En medio de fantásticos paisajes adehesados que se pueden calificar de entre los más singulares de esta comarca, que encontraréis bajo la denominación de Comarca de Sierra de Montánchez y Tamuja, nos proponemos visitar uno de los árboles singulares de Extremadura más representativos, se trata de la encima La Terrona, un inigualable ejemplar de «quercus rotundifolia», considerada tradicionalmente como la más grande y vieja del mundo. Tan vieja que ya es ayudada por decenas de bastones para evitar que se venga abajo; una pena si no la habéis conocido en todo su esplendor porque, aún ya sometida a cuidados paliativos, impresiona igualmente por su envergadura. Hoy hacemos una ruta de unos 14 kilómetros que nos llevará por antiguas calzadas romanas, dehesas de libro y parajes bellísimos.
Partimos de Zarza de Montánchez, un municipio perteneciente a la Comarca de Sierra de Montánchez y Tamuja conocida como el Triángulo de Oro puesto que está ubicada entre Cáceres, Trujillo y Mérida.
El camino hacia la encina de La Terrona nos enseña, recién salidos de Zarza de Montánchez, la existencia de restos romanos que se hace patente con la presencia sencilla pero robusta y segura de un puente de tres ojos situado sobre el río Tamuja.
Es evidente que la tranquilidad rodea estos parajes rurales, caminos en los que si guardamos algo de silencio podremos disfrutar de imágenes curiosas.
Comenzamos la ruta por parte del camino que discurre en sus inmediaciones, tradicionalmente llamado «El Camino Real», por el que, según la historia, cabalgaron los Caballeros de la Orden de Santiago hacia la Reconquista de Montánchez.
Esta zona de dehesas graníticas, nos deja constancia del aprovechamiento de la piedra a los largo de los años que dejan utilizaciones singulares y muy bellas
La dehesa aquí, como decía, es de libro…
…y los caminos, de foto.
Las explotaciones ganaderas, verdadero sentido de la dehesa, nos acompañan en el trayecto.
Otros han dejado sus usos y esperan pacientes futuras glorias.
En medio del camino antiguos pozos dejan constancia del uso ganadero de la zona
Y llegamos a La Terrona, como veis abastonada para evitar su desplome. No obstante fijaros en el tamaño de este árbol en relación a las personas, así se comprueba la grandiosidad de su porte de donde deriva su importancia y vistosidad, ya que las dimensiones de dicha encina son dignas de alabanza: tiene una altura de 16,40 metros, el diámetro de su copa es de 26 metros, y en cuanto al perímetro de su tronco es de 7,76 metros a la altura del pecho y de 9,4 metros por la base. Esta auténtica joya de la naturaleza ha vivido entre 700 y 800 años, siendo testigo y parte de la historia de la zona.
El grupo, como siempre, quiso dejar constancia de que estuvo allí