(SI QUERÉIS VER BIEN LAS FOTOS, PINCHAD SOBRE ELLAS)
De las muchas rutas que se pueden hacer por los alrededores de la ciudad de Cáceres, destaca una que, por su riqueza patrimonial y natural, es de las más completas y bonitas. La ruta de la Dehesa de los Mogollones, que nos llevará hasta el castillo fortaleza del mismo nombre, la ermita de San Jorge, un ejemplo del despropósito y abandono de nuestro rico patrimonio cultural, hasta el dolmen de la Hijadilla y finalmente hasta el río Salor y su puente y molino medievales. 12 kilómetros por una dehesa maravillosa, un paseo a través de la historia de Cáceres, la más desconocida.
La ruta se inicia a doce kilómetros de Cáceres, en la carretera de Badajoz, justo después de pasar el castillo de Las Seguras encontramos un desvío hacia el ecoparque, allí parte la vía pecuaria que seguiremos y que nos puede llevar, si nos apetece, hasta Los Barruecos en Malpartida de Cáceres. Dejamos el coche al pie de la carretera y la primera sorpresa no se hace esperar…
Una bandada de buitres leonados se alimenta cerca de allí y nos regalan su vuelo
Su silueta es reconocible desde lejos, son esquivos pero no parece inquietarles nuestra presencia
Las explotaciones ganaderas de la dehesa siempre dejan algún premio para estas aves carroñeras
Su olfato puede atraerlos desde kilómetros de distancia, no son los únicos, ni será la última vez que los veamos esta mañana.
Nos adentramos por este camino carretero, transitado por su cercanía a la ciudad de Cáceres, una paisaje de encinas jóvenes.
Desaparecen las encinas de repente y la silueta de la torre se dibuja rompiendo la línea del horizonte.
Este castillo, que vivió lances antiguos, apenas es una sombre de los que fue
El torreón de los Mogollones es lo único que resta de aquellos años de conquista, hoy soporta una gran colonia de aves diferentes
Según Publio Hurtado, en sus orígenes perteneció al viejo linaje de los Mogollones, una de aquellas familias con más raigambre en Cáceres y que también participaría en la reconquista de la ciudad en 1223.
El castillo, posiblemente de los siglos XIV y XV, dio nombre a la dehesa que perteneció al citado linaje y más tarde pasó a otras familias de la nobleza cacereña.
En la actualidad, la fortificación sobrevive milagrosamente; se halla en ruinas y no es sino un mínimo reflejo de la esbeltez, la belleza y la majestuosidad de una fortificación extraordinaria que raramente conserva algunas almenas y matacanes, un escudo postizo, gruesos muros y otros elementos constructivos que presagian la ruina total junta a un establo.

Es fácil imaginar lances y escaramuzas en esta fortaleza que se desmorona ante la desidia y el abandono…
…y que conserva detalles de un pasado más glorioso.
Justo enfrente descubres los restos de la ermita de San Jorge, estamos a punto de comprobar que no siempre el patrimonio y la historia se encuentran a buen recaudo. Lo que van a ver se encuentra al aire libre, lo que han hecho a esta obra sólo puede ser el resultado de la ignorancia y la estupidez.
Los restos de esta ermita se mantienen a duras penas, se cree que su fundación y culto fue de origen privado y debió estar dedicada a San Jorge; sus orígenes datan de los S.XIV y XV, aunque su construcción se culminó en siglos posteriores.
Su estado actual es lamentable y se levanta frente a un pequeño estanque que parece ser artificial y posterior a la construcción de la ermita.
Se conservan relativamente cubiertos lo que fueron el coro, la capilla y la sacristía.
Merece la pena observar las pinturas murales conservadas milagrosamente en su interior que cubren la casi totalidad de los muros. Son de temática religiosa, sin gran calidad técnica, pero si de bello colorido, y representan escenas bíblicas y de la vida de Cristo
Fueron pintadas por un tal Juan de Rivera en 1565, como consta en una inscripción del mural.
El evidente deterioro duele tanto que te gustaría llevártela y protegerla de inclemencias e ignorantes
Es imposible entender que los responsables del patrimonio, capaces de ponerte mil trabas, ante cualquier reforma, construcción o mejora sean capaces de mirar para otro lado ante esta muestra de arte religioso
Nos alejamos de este cojunto arqueológico, monumental, que dan idea de que ese Cáceres señorial, de grandes familias, no se limitaba a las murallas de su ciudad, una historia dañada que a nadie parece importar
Continuamos por una calleja que desemboca en el caserío de Mudaelpelo, cuya actividad ganadera es evidente.
Los ganaderos se afanan en agrupar al ganado que ha pasado la mañana en la dehesa
La dehesa se hace más densa y esconde otro tesoro. El Dolmen de la Hijadilla. Es un monumento megalítico destinado a enterramientos colectivos.
Está constituido por una cámara funeraria casi circular construida con grandes piedras dispuestas verticalmente (ortostatos) que soportan losas horizontales, que le sirven de cubierta, y un pasillo de acceso o corredor, levantado también con lajas de granito, que desemboca en la cámara. En su origen todo el monumento estaba cubierto con tierra formando un túmulo. Pueda datar desde finales del Neolítico (IV milenio) a la Edad del Bronce (II milenio).

Atrás dejamos la prehistoria, encima la actividad de los buitres es más que evidente
La dehesa limpia se dibuja ante nosotros, el camino está señalizado desde el inicio
Majestuosa figura, vuelo perfecto, más de dos metros de envergadura que hacen que busque las corrientes térmicas para facilitar el ascenso. Sus alas parecen tener dedos.
Llegamos a los restos de un molino medieval junto al río Salor.
El puente, el molino y el azud, de época medieval, han sido reconstruidos varias veces como consecuencia de las riadas.
Es este río se observan muy bien las rocas que constituyen el sustrato de la zona: pizarras oscuras, cristalinas y muy duras, originadas por un metamorfismo de contacto (gran calentamiento) debido a la intrusión del magma que originó los granitos de los alrededores.
Se conserva una inscripción en la pared del molino dónde consta la fecha de la última restauración (1862), siendo apoderado D. José Calzado Pedrilla.

Una pequeña presa hace que el Salor recupere algo de su figura, más abajo su caudal es casi testimonial
En los márgenes existen árboles tópicos del bosque de ribera como fresnos, chopos, sauces y mimbreras.

Volvemos sobre nuestros pasos, siguiendo las señales que nos han guiado

La eterna cigüeña se ha apoderado de todo, vive en esta dehesa, a sus anchas.
El castillo nos ha esperado mientras el cielo se cierra por momentos, amenaza con mojarnos
Las nubes dibujan luces y sombras, un escenario de colores que nos recuredan lo que hemos visto
Paleta de colores, tierra, dehesa, armonía, compañía, viento y despedida
Nosotros nos marchamos, Luisa inmortalizó el momento que demuestra que para obtener la foto que buscas, vale todo. Es apenas un momento, pero la imagen es inmortal. San Jorge, patrón de la dehesa, nos despide desde la Torre de los Mogollones
Las rutas desde Cáceres, incluida esta, os las podéis descargar aquí:
Nosotros volveremos sobre nuestrs pasos, andando Extremadura.
©vicentepozas2012
Increible que este patrimonio se encuentre en tal estado de abandono. Gracias por mostrar esta ruta. Tenía muchas ganas de acercarme a ver la ermita de San Jorge, de la que tuve conocimiento gracias al blog Extremadura: caminos de cultura.
Tal vez este fin de semana me acerque.
Saludos.
Gracias, Jesús. En el enlace tienes la ruta, aunque no ahce mucha falta
Me gustó tu blog y me hice seguidora, más delante empezaré a leerlo con detenimiento.
TKs!!
Gracias, un placer
Es una pena que unos frescos del siglo XVI estén abandonados así, totalmente expuestos al vandalismo, el expolio y las inclemencias del tiempo. Más que una pena es una verguenza. A que localidad pertenece el lugar donde se encuentra el templo? lo sabes?
Gracias
Me ha parecido preciso, con el texto necesario y con unas fotos preciosas. Tenia noticia de esa ermita abandonada por un comentario que oí en un programa de radio, pero con tu descripción me ha quedado claro el recorrido.
Hola Vicente.
En primer lugar, MUCHAS GRACIAS por documentar tus «Paseos», me está siendo de mucha utilidad para conocer más a fondo vuestra tierra, pués cada fin de semana escojo una. Esta mañana me decidí por esta misma, pués me pudo la curiosidad de visitar la ermita. El caso es que seguí las indicaciones, dejé el coche al pie de la carretera del Ecoparque pero el camino para iniciar la ruta estaba intransitable. También han vallado el acceso al camino con lo que és imposible iniciar la ruta desde ese punto… Quizá haya alguna alternativa para adentrarse en la Dehesa, pero seguí la carretera de vuelta (Incluso paré en el castillo de las seguras) Pero nada.. Misma situación… Señales sobre un camino lleno de maleza.. Una pena!.. Mañana a por otra!.
Saludos.
Sí está vallado pero se abre sin problemas, otra alternativa es la carretera que pone ECOPARQUE nada más iniciarla hay una verja a la derecha, ábrela y deja el coche junto al camino, sólo tienes que seguirlo
Aaaaaah… Entonces, lo que me pudo es la prudencia de no abrir la verja 😉 Muchas Gracias. La retomaré en breve pués.
Gracias por mostrar este recorrido.
Nosotros con mi Esposa estuvimos cerca de este torreón, en Mayo 2013, viajamos desde Québec para visitar el lugar y trasladarnos en el pasado hacia nuestros orígenes, pues como vez, el apellido de mi Esposa es Caceres y el mio, Mogollones.
Ojalá puedan hacer algunas reparaciones para restablecer este patrimonio histórico.
Espero que sí Jorge, pero es terreno privado y en Extremadura hay muchas muestras de patrimonio abandonado que no tienen visos de que pueda recuperarse
Gracias por toda la información que has aportado. Una pregunta: ¿el coche se puede dejar allí aparcado sin problema, donde empieza la ruta?
Muchas gracias.
María Fe
Hola MariFe sí en el mismo inicio de la ruta. Hay un pequeño camino enfrente junto a la carretera donde lo puedes dejar sin problemas