Ruta Caminos tradicionales del Alto Aravalle. Ávila

PA160002

Extremadura hace frontera con Castilla León o lo que es lo mismo, la provincia de Cáceres hace frontera con la de Ávila; donde termina el Valle del Jerte, en el Puerto de Tornavacas, comienza la Comarca del Aravalle, un descubrimiento. Dentro del  Parque Regional de la Sierra de Gredos, la Comarca del Aravalle es una zona de altísimo valor natural que aún no ha sido invadida por el gran público, que mantiene así su sabor rural y la calma que pocos lugares pueden ofrecer. La comarca del Aravalle, o Alto Aravalle, recibe el nombre del río que la cruza pero no intentéis buscar mucha información porque no la encontraréis; sorprende que las webs de turismo, diputación de Ávila y Junta de Castilla y León, no incluyan ninguna información sobre ella. Una de las características más especiales de este valle es que se encuentra situado a 1.100 m de altitud y esto le confiere unas peculiaridades propias. Conserva sus pueblos casi intactos y aquí es donde radica lo especial de este ruta: paisajes propios de Gredos y pueblecitos con encanto. En esta ocasión lo organizaba el club extremeño GR-100 Y fue una jornada fantástica.

La ruta de los caminos tradicionales del Aravalle es circular y pasa por todos los pueblos de esta recoleta y bella comarca que atraviesa el río Aravalle. Tiene una longitud de unos 16 km y un desnivel prácticamente nulo, con lo que completarla tranquilamente pueden ser unas 4 horas y media.
Su recorrido discurre por caminos tradicionales y cañadas y a su vera se extienden los campos que normalmente acogen al ganado en sus pastos. Está señalizada como PR-AV 51

Os dejo el track para GPS

Nosotros arrancamos en la pequeña población de Puerto Castilla, en las inmediaciones del puerto de Tornavacas. En su término municipal, en la sierra, se encuentra la laguna del Barco o de Galín Gómez.

Enseguida salimos del pueblo por el norte siguiendo la señalización de la ruta rodeados de abundante vegetación.

PA160008

 

La ruta está bien marcada, se trata de un pequeño recorrido, PR, homologado, cómodo y con abundante sombra. Si lo hacéis en otoño invierno es posible que encontréis nieve.

PA160010

 

Enseguida cruzamos el cauce del río Aravalle. Hay que vigilar la época del año en que hacemos la ruta porque podemos tener dificultades para cruzarlo.

PA160011

 

A continuación nos adentramos en el castañar de la Perigalla, una zona de magníficas arboledas con grandes robledales, pinos y castaños.

PA160014

 

Es flora de sierra, típica de zonas húmedas casi perennes todo el año.

PA160016

 

El entorno, muy rural, deja entrever que está poco explotado como comentaba al inicio del post.

PA160019fb

 

Robles, pinares…

PA160022fb

 

…y hermosos castaños de porte señorial con centenares de años a la espalda.

PA160030

 

En el paraje de Prados de los Conejos nos encontramos con varios castaños centenarios

PA160033fb

 

Apenas a dos kilómetros entramos en el segundo pueblo: Santiago de Aravalle donde destaca la torre de su iglesia parroquial declarada en 1981 Bien de Interés Cultural en la categoría de monumento.

PA160048

 

Pequeñas localidades con las calles contadas donde viven apenas unas decenas de vecinos pero que conservan un encanto especial; seguimos camino.

PA160049

 

Como contaba es un paraje llano, una meseta que casi podría ser un altiplano; mires donde mires te rodean montañas; este prado en medio de la cadena montañosa del Sistema Central es una delicia.

PA160052

 

Dejas los bosques de robles y pinos y te encuentras rodeado  de castaños por caminos amplios y muy cómodos.

PA160056

 

Cerca de la Garganta de Solanas la vegetación de ribera rodea el camino, es un paisaje que cambia continuamente.

PA160061

 

A nuestra izquierda la sierra de la Serenita y, justo detrás, aunque ahora no la veamos está la sierra de Candelario.

PA160063

 

Al otro lado, el Gredos más salvaje, el más pateado; la Sierra de Galín Gómez, las lagunas, el Majón Alto. La montaña que aquí se antoja tan cercana y que al pisarla parece interminable.

PA160067

 

Cerca de las Casas del Rey seguimos hacia el siguiente pueblo del Aravalle, Retuerta. La ruta es fácil y la señalización buena.

PA160070

 

Hay muchos pequeños núcleos abandonados, como el anterior de Casas del Rey o este de la Venta de las Veguillas.

PA160073

 

Tienen ese aspecto de lugares situados a la vera de las carreteras nacionales, cuando se viajaba sin prisas y las familias, o los coches llenos de familia, hacían parada y fonda, buscando el descanso. Las grandes vías, y los cambios de costumbres, los sumen en el olvido. Justo en este punto cruzamos la N-110 y caminamos junto a ella unos 300 metros para tomar una pequeña carretera a la derecha.

PA160075fb

 

Aquí volveremos a cruzar el río Aravalle, cerca de la presa de Retuerta.

PA160076

 

Y llegamos a Retuerta, una de las cinco pedanías del pueblo de Umbrías; apenas unas calles en las que parece no vivir nadie; pero sí te cruzas con algunos aldeanos que agradecen la visita.

PA160079

 

En su pequeña plaza, mirando a Gredos, con fuente incluida, hacemos un pequeño descanso.

PA160091

 

Y como hay que economizar, me llama la atención esta fachada: ¿por la mañana consultorio médico y por la tarde teleclub? Por la mañana curamos el cuerpo y por la tarde el espíritu. Digo.

PA160082fb

 

Y dejamos Retuerta. Y van tres pueblos y varias pedanías hoy abandonadas. Unos metros de esta pequeña carretera.

PA160094

 

Unos metros, apenas 200, en este paraje llamado los Arciprestes, tomaremos el desvío de la izquierda que está indicado. Nos llevará por un pequeño camino arbolado, rodeado de paredes de piedra.

PA160092

 

Y llegamos a Umbrías, pueblo algo más grande, de apenas un centenar de habitantes y que conserva, no muchos, algunos detalles de su arquitectura popular con casas circulares y dos entradas que se cerraban para protegerse de los lobos. Cuando había lobos y mucho ganado.

PA160101

 

Este magnífico paisaje que te rodea de continuo. Gredos, el risco de la Campana, a la derecha la cuerda de la Ceja y en el margen derecho otro de los pueblecitos de la comarca: Solana de Ávila, aunque por él no hemos pasado.

PA160102

 

Aquí podéis encontrar un pequeño bar para comer algo. Un pueblo que ve con alegría que un pequeño grupo de senderistas rompa la monotonía del lugar, y de paso deje algo de dinero y bullicio.

PA160103

 

Pero hay que seguir y volvemos al camino que ahora hacemos por la parte baja de la falda de la sierra. La actividad ganadera de Umbrías se deja ver.

PA160107

 

Esta parte del valle es más boscosa y la sombra de los árboles nos acompañará hasta el final, estamos pasando muy cerquita de otra pedanía: Las Casas de Maripedro.

PA160110

 

No andamos mucho y atravesamos la pequeña aldea de Las Hustias, dependiente también de Umbrías, con  apenas unas casas.

PA160111

 

En esta sucesión de pequeños núcleos rurales, es el encanto del camino además del paisaje, llegamos a Casas del Abad, también pedanía de Umbrías y con menos de 50 habitantes. Estos pequeños poblados son apenas una calle alrededor de la carretera, pero tienen un toque especial.

PA160114

 

Un tipismo rural que nos llama la atención; casas abandonadas junto a otras reformadas donde perduran unos pocos habitantes.

PA160116

 

Es la armonía del tiempo detenido, roto por nuestros pasos y la conversación de un grupo que atraviesa estas calles con sorpresa y desconocimiento. Tan cerca del bullicioso Valle del Jerte, tan diferente y tan tranquilo.

PA160117

 

Paisaje de Gredos, praderas verdes para el ganado que tan bucólicas nos parecen a los urbanitas

PA160121

 

Y entre pueblos sigue la ruta. Ahora Gilgarcía, una aldea de origen medieval, siempre formó parte de la tierra de la villa de El Barco, integrada en el señorío de Valdecorneja, que perteneció a los duques de Alba hasta el siglo XIX. Donde destaca la iglesia de San Sebastián, de pequeñas dimensiones, presenta una apariencia hermosa y sobria. La torre levantada a los pies estaba originalmente separada de la iglesia pero en la actualidad se encuentra adosada a un pequeño añadido de mampostería que ocupa el vacío que existía entre ambas construcciones.

PA160125

 

Y por los que llaman los Prados Chicos dejamos la estela de los pueblos del Aravalle para volver al principio

PA160126

 

Prados Chicos que nos enamoran en este pequeña meseta del Valle del Tormes. La práctica de la trashumancia sigue siendo habitual en esta zona de la provincia. Cuando comienzan los fríos los ganaderos de la zona bajan sus ganados hacia Extremadura a través de cañadas reales y cordeles, siguiendo un Código de Honor que se ha ido transmitiendo de generación en generación y que supone todo un rito.

PA160136fb

 

Delicioso valle que sorprende a quien no lo conoce, espectacular paisaje rodeado por las cumbres de Gredos que tenemos tan cerca los extremeños pero que no conocemos. Asoma la torre de Santiago de Aravalle que disfrutamos nada más comenzar la ruta.

PA160138fb

 

Caminos intactos que recorren sus pueblos y que ahora, señalizados y homologados, se ponen al servicio de la contemplación, al placer del paseo; protegidos por un bosque que amplifica su belleza.

PA160139

 

Caminos y puentes como este que salva la garganta Gardiel. Caminos hoy ya en desuso para bestias y personas que han sucumbido a las mas cómodas carreteras y que ahora mantienen los pasos de senderistas y ciclistas

PA160143

 

Y así volvemos al inicio. A Puerto Castilla, enamorados de este pequeño territorio olvidado por propios y extraños. La otrora imprescindible Nacional 110, que conecta Plasencia con Ávila, era la vida de este rincón. Cuando llegaron autovías, como la A-66, que lo hace todo más fácil, cayeron en olvido y su mención es sólo recuerdo.

PA160147

 

En Puerto Castilla reponemos fuerzas y aún tenemos algunas de sobra para celebrarlo bailando. La amistad del camino se refuerza al final de la ruta, cuando sabes que has llegado y el autobús te asegura un cómodo viaje de vuelta.

PA160150

 

Foto de grupo para decir hola y adiós. Y hasta la próxima.

PA160151

La Sierra de Gredos, techo de Castilla y Extremadura, corazón pétreo de España, como la definiera Unamuno, está situada entre las provincias de Cáceres y Ávila, y sus altas cumbres son el emblema natural por excelencia del Sistema Central, de comarcas cacereñas como la Vera, Jerte o el Ambroz, o esta avileña del Alto Aravalle. El macizo central de Gredos se extiende desde el Puerto del Pico hasta Tornavacas, e incluye el Circo de Gredos y muchas cumbres que son el deleite de senderistas y montañeros; un paisaje que se antoja tan lejano pero que tenemos tan cerca. Quienes disfrutamos de las cumbres de Gredos y sus alrededores, sabemos de qué hablamos. Afortunadamente.

©vicentepozas2017

Ruta A Fala. Valle de Jálama. Sierra de Gata

P2140293fb

 El Valle de Jálama o Val de Xálima, en la lengua local A Fala,  lo componen 5 pueblos: Cilleros, San Martín de Trevejo, Eljas, Valverde del Fresno y Villamiel, y una pedanía, Trevejo. Se trata de la parte más occidental de la comarca de la Sierra de Gata, un pequeño valle que llaman también Os tres lugaris, en referencia al habla de A Fala en tres de sus pueblos, con variantes locales porque en cada uno de ellos se conoce de una manera:  o mañegu, en San Martín de Trevejo, o lagarteiru, en Eljas, o valverdeiru, en Valverde del Fresno. Un valle fértil protegido por el pico Jálama -1.492 m de altitud- y el río Erjas que lo atraviesa. Conserva, además de su dialecto -galaico portugués según la idea más extendida- buena parte de su arquitectura tradicional y su costumbres, como la de fabricar sus propio vino en pequeñas bodegas caseras, pichorras, a las que los serragatinos suelen invitar a los amigos. En este entorno vamos a relizar la Ruta A Fala que recorre los pueblos mencionados. Hay dos versiones, la oficial podemos decir, que recorre los tres pueblos que usan A Fala y otra que llega hasta la aldea medieval de Trevejo. Nosotros hicimos la segunda, pero os dejo los dos tracks por si alguien prefiere la primera.

El track para GPS de la ruta oficial que discurre por el PR-CC184, 16,58 kms, recorre Os tres lugaris: Valverde del Fresno, Eljas y San Martín de Trevejo

El track para GPS de la que nosotros hicimos, 16, 7kms, comienza en Valverde del Fresno, Eljas, San Martín de Trevejo, Villamiel y Trevejo

P2140165

 

 Arrancamos en Valverde del Fresno el pueblo más grande de la comarca, el más comercial de todos por su cercanía con Portugal, junto a la ribera del Sabugal.

P2140088

 

 Enseguida dejamos Valverde buscando el camino de Eljas que atraviesa el arroyo de Malnombre.

P2140096

 

 Hasta el siguiente de los pueblos del valle seguiremos este pequeño sendero local que está bien señalizado y es bastante cómodo.

P2140098

 

 Un paisaje de pequeñas parcelas guardadas por muros de piedra en un invierno que mantiene aletargada la comarca.

P2140100

 

 Mirando los mapas es curioso comprobar la cantidad de caminos que tiene la zona, muchos en uso: el camino real de San Martín de Trevejo, el de San Miguel, o es de Eljas.

P2140101

 

 En algunos tramos conservan el firme original de piedra, habitual de antiguas calzadas, como parte de la calzada romana que se conserva en San Martín de Trevejo y por la que discurre la parte final de la ruta oficial.

P2140104

 

 No hay mucha distancia entre ambos pueblos y Eljas se deja ver enseguida, por su situación estratégica en la loma de la sierra que le da nombre.

P2140107

 

 Caminos que comunicaban aldeas, callejuelas que daban paso a las fincas hoy prácticamente abandonadas y sin uso.

P2140110

 

 Pasamos cerca del Canchal de la Muela bajo la Sierra del Espinazo, frontera entre Extremadura y Castilla León; el Valle de Jálama linda con el Espacio natural El Rebollar en tierras castellanas.

P2140117

 

 Es la zona más llana, la del Valle, arriba las sierras que hacen que este paisaje sea tan singular.

P2140119

 

Nos acercamos a Eljas por un paraje que llaman Pelumes.

P2140123

 

 La Sierra de Gata, como otras comarcas cacereñas, fue repoblada de pinos de manera generalizada, pocos quedan ya, excepto zonas muy localizadas; el fuego y la presión humana han acabado con ellos, quedan restos esparcidos, eso sí, por todos lados.

P2140129

 

Por aquí todo es Eljas, río Eljas, Sierra de Eljas, el pueblo…

P2140136

 

Si buscáis referencias en la zona, en A Fala, es río Erjas. Es un cauce fronterizo, de hecho hasta cerca de la localidad de Alcántara, donde desemboca en el Tajo, y durante unos 50 kilómetros sirve de frontera entre España y Portugal. Su punto más conocido es el puente romano de Segura en Piedras Albas que separa ambos países

P2140140

 

En algunos momentos se recupera el trazado original, hoy abandonado por tramos de tierra más cómodos, comenzamos la subida a Eljas. ( Sí, es cierto, nos acompaña Indiana Jones)

P2140151

Junto al pueblo pequeños rincones para el descanso, fuentes, merenderos, nos saludan.

P2140152

 

 Eljas, y el resto de pueblos, conserva ese encanto de lugares fronterizos, cultura arraigada, costumbres mantenidas porque nadie vino a romperlas. Tienen aire de supervivencia, de lugares olvidados, de huida y de refugio; hoy en esta vorágine que ensalza lo rural, lo auténtico, se han reivindicado como lugar de culto y presumen de su doble condición ibérica, de su habla característica, de su vino, de su aceite y de su paz.

P2140160fb

 

 Sus carteles, sus calles, su leite caenti, serragatinos que muestran las diferencias y las han puesto en valor.

P2140163fb

 

 Con algo menos de mil habitantes, Eljas, o As Ellas, como se dice en lagarteiru, es uno de los tres pueblos del valle de Jálama con un habla propia conocida como “A Fala”, que significa “El habla o la forma de hablar”. La variedad de Eljas, más cantarina que la de Valverde del Fresno o San Martín de Trevejo, se denomina de ese curioso modo, lagarteiru, por la afición de sus habitantes a la ingesta del reptil en cuestión y es el dialecto mas antiguo de la fala y con mejos injertos castellanos. Aunque ahora no es lícita la captura del lagarto, la tradición es la tradición y en Eljas se cocinaban los lagartos como en ningún otro sitio de la Península. Es por ello que el animal figura en el escudo. Al igual que Valverde del Fresno, en Eljas hubo una importante industria del contrabando entre los años 1940 y 1970. Hacemos parada para reagrupar y seguimos.

P2140166

 

No me digáis que no, ¿por qué vas a cortar el árbol? Y además queda bonito y en verano da sombra.

P2140170fb

 

 Eljas es un pueblo situado en la loma de la Sierra de su nombre y ofrece unas magníficas del valle y de tierras portuguesas, y aprovecha esta ubicación con excelente balcones para disfrutar del paisaje.

P2140172

 

 Y se disfruta, claro que sí, la vega fronteriza ofrece este aspecto en invierno, despoblado ya de los ocres y rojos de otoño.

P2140174

 

 Aquí en Eljas es donde la ruta se desdobla, podéis optar por la original que asciende hasta la sierra de Eljas y baja por el castañar de San Martín de Trevejo y la calzada romana, excelente también o por esta otra que realizamos nosotros, que baja hacia el valle y llegará hasta Trevejo. Buscamos el camino de San Martín.

P2140183

 

A este paraje le llaman Peñas de Enmedio ¿os digo por qué?

P3140002fb

 

Volvemos al camino por el Huerto Campo entre paredes de piedra.

P2140189

 

 En el track que seguimos hacemos un par de kilómetros por una peuqueña carretera, se puede evitar porque a la izquierda hay un camino paralelo que lleva al mismo sitio.

P2140191

 

 El invierno ha vaciado los árboles pero el otoño y la primavera son dignos de ver en este valle húmedo, los castaños y robles de las sierras que parecen escondidos se destacan en el paisaje en un verdadero festival de colores.

P2140192

 

Cruzamos el río de la Vega por el Puente del Molino Grande, cerquita de San Martín.

P2140201

 

 Nos saluda una mimosa florecida en un invierno extraño, falto de agua, aunque aquí en la comarca no se note en exceso.

P2140207fb

 

 

Desde hace unos años este convento franciscano del s XV, el Convento de San Miguel, se ha convertido en hotel dentro de la Red de Hospederías de Extremadura, Hospedería Conventual Sierra de Gata y nos recibe ahora.

P2140209

 

 

San Martín de Trevejo, una delicia, calles sinuosas por donde juega el agua. Sus casas construidas en el arranque con muros de piedra, sus escalinatas de peldaños de granitos llamados popularmente (Poyos) para acceder a la vivienda, y las vigas de maderas o vuelos de la vivienda que sobresalen a la altura del primer piso en cuyos bordes se decoran con figuras de rostros humanos son características comunes en casi todas las construcciones; constan esta viviendas en su generalidad de tres plantas, la planta baja sirve de Bodega y para el ganado, la primera planta para la vivienda y la segunda planta para desván o almacén. Idílico lugar muy visitado, de hecho, con algo menos de 900 habitantes tiene siete casas rurales y una hospedería -un hotel de cuatro estrellas-

P2140215

 

 

Parada obligada en su plaza para degustar sus vinos de pitarra, coger fuerzas y seguir el camino.

P2140218

 

 

Seguimos camino de Villamiel por antiguas veredas, única conexión con el resto de la provincia, vías de carros y mulas que hoy son testimonio de un entorno rural menos hostil y que disfrutamos ahora los caminantes.

P2140230

 

 

En este punto y hasta llegar a Trevejo caminamos por el GR 10, uno de los grandes senderos españoles que empieza en el mediterráneo, en tierras valencianas, y termina en el atlántico, en la costa portuguesa.

P2140232

 

 

En el campo siempre se ha usado lo que había.

P2140234fb

 

 

Para pasar a Viilamiel tenemos que ascender a la que llaman La Cumbre, una sierra de 867 metros de altitud con el pico Barrito Blanco a 1.127 metros.

P2140235

 

 

Aquí la venden como ruta turística, la verdad es que el paraje merece la pena, aunque la subida suponga un esfuerzo.

P2140237

 

 

Pero no hay esfuerzo sin sorpresa, castaños centenarios que dejan ver los años a través de sus oquedades.

P2140243

 

 

Un enorme robledal ahora con piel de invierno soporta el camino que en muchos de sus tramos conserva el firme original de piedra, no en todos desafortunadamente.

P2140250

 

 

Arriba en la cumbre oteamos el valle y divisamos, Eljas en su promontorio y al fondo, Valverde del Fresno.

P2140252

 

 

Descendemos entre castaños por un paraje que estalla en primavera y se vuelve mágico en otoño, en un entorno que llaman de Doña Elvira.

P2140257

 

 

Llegando a Villamiel, Trevejo y su castillo, ya nos vigilan, estamos en tierra de fronteras y eso se nota.

P2140260

 

 

Villamiel, su interior esconde una localidad atractiva, tranquila y con algún buen secreto gastronómico. Un paseo por el casco de Villamiel siempre es agradable. Está repleto de callejuelas bonitas, limpias y tranquilas. Un consejo, en los muros de la iglesia del pueblo que no es otra que la de Santa María Magdalena (S.XVI) podemos ver curiosas inscripciones de los canteros que no harán reflexionar a algunos sobre el sentido de la vida y, a otros, sobre el sentido del humor que tenían. No dejéis de buscarlas.

P2140267fb

 

 

Atravesamos Villamiel y seguimos por el camino que conduce a unos de los lugares más atractivos de la Sierra de Gata: la aldea de Trevejo.

P2140271

 

 

Este tramo de la ruta es una delicia porque tienes la sensación de que el tiempo se ha parado en años de caballeros y cabreros.

P2140273

 

 

Atravesamos dos arroyos, el de la Viuda y el de los Lagares, con la sierra de El Ahigal al fondo.

P2140278

 

 

Disfrutando de la Sierra de Gata en su rincón más visitado. Trevejo es un imán para el turismo. Pero aquí la vida es otra, el campo sigue siendo el sustento de casi todos.

P2140289fb

 

 

Alcanzamos el Puerto de Trevejo, 725 metros de altitud, a punto de terminar la ruta. Como antigua comitiva que busca posada y descanso.

P2140292

 

 

A esta altura los piornos cubren la sierra y nos dejan dsifrutar de un paisaje de invierno. Es el tercer ascenso del día, tres sierras, tres.

P2140295

 

 

La sierra de Las Tres Rayas y esta vaguada que llaman Canto del Escaño, abajo el arroyo de Moncalvo.

P2140296

 

 

Llegamos al destino: Trevejo. Historia y esencia de la Sierra de Gata. Con unas decenas de habitantes tiene varias casas rurales, que dan vida a este pequeño enclave medieval. Dicen por aquí que además de una pequeña pedanía arrullada por las ruinas de un castillo, Trevejo es mucho más, es la esencia de la Sierra de Gata: el paisaje, la arquitectura, los escudos, el musgo, las tumbas antropomórficas, la espadaña…Hasta la propia carretera de acceso, rodeada de castaños o el precioso camino alternativo preparan al viajero para descubrir el secreto mejor escondido de Sierra de Gata.

P2140298

 

 

Apenas unos cuantos vecinos viven en esta pequeña aldea medieval. Su forma de vida es real, sorprendentemente ajena al turismo que a pequeñas oleadas altera su paz. Aquí todos hablan de Chón, su «alcaldesa» y merecedora de un busto de granito que adorna la entrada de su casa, los trevejanos miran entre asombrados y amables como su otrora humilde pedanía es hoy envidia de los pueblos más prósperos de la Sierra de Gata y admiración de los múltiples visitantes foráneos  que se acercan al lugar.

P2140302

 

 

La razón, esta fortaleza magnífica, hoy muy deteriorada, desafortunadamente. Sus orígenes son árabes, en torno al S. XII, aunque la parte hoy visible es tres o cuatro siglos posterior, de cuando las Órdenes Militares como las de Santiago y Alcántara dominaban estas tierras. Su semi-destrucción se debe a los franceses como habitual estrategia de retirada. Merece la pena subir hasta arriba del todo y contemplar las preciosas ruinas y espectacular paisaje. Las puestas de Sol desde lo alto de la atalaya son, sencillamente, espectaculares.

P2140307fb

 

Siempre he oído decir a los serragatinos que aquí la prisa no existe, ellos dicen que «el tiempo lo dan dao».  Para quienes amamos Extremadura la Sierra de Gata es un refugio, un referente, y lo es todo el año para el senderista: por sus cumbres, por el agua, por los valles, por los bosques, por la historia y porque vienes, y en cuanto entras, ya eres de aquí.

Dice Jose Miguel López, uno de esos enamorados y defensores de la comarca, propietario de una bellísima casa rural en Eljas -y conozco unos pocos empresarios de turismo en la Sierra de Gata que hablan con pasión de este entorno- dice que «la Sierra de Gata es, de verdad, uno de los últimos paraísos vírgenes que quedan en España. Un lugar que ha estado tradicionalmente aislado; la naturaleza desbordante, húmeda y variadísima, la arquitectura, la amabilidad de sus gentes y sus cauces de agua omnipresentes, la convierten en una especie de reserva natural al alcance de personas como tú que, de alguna manera, han llegado hasta ella» y como creo que son muy acertadas sus palabras, las hago mías. Tengo tantos amigos en la Sierra de Gata, que siempre que vengo estoy como en casa, y feliz.-

                                                                                                                                                ©vicentepozas2015

Ruta El Chorrituelo en Ovejuela. las Hurdes

P6080141fb

 

La comarca de Las Hurdes, Cáceres, se caracteriza por muchas cosas, entre otras por la presencia constante del agua que, peleando con los suelos pizarrosos, crea vistosos meandros y sorprendentes saltos de agua. A casi todos hay que llegar andando, ruta señalizadas que merecen la pena por la belleza de su paisaje. La ruta de hoy nos llevará haste el salto de agua de Ovejuela: El Crorrituelo, una cascada de 70 metros de altura.

Las Hurdes es hoy un destino turístico consolidado, los hurdanos lo saben y es cada vez más fácil encontrar alojamientos, restauración, señalización… para la práctica del senderismo se han recuperado caminos, se han marcado y dotado de las infraestructuras necesarias para hacerlos transitables y son más frecuentes las guías, los enlaces y mapas que ayudan a recorrerlos.

La ruta al Chorrituelo es sencilla, 6 kms, ida y vuelta, que transcurren por parte del GR 10 a su paso por Hurdes, la única dificultad es que hay que atravesar el río de Ovejuela en un par de ocasiones y que, al final de la ruta, al acercarnos a la cascada nos obliga a caminar entre piedras pegados a la orilla, pero yendo con cuidado, no hay mucho problema. La ruta la hicimos, como muchas otras, con el Club Deportivo La Vereína.

Os dejo el track para GPS de la ruta

 La ruta parte de la alquería de Ovejuela, una de las once que tiene Pinofranqueado, con apenas un centenar de habitantes.

Es uno de los pueblos más antiguos de toda la comarca hurdana. En documentos del S. XI se cita con el nombre de «Oveiola». En sus inmediaciones, se encuentran los vestigios de un gran asentamiento prerromano, que las gentes de estos lugares llaman «Otulia» o «Vitulia». Y desde la pequeña plaza de Ovejuela, donde acaba la carretera, arranca la ruta.

PA051168

 

 

Partimos por un camino cómodo, rodeados de pequeños huertos, que nos lleva hasta la piscina natural.

P6080106

 

 

A la piscina natural de Ovejuela se llega en un momento, en invierno vacía deja correr el agua del río, pero el rinconcito invita a venir en verano. Está bien preparada

PA051171

 

 

Por encima de la piscina un pequeño puente nos cruza al otro lado, donde arranca el camino de tierra.

PA051172

 

 

En cuanto comenzamos a ascender, de manera suave, descubrimos el paisaje hurdano por el que caminamos, un regalo para la vista.

P6080107

 

 

Un pequeño sendero que sigue el curso del río, encajado entre sierras. Pizarras, pinos y olivos nos acompañan en el paseo.

P6080110

 

 

 Es el tramo que discurre por el sendero de gran recorrido GR 10 que  comunica la localidad valenciana de Puzol con Lisboa sirviendo de unión entre el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico.

P6080112

 

 

El recorrido es una delicia que deja imágenes de mucha belleza donde bancales, pinos y pizarra logran un equilibrio muy frágil.

P6080114

 

 

Hay que cruzar el río, no será la ultima vez, es la única dificultad de la ruta, que en algunas épocas de invierno pone complicado completar el recorrido.

P6080115

 

 

Venimos recorriendo este pequeño valle que marca el cauce del río Ovejeuela. Pierdes un momento en mirar hacia atrás y seguir el sendero ya andado para tomar conciencia de la delicia del entorno. Las Hurdes son un regalo.

P6080116

 

 

Una senda de piedra, señalizada, que zigzagea entre pequeños cerros donde aún permanecen los pinos que estos años se han salvado de los incendios; una herida abierta en Las Hurdes y otras comarcas del norte de Extremadura.

PA051182

 

 

Es un juego de sensaciones, donde los sentidos se disparan: olores, sonidos, colores que te aislan del mundo en este rinconcito que parece sacado de una película. Es un paisaje moldeado, hecho a conciencia; la mano del hombre ha cambiado esta comarca estigmatizada por Buñuel y, gracias a él, recuperada para hacerla habitable y deseada.

P6080117

 

 

Dejamos el sendero y bajamos hasta casi tocar el agua, en la última parte de la ruta hay que caminar sobre piedras, no siempre cómodas

P6080122

 

 

A buscar apoyos para cruzar el cauce, el río es generoso, tranquilo mientras las lluvias no aumenten el caudal y la fuerza del agua nos obligue a desistir de seguir adelante. Eligimos una época buena.

PA051188

 

 

No todos los pasos son tan sencillos, hay que sopesar cada zancada, la pizarra es traicionera y pulida por el agua mucho más.

PA051192

 

 

El Chorrituelo aparece entonces, no hace falta la ingeniería costosa de los grandes canales; el agua sabe como salvar desniveles; simplemente se deja caer para deleite de todos.

PA051202

 

 

Es una caída constante, más calmada a finales de verano como en esta imagen…

P6080136

 

 

…o más bravía después de un otoño generoso como en esta otra. De cualquier forma este rincón es magnífico. En verano invita al baño. El agua es el único murmullo, y el de la admiración de quienes llegamos hasta aquí por primera vez. En algún lugar he leído que aquí nace el río Ovejuela, no lo he podido corroborar, me parece mucho caudal para el nacimiento de un río; aunque esto no le resta belleza  ni monumentalidad. Da pereza marcharse.

PA051198

 

 

A la izquierda del cauce hay un pequeño sendero que os aconsejo tomar unos metros, apenas un kilómetro, que os llevará de nuevo al sendero del GR 10, es una subida algo más dura pero al entrar en el camino de piedra comprenderéis porqué. De repente te sientas ante esta imagen de Hurdes, sus meandros, sus pizarras, sus bancales de olivos, pequeños bosques de pinos. No me digáis que no es una delicia que se pare el tiempo en un instante como este… Y ahora camino de vuelta.

P6080142

 

Los malditos años del hambre y el abandono la convirtieron en Tierra sin pan, el tiempo y aquella vergüenza nunca asumida transformaron este manto de pizarras y meandros, situado en una esquina del tiempo parado muchos lustros, en un lugar idílico, como sacado de un cuento. Dicen los hurdanos que «Las Hurdes comienza donde finaliza la fantasía del sueño». Es una tierra con duende, un premio Nobel que Extremadura enseña poco, como si le diese vergüenza; pero si te llegas hasta aquí y te dejas guiar por el instinto, descubrirás por qué Miguel de Unamuno sentenció acertado:

«. . . Si en todas partes del mundo el hombre es hijo de la tierra, en Las Hurdes la tierra es hija de los hombres»

Si cuando vengas por aquí se te eriza la piel un poquito, ya eres hijo de Las Hurdes, y volverás seguro. Nosotros lo hacemos muchas veces… Andando Extremadura.-

                                                                                                                                            ©vicentepozas2013

Ruta por la Sierra de Gata. De Ovejuela a Perales del Puerto.

PA051256

Vamos a recorrer la comarca cacereña de la Sierra de Gata, desde el límite de Hurdes hasta la zona más cercana al Valle del Alagón, una  distancia total de 45 kilómetros que nos llevará desde Ovejuela hasta Perales del Puerto, que discurre por el GR 10, y que haremos en dos jornadas, dentro de una actividad solidaria: La II Ruta Solidaria contra el Cáncer que organiza el club deportivo La Vereína. El primer día cubriremos la distancia entre Ovejuela, en las Hurdes, y Torre de Don Miguel; la segunda jornada irá desde Torre hasta Perales del Puerto, un día especial, el segundo, porque nos acompañarán más de 500 personas. Fue un llamamiento solidario con mucho éxito.

Os dejo el track para GPS de La Vereína

La Sierra de Gata ocupa el rincón más noroccidental de Extremadura con paisajes de belleza sobrecogedora del olivar que produce un extraordinario aceite, al viñedo con su excelente vino, a los bosques autóctonos en las cabeceras de los valles (abedul ibérico, acebo, enebro, encina rupícola y roble melojo), contrastan con laderas de pinares y con las encinas y alcornoques de tierras bajas.

 La Sierra de Gata, haconsolidado su infraestructura turística, sobre todo los hoteles, y hoy nos invita a conocerla a través de la huella de los antiguos caminos empedrados, cañadas y cordeles que recorren valles o laderas, ascendiendo a lo alto de los puertos permitiendo conocer su paisaje y emblemáticos parajes, observar especies animales y vegetales.

 PRIMERA JORNADA

 Aunque la ruta transcurre por la Sierra de Gata comenzamos en Las Hurdes, en Ovejuela, una pequeña alquería dependiente de Pinofranqueado situada al borde de la sierra que delimita ambas comarcas. Ovejuela es un pequeño rincón idílico que traviesa el río que le da nombre, uno de esos paraísos de los que está salpicada la comarca hurdana. Y arrancamos, quedan 26 kilómetros por delante.

 

PA051168

 

 

El río Ovejuela nos deparará la primera de las delicias de la ruta: El Chorrituelo, un salto de agua espectacular. El pueblo, a pesar de ser pequeño cuenta con un pisicina natural fantástica.

PA051172

 

 

Las sierras donde se encaja el río crean un pequeño valle de jaras, brezos y pinos, los que aún no se han quemado en estos años. El sendero es amplio y cómodo, por ahora.

PA051182

 

 

Porque para llegar a la caída de agua hay que atravesar el río varias veces – menos mal que en el club La Vereína funciona la sección Pontoneros-

PA051188

 

 

Y otra vez haciendo el cabra… y todos los que tenemos cámara al quite por si captamos algún baño no previsto. Y no será la última.

PA051192

 

 

El Chorrituelo. Es octubre y, a pesar de haber pasado un verano seco, el río sigue llevando agua y el chorro ofrece esta imagen. El Chorrituelo es visitado por mucha gente, no es difícil llegar, está bien señalizado. En esta tierra pizarrosa el río Ovejuela supera el desnivel con esta vistosa casacada en el regato de la Zarruela que vierte sus aguas al río Ovejuela que acabará su recorrido en el río de los Ángeles.

PA051198

 

 

Comenzamos la ascensión por la falda de la Sierra, camino del pico de la Hiedra Mayor, 1.096 m, para cruzar a la Sierra de Gata

PA051216

 

 

A medida que asciendes descubres el paisaje, La Hurdes es un rincón que nadie debería perderse si quiere, de verdad, hablar sobre ellas.

PA051218

 

 

Subiendo entre helechos, castaños y robles. Delicioso.

PA051231

 

 

Y llegamos arriba. ahora tomamos durante un rato el cortafuego entre Hurdes y Gata en la Sierra de la Bolla, desde aquí nos quedan a la vista ambas comarcas.

PA051243

 

 

 

A nuestra derecha la comarca de Hurdes que despedimos aquí.

PA051247

 

 

 

A la izquierda la comarca de Sierra de Gata. Hacía ella nos dirijimos.

PA051256

 

 

 

Y ahora a bajar. Primer destino Robledillo de Gata. Es como un decorado de cine. 116 habitantes y siete casas rurales, piscina natural y el entorno que veis. En toda la coamrca de Gata se ha señalizado perfectamente el GR 10 señalando origen y destino del tramo, nos iremos encontrando estas señales.

PA051254

 

 

Tras los primeros metros, el camino discurre por un bosque de pinos y helechos. Es  un paraje conocido como Los Montes.

PA051270

 

 

Y en un claro descubres que Robledillo de Gata se encuentra a tiro de piedra. Estamos en el paraje de El Concejo.

PA051275

 

 

Es octubre y hace calor. Buscamos donde refrescarnos mientras reagrupamos. Y a seguir…

PA051281

 

 

Robledillo de Gata, un ejemplo fantástico del milagro del turismo rural. Este pueblo estaba condenado a desaparecer debido al envejecimiento, hoy es un destino turístico de primer orden en la Sierra de Gata

PA051284

 

 

Y se han cuidado todos los detalles.

PA051285

 

 

Salimos de Robledillo por el camino de la ermita del Humilladero buscando nuestro destino: Descargamaría

PA051295

 

 

Llegamos a Descargamaría por el Berrocal y cruzamos el río Árrago

PA051297

 

 

Es hora de hacer una pequeña parada para reponer fuerzas en un pequeño rincón junto al río.

PA051299fb

 

 

El camino continúa por el pequeño valle que crea el río rodea de pequeñas sierras que aún conservan sus pinares intactos.

PA051306

 

 

En el paraje de Vegas Pedrosas, junto al arroyo Noblea se encuentra uno de los campamentos de verano más conocidos de Cáceres. El del Padre Pacífico.

PA051310

 

 

Este es el paraje de La Mancha, pinos y robles a los bordes de un camino muy cómodo.

PA051311FB

 

 

Rodeados de una vegetación densa que se mezcla con huertos de olivos nos vamos acercando al siguiente pueblo gateño.

PA051312

 

 

La sorpresa viene cuando nos vemos obligados a cruzar el GR-10 sobre el río Árrago. Hay que descalzarse y cruzar el cauce si queremos continuar.

PA051315

 

 

La rivera del Árrago deja postales fantásticas mientras continúa su camino hacia el embalse del Borbollón en busca del río Alagón

PA051320

 

 

Alrededor de nosotros el paisaje de la Sierra de Gata se descubre, la sierra de las Jañonas y las ruinas del Castillo de Almenara nos anuncian que nuestro destino está más cerca.

PA051321

 

 

Un tramo del camino discurre por la carretera local que une los pueblos de la comarca por los que venimos andando. Estamos llegando a Cadalso de Gata

PA051322

 

 

Cadalso, medio millar de habitantes en una pequeña localidad que vive rodeada de olivos. De hecho la sierra de Gata, junto con Las Hurdes, sustentan la Denominación de Origen Protegida de aceite Gata-Hurdes, conocida como ‘manzanilla cacereña’, una zona de olivos plantados en bancales que hay que recoger de forma manual. Nosotros salimos por el camino de la ermita de Bienvenida

PA051324

 

 

Y llegamos a Torre de don Miguel, otra localidad gateña que sobrevive con medio millar de habitantes,donde haremos noche. Esta hermosa localidad se encuentra anclada en un maravilloso valle cerrado por las sierras de la Almenara y del Salio.

P8110299fb

 

 

Un laberinto de callejuelas, subidas, bajadas, escalones, habitaciones sobre las calles formando túneles y pasadizos…Torre de D. Miguel es un retroceso en el tiempo, un lugar donde se mezclan culturas árabes, cristianas, judías…Un lugar mágico indignamente desconocido. Una de las joyas de Sierra de Gata.

P8110338

 

 

Hora de intercambio de pareceres. Hay que preparar la jornada de mañana. A la segunda edición de la Ruta Solidaria contra el cáncer han respondido medio millar de personas y no se puede escapar ningún detalle.

PA051334

 

Mañana será una jornada complicada con 19 kilómetros de camino, desde Cáceres llegarán ocho autobuses y se tienen que ir con un grato recuerdo.

A descansar.

PA051342

 

 

SEGUNDA JORNADA

Amanece en la Sierra de Gata, hoy se celebra la II Ruta Solidaria contra el Cáncer, un día memorable que empieza en Torre de Don Miguel y terminará, 19 kilómetros después, en Perales del Puerto.

PA061347

 

 

Hoy el grupo de senderismo La Vereína tendrá que ocuparse de la intendencia, reparto de material, cruces, apoyo a los senderistas. Salimos del albergue de Torre de Don Miguel

PA061356

 

 

Hay que preparar el desayuno para quinientas personas.

PA061362

 

 

El Hogar de Mayores de la localidad nos presta la logística para atender a todos los participantes.

PA061364

 

 

Hay que recibir a los participantes y llevarlos hasta la plaza.

PA061379

 

 

Aquí comienza la ruta. Tras un desayuno suave arrancaremos camino de Gata, por el sendero del GR 10

PA061390FB

 

 

Salimos de Torre de Don Miguel buscando el sendero que discurre por la falda de la Sierra del Salido

PA061402

 

 

Por el paraje de la Raya vamos descubiendo el paisaje gateño, al fondo la pequeña sierra de El Rollo.

PA061411

 

 

Cruzamos el Puerto de la Cruz de Piedra antes de iniciar el descenso hacia la localidad de Gata.

PA061419

 

 

Bajamos por el paraje del Castaño buscando el valle del arroyo de Gata, frente a nosotros la Sierra del Fortín

PA061425

 

 

Andando por este tramo de calzada romana, conocida como Vía Dalmacia, la vida en la sierra sigue, su actividad agrícola hace las delicias de todos los caminantes.

PA061431

 

 

LLegamos a Gata, durante la ocupación de Lusitania por los romanos,  fue denominada Catóbriga y por ella pasaba parte de la Vía Dalmacia, existente aún en un tramo de varios kilómetros en lo que se conoce por el puerto de Castilla. Esta calzada comunicaba Caurium, (Coria), con Miróbriga, (Ciudad Rodrigo).

PA061436

 

 

Recibimos a los participantes obsequiándoles con una pequeña bolsa con avituallamiento y algunos regalos.

PA061446

 

 

El conjunto urbano de Gata es, sencillamente delicioso, auténtico, de hecho está declarado Conjunto Histórico de Interés Cultural, su patrimonio es muy variado, es una de las joyas de la Sierra de Gata sin ninguna duda.

PA061453

 

 

Salimos por la zona de El Prado para afrontar la subida a la Sierra del Salido.

PA061466

 

 

Cruzamos la rivera de Gata entre bancales de olivos, constantes en toda la comarca.

PA061474

 

 

Por la zona de las Gomanas el bosque de pinos se mezcla con las tierras de labor, en esta parte de la sierra los incendios han hecho estragos como iremos viendo en los próximos kilómetros.

PA061480

 

 

Este tramo del GR 10 está magníficamente señalizado en toda la comarca, y es bastante cómodo, estos kilómetros transcurrían hace unos años por un enorme pinar en un entorno magnífico…

PA061490FB

 

 

…hoy la herida es visible, da mucha pena caminar por aquí. Pero está bien que seamos conscientes del daño que hace el fuego y de los intereses que esconde.

PA061494

 

 

Cada verano esta comarca sufre los devastadores efectos del fuego, siempre provocado, siempre intencionado. Intereses económicos, locuras, envidia, es difícil, de saber y de entender, pero el resultado es desolador.

PA061495

 

 

Seguimos por la zona de La Cumbre buscando el alto de la Sierra

PA061501

 

 

La tierra agradecida se abre paso tras el fuego y se torna otra vez verde

PA061504

 

 

Atrás hemos dejado Gata, la ruta se estira, cada uno viene a su paso, no hay prisa.

PA061508

 

 

Alcanzamos el puerto de la Cumbre de Arriba, en la Sierra del Salido, 669 metros y cruzamos a otro de las valles de la Sierra de Gata este es conocido como La Vega

PA061514

 

 

Descenso ahora por la zona de Las Vueltas buscando la zona más baja antes dar con los pies en Villasbuenas de Gata.

PA061516

 

 

Debíamos estar caminado por un bosque, pero la sierra vacía es una herida abierta que puede acabar con esta tierra rica en nutrientes.

PA061525FB

 

 

A esta imagen ponedle pinos por todas partes… es la diferencia

PA061531

 

 

La zona más baja se ha librado del fuego, este rincón que llaman La Hormigosa.

PA061549FB

 

 

Prueba de que después del fuego hay que trabajar rápido es la huella que dejan las máquinas en el camino.

PA060010

 

 

Donde no llegó el fuego el paisaje es otro. En La Sierra de Gata la señalización es constante, se agradece.

PA060015

 

 

Llegamos a Villasbuenas de Gata, el ayuntamiento nos recibe con una degustación de productos de la zona; aceite de oliva virgen extra, vino blanco, muy apreciado y conocido, aceitunas, la verde cacereña y la negra. Un refigrerio antes de afrontar los seis últimos kilómetros de la ruta

PA060022

 

 

Salimos de Villasbuenas por el camino de Perales del Puerto. Queda menos, el calor aprieta.

PA060031

 

 

Un tramo del trazado discurre ahora por una pequeña carretera local

PA060051

 

 

Hasta que nos desviamos por un pequeño robledal en el paraje de Las Lavillas

PA060151

 

 

Cobijados por este pequeño bosque antes de atravesar la rivera de Gata

1385201_603457596359061_32231263_n

 

 

Último esfuerzo y en Perales del Puerto a la espera del recibimiento, la marcha se estira.

1382838_603457193025768_1215384319_n

 

 

Perales del Puerto espera a los caminantes en el salón social donde el ayuntamiento nos obsequia con una merienda. 19 kilómetros después hemos llegado, satisfechos y agradecidos por los detalles de toda la gente de la comarca. Fin de la ruta, ya somos un poco más de la Sierra de Gata.

PA060161

Ha sido un placer, los que trabajamos para hacer posible la ruta, descansamos tras el esfuerzo por muchas razones: la respuesta de la gente, el compromiso y la disposición de la Mancomunidad  Municipios de la Sierra de Gata, sobre todo el equipo de Dinamización Deportiva, y el agradecimiento sincero de la Asociación Española Contra el Cáncer -AECC- y la entrega de los miembros del Club La Vereína que se desvivieron porque todo saliese a la perfección. Los comentarios de quienes participaron en la ruta son el mejor testimonio de que mereció la pena el esfuerzo.

                                                                                                                                            @vicentepozas2013

Ruta por el parque natural de Las Batuecas GR 10

 

PB241904fb

 El parque natural de Las Batuecas y la Sierra de Francia, Salamanca, ofrece un sinfín de posibilidades para el senderismo, son muchas las rutas que recorren esta fantástica comarca que, por otra parte, es un referente turístico por la variedad de lugares que visitar y por su extensa red de alojamientos. Nosotros hemos recorrido parte del GR 10 (gran recorrido, una de las grandes rutas que atraviesan la península incluido en la Red de Senderos Europeos de Gran Recorrido, el GR 10 comienza en la localidad valenciana de Puzol y termina en Lisboa) en este caso cubrimos la distancia entre Miranda de Castañar y La Alberca. 18 kms de dificultad media que hicimos con el club de senderismo La Vereína. Fue en otoño y el paisaje era toda una paleta de colores.

El track de la ruta es de Juan Antonio Mostazo, en dos partes: track 1 y track 2

Y aquí comenzamos la caminata, en Miranda del Castañar, un pequeño pueblo salmantino apoyado sobre una  loma que lo eleva por encima de valles y sierras del parque natural de Las Batuecas

PB241793

El Parque Natural de Las Batuecas forma parte de las estribaciones occidentales de la Cordillera Central. El Parque se establece en la divisoria de dos cuencas hidrográficas: los ríos Alagón, Francia y Batuecas vierten al Tajo, mientras que el Agadón pertenece al Duero. Es un lugar mágico, lo vais a comprobar.
PB241794fb

 

El pueblo conserva su belleza medieval. Las calles de Miranda del Castañar son de arquitectura tradicional de sierra y encontramos mas de 90 escudos nobiliarios en sus paredes, lo que nos da una idea de la importancia de este pueblo en los siglos XVI – XVIII.
PB241796

 

 

Salimos del pueblo por el camino de la ermita de la Virgen de la Cuesta, patrona local, por una calzada empedrada, antigua senda para subir a la villa.
PB241809

 

 

Descendemos por un pequeño bosque de robles y castaños, buscando el curso del río Francia y del arroyo de San Benito
PB241815

 

 

Algunos metros por una pequeña carretera local, nos indica la distancia y desvela nuestro destino intermedio, Mogarraz y nuestra meta, La Alberca. Frente a nosotros la sierra de Los Callejones
PB241823

 

 

La vegetación serrana de la zona nos acompaña durante todo el camino, mientras pasamos junto al arroyo de Nuñoperro. El otoño es visible.
PB241825

 

 

Dejamos la carretera y enfilamos por el Teso del Lego, una pista amplia y cómoda por la que transcurre esta primera parte del camino.
PB241832

 

 

El colorido que deja el otoño en el camino convierte el paseo en una sorpresa constante. Comenzamos a subir poco a poco.
PB241834

 

 

Ascendemos hacia el Juanillo, una pequeña sierra que se junta con el paraje de El Varino, un cruce  de caminos muy transitado
PB241841

 

 

Luego bajamos rápidamente hasta el arroyo Milanos de las Pisneras que cruza un pequeño puente medieval cubierto por las hojas, el Puente del Pontón, aquí el sendero coincide con el denominado Camino del Agua que terminaremos en Monforte de la Sierra
PB241852FB

 

 

El arroyo corre generoso y protege una vegetación frondosa que disfrutamos encantados. Justo antes de acometer un ascenso pronunciado y duro por la zona de Los Pontones
PB241855

 

 

Una subida que nos lleva hasta Mogarraz, justo cuando el bosque se abre, comido ya por pequeños huertos y algún mirador que nos permite coger aire.
PB241869

La villa de Mogarraz está declarada bien de interés cultural con categoría de conjunto histórico en 1998, presentando una estructura urbanística de trama típicamente medieval, con calles estrechas y trazado regular.

Aquí nos encontramos con una sorpresa añadida: la exposición Retrata2-388 Una singular muestra del artista Florencio Maíllo, son 388 retratos realizados en base a las fotografías que en los años 40 mando hacer el alcalde mogarreño a todos los habitantes mayores de edad para el carnet de identidad. Más de medio siglo después esos retratos, hoy cuadros, cuelgan de las fachadas donde viven, o vivieron cada uno de sus protagonistas. Preciosa idea que supone un valor añadido a la visita a la localidad.
PB241870fb

Dejamos Mogarraz, su fachadas y las miradas de sus habitantes inmortalizadas en las paredes del pueblo.

PB241878

 

 

Salimos de Mogarraz para retomar el Camino del Agua hacia las denominadas Pasaeras del Bocino, un lugar que se hunde, de nuevo, en la sombra de sus bosques.

PB241889

 

 

Una de las singularidades del Camino del Agua es que está salpicado de obras de arte de jóvenes artistas, esta que veis es de Virginia Calvo y recibe el nombre de Serena, está situada justo al lado del río Bocino

PB241893

 

 

Esta parte del camino es de las más bonitas de la ruta, transitamos por la zona de la Heredad, imersos en un paraje bellísimo que nos va a llevar hasta el pequeño pueblo de Monforte de la Sierra, al salir comenzará uno de los ascensos más duros de la ruta, son apenas 500 m pero de una pendiente muy elevada que nos conducirá hasta el alto de Los Caños

PB241899

 

 

Enfilamos por la zona de Las Suertes junto a una pequeña acequia que nos acompañará a lo largo de un par de kilómetros

PB241910

 

 

Enpequeñecidos por la magia de sus bosques caminamos con destino La Alberca, esperando que la lluvia, que ya amenaza, no haga acto de presencia mientras recorremos Matacabezas y Vaquero, dos parajes bien distintos, sierra y llano

PB241911fb

 

 

 

En la ermita de Majadas Viejas decidimos hacer una pequeña parada para reponer fuerzas, protegidos por su porche que la lluvia nos acompaña desde hace rato

PB241916

 

 

Por el robledal que aquí conocen como las dos carreteras, la que conduce a Mogarraz y la de Sotoserrano, nos acercamos a La Alberca

PB241917

 

 

Pasamos cerca del área recreativa de Fuente Castaño, la ruta termina.

PB241919

 

 

La Alberca nos recibió con una lluvia fuerte que nos obligaba a refugiarnos, esta imagen es de una ruta anterior, era imposible hacer fotos bajo la tromba de agua que se unió al grupo. La Alberca destaca por su arquitectura popular, la historia no aclara si fue una judería o el arrabal de Damasco, hoy es una feria  al servicio de los miles de visitantes que recorren sus calles.

P3241159

El parque natural de La Batuecas que comparte algunas esquinas con las Hurdes cacereñas, es un lugar ideal para el senderismo, hay infinidad de caminos muy cuidados. Si venid hasta aquí no dejéis de subir a la Peña de Francia, unos de los rincones más bonitos de la comarca y una de las sierras más altas en muchos kilómetros a la redonda. La ruta termina aquí, algunos, o muchos, seguirán por el GR 10 hasta la Sierra de Gata y Portugal para hacer un camino que acaba en la mágica Lisboa.

                                                                                                                                       ©vicentepozas2013

 

Ruta de las Juderías. Del Jerte al Ambroz

             (SI QUERÉIS VER BIEN LAS FOTOS, PINCHAD SOBRE ELLAS)

Descárgate el Track para GPS realizado por Jose Luis Cabrera

Hoy nuestros pies nos llevan a hacer la Ruta de las Juderías con el grupo de senderismo Catelsa Cáceres.
El Puerto de Honduras siempre ha sido eso, un lugar de tránsito, un punto intermedio que unía los pueblos, que facilitaba el movimiento de mercancías, en tiempos, no tan lejanos no crean, en los que la palabra carretera no figuraba en el diccionario. Bestias y caminos eran moneda de cambio, y las cosas había que llevarlas; las distancias, esto es un axioma en la montaña, no se medían en kilómetros sino en tiempo. Hoy estos caminos se han recuperado para un uso deportivo, de ocio y se han integrado a las redes de Senderos Locales, o Grandes Rutas y quienes los recorren son, simplemente, caminantes, senderistas o montañeros. Y este camino, denominado Ruta de las Juderías o de los Carboneros es un recorrido con historia, un trayecto de media montaña que hoy se patea por placer, pero que hace no tantos años era una cuestión de supervivencia.

La Ruta de las Juderías es un sendero que une la localidad jerteña de Cabezuela del Valle con la de Gargantilla en el Ambroz atravesando la sierra de Gredos por el Puerto de Honduras. Un cordel que aúna tres culturas: la judía, visible en Cabezuela y en Hervás, en sus recuperados barrios judíos, y puesto que los judíos fueron un pueblo dedicado al comercio, potenciaron esta ruta arriera; la cultura árabe, patente en la agricultura de bancales, terrazas visibles en las laderas del Jerte y la cristiana, que hizo suyo lo mejor de cada una de ellas.

La Ruta de las Juderías coincide al comienzo con el sendero local llamado CC 22 y en su totalidad con parte del GR 10, uno de los grandes recorridos nacionales y europeos que conectan el Mediterráneo con el Atlántico, la localidad valenciana de Puzol con Lisboa y que atraviesa dos países.

Nuestro tramo comienza en Cabezuela del Valle, en el camino de los Callejones, por una zona de huertas en bancales plagadas de cerezos.

Un camino que nos irá enseñando el Valle del Jerte a medida que vayamos ascendiendo.

Un valle del Jerte que cuida sus bancales de cerezos que serán una fiesta en primavera

El desnivel es de algo más de 900 metros, pues comenzaremos a unos 550 m de altitud a los pies del Jerte, para ascender a los 1.430 en lo alto de los Montes de Traslasierra.

Así nos adentramos por parajes como el de Las Tejás

O Las Majadillas

Quenos llevan hasta una pista forestal que recorreremos unos metros

La abandonamos para empezar a subir junto a la garganta de Honduras, por un camino con fuerte pendiente.

Un sendero que nos adentra en el bosque

Y que nos muestra arriba la cascada de Honduras, el Chorro

Un sendero que se hace duro por momentos y que de repente da un respiro para que podamos coger fuerzas, estamos en el alto de San Salvador

Se suaviza la pendiente bajando hacia otra garganta…

…el agua nos avisa

Mientras vamos encaminando nuestros pasos entre robles

Hasta que llegamos hasta el puente de Gargantahonda en la Garganta de Tejada

Comenzamos a ganar altura a la sombra de grandes robles y alisos.

Y nos acercamos de nuevo a las aguas de la garganta en una zona rica y húmeda

Descubres su riqueza, cuando casi la pisas, como este ejemplar de amanita muscaria

Buscamos el lugar más idóneo para atravesar las aguas de Gargantahonda

Ascendemos antes de alcanzar lo que llaman el Chorro

El Jerte ahora desde Gargantahonda

El Chorro cayendo al vació nos sirve para coger fuerzas de nuevo, aún quedan kilómetros de ascenso

Un pequeño descanso que nos permite contemplar la belleza de las laderas jerteñas

Y encaramos el último ascenso, las fuerzas más mermadas y la parada hacen que esta última parte sea interminable

Al llegar a lo alto de la pequeña loma y después de cruzar el valle de Gargantahonda, divisaremos las ruinas de la casa de la fuente del espino. Pasaremos por delante de la casa del espino.

Así por este paisaje de montaña terminamos las ascensión

Hemos llegado al Puerto de Honduras. Hasta aquí hemos recorrido unos 9 kms, al abrigo del refugio encontramos un lugar para el descanso y para contemplar los valles del Jerte y del Ambroz

El Puerto de Honduras es uno de esos lugares al que nos acabamos familiarizando a fuerza de oírlo repetido en los informativos de la televisión, es junto, con el Puerto de Piornal, un punto cerrado al tránsito de vehículos en cuanto la nieve hace acto de presencia en las cumbres de Gredos. Y ahí está el Puerto de Honduras, nexo de unión de dos valles, el Jerte y el Ambroz, a 1.430 metros de altura, coronado por un pequeño refugio, ahora restaurado, un lugar para mirar, no para quedarse, porque en esta cresta, cuando no sopla viento del oeste, lo hace del norte.

En días despejados, mirando hacia el Ambroz, podemos divisar la sierra de las Batuecas en Salamanca, donde sobresale la peña de Francia (1.723 m), antes se dibujan las Hurdes, Gata, el embalse de Gabriel y Galán, y muchos de los pueblos del Ambroz, Gargantilla, nuestro destino, se contempla en primer plano y tras ella, Aldeanueva del Camino y Abadía.

Recuperadas las fuerzas comenzaremos la bajada en zig zag por calzadas de piedra hasta el viejo camino de los carboneros, en referencia a que fue utilizado para traer carbón vegetal a las tierras del Ambroz desde las del Jerte.

Se descubren Gargantilla y Aldanueva del Camino y el inmenso Ambroz

Seguimos bajando por la garganta de Honduras o de la Buitrera, por un camino muy cortado, el de los carboneros

Atravesamos la Garganta, no muy brava, casi no ha llovido

Pero no por eso menos bella, embaucadora

Guillermo, alegría del grupo, demuestra sus dotes, salió seco.

Vamos bajando por un camino difícil que se va poblando de árboles

Llegamos al paraje de Las Quebradas, la tierra ya se llena de cerezos, muy comunes en esta zona
Entramos a Gargantilla por fincas de cerezos muy habituales en este lado de Gredos, aunque la Denominación de Origen y por tanto la fama, la tenga el Valle del Jerte; accedemos por una magnífica piscina natural que recoge el agua de las tres gargantas que irán a parar al río Ambroz, después de atravesar la localidad. Gargantilla tiene rincones de preciosa arquitectura popular, como el barrio Perché con sus balcones salientes de madera y paredes recubiertas de tejas para protegerlas de las abundantes lluvias de un pueblo pegado a la montaña.

Sorprenden muchas cosas en este corto viaje, ante todo la dureza de un trayecto que debió utilizarse con mucha frecuencia para evitar el aislamiento de pueblos y comarcas; la osadía de quienes debían recorrerlo cargados de carbón, alimentos, prendas o enseres necesarios. Recuerda que la vida rural que ahora se nos antoja tan bucólica a nosotros, urbanitas que nos regodeamos en conocer sus senderos, era supervivencia, ingenio, tesón, astucia y obligación sin remedio.

Hoy toda esta historia, esta particular forma de vida es un reclamo: lo duros otoños ya son mágicos y visitables, la recolección de los cerezos es una fiesta y los caminos, una atracción para el viajero que busca, en la rutina de la ruralidad, una vía de escape a la presión del asfalto, de la aglomeración y del ruido, a la obsesión de la ciudad. Andar, como todo, es fácil, es cuestión de ponerse. Nosotros volveremos a hacerlo, Andando Extremadura.
©vicentepozas.febrero2012