La definición de pasear nos dice, entre otras acepciones, que es la acción de ir andando por distracción o por ejercicio.
Andar, es pues por definición, ir de un lugar a otro dando pasos.
Caminar, entonces, es andar una cierta distancia.
Deambular es una forma de andar o caminar sin dirección determinada.
Deambular por Cáceres es andar por la historia, pasear sobre las piedras, caminar hacia el pasado.
Esta es la propuesta: pasear por Cáceres y deambular por sus calles.
Desde lo alto, esta es una ciudad como muchas. Una ciudad mediana, tranquila, un enclave del oeste español. Ni muy habitada ni demasiado aburrida. Ideal para vivir.
Sólo cuando te fijas hay algo que destaca, algo diferente, sobresalen almenas, torres desmochadas y campanarios de su ciudad antigua.
El equilibrio de una ciudad que conserva su lado más rural, que sorprende gratamente.
Y que hoy se alza como Ciudad Patromonio de la Humanidad
Y así nos acercamos para verla más cerca.
Mucho más cerca. Casi para tocarla.Porque el recinto amurallado de Cáceres contiene el conjunto de arquitectura civil y religiosa más importante del Renacimiento español que se conserva intacto en nuestros días.
Edificios que nos retrotraen hasta finales del siglo XIV, cuando se construyeron la mayoría de sus palacios que fueron reformados en su inmensidad durante el siglo XV y el siglo XVI.
Torres y campanarios hoy habitados por la imponente cigüeña, omnipresente alado, dueña de los cielos extremeños
Una ciudad vigilada. Sorprendente en cualquier detalle.
Reconocer en sus blasones las casas de nobles y señores. Sorprenderse con una arquitectura equilibrada de trazos geométricos
Trazada intramuros para defenderse. Hoy es un delirio pasearla.
Descubrir qué se esconde tras cada filigrana, leer quién fue el señor de cada palacio
En Cáceres cualquier rincón es historia y nos permite imaginar los años cuando las plazas se abren a sus palacios
Siempre hay una calle y un palacio y una gárgola que cuentan una historia.
Una ciudad amurallada por los almohades, vigilada por torres albarranas con nombres que certifican su historia y la de sus protagonistas
Una muralla que sigue protegiendo el recinto intramuros de un enemigo más peligroso: la barbarie y el desconocimiento que invitan a ignorar la historia
Afortunadamente muchas de ellas se van recuperando y pueden ser visitadas. Forman parte de este paseo y ofrecen una imagen admirable del recinto medieval.
Que nos enseña sus palacios coronados de belleza, en un tiempo en que la ostentación era poder.
Demostrar el linaje era cuestión de altura.
Abajo, la plebe luchaba por sobrevivir. La plaza de San Jorge que nunca existió hoy es una referencia.
Una plaza coronada por la Iglesia de San Francisco Javier o Preciosa Sangre, un espacio multiusos robado al rezo en favor de la cultura.
Un espacio que quiere recrearse en su memoria evocada. Que imita el ambiente medieval.
Si como invitado a esta cuidada puesta en escena aceptas las viandas que te ofrezcan sus anfitriones, eres bienvenido.
O si el clero quiere que confieses tus pecados y purifiques tu alma y tu espiritu perdido.
En busca de una paz que se acentúa con la tarde y una luz mágica nos invita a imaginarnos envueltos en sabrosas historias.
Caballeros apostados esperando el final más conveniente a su enredo amoroso. Así paseamos por la historia.
Recreada en cada palacio que descubre su pasado cristiano y árabe
Historias de amor entre nobles y plebeyos. Lances ocultos a los ojos del amo y señor que no habría de consentirlos
Así, el paseo tranquilo por la monumental Cáceres se convierte en sorpresa, ya sean mercados, fiestas medievales, recreaciones renacentistas, teatro clásico…
…los mercaderes se apuestan en estas plazas para ofrecer su remedios milagrosos.
En ocasiones es la música la que hace de mágico anfitrión cuando sus calles se llenan de trovadores de este siglo. Nómadas y mercantes.
Música llegada de todos los rincones del mundo, como en otros tiempos llegaban las personas del otro lado del mundo
Música, arte y danzas del mundo han venido hasta Cáceres. Siempre en mayo.
Para dejarse llevar en este paseo por sonidos que desconocemos y que, en ocasiones, nos son familiares
La música convertida en escenario de artistas locales es otra propuesta que merece ser paseada
Un recorrido bañado por el agua que suaviza este camino constante
A la luz de las velas cualquier fotografía es posible
Caulquier motivo es bueno para deambular por la ciudad antigua
Y es difícil repetir la escena. La paciencia dibujada vela a vela