Vamos a recorrer la comarca cacereña de la Sierra de Gata, desde el límite de Hurdes hasta la zona más cercana al Valle del Alagón, una distancia total de 45 kilómetros que nos llevará desde Ovejuela hasta Perales del Puerto, que discurre por el GR 10, y que haremos en dos jornadas, dentro de una actividad solidaria: La II Ruta Solidaria contra el Cáncer que organiza el club deportivo La Vereína. El primer día cubriremos la distancia entre Ovejuela, en las Hurdes, y Torre de Don Miguel; la segunda jornada irá desde Torre hasta Perales del Puerto, un día especial, el segundo, porque nos acompañarán más de 500 personas. Fue un llamamiento solidario con mucho éxito.
Os dejo el track para GPS de La Vereína
La Sierra de Gata ocupa el rincón más noroccidental de Extremadura con paisajes de belleza sobrecogedora del olivar que produce un extraordinario aceite, al viñedo con su excelente vino, a los bosques autóctonos en las cabeceras de los valles (abedul ibérico, acebo, enebro, encina rupícola y roble melojo), contrastan con laderas de pinares y con las encinas y alcornoques de tierras bajas.
La Sierra de Gata, haconsolidado su infraestructura turística, sobre todo los hoteles, y hoy nos invita a conocerla a través de la huella de los antiguos caminos empedrados, cañadas y cordeles que recorren valles o laderas, ascendiendo a lo alto de los puertos permitiendo conocer su paisaje y emblemáticos parajes, observar especies animales y vegetales.
PRIMERA JORNADA
Aunque la ruta transcurre por la Sierra de Gata comenzamos en Las Hurdes, en Ovejuela, una pequeña alquería dependiente de Pinofranqueado situada al borde de la sierra que delimita ambas comarcas. Ovejuela es un pequeño rincón idílico que traviesa el río que le da nombre, uno de esos paraísos de los que está salpicada la comarca hurdana. Y arrancamos, quedan 26 kilómetros por delante.
El río Ovejuela nos deparará la primera de las delicias de la ruta: El Chorrituelo, un salto de agua espectacular. El pueblo, a pesar de ser pequeño cuenta con un pisicina natural fantástica.
Las sierras donde se encaja el río crean un pequeño valle de jaras, brezos y pinos, los que aún no se han quemado en estos años. El sendero es amplio y cómodo, por ahora.
Porque para llegar a la caída de agua hay que atravesar el río varias veces – menos mal que en el club La Vereína funciona la sección Pontoneros-
Y otra vez haciendo el cabra… y todos los que tenemos cámara al quite por si captamos algún baño no previsto. Y no será la última.
El Chorrituelo. Es octubre y, a pesar de haber pasado un verano seco, el río sigue llevando agua y el chorro ofrece esta imagen. El Chorrituelo es visitado por mucha gente, no es difícil llegar, está bien señalizado. En esta tierra pizarrosa el río Ovejuela supera el desnivel con esta vistosa casacada en el regato de la Zarruela que vierte sus aguas al río Ovejuela que acabará su recorrido en el río de los Ángeles.
Comenzamos la ascensión por la falda de la Sierra, camino del pico de la Hiedra Mayor, 1.096 m, para cruzar a la Sierra de Gata
A medida que asciendes descubres el paisaje, La Hurdes es un rincón que nadie debería perderse si quiere, de verdad, hablar sobre ellas.
Subiendo entre helechos, castaños y robles. Delicioso.
Y llegamos arriba. ahora tomamos durante un rato el cortafuego entre Hurdes y Gata en la Sierra de la Bolla, desde aquí nos quedan a la vista ambas comarcas.
A nuestra derecha la comarca de Hurdes que despedimos aquí.
A la izquierda la comarca de Sierra de Gata. Hacía ella nos dirijimos.
Y ahora a bajar. Primer destino Robledillo de Gata. Es como un decorado de cine. 116 habitantes y siete casas rurales, piscina natural y el entorno que veis. En toda la coamrca de Gata se ha señalizado perfectamente el GR 10 señalando origen y destino del tramo, nos iremos encontrando estas señales.
Tras los primeros metros, el camino discurre por un bosque de pinos y helechos. Es un paraje conocido como Los Montes.
Y en un claro descubres que Robledillo de Gata se encuentra a tiro de piedra. Estamos en el paraje de El Concejo.
Es octubre y hace calor. Buscamos donde refrescarnos mientras reagrupamos. Y a seguir…
Robledillo de Gata, un ejemplo fantástico del milagro del turismo rural. Este pueblo estaba condenado a desaparecer debido al envejecimiento, hoy es un destino turístico de primer orden en la Sierra de Gata
Y se han cuidado todos los detalles.
Salimos de Robledillo por el camino de la ermita del Humilladero buscando nuestro destino: Descargamaría
Llegamos a Descargamaría por el Berrocal y cruzamos el río Árrago
Es hora de hacer una pequeña parada para reponer fuerzas en un pequeño rincón junto al río.
El camino continúa por el pequeño valle que crea el río rodea de pequeñas sierras que aún conservan sus pinares intactos.
En el paraje de Vegas Pedrosas, junto al arroyo Noblea se encuentra uno de los campamentos de verano más conocidos de Cáceres. El del Padre Pacífico.
Este es el paraje de La Mancha, pinos y robles a los bordes de un camino muy cómodo.
Rodeados de una vegetación densa que se mezcla con huertos de olivos nos vamos acercando al siguiente pueblo gateño.
La sorpresa viene cuando nos vemos obligados a cruzar el GR-10 sobre el río Árrago. Hay que descalzarse y cruzar el cauce si queremos continuar.
La rivera del Árrago deja postales fantásticas mientras continúa su camino hacia el embalse del Borbollón en busca del río Alagón
Alrededor de nosotros el paisaje de la Sierra de Gata se descubre, la sierra de las Jañonas y las ruinas del Castillo de Almenara nos anuncian que nuestro destino está más cerca.
Un tramo del camino discurre por la carretera local que une los pueblos de la comarca por los que venimos andando. Estamos llegando a Cadalso de Gata
Cadalso, medio millar de habitantes en una pequeña localidad que vive rodeada de olivos. De hecho la sierra de Gata, junto con Las Hurdes, sustentan la Denominación de Origen Protegida de aceite Gata-Hurdes, conocida como ‘manzanilla cacereña’, una zona de olivos plantados en bancales que hay que recoger de forma manual. Nosotros salimos por el camino de la ermita de Bienvenida
Y llegamos a Torre de don Miguel, otra localidad gateña que sobrevive con medio millar de habitantes,donde haremos noche. Esta hermosa localidad se encuentra anclada en un maravilloso valle cerrado por las sierras de la Almenara y del Salio.
Un laberinto de callejuelas, subidas, bajadas, escalones, habitaciones sobre las calles formando túneles y pasadizos…Torre de D. Miguel es un retroceso en el tiempo, un lugar donde se mezclan culturas árabes, cristianas, judías…Un lugar mágico indignamente desconocido. Una de las joyas de Sierra de Gata.
Hora de intercambio de pareceres. Hay que preparar la jornada de mañana. A la segunda edición de la Ruta Solidaria contra el cáncer han respondido medio millar de personas y no se puede escapar ningún detalle.
Mañana será una jornada complicada con 19 kilómetros de camino, desde Cáceres llegarán ocho autobuses y se tienen que ir con un grato recuerdo.
A descansar.
SEGUNDA JORNADA
Amanece en la Sierra de Gata, hoy se celebra la II Ruta Solidaria contra el Cáncer, un día memorable que empieza en Torre de Don Miguel y terminará, 19 kilómetros después, en Perales del Puerto.
Hoy el grupo de senderismo La Vereína tendrá que ocuparse de la intendencia, reparto de material, cruces, apoyo a los senderistas. Salimos del albergue de Torre de Don Miguel
Hay que preparar el desayuno para quinientas personas.
El Hogar de Mayores de la localidad nos presta la logística para atender a todos los participantes.
Hay que recibir a los participantes y llevarlos hasta la plaza.
Aquí comienza la ruta. Tras un desayuno suave arrancaremos camino de Gata, por el sendero del GR 10
Salimos de Torre de Don Miguel buscando el sendero que discurre por la falda de la Sierra del Salido
Por el paraje de la Raya vamos descubiendo el paisaje gateño, al fondo la pequeña sierra de El Rollo.
Cruzamos el Puerto de la Cruz de Piedra antes de iniciar el descenso hacia la localidad de Gata.
Bajamos por el paraje del Castaño buscando el valle del arroyo de Gata, frente a nosotros la Sierra del Fortín
Andando por este tramo de calzada romana, conocida como Vía Dalmacia, la vida en la sierra sigue, su actividad agrícola hace las delicias de todos los caminantes.
LLegamos a Gata, durante la ocupación de Lusitania por los romanos, fue denominada Catóbriga y por ella pasaba parte de la Vía Dalmacia, existente aún en un tramo de varios kilómetros en lo que se conoce por el puerto de Castilla. Esta calzada comunicaba Caurium, (Coria), con Miróbriga, (Ciudad Rodrigo).
Recibimos a los participantes obsequiándoles con una pequeña bolsa con avituallamiento y algunos regalos.
El conjunto urbano de Gata es, sencillamente delicioso, auténtico, de hecho está declarado Conjunto Histórico de Interés Cultural, su patrimonio es muy variado, es una de las joyas de la Sierra de Gata sin ninguna duda.
Salimos por la zona de El Prado para afrontar la subida a la Sierra del Salido.
Cruzamos la rivera de Gata entre bancales de olivos, constantes en toda la comarca.
Por la zona de las Gomanas el bosque de pinos se mezcla con las tierras de labor, en esta parte de la sierra los incendios han hecho estragos como iremos viendo en los próximos kilómetros.
Este tramo del GR 10 está magníficamente señalizado en toda la comarca, y es bastante cómodo, estos kilómetros transcurrían hace unos años por un enorme pinar en un entorno magnífico…
…hoy la herida es visible, da mucha pena caminar por aquí. Pero está bien que seamos conscientes del daño que hace el fuego y de los intereses que esconde.
Cada verano esta comarca sufre los devastadores efectos del fuego, siempre provocado, siempre intencionado. Intereses económicos, locuras, envidia, es difícil, de saber y de entender, pero el resultado es desolador.
Seguimos por la zona de La Cumbre buscando el alto de la Sierra
La tierra agradecida se abre paso tras el fuego y se torna otra vez verde
Atrás hemos dejado Gata, la ruta se estira, cada uno viene a su paso, no hay prisa.
Alcanzamos el puerto de la Cumbre de Arriba, en la Sierra del Salido, 669 metros y cruzamos a otro de las valles de la Sierra de Gata este es conocido como La Vega
Descenso ahora por la zona de Las Vueltas buscando la zona más baja antes dar con los pies en Villasbuenas de Gata.
Debíamos estar caminado por un bosque, pero la sierra vacía es una herida abierta que puede acabar con esta tierra rica en nutrientes.
A esta imagen ponedle pinos por todas partes… es la diferencia
La zona más baja se ha librado del fuego, este rincón que llaman La Hormigosa.
Prueba de que después del fuego hay que trabajar rápido es la huella que dejan las máquinas en el camino.
Donde no llegó el fuego el paisaje es otro. En La Sierra de Gata la señalización es constante, se agradece.
Llegamos a Villasbuenas de Gata, el ayuntamiento nos recibe con una degustación de productos de la zona; aceite de oliva virgen extra, vino blanco, muy apreciado y conocido, aceitunas, la verde cacereña y la negra. Un refigrerio antes de afrontar los seis últimos kilómetros de la ruta
Salimos de Villasbuenas por el camino de Perales del Puerto. Queda menos, el calor aprieta.
Un tramo del trazado discurre ahora por una pequeña carretera local
Hasta que nos desviamos por un pequeño robledal en el paraje de Las Lavillas
Cobijados por este pequeño bosque antes de atravesar la rivera de Gata
Último esfuerzo y en Perales del Puerto a la espera del recibimiento, la marcha se estira.
Perales del Puerto espera a los caminantes en el salón social donde el ayuntamiento nos obsequia con una merienda. 19 kilómetros después hemos llegado, satisfechos y agradecidos por los detalles de toda la gente de la comarca. Fin de la ruta, ya somos un poco más de la Sierra de Gata.
Ha sido un placer, los que trabajamos para hacer posible la ruta, descansamos tras el esfuerzo por muchas razones: la respuesta de la gente, el compromiso y la disposición de la Mancomunidad Municipios de la Sierra de Gata, sobre todo el equipo de Dinamización Deportiva, y el agradecimiento sincero de la Asociación Española Contra el Cáncer -AECC- y la entrega de los miembros del Club La Vereína que se desvivieron porque todo saliese a la perfección. Los comentarios de quienes participaron en la ruta son el mejor testimonio de que mereció la pena el esfuerzo.
@vicentepozas2013