(SI QUERÉIS VER BIEN LAS FOTOS, PINCHAD SOBRE ELLAS)
Terminado el verano, septiembre nos reune, de nuevo,al grupo de senderismo para hacer caminos. Iniciamos temporada en Arroyo de la Luz, cerca de Cáceres, a patear sus dehesas. Dejamos los coches y atravesamos la zona norte de este pueblo, rico y singular, cuya vida es espectacular.
Dejamos las callejuelas arroyanas y antes de cruzar uno de sus muchos charcos, nos hacemos la foto de rigor, queda constancia, pues que sí estuvimos
Dejamos a un lado el Embalse del Molano, del que bebe la localidad, convertido en un privilegiado lugar de observación de aves y peces. Iniciamos el camino orientados hacia la Sierra de San Pedro.
Nuestra presencia no les inquieta en su recorrido por estas tierras yermas, a la espera de las aguas de otoño
Encinas que vigilan los caminos y que permiten el paso, vigilantes.
Grandes latifundios donde los animales eran más importantes que las personas
La dehesa se hace uso, una tierra aprovechada al máximo, donde cada gota de agua, es oro.
Momento para reponer fuerzas en torno a la ermita, un paisaje muy visitado por los oriundos de Arroyo.
Dejamos la ermita y conducimos nuestros pasos de nuevo hacia el pueblo
Tierra de caballos, los hay por todas partes
Las calles del pueblo nos miran pasar, el calor y el polvo, ya pegados, hacen mella en este bochornoso septiembre
Lo mejor de todo es volver al camino. Septiembre largo nos ha saludado por las dehesas del Salor. Ahora buscaremos cualquier taberna, en Arroyo se piden morcillas. Así bridamos por la vuelta.
©vicentepozas.septiembre2011