Ruta Camino del Roble. Conquista de la Sierra

por Feb 23, 2011Cáceres, Ruta Senderista2 Comentarios

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ES UNA RUTA PRECIOSA QUE LAMENTABLEMENTE HOY NO SE PUEDE HACER, EL DUEÑO DE UNA FINCA POR LA QUE DISCURRE EL CAMINO HA CORTADO EL ACCESO Y AMENAZA CON LLAMAR A LA GUARDIA CIVIL. MUY CONSIDERADO POR SU PARTE
                  Descárgate el Track para GPS realizado por Jose Luis Cabrera

En esta ocasión, y de la mano del Club Senderista Catelsa Cáceres, nos hemos venido hasta la puerta de la Comarca de las Villuercas en el Noreste de la provincia cacereña. Desde la localidad de Conquista de la Sierra vamos a realizar la Ruta del Camino del Roble que recorre la sierra de la Barrera, que forma parte de las ultimas estribaciones de las Villuercas, enclave serrano que atesora una biodiversidad faunística y, sobretodo, botánica excepcionales. El entorno es de cuento.


Esta ruta es de trazado circular y tiene su inicio y final en la localidad de Conquista de la Sierra. Transcurre por caminos utilizados en su momento por los vecinos del pueblo para acceder a las fincas en las que trabajaban en faenas agrícolas y ganaderas. 13,7 kilometros de dificultad media y bien señalizados, excepto en un tramo del camino. Este es el mapa.

Conquista tiene una extensión de 40,60 km cuadrados está asentada sobre la vasta penillanura trujillano -cacereña sólo interrumpida por una serie de elevaciones montañosas que la circundan y que forman parte de las últimas estribaciones de las Villuercas y por extensión de los Montes de Toledo.


De esto estamos hablando

Nosotros recorremos, comenzando la ruta, las calles del pueblo hacia la plaza del Llanillo.
Asoman al fondo los restos del Palacio de los Pizarro del que hablaré al final de la ruta

Así seguimos por la calle que conduce al cementerio en dirección al paraje la Laguna donde proseguimos por el camino de inicio haciendo un giro a la izquierda dejando la carretera de Zorita a la derecha.

Un día despejado con efectos casí mágicos al comienzo de la mañana.

Un comienzo suave mientras nos alejamos de Conquista.

Dehesas limpias nos acompañan, antes de que sepamos cómo cambiará el paisaje.

El camino, como he dicho, está muy bien señalizado, cruces, cambios de dirección, veredas…

Ahora el sendero, que se encuentra perfectamente flanqueado a ambos lados por paredes de piedra, transcurre entre cercados destinados al ganado y a la siembra donde predominan las encinas, escobas y retamas junto al cantueso, las esparragueras y las zarzas.

Comienza una subida suave hacia la sierra de La Barrera


Es un camino con público… expectante


Caminos en desuso debido a que la actividad ganadera y agrícola ha bajado mucho.


Aún así el ganado vacuno es habitual todavía.


Aunque la cabaña de reses sea más pequeña


Nosotros subimos una ligera pendiente en este camino emparedado que termina en la entrada a la finca de Cerro Mesado.

A medida que ascendemos el paisaje se descubre.

Es difícil perderse en esta ruta.

Ahora subimos hacia la casa de la finca de Cerrro Mesado a la que bordeamos dejándola a nuestra izquierda para proseguir la ascensión hacia el desfiladero de Matavacas por el camino que corre paralelo a una alambrada hasta llegar a una 2ª cancilla que pasaremos para continuar ascendiendo entre retamas y cantuesos durante al menos otro kilómetro. Todo bien indicado


Desde aquí ya podemos disfrutar de una amplia panorámica de toda la penillanura que se ofrece a nuestros pies con las sierras de Santa Cruz y Montanchez al fondo.


El ganado bovino ahora nos aplaude.

En un coro de saludos a este otro rebaño que las contempla.

Tras subir descendemos un poco para después comenzar de nuevo la ascensión bordeando la sierra de la barrera dejando el caserío de Matavacas y pasando junto a “La Cabriza” un cercado de piedra utilizado para el pernocte del ganado.

La subida se acentúa sobre un terreno todavía despejado.


Y referencias constantes a que vamos por buen camino.


A partir de aquí, el paisaje cambia bruscamente pasando de un terreno arbustivo (retamales y escobonales) con escaso arbolado a otro mucho mas frondoso en el que las encinas en forma de matas o achaparradas están omnipresentes conformando en algunos lugares un bosque muy tupido casi infranqueable.


El paisaje cambia en la sierra, bosque mediterráneo denso y virgen cuando el ganado no lo pisa para convertirlo en dehesa


Entramos en el tunel del tiempo. La ruta aquí, y durante unos dos Km de subida, se conduce por un camino boscoso donde las encinas achaparradas van conformando una especie de túnel vegetal cerrado para terminar culminando la ascensión en la finca del “Bonal de Arriba” a una altura de 700m desde donde las vistas de la penillanura son realmente espectaculares.

Como ventanas, en este edificio que vamos recorriendo, por donde asomarse a la llanura.


Protegidos por la maleza.


Sorprendidos por la belleza.

Al punto, culminamos la ascensión, estamos a 700 metros de altura.


Nosotros caminos por la cima para adentrándonos en la finca del Bonal de Arriba donde el camino que hemos traído enlaza con el antiguo cordel de ganado que se dirigía a Zorita, perteneciente a la Cañada Leonesa occidental.
Es un paisaje de montaña por momentos.

Este tramo de la ruta transcurre por detrás de la sierra de La Barrera y paralelamente a esta; este nuevo camino tiene ya un trazado prácticamente llano y una anchura y firme muy adecuados para el caminante.
Alguna sorpresa con charcas en la cima de indudable belleza


Propicias para el descanso y para reponer fuerzas.


Retomamos por esta tierra ganadera donde las haya.
Un camino suave.

Propicio para la charla o la contemplación después de la dureza de la subida y para engrasar los músculos tras la parada para almorzar.

La ruta prosigue en esta dirección unos 3 km más entre un bosque adehesado de encinas y robles en muy buen estado de conservación donde no es difícil avistar buitres, alimoches, milanos, ratoneros, águilas calzadas o las mas escasas águila culebrera y real.

Transcurrida esta distancia abandonamos el camino principal para adentrarnos por otro que atraviesa la finca de Valmesao en dirección a la de Hernán Sánchez. A poca distancia del citado desvío pasamos por un pozo con su abrevadero.

La fauna nos acompaña. Buitres en busca de comida

Ganado caprino en esta zona de montaña

Las guías en el camino nos avisan de los cruces.

Este tramo de la ruta es de una gran belleza pues nos encontramos en el corazón de un magnífico bosque de encinas, robles y alcornoques.

Con una estupenda panorámica a nuestra derecha del cerro Pedro Gómez.
Desde este punto y hasta la casa de Hernán Sánchez, la ruta prosigue descendiendo durante aproximadamente dos Km, así la frondosidad del bosque se va despejando y la ganadería vuelve a aparecer de nuevo.

Esta es la que denominada la casa de Hernán Sánchez

Ahora proseguimos en dirección sur durante otro Km hasta terminar enlazando con el camino de la Hoyuela (Costanillas) una vez salvada la alambrada divisoria de esta finca.

Dejamos a sus habitantes disfrutar tranquilos y en familia


Conquista de la Sierra ya aparece al fondo, apenas dos kilómetros para finalizar la ruta


Campos cuidados, olivares limpios nos avisan de la cercanía de la población

Casi con un halo de melancolía por intuir el final de tan bonito camino.

Nos resta tan solo 1 Km para llegar al pueblo bajando por una pendiente entre olivares

Y finalizar la ruta recibiéndonos en la entrada de la población el Palacio de los Pizarro (siglo XVI) con su magnífica torre.

Las casa del intento. Intento de qué?

Ahora sí, las piernas podrán descansar, hemos completado la ruta del Camino del Roble.

El Palacio de los Pizarro. Construido en 1533, fue destinado a residencia del conquistador y de la princesa Inca Inés Yupanqui Huilas, pero sería Hernando y Francisca Pizarro Yupanqui quienes la morasen mientras construían en Trujillo el otro palacio, el Palacio de la Conquista.

El palacio poseía las características de una fortaleza, de estructura rectangular, muros en piedra de granito que formaban paredes de mampostería que en fachadas puertas y ventanas con arcos rebajado, se adornaban en sillería con granito rojo.

La torre que señorea el Palacio es de base cuadrada, escalera de caracol, bóveda en media esfera decorada en el interior, y tiene nueve almenas o pináculos que coronan con cuatro canes.

Aún se conserva el escudo de los Pizarro, y parte del edificio de tres alturas, con sótano en bóveda de cañón; por un puente levadizo comunicaba con la torre del homenaje. Actualmente está en ruinas toda la construcción.

Se conservan los restos de la vieja grandeza de aquellas familias que arrasaron América.

Nosotros decimos adiós con esta pequeña clase de historia que remata la ruta.


Contemplamos el trazado del camino que nos llevó hacia las sierras que ahora quedan al fondo, lejanas.

Nosotros hemos respirado el aire del invierno extremeño en las estribaciones de los Montes de Toledo y las Villuercan que protegen Guadalupe y sus joyas de la vista y la codicia. 14 kilómetros de dehesa, monte, llano, sierra y conversación.

Porque, al fin y al cabo, en cada paso del camino buscamos la complicidad, la amistad de quienes ruta a ruta, camino a camino, vamos dejando en las miguitas de nuestros pasos, como Pulgarcito, un amor declarado por la tierra que pisamos. Una razón más para quedarse, un motivo más para volver a pie, para valorar lo que ya atesoramos; haciendo camino, andando Extremadura. Yo quiero agradecer a Javier Sánchez la magnifica descripción de la Ruta del Roble, que he uilizado para completar algunas explicaciones, que hace en la página www.conquistadelasierra.es y que os invito a visitar.
Vicente Pozas. Conquista de la Sierra. Febrero de 2011