido declarados Árboles Singulares. La ruta que nos lleva hasta allí está bien señalizada, discurre por la Verea del Correo y tiene algo más de 10 kms, nosotros salimos de Nuñomoral, pero se puede acortar mucho más. En esta ocasión la hicimos con el Club de Senderismo Michaelus

Os dejo el track para GPS del amigo Teófilo Amores

Iniciamos la marcha en Nuñomoral, junto a las aguas del río Hurdano, alargamos así el paseo y disfrutamos de las serpenteantes curvas del cauce y del paisaje local

P4071409

 

Nuñomoral nos recibe con la tranquilidad de un sitio pequeño, la rutina de costumbres que rompemos un pequeño grupo de senderistas camino del monte. Atravesamos Nuñomoral y seguimos la carretera hasta la pedanía de El Cerezal, separada apenas por un kilómetro de distancia.

P4071410

 

 La carretera, apenas transitada, es aconpañada por un pequeño acerado que facilita el paseo, rodeados de pinos recorremos los pocos metros que separan ambas localidades.

P4071416

 

 El Cerezal es una de las diez alquerías que pertenecen a Nuñomoral con algo más de un centenar de personas. Cuenta la tradición que este pueblo estuvo situado en los años de su creación en el lugar llamado «El Manué», o sea, antes estaba más retirado de la garganta denominada «Arrocerezal» que en la actualidad. Refieren que es el pueblo más frío de todas Las Hurdes, ya que se levanta prácticamente en la confluencia de tres ríos: el Hurdano, el Malvellido y el Arrocerezal.

P4071420

 

 El río Hurdano muestra una de las estampas más típicas de la comarca, los meandros que dibuja el agua buscando su salida hacia el río Alagón, curvas imposibles en este suelo de pizarra difícil de erosionar.

P4071421

 

 Cerezal con numerosos recursos naturales, es conocido como el pueblo de los ríos y los puentes, se juntan el río Malvellido y el río Hurdano y finalmente éstos se unen con el Arroyo «Arrocerezal» por lo que podemos encontrar numerosas zonas de baño.

P4071424

 

 Atravesamos la alquería buscando el camino que nos lleve hasta el embalse de Arrocerezal, inicio oficial de la ruta por el Valle Juana.

P4071428

 

 Paisaje hurdano, pinos, pizarra, olivos y cerezos, y sierras. Frente a nosotros el pico Arrobuey, 1403 metros de altitud.

P4071430

 

 Otro pequeño tramo de carretera nos lleva hasta la presa del embalse para encontrar la vereda que buscamos y llegar al mirador de Los Tejos. Al paraje lo llaman La Reboya.

P4071432

 

 Hay que cruzar por la pared de la presa. Es un embalse pequeño, el de Arrocerezal tiene una capacidad de 0,194 Hm3, pertenece a la Cuenca del Tajo y abastece a los habitantes de Nuñomoral, Cerezal y Rubiaco.

P4071434

 

 Rodeamos el embalse por el lado que nos apetezca, porque como digo es pequeño y ambos caminos se unen en el curso del arroyo, justo al final donde comienza el valle de los Tejos. Una sugerencia, como es camino de ida y vuelta aconsejo hacer la ida por un lado y la vuelta por el otro.

P4071437

 

 Cualquier época es buena para hacer la ruta, en este caso la primavera ofrece una gama de colores magnífica, pero en otoño también es aconsejable, esa paleta torna a ocres y rojos y el valle también es magia

P4071439

 

 La ruta discurre por uno de esos caminos que unían pueblos, en este caso La Verea del Correo, que viene desde Caminomorisco. Cuenta la historia que era un antiguo camino que recorría el cartero Francisco Palomo, para llevar la correspondencia a los pueblos de la zona, este trayecto comenzaba en Casar de Palomero y finalizaba en El Cerezal.

P4071443

 

 Todo aquel que camine por los senderos de Las Hurdes habrá disfrutado de sus veredas, en los últimos años y con dinero de Europa para desarrollo rural se han hecho importantes inversiones en recuperar estas vías, señalizadas y con todo tipo de infraestructuras que facilitan la travesía, además de paneles informativos en cada tramo; la verdad es que es una delicia caminar por Las Hurdes, su web además ofrece amplia información sobre todos ellos

P4071446

 

 Una vez cruzado el arroyo comenzamos el ascenso por una vereda bien preparada, en este punto tenemos dos opciones, desviarnos a la izquierda siguiendo la Garganta del Arroyo y adentrarnos en el mismo Valle, o seguir por el sendero hasta el Mirador de los Tejos, ambas opciones están señalizadas. La del Mirador es un tramo de fuerte pendiente en espiral que requiere un pequeño esfuerzo, aunque este merece la pena.

P4071449

 

 En cualquier caso, volver la vista atrás es disfrutar del paisaje de Las Hurdes, un entorno único, una sucesión de valles y sierras, agua y pizarra.

P4071450

 

 Ahora lo mejor es concentrarse en el sendero, esta vereda en zig zag que obliga a reservar todo el aire, esfuerzo de apenas un kilómetro pero que merecerá la pena. Fijaos en la pendiente, el desnivel y la diferencia de los que vamos subiendo.

P4071454

 

 El Mirador de los Tejos ofrece una panorámica del valle muy bonita, es un mirador escondido, pero no os confundáis, si queréir ver Tejos, a pesar de su altura, o traéis unos buenos prismáticos, o venís con alguien que os diga cuales son o mejor tiráis por el otro sendero y os colocáis junto a ellos.

P4071458

 

 Bueno, como consolación, junto al mirador han sembrado uno de estos árboles pero todavía es muy pequeño, de aquí a unos años, unos cuantos, será un gran árbol.

P4071460

 

 De cualquier manera la vista desde el mirador merece la pena, es una delicia, y repones fuerzas y tomas aire porque la subida a supuesto un gran esfuerzo.

P4070270

 

 Desde aquí se distinguen algunos ejemplares de Tejo pero hay que tirar del zoom de la cámara.

P4070274

 

 El Valle de los Tejos o el Valle Juana o Los Tejares, con todos estos nombres se conoce este pequeño valle que baña el arroyo del Cerezal que nace en la falda del pico Tejada, en la Sierra del Horno, que se alza hasta los 1.191 metros.

P4071462

 

La vuelta es desandar lo andado, ahora bajando claro, que se agradece un poquito.

P4071464

 

 Este es el cruce del que os hablaba antes, si queréis disfrutar de los Tejos de cerca, seguid dirección hacia La China, una piedra en medio del camino por un sendero algo más peligroso, por lo resbaladizo, pero que merece la pena. He visto muchas fotos de la zona, nosotros íbamos en grupo y optamos por el mirador, pero volveré a buscar ese desvío y disfrutar de Los Tejos.

P4071465

 

 Cruzamos el arroyo por este pequeño puente, a mí en la foto no me apareció un Tejo, me parecio un Teo…

P4071481

 

 El entorno es serrano, de vegetación abundante, de rivera y sierra. El camino está bien preparado y facilita la caminata, aunque algunos prefiramos los senderos más naturales sin tanto cemento, a pesar de estar cubierto de pizarra.

P4071474

 

 Las Hurdes es color, olores, caminos, piedra; te pares donde te pares disparas la cámara y cuando ves el resultado recuerdas cada paisaje. Esta es la Verea del Correo, la que recorría a diario Francisco el cartero, trayendo la carta esperada, la noticia dolosa, la esperanza, el amor, la tristeza, el recuerdo o el beso en palabras.

P4071484fb

 

 Volvemos al embalse, ahora lo recorremos por el lado contrario, es una opción muy buena ya digo, para no repetir en exceso.

P4071490

 

 Al fondo Nuñomoral, asomado entre valles, vigilando las aguas del río hurdano, finaliza la ruta para nosotros en El Cerezal, desde donde, aprovechando que la ruta es cortita, irenos hacia El Gasco para disfrutar del Chorro de la Meancera, o Miacera y probar la Ensalada de Limón, un típico plato hurdano.

P4071492

 

 Quienes han escrito de Hurdes, quienes han venido, los que se quedaron, los que vuelven hacen suya la máxima de que esta comarca engancha, te superan los paisajes por la magia que desprenden.

P4071543

 

Este es uno de esos tesoros escondidos, un derroche de la naturaleza; el valle de los Tejos, no es demasiado conocido, excepto para naturalistas, estudiosos o hurdanos. Uno de esos lugares de interés comunitario, LIC, una figura que ha servido para proteger decenas de rincones en Extremadura, ponerlos en valor y darlos a conocer por fin. Los hay más nombrados, visitados, este no lo es tanto. Pero Las Hurdes te invita, de principio a fin, a perderte en sus caminos, dejar las carreteras y descubrir maravillas de la naturaleza que se conservan para disfrute de todos, aunque desconozcamos que lo que tenemos alrededor es una gran isla del tesoro. Pues eso, no perdamos el trocito de alma de infantil que nos queda, como los niños perdidos de Peter Pan, y salgamos a descubrirla; la mejor manera de hacerlo es… Andando Extremadura.-

                                                                                                                                                ©vicentepozas2014

Ruta Garganta del Caozo. Valle del Jerte

P4180077fb

 El Valle del Jerte es, sin duda, uno de los lugares más bellos de Extremadura, este enorme valle en V recorrido por el río Jerte es un ejemplo de sostenibilidad, donde agricultura, turismo y desarrollo forman un todo que ha hecho posible el milagro: que el valle sea un reclamo todo el año. Un lugar encantado y encantador donde el cerezo en flor es una fiesta, la otoñada un regalo de colores, el verano es riqueza y rojo cereza y el invierno es nieve en las cumbres de Gredos. Uno de sus tesoros, son sus gargantas, caídas de agua, pozas y desniveles que son un reclamo, rincones escondidos que se convierten en regalo para el visitante. Una de estas gargantas es la del Caozo entre Piornal y Valdastillas; la ruta que haremos parte de la localidad de Navaconcejo, en la zona baja del valle y sube hasta la mitad de la falda de Gredos donde se encuentra esta magnífica caída de agua. Nosotros haremos la ruta circular, con salida y llegada a Navaconcejo, subiendo por el camino real y bajando entre bancales de cerezos después de disfrutar de la cascada. 18 kms para enamorarte del valle que hicimos con el grupo de senderismo Catelsa Cáceres.

Os dejo el track para GPS de un compañero de ruta Teófilo Amores

 Iniciamos la ruta paralelos al río Jerte antes de afrontar la subida hasta la cascada del Caozo por una pista ancha, debemos cruzar la carretera N 110 que atraviesa el Valle del Jerte.

P6140175

 

Casi hasta la garganta transitamos por el Camino Real que une Navaconcejo con Piornal, el pueblo más alto de Extremadura a 1.175 metros de altitud, nosotros nos quedaremos a mitad de camino para tomar una ruta alternativa que nos lleve a la cascada.

P6140179

 

Tuvimos la suerte de hacer la ruta en junio, con los cerezos del Jerte en pleno apogeo y disfrutar del espectáculo de la fruta de la cereza en su mejor momento.

P6140190fb

 

Son días de mucho ajetreo en el valle, la cereza es delicada y hay que recogerla antes de que se estropee o algún fenómeno climático, como las tormentas, pudiese dañarla. Hay dos millones de cerezos en el Valle del Jerte y la actividad es constante.

P6140192FB

 

Jerte se caracteriza por su cereza picota, exclusiva del valle, muy apreciada por su sabor y su carne. Una recogida que llevará la cereza a toda Europa y América y que es el motor económico de la comarca.

P6140193fb

 

El camino está señalizado, transitamos por el Pequeño Recorrido CC 15, es todo subida hasta la garganta, con algunos repechos importantes, de hecho el trazado completo, hasta Piornal tiene un desnivel acumulado de 900 metros

P6140194fb

 

 La ascensión rápida te deja el regalo de  contemplar el valle desde lo alto. Jerte es una delicia y se disfruta con vistas generales como esta. Abajo Navaconcejo de donde hemos partido.

P6140197

 

 El camino está salpicado de bancales de cerezos, comunes en la zona y todo un espectáculo, pero tambien de bosques de robles y castaños, la sombra se agradece en un día caluroso.

P6140206

 

La magia de los colores y las primeras luces del día te embelesan y animan a seguir caminando. Es el valle más escondido, el que no se ve desde la carretera, un valor añadido que ganas caminando.

P6140211fb

 

La tentación es roja. Jerte se organiza en cooperativas y cuenta con Denominación de Origen propia, es de las más activas de Extremadura y la de mayor éxito. Caminar entre cerezos es una delicia, y una tentación constante.

P6140212fb

 

La picota del Jerte es grande en salud. Tiene ocho vitaminas, potasio, calcio, sodio y magnesio. Es diurética, no engorda y es un potente antioxidante, por lo que frena el envejecimiento y favorece la eliminación de toxinas.

P6140214fb

 

 Aunque te distraigan los cerezos, casi caídos por el peso de la fruta, seguir el camino es fácil, no obstante hay que estar atentos a algunos cruces, es un sendero que se divide en muchas ramificaciones que dan acceso a las fincas. Como todo, es cuestión de seguir la señalización.

P6140223

 

 Entre cerezos y bancales la naturaleza se desborda en un valle fértil, de temperaturas templadas en verano y primavera. El Valle del Jerte es visitado cada año por miles de personas, su oferta turística de servicios es cada vez mayor y más variada.

P6140224fb

 

 El Valle del Jerte, en el norte de Extremadura, es famoso por la floración de los cerezos en primavera; un increíble espectáculo de más de dos millones de árboles tiñendo de blanco las laderas del valle que con los primeros calores del verano se tornan en rojo intenso.

P6140229fb

 

 El Valle del Jerte se encuentra entre dos cadenas montañosas dentro del macizo de Gredos: la Sierra de Tormantos al sureste (en el macizo central) y los montes de Traslasierra y sierra de Béjar al noroeste (en el macizo occidental de Gredos). Nosotros estamos en las faldas de Tormantos. Si os fijáis, a pesar del calor de junio, aún quedan neveros en la sierra.

P6140230

 

 Es necesario coger fuerzas, aliento, también obligatorio detenerse a disfrutar del entorno. El Valle del Jerte ha sido históricamente el paso natural de Extremadura a Castilla. Tierras de trashumancia, todavía se emplea el Camino Real para conducir al ganado en su viaje a los pastos de verano. Estamos en el Canchal de Truena

P6140245

 

 Reiniciamos la ruta, paseando entre bancales y es que siguiendo una tradición familiar de siglos, más de dos millones de cerezos se cultivan artesanalmente en bancales labrados en las altas montañas del Valle, entre manantiales cristalinos y aire puro.

P6140264

 

 En un alto despejado de la subida, la imagen del valle en su inicio es sencillamente genial. Al fondo Plasencia, el pantano del Jerte y en primer término Valdastillas.

P6140265fb

 

 Por un momento dejamos el camino amplio y pisamos pequeñas veredas mientras caminamos entre robles y castaños que en esta época están exultantes, generando un fruto que aquí también es muy apreciado, la castaña,  antes de que el otoño los envuelva en esa magia de amarillos, ocres y rojos. Un rincón que llaman el Viñazo de las Ánimas.

P6140272

 

 Andaremos algo menos de un kilómetros por una de las pequeñas carreteras de montaña que hay en el valle para llegar hasta la garganta, no tiene mucho tráfico pero hay que ir con cuidado. Si os fijáis hasta la carretera llegan las cerezas que casi la invaden.

P6140289

 

 Alli está la Garganta de Bohonal que en su caída desde la alturas crea la Cascada del Caozo, un lugar muy visitado.

P6140290

 

 Esta es la cascada del Caozo, recibe cientos de visitas a diario, y es una pena que hoy no se pueda ver sin esa discutible estructura de hierro que a modo de balcón han colocado en la mitad de la foto.

P4180069

 

 Si subes más arriba tienes esta perspectiva de la pasarela, el flujo de visitas es constante. El tamaño de la cascada, también.

P4180079

 

 Agua de sierra, agua de nieves, de manantiales que, en su afán por llegar hasta las aguas del Jerte, crean estas caídas de agua naturales que son un espectáculo.

P4180083fb

 

 En el Valle Jerte hay muchas gargantas, algunas conocidas como la de Los Infiernos donde están Los Pilones, una marmitas naturales horadadas en la roca que son una delicia para el baño; otras como la de Las Nogaledas, la de los Buitres, la de Las Monjas, la de La Puria o la de Bohonal en la que estamos completan el mapa del agua del valle.

P6140293fb

 

 Curiosamente este arroyo tiene otra caída más abajo, la de Calderón menos conocida, menos accesible pero también muy bonita. A esta, por cierto, también le han colocado una pasarela un tanto extraña.

P6140295fb

 

 Me enamora el Valle del Jerte, su luz es un canto a la armonía, me subliman los contrastes, los rincones, los detalles y la orografía del valle es propicia para ello. Reconozco que me gusta el valle todo el año, si ahora en verano este bosque es un regalo, en otoño perderse entre caminos y senderos, bosques y bancales, es inundarte de un sentimiento de paz dificilmente explicable si no has venido. Si a esto le añades sus pueblos de adobe, madera y piedras, es justo reconocer que el Jerte es uno de los mayores tesoros que poseemos en Extremadura.

P6140322fb

 

 La Fuente del Caozo, una de las dos que flanquean la garganta, buena ocasión para llenar botellas de agua.

P6140344fb

 

 Tras disfrutar del espectáculo de la Cascada del Caozo, iniciamos el descenso a Navaconcejo, lo haremos seguiendo el vericueto de caminos que peinan la sierra para dar acceso a las fincas.

P6140367

 

 Tomamos por un instante la carretera que baja al Valle antes de meternos entre bancales y comprobar como se trabaja a contrarreloj en el valle y como las cerezas van directamente del árbol a las cajas que no tardarán en alcanzar los mercados.

P6140370

 

 En cualquier rincón, el valle te enseña los dominios inmensos que lo hacen tan particular. En primer término Valdastillas, enfrente El Torno, el mirador del valle y por encima el pico Pitolero 1.352 m de altitud.

P6140371

 

 Me chiflan los bancales, escaleras y escaleras que suben la montaña y que han hecho posible el milagro de las cerezas en el Jerte. Están construidos casi con perfección y se cuidan continuamente para mantenerlos.

P6140373fb

 

 Regresamos al pueblo en una bajada que nos llevará hasta el río, rodeados de cerezos y gente trabajando.

P6140385

 

 La piedra y la madera son una constante en las construcciones jerteñas, aquí se aprovecha todo.

P6140387fb

 

 Caminando entre picotas. Sólo en un entorno así de único, con un microclima privilegiado, pueden cultivarse las mejores cerezas de España.

P6140400

 

 Bancales y bancales, cruzamos por caminos y pistas, cerca de la garganta de Balaflor estamos en el paraje de Los Molinillos, ya alcanzamos Navaconcejo con la vista. El descenso se suaviza y no tardaremos en llegar.

P6140401

 

 Nos esperan los amigos de una de las cooperativas de Navaconcejo con el mejor regalo de todos, cajas de cerezas que compramos todos los que vamos como recompensa por el camino andado y para saborear tranquilos en casa lo que hemos visto con nuestros propios ojos.

P6140404

 

 Del árbol a casa en tan sólo un instante. Cerezas del Jerte que se extienden por otras comarcas del norte de Extremadura buscando ese clima necesario para hacerlas crecer; hay muchas cerezas, sin duda, pero las del valle saben a Jerte, y eso es inimitable.

P6140392fb

 

 El Valle del Jerte en la Sierra de Gredos, un paraiso natural de gran valor, arquitectura, gargantas y bosques bañado por las aguas del Río Jerte. Su nombre se los dieron los árabes quienes bautizaron al río con el nombre de Xerit o Xerete, cuya traducción sería: río de aguas cristalinas o río angosto.

P4180141fb

 El Valle del Jerte es un pequeño edén para el senderista pues te ofrece la oportunidad de descubrir los rincones más singulares a través de una red de senderos que discurren por parajes singulares de gran belleza. Itinerarios de pequeño recorrido, de baja dificultad, para realizar en media jornada o jornada completa. Caminar por el valle, disfrutarlo, descubirlo, o redescubirlo, o recordarlo, el valle no te puede dejar indeferente si el día que vienes te has puesto los ojos de ver, dale al modo admirar y déjate llevar por un mundo fantástico donde el hombre y la naturaleza han hecho un pacto de siglos para mantener el equilibrio; una simbiosis eterna de la que ellos viven y nosotros gozamos.-

                                                                                                                                            ©vicentepozas2014

Ruta dómenes La Zafra. Valencia de Alcántara

P4270054FB BN

 Valencia de Alcántara, corazón de la frontera hispano-portuguesa, ciudad, más de dos veces milenaria, puerta para los adioses y bienvenidas en las nuevas rutas europeas. Valencia de Alcántara es conocida por su conjunto de 41 Dólmenes, declarado Bien Cultural, que constituye el mejor foco megalítico de Europa. Es capital de la campiña fronteriza zona de rica oferta turística, por su caracter de frontera natural, tanto en la localidad como en cualquiera de sus pedanías; pequeñas aldeas con características diferenciadas que conforman la llamada «Campiña Fronteriza»: Jola, La Aceña, Alcorneo, Las Casiñas, La Fontañera, Las Huertas de Cansas, Las Lanchuelas, San Pedro y El Pino.  Las rutas de los dólmenes están muy bien señalizadas y se han recuperado los entornos en los que se sitúan estos monumentos funerarios, que a pesar de su antiguedad, se levantaron en el cuarto y tercer milenio antes de Cristo, se conservan en buen estado algunos de ellos.  Las rutas trazadas son cortas, esto permite hacer varias en una jornada. Nosotros Vamos a realizar la denominada Ruta de La Zafra, cuatro dólmenes, un quinto ya desaparecido, alguno casi intacto, en apenas 6,5 kms, en una ruta circular y sencilla.

Os dejo el track para GPS del amigo Teófilo Amores

Un panel informativo al inicio de la ruta nos da idea del trazado, sencillo, casi llano a pesar del dibujo de desnivel acumulado, cómoda y muy apta para curiosos.

P4270003

 

 Antes de entrar en Valencia de Alcántara por la N-521 hay un pequeño polígono industrial, ahí podemos dejar los coches, el inicio de la ruta está justo enfrente. En esta caso, guiados por Teo, la hicimos con Los Prisiñas, antes claro recibimos algunas explicaciones de la zona.

P4270002

 

Iniciamos la ruta por la Calleja del Paje antes de desviarnos, siguiendo las señales hacia el interior de la finca de Zafra donde se conservan los dólmenes.

P4270004

 

Tras dejar el camino accedemos a una pequeña vereda que sortea el arroyo Barbón cerca del cortijo de Paje antes de rodearnos de evidencias de antiguas civilizaciones.

P4270009

 

Al ascender un instante vemos Valencia de Alcántara al fondo y sobresaliendo la torre de la ermita de Nuestra Señora de Rocamador, otro tesoro, aunque éste gótico.

P4270010

 

 Pisamos civilización romana, caminamos sobre la antigua calzada romana, vestigio de aquellos pueblos, este asentamiento la ‘Valentia Lusitana’ que según algunos historiadores comenzó tras  la decisión del procónsul Décimo Junio Bruto de ceder a los pastores-soldados del asesinado Viriato unas tierras y un oppidum ( fortificación) en los que establecerse de forma sedentaria y controlada.

P4270011

 

Aquellos mismos soldados y guerreros mirarían con recelo esas construcciones titánicas de toneladas y toneladas de peso, desconozco si conocían su origen y su finalidad veneradora, pero sabiendo de sus supersticiones, se guardarían muy mucho de tocarlas o utilizar sus piedras.

P4270012

 

 La ruta está señalizada en todo momento y cuenta con paneles explicativos junto a cada monumento. Llegados a este punto cabe preguntarse qué es un dólmen? Propios del final del Neolítico, hace unos 5.000 años, los dólmenes son un tipo de monumento funerario megalítico. Suelen estar formados por enormes losas de piedra verticales que sostienen una horizontal a modo de techo, que recibe el nombre de losa de cobertura. La mayoría de estos monumentos son tumbas colectivas donde se enterraba a los difuntos de los poblados vecinos junto a un discreto ajuar funerario.

P4270013

 

Aquí está el primero Dolmen Zafra I, del que sólo quedan restos, apenas dos losas de piedra sin cámara ni corredor.

P4270015FB

 

 Le protege un bosque de alcornoques y encinas de la dehesa extremeña, lo rodean como si le estuviesen velando, curiosa escena imaginada. Este primero está junto a la calzada romana por la que veníamos. Bien indicado, repito.

P4270016

 

Nos desviamos apenas 300 metros y ya vemos el panel explicativo del siguiente dólmen Zafra II, este un poquitín mejor conservado

P4270043

 

 A diferencia del anterior aquí son cinco las losas de piedra, ortostatos dicen los arqueólogos, y además es visible el corredor largo, también construido con granito. La cubierta no se conserva. En este lugar se encontraron materiales y utensilios de la época que se llevaron al Museo de Cáceres.

P4270025FB BN

 

 Las losas tienen dos metros y medio de altura. Los dólmenes eran una obra titánica, pues precisaba la participación de cientos de hombres durante mucho tiempo. Cada losa podía llegar a pesar 100 toneladas, que en unas ocasiones se extraían de una cantera vecina y en otras, eran transportadas desde lugares muy lejanos.

P4270032

 

Con gente alrededor nos hacemos una idea más precisa de sus dimensiones.

P4270037

 

 No sólo los monumentos funerarios llaman la atención, hay restos de huellas humamas en muchas de las piedras de alrededor, éstas se encuentran junto al dólmen que estamos visitando.

P4270038

 

 Desde este promontorio, por cierto, se disfruta de buena parte de la campiña, con Valencia de Alcántara en mitad de la imagen y Marvao, siempre impresionante, al fondo en tierras portuguesas, estamos en la frontera.

P4270040

 

 Y seguimos. Vamos a por el tercero, a medio kilómetro de distancia ya por una pista de tierra amplia, este es el más bonito de los cuatro.

P4270044

 

 El dolmen Zafra III se encuentra sobre un promontorio natural, junto a una encina. Constituído por una cámara poligonal alrgada en granito, conserva siete ortostatos con una altura máxima de 1.80m, estando roto uno de ellos. Posée la peculiaridad de conservar una talla cóncava en la parte interior para facilitar su anclaje con la parte superior. No se observan restos de corredor ni de túmulo.

P4270048

 

 Los más destacable es que conserva la cubierta, una enorme losa de granito que es difícil imaginar como llegó a colocarse pues debe pesar unas cuantas de toneladas.

P4270051FB

 

 Es relativamente pequeño, en comparación con otros de la comarca, pero es majestuoso y su figura llama la atención, no sólo por sus cinco mil años y por mantenerse en pie, si no por su situación estratégica.

P4270054FB BN

 

Dólmen, en bretón, hace referencia a ‘mesa grande de piedra’. Hay miles de ellos repartidos por toda Europa Occidental, sobre todo en la parte atlántica, en España se cuentan por cientos, en Extremadura hay decenas de ellos.

P4270057

 

Junto a este dólmen, algún artista ha construido una réplica en miniatura que llama la atención de todo el grupo. Un pequeño souvenir que dejamos inmortalizado.

P4270056

 

Mientras va llegando el grupo, disfrutamos de la presencia de esta mole de piedra e imaginamos las celebraciones y rituales alrededor de él.

P4270088

 

Otra imagen con gente alrededor para que os hagáis una idea de su tamaño.

P4270092

Justo detrás del dólmen Zafra III sale un camino que nos llevará hasta el último de ellos. Sigue señalizado perfectamente.

P4270068

 

Desde esta zona más alta de la finca se ve Portugal con claridad, destaca Marvao, otra vez, villa amurallada, nido de águilas.

P4270095

 

Descendemos detrás del dólmen y enfilamos el camino que conduce al último de los monumentos de la ruta.

P4270097

 

Curiosamente se sitúa en la mitad de dos fincas, forma parte de la pared que las separa, tan es así que junto a él se ha construido un paso canadiense para los animales

P4270101

Aquí está Zafra IV. Conserva cinco ortostatos que forman una cámara con tendencia circular. Los ortostatos no están apoyados uno sobre el otro como es común en los dólmenes de la zona. El diámetro de la cámara es de 3.60m. No hay restos de túmulo ni de corredor.

P4270072

 

En los dólmenes más característicos del área alentejano extremeña la primera losa en colocarse era la de la cabecera, que se situaba frente a la entrada de la cámara. Suele ser la de mayores dimensiones. Luego se colocaban las de los lados apoyadas unas en otras hacia el interior, de tal manera que la central recogía parte de la carga de todas los demás. Muy a menudo por el exterior se colocaban piedras de refuerzo.

P4270076FB

 

A pesar de que sean parecidos, cada uno de ellos tiene un encanto diferente. Las explicaciones de los paneles te ayudan a comprenderlos algo mejor, desde la admiración de algo que traspasa nuestra propia historia.

P4270103

 

Volvemos disfrutando con los restos de civilizaciones de la zona, como la calzada romana que presenta algunos de sus tramos bien conservados, con las pertinentes explicaciones de Teo, todo se ve mejor.

P4270111

 

No son los únicos vestigios, encima de una piedra se descubren restos de lo que debió ser un molino bastante rudimentario. Restos de civilizaciones que lo primero que aprendían era a utilizar la piedra.

P4270115

 

Así han llegado sus caminos y calzadas hasta nosotros. Piel de piedra hecha para perdurar. De hecho, no lejos de aquí se encuentra el puente romano de Alcántara que pesar de sus 2000 años de vida y su impresionante altura sigue en uso.

P4270122

 

Sólo resta ya el camino de vuelta, marcha atrás por donde hemos venido, hasta llegar de nuevo a la carretera, donde un hito anuncia la ruta que nosotros nos llevamos ya. Sencilla pero muy emotiva.

P4270129

Tierra fronteriza, lo lleva en el adn, parque internacional del Tajo, título que defiende junto a Portugal para poner en valor aquello que aún hoy nos separa. Tierra rica, bilingüe.

Pero este territorio es mucho más que una reserva de vida silvestre. Su situación estratégica y fronteriza ha sido a lo largo de la historia asentamiento de diversos pueblos y culturas que modelaron con el paso del tiempo el actual y valiosísimo patrimonio histórico-artístico.
Cuevas y abrigos con pinturas rupestres, restos megalíticos, dólmenes, y numerosas construcciones con influencias romanas, árabes, judías o cristianas, aparecen dispersos por el territorio, con algunos ejemplos considerados los mejores existentes de sus épocas, como el magnífico puente romano de Alcántara o el conjunto megalítico que rodea a Valencia de Alcántara. Un tesoro que, por fin, se ha puesto en valor.-

                                                                                                                                             ©vicentepozas2014

Ruta Laguna del Barco. Gredos

P6070119FB

 Entre Extremadura y Castilla León se sitúa el Sistema Central, una frontera natural. Modelada Por la erosión en épocas glaciares, la Sierra de Gredos, es una espectacular sucesión de lagunas, circos, gargantas, cuchillares, riscos, galayos y depósitos morrénicos. Es un paraíso turístico, lleno de posibilidades. La Cordillera Central se presenta como una alargada cadena montañosa que se levanta en el centro de la Península Ibérica y que sirve de separación a las cuencas y mesetas de los ríos Duero y Tajo. Son multitud los senderos que la atraviesan, muchas las rutas, refugios, lagunas y recorridos de los que difrutan senderistas y montañeros. Sus lagunas son míticas. Hoy vamos hasta una de ellas, la Laguna del Barco. Es una ruta de montaña, como todas las de Gredos con fuertes desniveles acumulados. 21,5 kms que iniciamos en la Nava del Barco y terminaremos en Puerto Castilla en la comarca de Aravalle.

Os dejo el track para GPS del club La Vereína con la que hice la ruta.

Empezamos la caminata en la Nava del Barco, al norte del Macizo Occidental de Gredos, junto a la garganta de Galingómez, que baja de la laguna del Barco y vierte sus aguas en el Tormes. Con apenas un centenar de habitantes, este típico rincón de sierra, está acostumbrado a la presencia de senderistas y montañeros; desde aquí se accede a algunas de las rutas más transitadas: La Laguna de la Nava o la del Barco.

P6070002

 

Conserva, casi intactas, casas con fachadas bien conformadas de mampostería de piedra berroqueña, recercado de huecos con grandes sillares y algún balcón sobre potentes ménsulas de granito.

P6070006fb

 

 La ruta coincide, en su inicio, con la de La Nava, justo hasta el Puente de la Yunta en la Garganta de Galíngomez donde nos desviaremos hasta nuestro destino: la Laguna del Barco. Tanto la Del Barco como la de la Nava están alteradas, recrecidas por el hombre para garantizar el agua para el ganado; en cambio la de los Caballeros es un circo glaciar original; aunque la tres son de una belleza que sobrecoge.

P6070009

 

 Como en casi todas las rutas de la comarca, estaremos rodeados de prados, montes, pinares de repoblación y vegetación de ribera en gargantas y arroyos, todos los encantos de un valle escondido en la Sierra de Gredos.

P6070010

 

Rodeamos el Cerro del Comocho entre pinares, de momento por un camino cómodo que perderemos enseguida para hacer el resto de la ruta entre prados y roca.

P6070017

 

 Acaba el camino y comienzan los prados tan habituales en Gredos, son lomas regadas de manera natural a base de canalizar el agua de la nieve que mantiene la hierba fresca para el ganado que vendrá en verano huyendo del calor y buscando pastos frescos. A esta zona la conocen como Robles Amarillos, frente a nosotros Peñas de la Cumbre.

P6070020

 

Atrás vamos dejando el pequeño valle que guía la garganta de  Galíngomez – o Galín Gómez, ambas acepciones aparecen- detrás el Pico de la Mora y los Collaítos, entre otros.

P6070030

 

Entramos en la montaña más pura, algunos neveros aún aguantan, enfrente, el Pico de los Trampales 1.563 m

P6070034

 

 El día se pone feo por momentos, aquí arriba el aire sopla fuerte y frío, a pesar de la cercanía del verano, nos vemos obligados a abrigarnos; a algo más de 1.600 m de altitud aún hay nieve, es el Alto de la Dehesa.

P6070036

 

Por Las Taheñas en este momento cruzaremos la Garganta de la Vega para caminar por la parte baja de la Cuerda del Risco del Águila, estamos a una altitud de 1.500 metros.

P6070041

 

Ascendemos un poco la falda del Risco donde la garganta se vuelve más brava.

P6070045

 

Algún pequeño charco nos da la sorpresa, agua limpia y trasparente apenas contaminada por la mano del hombre, una foto idílica de este paisaje agreste y duro.

P6070046

 

Cruzamos un pequeño arroyo sorteando piedras a medida que continuamos el ascenso hacia la laguna.

P6070052

 

El agua dibuja caídas caprichosas, recovecos para huir de la montaña, nosotros ascendemos mientras ella desciende, admirados por cada rincón que descubrimos en el camino a la cumbre.

P6070050

 

En la montaña, volver la vista atrás es una delicia, en la distancia los espacios son otros; es admirable el camino, aún más reconocerlo cuando ya lleva tus pasos, es un poco tuyo, o así lo sientes.

P6070067

 

Reaparece el camino, trazado de piedra, iniciamos ruta por las Escaleruelas, piedra montesa, como sus cabras

P6070080

 

 La mano del hombre crea estas veredas en la montaña. Piedra inamovible, inalterable, compacta, traza con belleza el camino, dibuja más bien, la guía que hoy utilizamos caminantes y, mañana, ganado y ganaderos.

P6070082

 

 Aquí arriba, a 1.700 metros, el día se va cerrando y amenaza lluvia, sigue el ascenso, suave, pero constante.

P6070090

 

 Si la montaña es inmensa, nuestra pequeñez la hace todavía mas grande. Arriba eres más paisaje, como si fueras parte de él, es admirable la altura y su diseño, no es extraño que quienes suben a 4.000 u 8.000 metros de altura quieran volver a hacerlo.

P6070093

 

Piedra pura, agua de nieve. Nosotros y la cabra hispánica que nos acompaña en el camino.

P6070095fb

 

Dejamos el refugio de montaña al que volveremos para comer y afrontamos la última parte hacia la Laguna del Barco.

P6070099

 

Bordeando el Risco del Águila la última subida, el esfuerzo final en un día frío, de viento. Hay ganas de conocer la laguna.

P6070101

 

Cruzamos la garganta otra vez, en este zig zag que dibuja el trazado sorteando las zonas inundadas. A 1.800 metros de altitud el aire frío y fuerte nos da tiempo al descanso, es imposible pararse aquí, no hya donde esconderse.

P6070104

 

 LLegamos al pequeño valle glaciar que sujeta la laguna, rodeada por picos de más de 2.000 metros de altura y con una curiosidad, en la falda de una de ellas se esconde otra pequeña laguna, la Laguna Cuadrada, protegida por el Collado de la Portilla.

P6070106

 

Y aquí está. La Laguna de Galín Gómez, más conocida como Laguna del Barco, se asienta a los pies de un bonito circo de origen glaciar situado en la vertiente norte de la Sierra de Gredos.

P6070113fb

 

 La laguna del Barco es una laguna glacial situada en la sierra de Gredos, en el término municipal de Puerto Castilla, cerca de El Barco de Ávila. El lago está situado a una altitud de 1790 m en un extenso valle glaciar, uno de los tres emplazados en la cara norte de La Covacha, con una altura de 2399 m, el punto más alto del sector occidental de Gredos. El punto de desagüe natural de la laguna ha sido represado para aumentar su capacidad de almacenamiento. La laguna es usada como embalse. Son admirables estos lugares que se formaron miles de años atrás y que hoy siguen atrayendo tanto.

P6070114

 

 Volvemos sobre nuestros pies hasta el refugio de montaña que hay un poco más abajo, donde nos protegeremos del frío y el viento para comer un poco y descansar. Así es el pequeño valle que protege la laguna. Gredos es una delicia, con frío o sin el.

P6070122

 

Después de una merecida parada en el refugio, llamado Chozo de Anselmo, nos desviamos hacia la Cuerda del Risco del Águila para llegar a la comarca de Aravalle

P6070125

 

Desde el risco, a 1.800 metros de altitud, Gredos se ve así de impresionante, una sucesión de picos, sierras y valles que hacen de la provincia de Ávila un lugar único.

P6070128

 

Detrás dejamos la montaña, el sistema central y sus paisajes. Es lo que nos ha traído hasta aquí, la belleza.

P6070129

 

La vista no se cansa, se pierde, un juego de luces y sombras que embelesa. Una foto merecida.

P6070135FB

 

 Al otro lado, la montaña da paso al valle, la comarca del Aravalle. Aunque dentro del conocido Parque Regional de la Sierra de Gredos, la Comarca del Aravalle es una zona de alto valor natural que aún no ha sido invadida por el gran público, y mantiene así su sabor rural y la calma que pocos lugares pueden ofrecer durante la época estival. Es la continuidad del Valle del Jerte en Cáceres

P6070137fb

 

 Este trozo de camino, andando por la cuerda del risco del Águila, es fantástico, llano pero demoledor, un gran balcón con vistas que se disfruta casi en éxtasis, fuera de la influencia de la sierra más profunda, la temperatura empieza a cambiar.

P6070141fb

 

Paisaje tras paisaje, sorpresa tras sorpresa, disfrute absoluto, gozo. Nosotros dejamos el camino en Los Vinagrales para descender al valle, terminaremos en la localidad de Puerto Castilla.

P6070145

 

 En lo que llaman el Alto de la Dehesa, atravesamos una zona inundada de agua, una sensación extraña, es como caminar sobre flotadores que se mueven, hay que tener cuidado dónde se pisa, más de uno nos mojamos.

P6070148

 

 Aravalle, refleja en su paisaje la dureza de los pueblos que al paso de los siglos han ido modelando de forma armoniosa la naturaleza que generosamente les mantenía. Silencioso, poco poblado, pese a la cercanía del bullicioso Valle del Jerte, aquí el ritmo de vida es otro, pequeños pueblos situados en la umbría y la solana de la sierra.

P6070150fb

 

Pequeño descanso para admirar el entorno, queda menos para el final de la ruta.

P6070154

 

Descendemos ya hacia el valle, hemos dejado atrás un pequeño pinar. Buscando información de la  zona, leo que en la comarca ya hay tres pueblos abandonados. Lo curiosos es que se ofrezca como reclamo turístico.

P6070156

 

El Valle es una delicia, dedicado a la agricultura y la ganadería. Bajamos por el paraje de El Pardo buscando nuestra meta después de casi 22 kms.

P6070157

 

El agua es constante. Esta es la garganta del Cardiel.

P6070159

 

Llegamos a Puerto Castilla. Final de ruta. Comenzamos con calor, hemos pasado frío, nos ha llovido y ahora vuelve el sol y se nota.

P6070163

 

 Puerto Castilla, apenas 150 habitantes repartidos entre el pueblo y sus dos pedanías. Situado al suroeste de la provincia de Ávila, dentro del partido judicial de Piedrahita, se encuentra a 94 kms. de la capital Abulense. Lo componen las localidades de Puerto Castilla y las pedanías de Santiago de Aravalle y Ventorro Zamarro. Asentada entre las Sierras de Gredos y Béjar, es la última población de la Meseta Castellana dirección al Valle del Jerte.

P6070165fb

 

 Leo que su gente se dedica a la agricultura, producción de judías con la «Denominación de Origen de El Barco de Ávila», patatas, manzanas y ganadería, ovino, caprino y exencialmente Bovino de la raza Avileña. Os decía antes lo de los pueblos abandonados, aquí hace años se cerro la escuela, por lo que los escolares se desplazan a El Barco de Ávila.

P6070167

 

 Gredos es… la tentación de vivir en la naturaleza, el placer de sentir el frío. Gredos es una oportunidad para recobrar la capacidad de sorprendernos por la inteligencia y el ingenio de los hombres, los modos de adaptarse al medio natural a lo largo de la historia, la belleza de las cosas sencillas, el encanto de los pueblos construidos en las laderas. Queda la imagen de que estuvimos allí, en la Laguna de Galín Gómez.

foto grupo

 Hoy rescato unas palabras de Unamuno: «Gredos es un lugar para perderse y encontrarse a sí mismo, para acercarse a sus lagunas, para trepar a sus cumbres, para templar el alma. He estado hace pocos días en los altos de la Sierra de Gredos, espinazo de Castilla, y traigo el alma lleno de la visión de las cimas, de silencio de paz y de olvido…; el alma también se limpia y restaura con el silencio de las cumbres…»

La montaña una vez pisada, no se olvida, se queda con tus pasos y te llama de vez en cuando. Es difícil no oirla, pasa cada año cuando las nieves despejan el camino y las huellas salen a flote para emerger de la memoria, es una convocatoria a volver, una provocación, una obsesión, una señal, casi un ultimátum que sólo curaremos Andando Extremadura.-

                                                                                                                                            ©vicentepozas2014

Ruta de la Serrana de la Vera

P3080285fb

 A veces los caminos se visten de leyenda; esto ocurre con la Ruta de la Serrana de la Vera, un relato entre el mito y la historia, la fábula de un amor despechado que terminó como misterio no resuelto al que se le fueron añadiendo detalles, cada vez más crueles, cada más sangrientos; hoy se recuerda su nombre como heroína de Tormantos. Tanto que tiene hasta su propio camino, su territorio, en las crestas de Gredos. Se atribuye la existencia de La serrana de la Vera al pueblo de Garganta la Olla, allí vivía la familia Carvajal, y su hija Isabel, que iba a casarse con un sobrino del obispo de Plasencia, el chico, empujado por la curia para que no comprometiese su carrera eclesiástica,  en el último momento la abandonó, condenando a Isabel y a su familia a la deshonra eterna. Desde entonces, se ejecutó la venganza y se escribió la novela: Isabel abandonó su hogar y se lanzó a la sierra, donde repudió a todo hombre. Los arrastraba a la fuerza a su cueva, cuentan que después de gozarlos los mataba. En recuerdo a las víctimas que murieron a manos de la Serrana de la Vera, se erigió una cruz en lo alto de la torre de Garganta la Olla. En esta localidad, puede verse la casa de la familia Carvajal, hogar de la Serrana hasta el momento de su deshonra.

La ruta cubre los 19 kms que separan Piornal, en el Valle del Jerte, de Garganta la Olla, en la comarca de La Vera. Ruta dificil porque no siempre tiene camino trazado y porque los últimos cuatros kilómetros tienen un descenso de 800 metros acumulados; la ruta está señalizada pero se pierde con frecuencia.

Oa dejo el track para GPS de Senderismo La Vereína, club al que pertenezco y con quien hice la ruta.

Comenzamos la caminata en Piornal, es el pueblo más alto de Extremadura, 1.175 metros de altitud, enclavado en la Sierra de Tormantos, en el Valle del Jerte. Tierra de Jarramplas, cuando llega enero, de piornos, nieve, vistas privilegiadas, y frío, mucho frío.

P3080276

 

Enseguida dejamos sus calles y recorremos el altiplano en el que se sitúa el pueblo y salimos por el Arenal de Nuestra Señora cerca de la actual Hospedería La Serrana, un antiguo hospital de tuberculosos, reconvertido primero en albergue infantil y ahora en establecimiento hotelero. Recomendable, por cierto.

P3080279

 

La ruta, como comentaba al inicio, está señalizada pero no cuidada y su trazado se pierde en muchos tramos, lo que obliga a caminar entre maleza y árboles. No le quita belleza.

P3080287

 

La señalización, blanca y amarilla, es la de Sendero Local y aunque aparece durante todo el recorrido, la falta de camino en algunos tramos, te despista, si no te orientas bien en el campo es importante llevar el track para evitar sustos.

P3080293

 

La ruta discurre por la cresta de la sierra, el trazado es llano, paisaje de montaña, de hecho en invierno suele estar nevado siempre, robles y piornos son la vegetación que nos acompaña. Un entorno abierto, enorme, limpio.

P3080296

 

Desde arriba se ven los Montes de Tras la Sierra, cumbres nevadas allá enferente, porque en medio y abajo, está el Valle del Jerte flanqueado por ambas sierras; delante sin nieve, se ve Peñanegra, 1.434 metros de altura.

P3080299

 

Mientras avanzamos por el paraje de Los Helechares dejamos atrás el Jerte y algunos de sus pueblos como El Torno, visible desde aquí. El camino ha vuelto a desvanecerse.

P3080318

 

Para cruzar a La Vera por el Puerto de Piornal hay que coger durante unos metros la carretera que lleva a Garganta la Olla. Cambiamos de valle en tan sólo unos pasos. De valle y de paisaje. Es un añadido de la ruta que le agrega valor.

P3080321

 

Entramos en la comarca de La Vera, tierras reales donde el Emperador Carlos V quiso retirarse después de hacer la guerra a medio mundo (imperio lo llamó él). La Vera, al contrario que el Jerte se asienta sobre la falda de Gredos, la última del Sistema Central que mira al sur, y da paso al inmenso valle del Tiétar y el Campo Arañuelo. Mucho más allá los Montes de Toledo crean otra comarca magnífica: Las Villuercas.

P3080325

 

 Ahora es visible Garganta la Olla, esta localidad verata, típica y bien conservada a la que nos dirigimos, está metida en un pequeño valle, una especie de cuña que esconde la montaña, y que está regado por la Garganta Mayor, o de Pedro Chate -ambos nombres tiene- que luego terminará llegando el conocido lago de Jaraiz de la Vera; nosotros vamos a rodear el valle entero y luego bajaremos por la Portilla hasta el pueblo.

P3080326

 

Caminamos entre robles por el Pico del Puerto en un paraje de antiguos bancales hoy abandonados.

P3080329

 

LLegamos junto al Pico de la Tartajosa en la Barrera de la Serrana, frente a nosotros el Canchal de Tormantos, coronado por el Peñón de Torrique, 1.714 metros de altitud.

P3080337

 

Nos incorporamos a un camino amplio, el que lleva a la que llaman Casa de Antonio; arriba en la sierra dicen que está la cueva de la Serrana en Cancho Negro. El mapa la señala, la leyenda la recuerda.

P3080341

 

Antes de recorrer la depresión en la que se asienta la garganta, parada para reponer fuerzas, rodeados de sierra, y de historia. Un día claro y caluroso.

P3080349

 

Siguiendo las señales, que hay que buscarlas, dejamos el camino y comenzamos un pequeño descenso por un paraje que se conoce como Los Cristianillos.  Un sendero, a veces intuido,  nos acercará a la garganta mayor, antes de rodear el valle.

P3080352

 

Que este viejo trayecto, ya perdido, era usado en la comarca lo evidencian construcciones como esta, el Puente Pivillas, sobre la Garganta Mayor, situado justo antes de una gran caída de agua que desciende hasta el pueblo, una zona en la que hay algunas pozas magníficas para el baño. Buenos recuerdos de baños solitarios, fines de semana de monte, silencio y agua.

P3080365

 

Puente de piedra, recio; una estampa muy senderista para inmortalizar el momento. Es un rincón muy bello perdido en medio del bosque con el trazado del camino casi borrado por el abandono.

P3080371fb

 

La vereína que nos conduce por El Revellón hacia el collado de Pon Benito, se estrecha cuando caminamos por un denso robledal, un paisaje en zig zag, un sube y baja constante.

P3080384

 

Arriba queda la sierra de Tormantos de donde partimos, abajo el paraje de La Melendra dibuja su propio paisanaje. La mano del hombre hace estas cosas.

P3080389

 

Cruzando pequeñas gargantas que iran a parar a la Mayor por un paisaje de sierra, verato, rincones de Gredos a los que llegarás pocas veces si no es haciendo caminos, perdiéndote en ocasiones. O saltando vallas buscando, otra vez, la referencia perdida.

P3080397

 

No es malo. Sólo así lograrás inmortalizar una pequeña cascada como esta, y si la imaginación se dispara, ver en la máquina del tiempo a serranas, viajeros, bandoleros o reyes bañándose en estas aguas a las que pocos llegan. Es el regalo.

P3080399fb

 

Descendemos por la Era de las Cruces, pasamos junto a un enorme castaño que espera el otoño para mostrar su tesoro.  Justo después de haber dejado el pequeño valle que venimos rodeando y que ahora queda al fondo. Cruzamos el camino que lleva a Yuste.

P3080404

 

Último ascenso de la ruta por el Baldío de las Pájaras, subida necesaria para alcanzar el Risco de la Portilla. Quedan cuatro kilómetros, lo más duros. Vamos entrenando.

P3080410

 

 Desde el Risco, Gredos es una delicia, cubierta de nieve nos muestra sus principales elevaciones y  la localidad de Guijo de Santa Bárbara. Toda la Sierra de Tormantos en una vista casi completa que te recuerda que detrás está la belleza, la grandeza, de la Montaña, sus lagunas, lagos y caminos son un destino obligado al que está llamado cualquier senderista que se precie. Bien cierto que a Gredos solemos subir por la provincia de Ávila.

P3080416

 

Merece la pena el esfuerzo, merece la pena subir hasta aquí. Este mapa vivo, a tamaño real, te enseña La Vera, los rincones por los que paseas pero en su conjunto. Las cosas, los lugares no se ven igual desde la altura. Esa visión espacial que te deja embelesado. La belleza es más balleza cuanto más asciendes, cuanto mayor es el esfuerzo.

P3080424

 

Iniciamos el descenso, dejando el risco para encarar la Barrera de Yuste. Piernas preparadas. Los quince kilómetros recorridos tienen un final para nota.

P3080427

 

Vamos bordeando La Portilla por un pequeño sendero, un balcón natural que nos enseña buena parte de la comarca verata. Delicioso final.

P3080430

 

Es necesario utilizar bastones para ayudarse en los desniveles; esta es la zona del Pachón y cae casi en picado, extremamos precauciones.

P3080435

 

A nuestra izquierda está desplegado el mapa del norte extremeño, estamos justo encima del Monasterio de Yuste, aunque la orografía del terreno no nos permita verlo. Frente a nosotros la Vega del Tiétar, el Campo Arañuelo y, al fondo, los Montes de Toledo y la comarca de Villuercas, el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara. Te quedarías aquí para siempre.

P3080436

 

Sigue el descenso, largo, tortuoso, no hay camino, con pequeños brotes de piornos y robles que te rodean, de hecho a este pareje le llaman el Arañadero, muy propio.

P3080439

 

Dejas el abrevadero de Fuente Blanca -tan harto venía que no eché ni la foto- y tomas el pequeño camino que nos acercará al pueblo, terminó la parte más dura del descenso, aunque el esfuerzo lo llevan las piernas.

P3080440

 

En un claro, Garganta la Olla se muestra tal como es, su estructura verata, serrana y rodeada de bancales, en esta pequeña localidad de cuestas y cuestas, y calles estrechas de edificios de adobe y madera. Qué delicia.

P3080441

 

Cruzamos la carretera que lleva a Cuacos un momento antes de descender a la garganta y entrar en el pueblo por su parte más baja.

P3080444

 

Aquí se erige la estatua de la Serrana de la Vera, dulcificada y guerrera a la vez, poco que ver con las macabras historias que se cuentan de ella. Corona un pequeño mirador, el Mirador de la Serrana. Fue colocada en 2005 y modelada por el escultor placentino, afincado en Jerte, Evaristo García.

P3080447

 

El Puente de Cuacos nos da la bienvenida, un poquito de historia que ahora nos facilita cruzar la Garganta Mayor. Estamos en Garganta la Olla. Hemos llegado.

P3080451

 

La Plaza de Garganta nos recibe con el agua de su fuente de cuatro chorros, muy de la comarca; rodeados de construcciones características de la Vera nos hemos ganado el descanso, el derecho al refrigerio (aunque no con agua).

P3080454

 

Garganta la Olla fue declarada Conjunto Histórico-Artístico. Con una arquitectura popular de una gran belleza singular, su iglesia está declarada Monumento de Interés Cultural, con retablo mayor barroco, un pequeño museo de arte religioso y un órgano barroco.  Hay múltiples vestigios de la presencia de un Tribunal de la Inquisición (incluso un museo particular).

P3080455

 

Legua y media de Garganta, cinco leguas de Plasencia habitaba una serrana,  alta,  rubia y sandunguera. Vara y media de cintura,   cuarta y media de muñeca, con una mata de pelo   que la los zancajos le llega.  Cuando tiene sed de agua   se baja pa la ribera cuando tiene sed de hombre   se sube para la sierra…

Estos son las primeros versos del romance de la Serrana de la Vera que acabó matándose ella misma antes de ser apresada. Orgullo de mujer, venganza consumada contra los poderes que ahogaban a las féminas, relegadas a un papel menor. Isabel no quiso aceptarlo y rodaron cabezas… de hombres.

1901357_10202565683316242_440810582_n

 Historias de la Serrana, leyendas de la Vera que se llevan encima cuando te montas sobre la sierra y te imaginas el trasiego de carros y bestias, mirando de soslayo al bosque mientras recuerdan la leyenda, deseando terminar el camino y olvidar sus miedos; historias contadas de boca en boca, junto a la candela, que han hecho sudar a niños y callar a mayores. Hoy esta senda es un paseo por la comarca, por la sierra; pero bajo nuestros pies hay muchos otros pasos, algunos de mujer, de vengada impotencia, ¿los habremos pisado?… Andando Extremadura.

– Bebe serranito bebe,   agua de esa calavera,
que puede ser que algún día
   otro de la tuya beba.

©vicentepozas2014

Ruta por la Ribera. Brozas

PC260091fb

 Brozas es una localidad cacereña perteneciente a la mancomunidad Tajo-Salor, vinculada a la Orden de Alcántara, aun son visibles sus construcciones palaciegas y eclesiásticas que muestran la importancia de este enclave. Hoy visitar Brozas es contemplar las muestras de su pasado histórico; el balneario, los restos de sus fábricas denotan la actividad de un pequeño pueblo en territorio de frontera y de grandes dehesas. De estas últimas disfrutarás en la Ruta de la Ribera, de 20 kms, muy bien señalizada y salpicada de hitos que adornan y enriquecen el camino. os recomiendo el otoño-invierno para realizarla porque añadiréis a la belleza del entorno, la presencia de las grullas que os acompañarán durante todo el paseo.

Os dejo el track para GPS del amigo Teófilo  Amores

Estamos en una zona ZEPA -Zona de Especial Portección de Aves- la de los LLanos de Brozas y Alcántara. Una de los espacios más importantes de Extremadura para la conservación de aves esteparias como la avutarda, el sisón, la cigüeña negra, el aguilucho cenizo, el cernícalo primilla, el milano real y el milano negro. Y en los meses de noviembre a marzo, las grullas, cientos y cientos en toda la comarca. Hoy disfrutaremos de ellas.

Vamos con la ruta; antes de entrar en Brozas, si venimos de Cáceres, hay una carretera que lleva al Balneario de San Gregorio, en el cruce un pequeño hostal nos servirá de aparcamiento para dejar el coche, y tomar un refrigerio a la salida y a la llegada. Tomamos la carretera y a unos quinientos metros encontramos el inicio de la ruta, nosotros disfrutando de las primeras luces de la dehesa, comenzamos.

PC260004

 

Enseguida nos topamos a la izquierda con el que llaman Camino del Tajo por la Charca, un panel informativo nos anuncia la ruta, nos señala los sitios más interantes y el trazado a seguir. El camino arranca ancho y cómodo.

PC260006

 

 No andamos mucho cuando las primeras grullas se asoman al camino, buscan semillas con las primeras horas del día, vienen a Extremadura huyendo de los fríos del norte, aquí se alimentan antes de regresar a a tierras alemanas.

PC260009

 

En cuanto se percatan de nuestra presencia remontan el vuelo. Si la ruta la hacéis en febrero, dice un amigo naturalista y fotógrafo, que apenas se mueven, lo achaca a que las grullas se han alimentado bastante y reservan fuerzas para el largo viaje de vuelta.

PC260014fb

 

Los primeros tramos del recorrido discurren por estos llanos, pastizales que dibujan una hermosa paleta de colores en cuanto asoma el sol por el este.

PC260027fb

 

La ruta, como comentaba al principio, está muy bien señalizada, tantos cruces como hitos y es difícil perderse. Este poste, con señal amarilla, lo veremos a lo largo del recorrido muchas veces.

PC260028

 

Esta es la otra señal que encontraremos en el camino, la que marca los lugares de interés, aquí viene el primero, las Casas de Fuente Madero. Detrás, habréis visto que el paisaje cambia y nos adentramos en la dehesa.

PC260029

 

Y llegamos al primero de estos lugares interesantes, las casas de Fuente Madero, un conjunto de construcciones del que destaca este bohío, una cabaña circular, en este caso de piedra, veremos más en la ruta. Los bohíos o bujíos, como se les conoce popularmente, son unas construcciones pastoriles características de los llanos de Brozas y Alcántara.

PC090339

 

El otoño, o el invierno, tienen la magia de los distintos momentos de luz que te regala la visita, en un momento baja la niebla…

PC260033

 

…instantes después toda la luz cae sobre dehesa y pastizales. Un festival de colores.

PC260038

 

 

Tras las casas primeras retomamos al camino original que nos llevará entre dehesas y ganado hasta el primero de los desvíos, señalizado, ya digo, hasta otro de los lugares a visitar: la Fuente de la Colada, casi oculta por la vegetación. Aquí tomamos, por momentos el Camino de Alcántara a Navas del Madroño. Es una sorpresa la cantidad de caminos, veredas y senderos que se reparten por toda la zona.

PC260044

 

De nuevo un cruce, de nuevo una señal, y entramos en una de las partes más bonitas de la ruta, el Camino de la Charca de Cueto, donde haremos algunas paradas para disfrutar de la invitación que nos hacen algunas de las construcciones que nos encontraremos.

PC260049

 

La siguiente parada es la Casa del Alcornocal, ya en ruinas como casi todo lo que nos rodea que deja testimonio de la actividad rural de la zona, hoy se limita a cabañas ganaderas repartidas por grandes fincas. He encontrado algunas referencias que la llaman la Casa del Tobal.

PC260053

 

 Parada especial merece la antigua Ermita del Alcornocal, una pequeña construcción que se mantiene en perfecto estado pero abandonada. Brozas tuvo muchas ermitas, algunas de ellas en los caminos, ya que  la amplitud de su término, idóneo para la agricultura y para la ganadería trashumante y su carácter de nudo de comunicaciones en el oeste extremeño convirtió a Brozas en una de las villas más importantes de la Extremadura moderna, siendo dominado su gobierno por una poderosa nobleza con lazos familiares con las aristocracias de Alcántara, Cáceres o Trujillo.

PC260058

 

 La ermita es visible desde el camino y aunque está dentro de una finca es muy fácil acceder a ella; junto a la construcción hay restos de actividad ganadera. O de usos posteriores y más modernos, es complicado encontrar referencias.

PC260077

 

Volvemos al camino. Algún claro en la dehesa es aprovechado por el ganado para disfrutar de los rayos de sol de la mañana. Seguimos el sendero, fácil, no tiene pérdida.

PC260085

 

 Siguiendo un camino rodeado de muros de piedra y con algunas casas singulares llegamos a la Ribera de la Mata y al Puente de las Tenderas que salva el camino. Esta es la zona que da nombre a la ruta y será la que más disfrutemos por su bellaza y su equilibrio. Las imágenes siguientes darán fe de ello. Como indica el cartel hay que dejar el camino y seguir la ribera, nos os preocupéis porque continuando por el curso del agua nos toparemos con un camino y una señalización que nos guiará de nuevo. Sin miedo

PC260092

 

El agua y la ganadería han convertido el paraje en un sitio fantástico, idílico, como dibujado en mitad de una dehesa más brava, aunque domada en muchos rincones. Alcornoques rodean la ribera, ahora sin hojas por el frío invierno.

PC260087

 

Atravesamos un pequeño puente de piedra, singular, a pesar de su simpleza resiste el paso de los años sin mayor problema.

PC260105fb

 

 Parece un pequeño parque cuidado con esmero, pero es natural, por eso sorprende más. Un lugar que transmite paz, el ruido lo hacemos nosotros, y el agua. Los oriundos de Brozas lo conocen como la Ribera de Cueto, porque corriente arriba hay una charca que se se llama así Charca de Cueto.

PC260109

 

 

El agua ha ido dibujando la zona, el invierno y la luz del día hacen el resto.

PC260115

 

 

Cerca se ven restos de antiguas cochiqueras, que aprovechaban la propia piedra. La actividad ganadera, pasada o presente, está por todos lados. De hecho en una ruta anterior nos topamos con los restos de una gran finca utilizada para el regadío hace algunas décadas, que conservaba algunas muestras de lo que debió ser una impresionante infraestructura.

PC260121

 

 

Restos de contrucciones rurales repartidas por todos sitios, en una zona rica, transitada, que dejan ver la arquitectura rural de la época, muros de piedras, arcos de ladrillo en las bóvedas. Han caído las techumbres de madera, pero el adobe y la piedra aguantan el paso de los años y el abandono.

PC260124

 

 

Hemos disfrutado de toda la Ribera de la Mata, o Ribera de Cueto, continuamos;  siguiendo el curso del agua, veréis algunas flechas amarillas pintadas en la piedra, no dejando el pequeño riachuelo llegaremos a toparnos con el camino a seguir.

PC260128

 

 

Enseguida encontramos este badén y un camino que deberemos seguir. Si os fijáis hacia la mitad de la imagen, a la derecha del camino está la señal que nos señala la ruta. Vamos bien.

PC260139

 

 

Toda la zona es una gran dehesa ganadera, en uso, y eso se nota, la presencia de animales es constante, fincas cuidadas donde cualquier cosa tiene uso, los muelles de las antiguas camas también, y bañeras, y palés… Hemos tomado el Camino de la Charca de Cueto que llaman y, como la ruta hace un ocho, iremos a uno de los cruces por los que pasamos antes pero siguiendo un recorrido distinto

PC260146

 

 

El camino esta marcado continuamente y eso te relaja mucho a la hora de caminar porque vas con la seguridad de seguir la ruta y te entretienes con un paisaje demoledor. Pasaremos por la Dehesa del Orillal donde unas antiguas cochineras son otro hito del recorrido, debéis estar atentos porque os las podéis pasar, de hecho nosotros no las vimos. Fijáos en el mapa del comienzo de la ruta que marca dónde está  cada cosa.

PC260148

 

 

Nos vienen acompañando casi todo el camino, las oyes, otra veces las ves volar. Pero en cuanto se despeja la dehesa aparecen los primeros grupos de grullas.

PC260164

 

 

Como son un escándalo es fácil verlas a no muchos metros de donde estamos, si estás en silencio no alzan el vuelo y puedes admirarlas. Hablando con algunos ganaderos, estos no las ven con tan buenos ojos pues se comen la bellota de la montanera.

PC260170

 

 

Hay grupos de grullas por todas partes, a media mañana no paran de alimentarse; lo harán hasta el ocaso, momento en el que regresan a los dormideros, situados siempre en la cola de los pantanos, o en zonas anegadas, así se protegen del ataque de depredarores nocturnos, ya que en el agua los oyen llegar sin problema.

PC260184

 

 

Grullas, grullas y grullas, es el mejor añadido para una ruta que, de por sí, es una belleza, pero que se hace más apetecible para los que somos amantes de la ornitología, los que disfrutamos fotografiando a estos grandes pájaros de colores que destacan en el verde de la dehesa en invierno.

PC260187

 

 

Cerca de Brozas la foto de los grandes pastizales nos regala una imagen magnífica. Tierra agrícola, ganadera, trabajada a diario para hacerla rentable. Somos la gran despensa de España y aquí, a pié de campo, es donde se nota.

PC090356

 

 

No hay tregua, giras la cabeza, y las ves de nuevo, parece que forman parte del paisaje. Qué regalo.

PC090362

 

 

La estampa ganadera cerca ya de la población, mientras, en los últimos dos kilómetros el camino es el mismo que la ida, afortunadamente la luz es otra y parece diferente.

PC090368

 

 

Al terminar el camino, el panel informativo nos recuerda el recorrido y los hitos más importantes, aunque hay muchos más en todo el sendero. Enhorabuena al Ayuntamiento de Brozas por la señalización y por la propuesta.

PC090376

 

 

Los últimos metros, regresando al lugar donde dejamos el coche, aún hemos de pasar el Embalse del Noque y más restos de construcciones que denotan la enorme vida rural que siempre ha tenido la zona.

PC090380

 

 

Brozas, tierra de Francisco Sánchez de las Brozas, conocido como El Brocense, humanista y gramático español del siglo XVI, rebelde, enfrentado a la Inquisición y que dijo aquello de “No prestéis crédito a nadie, ni a mí mismo, a no ser que las enseñanzas estén corroboradas por razones y argumentos sólidos.” . Tierra de historia que hoy nos ha regalado parte de ella. Un placer compartirla aquí.

PC090245fb

Brozas es una localidad de algo más de 2000 habitantes que guarda mucha historia, se ve en palacios, castillos y casas solariegas. Tierra de frontera, de paso. Brozas es parte de la Comarca Tajo-Salor-Almonte, y constituye el referente rural de Cáceres capital, aportando su riqueza natural y cultural a los innumerables atractivos que posee la ciudad. Basta con alejarse diez kilómetros para sumergirse en un espacio diferente, con una naturaleza, un patrimonio histórico-artístico y una cultura popular sorprendentes. Pasear por sus tierras, empaparse de las dehesas e intentar retrotaerse a años del medioevo cuando por estos caminos transitaban carros y caravanas, viajeros, artesanos, soldados o ganaderos trashumantes es un ejercicio de imaginación al que ayudan los restos de lo que fue. Tierra de frontera, obligada a batallar en muchas guerras, no estuvo exenta de la sangría de la emigración y la huída hacía lugares más prósperos, como ocurrió en toda Extremadura. Afortunadamente Extremadura se convirtió en región con identidad y frenó aquel éxodo, no recuperamos viejos éxitos de antaño pero contuvimos la destrucción y el ovido y hoy, pasear por Brozas, es un placer y una sorpresa. Valorando lo nuestro surge entonces la pregunta ¿cómo traspasar esa necesidad real que existe, por conservar y cambiar nuestra forma de relacionarnos con el entorno, como transmitir que no todo se mide en función de su valor económico inmediato, como transmitir que no solamente lo que es empacable, medible y vendible tiene importancia, como crear conciencia? y valorar lo que tenemos. Hacerlo Andando Extremadura es una buena manera de empezar.-

                                                                                                                                            ©vicentepozas2014

Ruta Chorro de La Meancera. Las Hurdes

P4070326FB

 Las Hurdes es un paraíso para el senderista. Sus accidentes geográficos, sus ríos y arroyos, sierras montañas y pueblos -con sus alquerías- convierten a esta comarca extremeña, tan estigmatizada, en un lugar perfecto para caminar. Consciente de ello, la Mancomunidad de Las Hurdes ha editado varias guías de rutas senderistas, perfectamente señalizadas, hay más de 20, algunas con espectaculares miradores y con pueblos y rincones que, si no los conoces, quedarás enamorado de ellos. El Gasco es un ejemplo. Esta alquería tiene dos hitos especiales: el Volcán del Gasco, lugar de interés científico, y el Chorro de la Meancera, o Miacera, a donde nos dirijimos en esta ocasión.

Os dejo el track para GPS de Escaladores de Extremadura, aunque no hace falta pues está muy bien señalizada y no tiene pérdida

Es una ruta corta, con algo de subida y alguna dificultad, sobre todo en la parte del arroyo de la Meancera puesto que hay que caminar entre piedras y cruzar el cauce varias veces.  Apenas cinco kilómetros pero muy intensos. Un caramelo para completar un día en el que se puede hacer más de una ruta, y hay muchas en Las Hurdes.

 Las Hurdes tiene 43 localidades, de ellas, sólo seis son municipios, el resto, 37, son alquerías. Uno de estos municipios es Nuñomoral del que dependen 10 alquerías, una de ellas El Gasco. En la zona donde se asienta la alquería se encuentran multitud de restos y grabados de la edad de bronce.Incluso hay varias cuevas en las proximidades en las cuales se supone que vivió alguna población en la edad de bronce.

P4131576

 

 El Gasco tiene apenas 150 habitantes, la carretera que nos lleva termina allí. Os aconsejo visitar el Centro de Interpretación de la Casa Hurdana, una reconstrucción tanto por fuera como por dentro de la vivienda típica de Hurdes.

P4131580

 

 En la alquería de El Gasco hay varios artesanos que trabajan la piedra y la madera. Fáciles de encontrar. Construyen casitas pequeñas con la estructura de las viviendas hurdanas, y muy típicas, utilizando roca volcánica,  y cachimbas, una especie de pipas de fumar. También realizan trabajos con la madera, como pequeños bancos y adornos diversos. Os podéis quedar a comer en el bar restaurante El Bodegón, os aconsejo una delicia de la comarca: el limón de Hurdes, una especie de ensalada que mezcla sabores magnificamente.

P4071498

 

 Para llegar al chorro sólo hay que bajar hasta el final  de la carretera y  seguir la señal, recorremos un par de calles de la localidad y descendemos hasta la piscina natural de río Malvellido que seguiremos durante un rato entre bancales, huertas y pizarra.

P4071496

 

Junto al cauce del río, un sendero que bordea la piscina natural nos facilita el camino, rodeados de pequeñas elevaciones de nombres tan sonoros como: El Hontano, el Pimpollar o el Lombo de la Pina.

P4071501

 

 Las aguas del río Malvellido, a las que saluda el pequeño enclave de El Gasco, descienden entre meandros y pizarras desde lo alto de la Sierra de la Corredera, en el Pico Solombrero; para visitar, entre mil curvas y recovecos, La Fragosa, Martilandrán, El Collado y Cerezal antes de fundirse con las aguas del río Hurdano, y así, seguir juntos recorriendo Las Hurdes, pueblo a pueblo, alquería tras alquería, hasta su zona más baja y descansar en las mansas aguas del Embalse de Gabriel y Galán que alimenta el río Alagón.

P4071504

 

 En este punto, podemos optar por visitar el Volcán del Gasco, lugar de interés científico; curioso por que los habitantes de El Gasco han vendido siempre las piedras del cráter para el lavado de vaqueros y para diversos artículos de artesanía, como las pipas de fumar. Dicen los geólogos que sus piedras, su cráter de unos 50 metros de diámetro, son de un meteorito que cayó hace más de un millón de años.

P4071505

 

Pero seguimos nuestro camino, fascinados con un paisaje duro pero enternecedor, bello y fuerte. A El Gasco hay que venir expresamente y eso se deja notar. Cualquier pequeño hueco es aprovechado para sembrar, huertos de formas imposibles que se retuercen con el río y viven de este.

P4131593

 

Por mucho que nos hayan contado en Las Hurdes el agua está por todas partes, las montañas la devuelven, una y otra vez, al cauce de ríos y arroyos.

P4071506

 

 Este primer tramo tiene un trazado muy arreglado, sencillo, es parte de la senda que recorre todos los pueblos de la zona en el corazón de las Hurdes, caminos que se han recuperado para hacerlos transitables, que ponen en valor los senderos, caminos y veredas que han utilizado los hurdanos durante años y que  estaban  abocados a la desaparición por el abandono.

P4071510

 

Caminos de pizarra, como los suelos, como las paredes, como las lindes, como los bancales… que dibujan Las Hurdes así: duradera, resistente, práctica. Esto hay, esto cojo.

P4071511

 

 Los cerezos se han hecho fuertes en esta tierra, el Valle del Jerte es su lugar más conocido en Extremadura, pero ya es habitual verlos en cualquiera de los valles del norte de Cáceres. Aquí lo que más sorprende es observar cómo se gana cada palmo de tierra a golpe de piedra, como se aprovecha cada rinconcito por inservible que parezca para hacerlo productivo.

P4071514

 

 Dejamos el cauce del río Malvellido, e iniciamos el ascenso hacia el chorro de la Meancera, por el arroyo del mismo nombre aunque, es cierto, en muchos lugares aparece como Miacera y no Meancera. Este es el tramo más complicado porque hay que andar entre piedras y cruzar el cauce del agua en varias ocasiones.

P4071523

 

 

No es complicado si se va con cuidado, lo sinuoso del terreno nos obliga a ir siguiendo un pequeño sendero que discurre buscando el hueco que dejan las piedras, el tiempo y las muchas pisadas ha hecho un trazado básico que hay que recorrer atentos.

P4071525

 

 

En algún tramo nos ayuda la infraestructura que la Mancomunidad ha colocado a lo largo del camino y que aumentan la belleza del recorrido.

P4131618

 

Sigues subiendo y, de repente, echas la vista atrás y contemplas sorprendio la belleza, la magia hurdana, lomos y sierras que se suceden soportando valles, escondiendo gentes. Aquí el senderismo es una delicia.

P4071539

 

Y entonces llegas. El Chorro de la Meancera, casi un lugar de culto, una caída de agua de unos 100 metros de altura que salva la montaña lanzándose al vacío.
P4071538

 

El ruido del agua no llega a las imágenes pero sorprende la caída constante, y sorprende más ver que la piedra resiste el embite del chorro y parece no inmutarse; ni siquiera redondea sus aristas.

P4131605

 

El agua salta por encima de las rocas, busca los huecos necesarios para seguir su curso, desaparece a la vista y reaparece dibujando, salpicando en una roca gris que el agua azulea.

P4131607fb

 

 

La imagen de un entorno escondido al que hay que acercarse para comtemplarlo con detalle, justo donde la montaña se hace más inaccesible, el agua encontró un hueco para seguir su curso buscando el río que lo arrope, abajo, de nombre Malvellido.

P4131612

 

Tras disfrutar de la belleza de la cascada, del entorno, hay que iniciar la bajada, desandar el camino, no hay otra manera que no sea volver sobre nuestros pies.

P4071548

 

La senda que nos devuelve al corazón de río es como un camino de cuentos que zigzagea como el río. No falta detalle.

P4131619

 

Las Hurdes es eso, un cuento y un encuentro, con la tierra, con la destreza y la habilidad del hombre para adaptarse a ella, para dibujar entre ariscos pizarrales bancales de tierra de los que sacar el fruto necesario; colores de un triunfo que logra la constancia y el tesón. Es una simbiosis entre hombre y tierra y el resultado no es baladí. Lo dijo Unamuno: «. . . Si en todas partes del mundo el hombre es hijo de la tierra, en Las Hurdes la tierra es hija de los hombres».

P4131624

 

 

Dicen los hurdanos que esta es una tierra donde ha existido y aún existe “…un permanente abrazo entre el hombre y la naturaleza…”, donde el hombre se ha adaptado a la tierra, y ésta a las necesidades del hombre; cada roca ha servido de cimiento para toda una cultura tanto arquitectónica y gastronómica como tradicional.

P4071493

 

 

Hasta el agua dibuja instantes, resultado de años de trabajo, esquinas imposibles donde el hombre deja su huella. Sierras y picachos agrestes y ásperos, en un abigarrado paisaje entrelazado de escarpadas montañas; ríos, arroyos que parecen llamados a reunirse en las aguas del Alagón , en el Valle del Alagón donde estas inmensas formas por fin se suavizan.

P4131557fb

Las Hurdes. Siempre vuelves, siempre nueva; hay un paisaje, una luz, un rincón, un olor, un instante en el que no habías caído. De repente paras, tú y el tiempo; te bajas del coche y del mundo, y te pones a andar, puedes hacerlo durante horas porque Las Hurdes es un paraje enorme, de corazón y alma, un lugar regalado a los hombres, robado a la imagen de la miseria para convertirlo en un lujo. » Largos y espesos son los silencios que se extienden por la historia de esta comarca» dicen los hurdanos. Para el senderista Las Hurdes es un rito iniciático, un verso, una ensoñación, el camino perfecto, una vereda al corazón de un mundo propio en el que leyendas y tradiciones saldrán a la vera del camino para acompañarte en el viaje; una andanza que es mejor que descubras Andando Extremadura.-

                                                                                                                                             ©vicentepozas2014