Como cada año, convocados por la Fundación Xavier de Salas, se celebra el Encuentro de Blogueros de Extremadura, en su quinta edición, será en el Convento de la Coria en Trujillo. Una vez al año un centenar de blogueros extremeños nos reunimos para poner ideas en común y hablar de nuestro trabajo y de Extremadura, como cada cita con un interesante programa. Os lo dejo.
Cada año se edita un libro que recoge el resumen del tema propuesto, en esta ocasión: «Patrimonio natural. Patrimonio cultural», este es el artículo que incluyo en la publicación:
CAMPILLO DE DELEITOSA: EL VALLE DE LA LUZ
De las muchas sorpresas que guarda el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara, la que nos ofrece la Garganta de Descuernacabras en el municipio de Campillo de Deleitosa es una de las más singulares.
El pequeño valle que forman las sierras de Juncaldilla y las del Camorro del Acarreo es atravesado por la garganta de Descuernacabras, una corriente de agua que ha sido aprovechada durante siglos como atestiguan restos de una antigua Herrería utilizada para fundir el Hierro, prueba de la mucha actividad minera que desarrolló la comarca. Los oriundos del lugar no tienen claro si el conjunto es de época romana o de la Edad Media.
A comienzos del siglo XX producir y transportar la electricidad a cada rincón de Extremadura era muy costoso y eran necesarios el ingenio, y la ingeniería para cubrir las necesidades de energía de la comarca.
Sobre el año 1897 se comienza a construir una acequia que recogía el agua de la garganta y la transportaba por la ladera de la sierra para, más adelante, aprovechar su caída y producir energía en una central hidroeléctrica; en realidad fueron tres, la original de 1912, una segunda en 1917 y la última, en 1953 que estuvo funcionando hasta 1969 cuando Iberduero comenzó a suministrar energía a 220v y quedó obsoleta.
Esta infraestructura industrial es hoy un atractivo que permite atravesar el valle por dentro de la acequia durante unos cinco kilómetros y disfrutar de un excelente entorno. Este es el encanto.
Que se pueda recorrer en su totalidad por dentro del vaso del canal, que salva el vacío en algunos momentos con más de siete metros de altura en las construcciones y más de veinte arcos consecutivos de medio punto en su acueducto; todo realizado con el material de cuarzo y pizarra de la zona y luego impermeabilizado en el interior.
El tramo más sorprendente, más bonito y más conocido de la zona es el de los Arcos del Cauce, o el Acueducto de las Herrerías. Un acueducto en curva para vadear el arroyo por el que pasa, realizado, por completo, en pizarra, piedra y ladrillo, y que todavía hoy luce intacto. Es una obra de ingeniería magnífica que sortea con ingenio la depresión que crea la corriente de agua que evita.
El canal es como un balcón de cinco kilómetros, cómodo, que regala unas magnificas vistas de un valle rico en enebros, fresnos, quejigos,loreras, higueras, alcornoques, encinas, jaras, madroños, zarzamoras o hierbas aromáticas.
La Garganta de Descuernacabras, que recibe el nombre del arroyo que la recorre, es uno de los tesoros del Geoparque Villuercas; la visitas disfrutando de un paisaje generado por los procesos erosivos producidos por el encajamiento de la actual red fluvial que han configurado un paisaje de sierras y valles paralelos, alineados en dirección NO-SE, rodeados por las penillanuras de Trujillo y de la Jara y que definen la característica geomorfología de la región conocida como “relieve apalachense”.
A este valle añadimos la Sierra de Juncaldilla, al comienzo del mismo, uno de los frecuentes riscos del Geoparque que presentan estas pedreras tan características en la comarca. Esta Sierra, además, alberga la Cueva de Los Canchos de Juan Caldilla en la que aparecieron restos de pinturas rupestres y que fue utilizada en la posguerra civil por las numerosas cuadrillas de maquis que se refugiaron en la zona.
Nos vemos en Trujillo