Prepárate para la temporada senderista

por Sep 14, 2017Noticias viajeras0 Comentarios

 

Una vez que los rigores del verano y el calor se van retirando, los clubes de senderismo comienzan a hacer públicos sus calendarios de rutas para este último tramo del año. Septiembre ofrece ya algunas posibilidades muy sugerentes para desentumecer las piernas y volver al camino.

Mucha gente me pregunta dónde puede informarse sobre las diferentes rutas que se organizan en Extremadura. Lo mejor es seguir a aquellos clubes que nos interesen (web, redes, correo…) y estar al tanto de cada una de sus propuestas, la mayoría son abiertas.

Yo además os recomiendo este blog de mi amiga María José Pacios, que recoge cada fin de semana buena parte de las rutas que se organizan en Extremadura:   Blog Senderos Cáceres

¿CÓMO ME PREPARO?

Aunque a estas alturas muchos de vosotros/as ya tenéis claro, además de experiencia, qué me pongo o qué debo llevar cuando voy de ruta, no está mal que recordemos algunos consejos para evitar lesiones o molestias que nos afeen el paseo.

POR LOS PIES

Sí, es necesario empezar por los pies. En senderismo son nuestro principal motor, pies y piernas serán los que más trabajen; para ello yo recomiendo siempre buscar un buen calzado que nos asegure un buen agarre, una necesaria transpiración y la comodidad imprescindible para no quejarnos de nuestros pies. Siempre dicen que lo barato es caro, afortunadamente hay marcas que combinan la relación calidad-precio y que nos ofrecen unas prestaciones adecuadas a nuestras exigencias. Marcas como Boreal, Chiruca, +8000, IZAS, Trango World o ALTUS (todas españolas) ofrecen una variada gama para cada persona.

Es importante que seleccionemos el calzado adecuado a la actividad que queremos hacer: no es lo mismo una bota de alta montaña que una de senderismo, ni es lo mismo una bota impermeable para el invierno, realizada con materiales como Gore-Tex, por ejemplo, que aquellas más transpirables, más adecuadas para climas menos fríos o para estaciones como primavera.

Yo siempre aconsejo acudir a nuestra tienda especializada de confianza de ropa de senderismo y dejarnos asesorar por quien sabe.

En senderismo, por ejemplo, es aconsejable comprar botas siempre un número de pie más alto que el que usamos habitualmente, para evitar que el calzado nos haga daño en los dedos en los descensos (yo calzo un número 41 de pie y compro botas del 42), pero como digo, mejor que te asesoren.

No olvides que hay calzado rígido, semirrígido y blando, aunque cada uno tiene su función, es mejor que lo adaptes a tu pie, que nadie mejor que tú conoce; hay gente que no aguanta las botas rígidas para caminar y prefiere algo más moldeable.

Si el calzado es esencial, no menos lo es el calcetín. Busca calcetines de compresión que se ajusten a tu pie y que sean cómodos (yo personalmente considero una locura ponerse dos calcetines como hace mucha gente) y si haces rutas largas (20 kms en adelante) procura llevar otro par en la mochila y cambiártelos a mitad de la ruta, te dejará los pies nuevos.

Yo, además, me hidrato los pies antes de comenzar la ruta, crema hidratante o vaselina funcionan muy bien.

Y, ¡ojo!, si durante la ruta tienes alguna molestia, algún roce o se te ha doblado el calcetín, ¡párate de inmediato!, es mejor que pierdas unos minutos en corregirlo que ese roce se convierta en herida y no tenga solución, porque irás incómodo y puedes retrasar la marcha.

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LA ROPA, POR CAPAS, COMO LA CEBOLLA

Si el calzado es importante la ropa no lo es menos. Parece que salir al campo implica pasar frío. Nada de eso. Recuerda que el senderismo es una actividad física que requiere un esfuerzo y, por tanto, genera calor.

¿Qué quiero decir con esto? No te cargues de ropa y si lo haces, porque eres friolero/a, hazlo por capas. Más vale que lleves varias prendas ligeras de las que te puedas ir desprendiendo a medida que entras en calor, que una prensa gruesa que no te puedas quitar y una vez en camino te dé ‘excesivo calor’.

Como en todo hay modas. Hay gente que se pone una camiseta térmica y un cortaviento y va en la gloria, hay gente (seguro que pones cara a alguien) que va en manga corta, aunque sea invierno; y están los que se cubren de pies a cabeza y no se quitan nada en toda la ruta (gorro de lana, guantes, bufanda o braga…); quiero decir con esto que ‘cada uno es cada uno y tiene sus cadaunadas’, vamos que tú sabes si eres de mucha o poca ropa. Insisto, mejor varias prendas ligeras que dos muy gordas.

Y decía que en el mundo del deporte la moda de las marcas se ha impuesto, el diseño ya es una característica más de la ropa; además de su tejido o su comodidad. Nadie niega que ya la ropa de senderismo, además de estética, está pensada para realizar este deporte con comodidad y que ofrecen extras que antes no eran habituales (transpiración, impermebeabilidad, ropa transformable, escaso peso, elasticidad…)

Cualquiera de las marcas que os he puesto arriba es un buen ejemplo de lo que os vengo comentando, si leéis sus características, comprobaréis que todas ofrecen infinidad de avances técnicos.

Pero tampoco os obsesionéis con ello, hay gente que prefiere seguir yendo en vaqueros o con un pantalón de lana, o una malla de toda la vida, y tan ricamente. Aunque en la mayoría de los casos todos nos volvemos muy ‘técnicos’ y las marcas imponen su moda y su ropa. Tú decides en todo caso.

No obstante, te hago una pregunta, si eres un habitual del senderismo ¿cuántas camisetas técnicas tienes en tu armario? ¿y cuántas que no te pones? Acumulamos ropa de cada uno de los eventos a los que vamos y, al final, nos ponemos dos o tres.

Y LA MOCHILA, ESA GRAN DESCONOCIDA

Compañera imprescindible de camino. La mochila es necesaria para poder cargar durante la ruta con lo imprescindible. Y lo principal es siempre el agua. Un litro o litro y medio por persona. Es importante hidratarse. De hecho, es conveniente beber agua con frecuencia, aunque no tengamos sensación de sed. Elige si prefieres botella o cantimplora interior (camelbak) pero no olvides llevar agua. Hay quien prefiere llevar alguna bebida energética, pero suelen tener un alto contenido en azúcar.

No está de más que eches algo de fruta de temporada, frutos secos o alguna barrita energética en su defecto.

Comer ligero en la ruta, que no tengamos digestiones pesadas y mejor hacerlo en pequeñas dosis que hacerlo de una vez y en mayor cantidad.

Yo, además, siempre llevo en la mochila tiritas, esparadrapo, algún analgésico y antiinflamatorio. Algo de crema para el sol.

Si es otoño o invierno y dudas sin echar un gorro para la lluvia y un poncho, échalo. En el campo mojarte por la lluvia es quedarte frío.

Lleva un par de calcetines de repuesto, por si acaso. Por si la ruta es larga, te mojas al cruzar un río o un arroyo… nunca molestan.

Yo suelo llevar otra mochila que dejo en el autobús o el coche para cambiarme cuando llego: calzado, ropa seca, calcetines. Te quedas como nuevo.

CONECTADOS

 

Los móviles nos facilitan la vida, es verdad, también nos la complican. Pero en senderismo son muy prácticos. Primero porque te permiten estar conectado en caso de accidente o pérdida, hay aplicaciones como Alpify (ahora se llama safe365) que te conectan con el 112 aunque no tengas cobertura y que te geolocalizan la llamada, es decir, nos sitúan en un mapa con toda precisión, es muy práctico.

Programas como Wikiloc, te ayudan en la ruta para seguir el recorrido, y Google Maps te enseña otros caminos, en caso de que encontremos algún obstáculo insalvable.

Y luego hay apps que son un divertimento. Las que te dicen el nombre de los montes o montañas (puntos geodésicos), el nombre de los árboles (arbolapp), de las plantas (PlantNet); y es práctico tener alguna sobre el tiempo y consultarla antes.

Eso sí, acuérdate de cargar el teléfono el día antes o llevar una batería externa.

Y ahora, a disfrutar del camino, que otoño e invierno son las mejores estaciones para senderismo.

©vicentepozas2017