(SI QUERÉIS VER BIEN LAS FOTOS, PINCHAS SOBRE ELLAS)
El Valle del Jerte organiza, desde hace unos años, la Otoñada en el Valle del Jerte, entre sus actividades, propone una serie de rutas senderistas por la comarca. Este año me he unido a las propuestas que hacen desde SORPRODEVAJE, la Sociedad para la Promoción del Valle del Jerte, organizadores de la otoñada: La Ruta de las Nogaledas -o Nogaleas como le dicen algunos- en Navaconcejo. Es una ruta circular que parte de las estribaciones del río Jerte, que atraviesa la localidad. Es muy fácil, apenas 5 kms, pero de una belleza increible. Es una de las rutas más bonitas que he recorrido últimamente.
Un día gris de diciembre, amenazando lluvia, estábamos citados en el Puente de la Cruz para comenzar la ruta, unas 40 personas respondimos a la invitación.
Cruzamos el puente y seguimos el curso del río Jerte, junto a la piscina natural, para tomar a la izquierda por un camino señalizado. La ruta está bien marcada y trazada, con pasarelas y escaleras naturales que la hacen muy cómoda.
Nosotros vamos a ascender por esta garganta, la que da nombre a la ruta, se trata de una corriente de agua que procede de la zona alta de Vasequillo y la Cuerda de las Malenas.
Comenzamos las ascensión inmersos en un bosque de robles y castaños que nos acompañará toda la ruta.
La belleza de la ruta estriba en sus cinco saltos de agua, en la parte señalizada, si sigue subiendo, se pueden ver algunos más
Es difícil abstrarse de la belleza de estas cascadas y contemplar las pequeñas balsas que forman. Es una zona de baño para quienes buscan la tranquilidad de este bosque.
La vegetación densa nos acompaña a cada paso, una zona húmeda, de montaña y bien conservada, hemos superado los bancales de cerezos del comienzo, hasta aquí no llega la mano del hombre, todavía, para explotar estas tierras.
Segunda cascada, colosal, parecen paisajes sacados de postales, escenarios de cuento.
En un pequeño claro del bosque los bancales de cerezos del Jerte se asoman con su color de otoño.
Se dibujan en ocres y rojos sobre la niebla de este día de principios de diciembre.
En frente el agua sigue su curso y anuncia una nueva cascada
A esta, tercera que nos encontramos, suben las tomas de agua de Navaconcejo, me decían que hay suministro asegurado todo el año, incluso en verano.
El bosque es un cuento, un lugar de postales con colores y olores de otoño
Este es el salto de agua que aprovechan para el suministro, es visible la estructura
Este es el salto de agua que aprovechan para el suministro, es visible la estructura
El lugar es una sorpresa constante. Para quedarte aquí otro rato
Una foto real en una paleta de colores que se presenta a la vista, así, sin retoques
Una foto real en una paleta de colores que se presenta a la vista, así, sin retoques
Todos los colores del otoño fundidos en este trocito de bosque que recorremos tranquilos.
Abajo Navaconcejo, guardián de Las Nogaledas, se muestra entre la niebla.
Llegamos a otra cascada, cada una supera a la anterior, son como decorados perfectos de un cuento de hadas
En este punto podemos seguir subiendo por el curso del río o coger la carretera, a la izquierda, y continuar por ella apenas 500 metros
Abajo Navaconcejo, guardián de Las Nogaledas, se muestra entre la niebla.
Llegamos a otra cascada, cada una supera a la anterior, son como decorados perfectos de un cuento de hadas
La ruta lleva nuestros pasos por pequeños senderos robados al bosque.
Una espesura que descubre un bosque alejado de la actividad diaria, del ajetreo de un valle que vive de las cerezas y que trabaja para ellas.
En este punto podemos seguir subiendo por el curso del río o coger la carretera, a la izquierda, y continuar por ella apenas 500 metros
Es curioso, haber abandonado el bosque, no le resta belleza al lugar.
La carretera nos indica le camino de regreso, por el paraje conocido como Las Mingurras, una zona de bancales de cerezos, que nos llevará hasta Navaconcejo.
Cerezos y castaños que nos salen al paso
Cerezos y castaños que nos salen al paso
Y la lluvia, que nos ha respetado hasta ahora, hace acto de presencia.
Y así volvemos al Jerte, a Navaconcejo, una ruta que me dicen, es igual de bonita en primavera con el cerezo en flor, aunque la garganta lleve menos agua.
Delicioso paseo en este día de otoño. Fantástica la ruta, y la compañía. Otoño en el Valle del Jerte, un descubrimiento. Esa parte del valle menos conocida alejada del río Jerte y de su frenética actividad.
Y así volvemos al Jerte, a Navaconcejo, una ruta que me dicen, es igual de bonita en primavera con el cerezo en flor, aunque la garganta lleve menos agua.
Delicioso paseo en este día de otoño. Fantástica la ruta, y la compañía. Otoño en el Valle del Jerte, un descubrimiento. Esa parte del valle menos conocida alejada del río Jerte y de su frenética actividad.
Las Nogaledas, uno de esos rincones que aún quedan y que merece la pena conservar, uno de esos lugares que hacen tan especial nuestra región y que sólo se pueden conocer… Andando Extremadura.
©vicentepozas.2011