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La propuesta surgió de la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Extremadura dentro del II Festival de las Grullas. Una de las actividades era una invitación a la realización de una ruta interpretada por la Vía Verde, con salida desde la estación de tren de Madrigalejo y llegada al mismo punto, con una distancia aproximada 15 kms andando y 20 kms en bicicleta.
Mi hijo Guillermo y yo optamos por hacerlo en bicicleta. Fue una jornada sorprendente que nos regaló el avistamiento de miles de grullas. Mañana fría de diciembre, pero que mereció la pena.
El punto de encuentro, como he dicho: la estación de Madrigalejo, construida y nunca usada.
Para quien no conozca estos lugares, las Vías Verdes son antiguos trazados de tren que ya no se utilizan, o como en este caso nunca puesto en marcha, y que han sido remodelados como caminos para la práctica de actividades de naturaleza: senderismo, cicloturismo o rutas en caballo. La Vía Verde Vegas del Guadiana – Las Villuercas, con una longitud de algo más de 50Km, une las poblaciones de Villanueva de la Serena con Logrosán, atravesando zonas de especial protección de aves y zonas de gran riqueza natural.
Los trabajos se reanudaron posteriormente, con la construcción de nuevos tramos y muchas de las estaciones. El tramo de Villanueva de La Serena a Logrosán estaba prácticamente finalizado. Pero el hundimiento de algunos túneles y sobre todo los cambios sociales y la modernización de otros medios de transporte, hicieron que en la década de los 50 se abandonara definitivamente el proyecto.
Por estas vías jamás llegó a circular ningún tren. Y los gigantescos viaductos, estaciones y túneles quedaron como monumentos silenciosos del sinsentido humano. (viajarporextremadura.com)
Guillermo, ciclista habitual, venía preparado para hacer la ruta; yo reconozco que lo pasé peor. Andar, lo que haga falta… la bici cuesta. Tras dejar las primeras dehesas era audible el jaleo de las bandadas de grullas en cuanto llegamos a los campos de maíz y arroz.
El cielo comenzó a convertirse en un espectáculo, aparecían en bandadas cientos de grullas.
Mirases donde mirases, las grullas estaban ahí
Pasaban junto a nosotros, era imposible abstraerse al espectáculo, nos parábamos cada momento
La Vía es larga, un total de unos 55 kilómetros que atraviesan tierras agrícolas y Zonas de Especial Protección de Aves (ZEPA) como las de Arrozales de Palazuelo y Guardaperales, la de Llanos de Zorita y Embalse de Sierra Brava, la ZEPA de Vegas del Ruecas, Cubilar y Moheda Alta. Esta es la Vega del Ruecas que proyectos termosolares quieren convertir en basurero.
A la vera del camino se alimentaban tranquilamente y permitían que las observáramos en silencio, antes de percatarse de nuestra presencia y emprender el vuelo.
Sin descanso y con los ojos como platos ante el espectáculo, regresamos al punto de partida a reponer fuerzas con una invitación a un buen plato de migas que ofreció la organización, con el deseo de que estas tierras no se toquen y alguien sepa vender lo que estas zonas de labor ofrecen, que no es poco. La única pena es que la Vía Verde esté tan abandonada; de hecho la web de Vías Verdes advierte de su abandono con el siguiente mensaje:
Dadas las graves deficiencias existentes en el itinerario por su deficiente mantenimiento, esta Vía Verde no ofrece las condiciones necesarias para ser considerada «vía verde acondicionada» (se avisará de cambios en esta situación)